
lunes, 9 de noviembre de 2009
Lápices solidarios
Reliquias del comunismo, atracción de turistas

La colectividad de Ucrania festejó con canto y danzas

“La idea es mostrarle a toda la comunidad aunque sea un poco de nuestra cultura milenaria”, aseguró Jorge Lesyk, miembro de la comisión directiva de la Filial San Martín de la asociación Ucrania de cultura “Prosvita”.
El inicio del espectáculo estuvo a cargo del Ballet de la asociación, quienes dieron la bienvenida a los presentes con la interpretación de la pieza “somos de Ucrania”, mediante la cual se ofrece el pan y la sal, símbolos de amistad, abundancia y riqueza en su tierra.
El intendente municipal, Ricardo Ivoskus, hizo llegar por intermedio de una carta sus felicitaciones y se lamentó de no poder participar personalmente por motivos propios de la gestión, aunque sí lo hizo por intermedio del director de compras Ernesto Ivoskus como representante municipal.
Cerca del final, se interpretó el “Hopak”, la danza más popular de Ucrania, sin la cual no hay fiesta, que describe el alma, coraje y la alegría de vivir de ese pueblo. Sobre el cierre, se distinguió entre otras personalidades de la asociación a Ivana Andrusiak, flamante miembro de la colectividad consagrada como Reina de la industria en la última edición de la EPSaM.
domingo, 8 de noviembre de 2009
Inmigrante ucraniana reconocida como judía
AJN.- El Ministerio del Interior tenía dudas de que Raisa Sakboracov fuera judía y por eso fue incluida en una lista de gente “sin religión” cuando emigró de Ucrania. Documentos probaron que sus abuelos eran judíos y la Corte Suprema revocó la decisión del Ministerio. | |
Luego de una larga batalla de cuatro años, la Corte Suprema reglamentó la identidad en el documento de la inmigrante ucraniana Raisa Sakboracov, que fue reconocida como “judía” y no como “persona sin religión”, que era la forma en la que el Ministerio del Interior la había designado. |
Ucrania teme por un nuevo virus y Polonia rechaza la vacunación
Dos de los temas relacionados con la gripe A de los que más se hablan son el miedo a un nuevo virus mortal en Ucrania y el rechazo de Polonia a la vacunación por considerarla insegura.
Un supuesto nuevo virus H5n1 habría sido soltado en Ucrania por los laboratorios Baxter (como ya sabemos, no sería la primera vez). La conmoción principal se debe a que comenzaron a fallecer muchas personas de neumonía, y se teme por un virus realmente grave. No hay mucha información por medios oficiales. La agencia de noticias ucraniana Fraza directamente confirma 100% que se trata de “una plaga de neumonía“. Evidentemente algo pasa en Ucrania.
La Unión Europea se encuentra investigando 5 casos de muertes supuestamente causadas por la vacuna contra la gripe A.
Mientras tanto, en Polonia la ministra de salud Ewa Kopacz dijo que el gobierno rechaza la vacunación masiva contra la gripe a, debido a que “Hasta el momento ninguna empresa farmacéutica con la que hemos negociado la compra de la vacuna ha sido capaz de proporcionarnos las pruebas de que las vacunas son seguras y no tienen efectos secundarios potenciales”.
Y por si alguien se lo pregunta, todavía no iniciaron acciones legales contra quienes están en este acto de bioterrismo mundial.
Los Mineros de Ucrania
Eslovaquia cierra la frontera con Ucrania | Reuters
BRATISLAVA, nov 7 (Reuters) – Eslovaquia, dijo el sábado que iba a cerrar todas menos una carretera que cruza la frontera con Ucrania, el domingo por la epidemia de gripe de Ucrania.
Ucrania podría retrasar las elecciones presidenciales de enero hasta mayo del próximo año a causa de su brote de gripe H1N1, que ha matado a más de 100 en las últimas semanas y ha infectado a más de 750.000
Vyšné Nemecké, el mayor punto de control, será el único que permanece abierto.
“La razón es el deterioro continuo de la situación de la epidemia en Ucrania”, dijo el ministro del Interior, Robert Kalinak dijo a los periodistas. “Con ello se pretende minimizar cualquier eventual brote de la enfermedad.”
Kalinak dijo que la decisión del Estado miembro de la UE era temporal y destinado a proteger el bloque.
Los médicos y los higienistas estarán estacionados en la frontera para vigilar los pasajeros y tener la potestad de prohibir a cualquier persona sospechosa de estar infectados entren en el país.
[ID: nL695938]. (Reporte de Martin Santa; edición por Andrew Roche)
Ucrania: cifras oficiales de ayer, viernes
Enfermos: Poco más de tres cuartos de millón de personas (exactamente 762.835) que padecen enfermedades respiratorias agudas (neumonías víricas que destrozan los pulmones, por ejemplo) y gripe (pero ojito, esta no es la gripe porcina del circo pandémico mundial H1N1); frente a sólo 32 personas que contrajeron gripe porcina (esta sí que es la gripe H1N1 tan “peligrosa”, de la tan proclamada pandemia y de la vacunación masiva).
Muertos: 109 muertos y 33.979 hospitalizados por algo que han decidido llamar “gripe”, que es otra cosa claramente diferenciada de la gripe porcina o H1N1.
14 muertos, de los 32 casos confirmados de gripe porcina.
Me parece sorprendente que haya sido declarada una pandemia por una cosa como la H1N1, cuyo índice de mortalidad es ínfimo, y que apenas afecta a la población, con 32 afectados, de los cuales hay 14 muertos y 18 vivos, frente al cuarto de millón de afectados y el centenar de muertos en poco más de una semana, de un virus neumónico que es llamado por los medios “infección respiratoria grave”, e incluso “gripe”. Circunstancia aprovechada para engordar la cifra de afectados por gripe. Y es que como la gente no se contagia de H1N1 a la velocidad que ellos esperaban, ya no saben qué hacer para justificar la “inyección letal” en masa.
Mientras tanto, los medios no pierden el tiempo en informar de lo que ocurre, e invitan a la vacunación masiva, diciéndonos cosas como que Estados Unidos a principios de diciembre donará a Ucrania casi un millón de vacunas contra la H1N1. ¿¿¿ Pero es que no se entera nadie, o es que no queremos enterarnos ??? ¡¡¡ Que las vacunas para la H1N1, no sirven contra este nuevo agente bacteriológico neumónico !!!
Yo comprendo que la agenda es la agenda, y que se ha diseñado para ser cumplida, pero es que la chapuza descarada de ocultación y manipulación de la información que están haciendo quienes llevan a cabo el desarrollo del plan, hace que hasta el más tonto se dé cuenta de que aquí hay algo que descuadra, y que se haga la pregunta de qué es lo que contienen exactamente esas vacunas. ¿Por qué esa obsesión mediática que roza la paranoia, por inocular patógenos en vena al máximo número posible de personas? ¿habrá resucitado Mengele y nosotros sin saberlo?
Rusia, Ucrania y Etiopía ya han reemplazado a China como países clave para la adopción
La dispar propagación de la gripe
En la última semana, el virus de la nueva gripe ha golpeado seis veces más fuerte en Granada que en Huelva ¿Por qué? Según los expertos, por la misma razón por la que en países como Ucrania o Reino Unido la incidencia está siendo más elevada que en España o en el norte de nuestro país se están registrando más casos que en el sur: porque el frío ayuda a la propagación del virus. O quizás más exactamente, porque los rayos ultravioleta y el calor le frenan.
El verano extendido del que han disfrutado algunas provincias hasta hace unos días les ha mantenido más protegidas de la gripe que a otras más montañosas y en las que hace ya algunas semanas que el termómetro ha registrado descensos acusados, al menos, por la noche. Así, mientras que en la última semana Huelva registró 87 casos de gripe por cada 100.000 habitantes y Málaga 117, la incidencia fue muy superior en provincias como Granada y Jaén (565 y 410 casos por cada 100.000 habitantes, respectivamente).
Esta disparidad no ha sorprendido a los expertos. "Era algo que esperábamos y que ocurre normalmente todos los años. La gripe es un virus estacional que se extiende cuando empieza el frío", explica José María Mayoral, jefe de Epidemiología de la Consejería de Salud. Además del componente meteorológico, hay una explicación física que siempre favorece la expansión de la gripe estacional y que tampoco ha fallado con el H1N1: la acumulación de personas en sitios cerrados. De ahí que el primer repunte de casos se registrara cuando comenzaron las clases. "Sabíamos que al empezar los colegios iba a subir la incidencia y así ha sido", apunta Mayoral.
La mayor propagación en las aulas explica también que la población que proporcionalmente sufre más contagios es la de niños de entre 5 y 14 años. Esta mayor inmunidad a la gripe entre los mayores es habitual cada invierno, pero es incluso más evidente con el H1N1. La explicación, según el jefe de Epidemiología, es que parece que las personas de más edad tienen un cierto nivel de anticuerpos a este virus, aunque no están inmunizadas del todo. Así, mientras que la tasa general de contagios en Andalucía se situó la última semana en 241,9 casos por cada 100.000 habitantes, si se cuenta sólo la población entre 5 y 14 años, la incidencia sube a 750 casos por cada 100.000.
La comunidad no es una excepción, ocurre lo mismo en todo el país: el último dato de incidencia del virus en España es de 292 casos por cada 100.000 habitantes y entre los niños en edad escolar supera los 1.000. "Los niños se contagian más, aunque los casos más graves se registran entre los mayores, que tienen una salud más débil", explica Mayoral. Con todo, según el jefe andaluz de Epidemiología, las características del nuevo virus son su baja letalidad y que entre los ancianos se están produciendo menos complicaciones que con la gripe de otros años.
La desigual propagación de la nueva gripe entre unas provincias y otras supone también una aplicación dispar del plan de alta frecuentación para los hospitales. La consejería dio luz verde a su activación el 1 de octubre, pero cada hospital tiene autonomía para ir aplicándolo en función de sus necesidades.
Hasta ahora, el Virgen de las Nieves de Granada es el que ha necesitado activar más medidas de las contempladas para los días de alta incidencia. En términos generales, según Salud, se está detectando en casi todos los centros una afluencia mayor que otros años por estas fechas, pero no ha subido en la misma proporción la tasa de ingresos.
La globalización llega al San Pedro
Noches de Berlín
Una noche, la del 12 de agosto de 1961, el telón de acero que había caído sobre Europa en 1945 cerró su último portillo. Cortó Berlín en dos, como si la hubiera pasado por una cizalla. Primero se extendió en forma de cadena de policías y blindados, alambres y obstáculos, y en pocos días con un muro que fue creciendo y fortificándose. La antigua capital alemana venía sufriendo la presión soviética desde junio de 1948, cuando las autoridades de Moscú la mantuvieron durante varios meses bloqueada y sin suministros ni comunicaciones terrestres. Era el punto de fuga por donde millares de alemanes huían de la zona de ocupación soviética y a la vez zona de fricción donde las dos superpotencias enfrentadas en la guerra fría llegaron a situar a sus tanques apuntándose unos a otros. Los momentos más delicados de aquella confrontación, cuando Moscú y Washington estuvieron más cerca de pulsar el botón nuclear, se sitúan entre la construcción del muro berlinés, aquella noche de agosto de 1961 y noviembre de 1962, cuando la Unión Soviética retiró de Cuba los misiles que apuntaban en dirección a Estados Unidos.
La noticia en otros webs
Cayó el muro de la guerra fría, pero permanece su huella, las armas nucleares que todavía hay en el mundo
Al cabo de 28 años, otra noche, la del 9 de noviembre de 1989, el mismo muro se agrietó, empujado por el vendaval de libertad que se había levantado en todo el bloque comunista, al impulso de la perestroika de Mijaíl Gorbachov. Por aquella brecha se desbordó velozmente el caudal embalsado durante la guerra fría, de forma que en cuestión de meses se unificaron las dos Alemanias, cayeron todos los regímenes comunistas europeos, desapareció la cárcel de pueblos y de ciudadanos en que se había convertido la Unión Soviética y el mundo entero se encontró, de pronto, ante el reto, hoy todavía sin colmar, de construir una arquitectura política internacional totalmente nueva sobre las ruinas de la que acababa de hundirse.
Pocos creían en 1961 que el régimen comunista se atreviera a partir en dos la vieja capital alemana y a dejar encerrados a los berlineses occidentales en una isla comunicada por tres corredores aéreos y el mismo número de autopistas con el resto del mundo occidental. Eran también pocos en el otoño de 1989 quienes imaginaban que la división de Berlín y de Alemania, de Europa y del mundo, tenía las horas contadas. Tanto la construcción del muro como su destrucción aparecieron en sus respectivos inicios como tareas irreales; al igual que, muy poco después, todo el mundo consideraba que habían sido inevitables, y se extrañaban, en 1961, de que no se hubiera erigido antes y, después de 1989, de que la farsa de aquellos regímenes hubiera durado tanto tiempo.
Todo empezó, pues, en la última noche berlinesa. Allí el mundo empezó a salir de la pesadilla de un Apocalipsis provocado por la propia mano del hombre. Allí se clausuró el campo de batalla europeo que había ocupado el centro del mundo durante todo el siglo XX y empezó a desplazarse el eje del poder y de las tensiones hacia el Sur y hacia Oriente. Fue una noche transformadora, que generó un mundo nuevo, primero unipolar, con una única superpotencia, y más tarde, ahora, multipolar. La carrera de armamentos y el equilibrio del terror, sobre los que se había asentado la paz en Europa durante toda la guerra fría, terminaron de pronto. Si hasta entonces todo permanecía congelado en un mapa cuadriculado de fronteras y bloques, a partir de aquel momento empezó un movimiento en dirección contraria, que dio paso a la integración regional, la globalización económica e incluso a la revolución digital, en dos décadas que significaron la desaparición de numerosas fronteras y el desplazamiento de otras.
La primera de todas en esfumarse fue la frontera interalemana, de forma que los alemanes pudieron alcanzar por primera vez en su historia la unidad nacional en libertad. La Unión Europea, concebida inicialmente para evitar el retorno de la guerra en Europa, se convirtió en la máquina de paz, prosperidad y estabilidad con que se fabricó el destino de los países surgidos del comunismo. A excepción de los Balcanes, donde momentáneamente regresó la limpieza étnica y la ideología del nacionalismo dominador. Pero creció a velocidad de vértigo en el resto del continente, primero absorbiendo los países neutrales de la guerra fría: Austria, Finlandia y Suecia. Luego, en dos tacadas, a diez antiguos países comunistas, que situaron las fronteras de la UE en Bielorrusia, Ucrania y Rusia. La frontera polaca sobre los ríos Oder y Neise, reconocida tras la Segunda Guerra Mundial y aborrecida por los alemanes, quedó definitivamente consolidada, cerrando de una vez por todas el irredentismo germánico sobre los antiguos territorios de Pomerania, Prusia Oriental, Alta Silesia y, en paralelo, también de los Sudetes checos. Como resultado de todo ello, Moscú perdió todo el viejo glacis soviético, de forma que la Alianza Atlántica absorbió a la gran mayoría de los antiguos socios del Pacto de Varsovia, a la vez que estallaba el imperio y se desprendía dolorosamente de su propia cuna nacional que es Ucrania.
La huella bélica del siglo XX es profunda y no se borra de un plumazo, sobre todo de las mentes. La guerra fría ha modelado las actuales instituciones europeas y ha dejado además una herencia inquietante. Por una parte, un fabuloso arsenal de armas, capaz de destruir varias veces el planeta entero. Por la otra, unos reflejos geopolíticos, sobre todo en las dos antiguas superpotencias que se habían mantenido en tensión durante 45 años. Con mayor lentitud de la deseada ha ido descendiendo el número de cabezas nucleares almacenadas, desde las 50.000 que se calcula había en 1989 hasta las 25.000 que puede haber en la actualidad en los arsenales de los nueve países de los que se sabe que las poseen.
En las dos últimas décadas han sido muchos los gestos reflejos dictados por la pesadilla de la autodestrucción que atormentó a la humanidad durante la entera guerra fría. Los ha habido, naturalmente, en Moscú, donde cuesta enterrar los instintos imperiales y resurge una y otra vez el viejo despotismo zarista, que anula a los individuos en nombre de la patria sagrada y busca constantemente medirse con Estados Unidos para calibrar la propia grandeza. Están muy vivos en los países que estuvieron bajo la bota soviética y temen un súbito resurgimiento del imperialismo ruso. También los ha habido en Washington, aunque sólo los neocons intentaron, con la presidencia de Bush, la reproducción de un mundo bipolar y el enfrentamiento contra las fuerzas del mal en los campos de batalla de una guerra caliente y convencional, en una especie de revancha -fracasada- por no haber podido librarla contra la Unión Soviética.
Pero a la postre, pocos guerreros fríos han quedado en ejercicio. La mayoría se ha ido convirtiendo en lo contrario, en apóstoles del desarme. En 1999, el Financial Timespublicó unas declaraciones del mayor halcón de la guerra fría, Paul Nitze, entonces ya con 92 años, en las que se mostraba partidario de la eliminación absoluta de todo el arsenal nuclear del planeta. Ocho años más tarde, un grupo de figuras políticas también ya retiradas, encabezado por los ex secretarios de Estado republicanos, George Shultz y Henry Kissinger, publicó en The Wall Street Journal su propio alegato a favor de la desaparición de todo el arsenal nuclear.
Entre la noche oscura de 1961 y la noche luminosa de 1989 transcurre la historia alucinante de un muro que dividió Berlín, Europa y el mundo, y cuya desaparición ahora celebramos como agua felizmente pasada. La eliminación del arma nuclear está en el programa presidencial de Obama, y la canciller Merkel cuenta en su contrato de Gobierno con el desmantelamiento de las últimas 20 bombas nucleares americanas que quedan todavía en territorio alemán. El día que se cumplan estos propósitos quedará definitivamente borrado el rastro de aquella ignominia.