domingo, 31 de agosto de 2008

Tras invasión de Georgia, otro tópico candente: Ucrania

BRUSELAS, Bélgica (AP) - La invasión de Rusia a Georgia ha convertido en un tema candente la posibilidad del ingreso de Ucrania en la Unión Europea.
Ucrania tiene esperanzas de que una cumbre con la UE a comienzos de septiembre permitirá que, por primera vez, sea reconocida como posible miembro del bloque de naciones europeas. Ucrania exige también una zona libre de comercio y viajes sin necesidad de visa de sus ciudadanos a la UE.
Tales acciones, señalan el gobierno de Ucrania y sus partidarios en la UE, ayudarían a sellar vínculos entre la ex república soviética y Europa, y podrían evitar que Rusia intente entrometerse con su vecino occidental.
Sin embargo, las naciones de la UE están divididas.
Francia y Gran Bretaña, junto con países nórdicos y del este de Europa desean incorporar a Ucrania. Pero Alemania, España y Austria se han mostrado renuentes a aceptarla. Los gobiernos de esos países temen una inundación de mano de obra barata.

A raíz de esa reticencia, la UE se ha negado a ofrecer a Ucrania inclusive la posibilidad de una asociación en el largo plazo. En cambio, ha agrupado a Ucrania con países del Medio Oriente y del norte de Africa en un "programa de vecindad" que ofrece vínculos económicos más profundos, pero ninguna perspectiva de ingreso.
Sin embargo, la invasión rusa a Georgia, luego que Georgia invadió su provincia separatista de Osetia del Sur, siendo rechazada por los rusos de manera fulminante, ha provocado un reexamen de esa estrategia.
"La discusión sobre el estatus de la candidatura de Ucrania no está en la agenda por el momento", dijo Ollie Rehn, comisionado de asuntos de ampliación de la UE, en un discurso en Helsinki, Finlandia, esta semana.
Pero añadió: "Nunca debemos decir 'nunca' a Ucrania".
Rehn sugirió que el país "podría ser el próximo foco de la presión política de Rusia", y que, para defender la estabilidad de Europa, los gobiernos de la UE deben "ofrecer una clara señal política de que es posible el acercamiento de Ucrania hacia la UE".

Rusia tensiona su 'patio trasero'

Aunque Moscú justifica su intervención militar en Georgia aduciendo que fueron primero ellos quienes atacaron Osetia del Sur, territorio que la ONU reconoce bajo la jurisdicción de Tiflis, la verdad es que las provocaciones las comenzó Rusia mucho antes. Lo hizo manteniendo sus tropas en la zona sin el consentimiento del Gobierno georgiano, concediendo la nacionalidad rusa a surosetios y abjasos, restableciendo los vínculos económicos con las dos provincias georgianas mientras aplicaba sanciones contra Tiflis y efectuando incursiones aéreas de intimidación. En suma, dando un apoyo abierto y descarado a los separatistas de Osetia del Sur y Abjasia.
Una situación muy parecida se da en Ucrania, cuya península de Crimea está habitada mayoritariamente por rusos y en donde se encuentra la base de la Flota rusa del mar Negro (Sebastopol), y en Moldavia, en la provincia separatista de Transdniester. Nagorno Karabaj, región perteneciente a Azerbaiyán, pero administrada por armenios, es escenario de otro de esos conflictos latentes recibidos como herencia de la desaparecida URSS.
Moscú utilizó siempre esos focos de tensión como cuñas para dictar a sus vecinos lo que tienen que hacer. Los estados que claudican evitan ser zarandeados por el oso ruso. Los que no, como Georgia, son hostigados, sancionados, desestabilizados y, si la resistencia continúa, se les invade y fragmenta en trozos.
El Kremlin exige a sus antiguos vasallos soviéticos fidelidad y mantenerse lo más lejos posible de todo lo que tenga que ver con Occidente. A Moscú no le gusta que nadie a su alrededor copie un modelo de democracia que se considera «ajeno», ni participe en proyectos económicos que perjudican a los monopolios rusos y, mucho menos, que se integre en la OTAN. Georgia ignoró todas las advertencias. Su 'revolución de las rosas' (2003) había sentado un precedente que se extendió a Ucrania, país que también aspira a ingresar en la Alianza Atlántica y en la UE.
Ahora, en plena crisis georgiana, el presidente ucraniano, Víctor Yúshenko, ha reiterado una vez más que la base naval rusa de Sebastopol debe ser desmantelada después de 2017, cuando expira el acuerdo que Moscú y Kiev firmaron en 1997. Yúshenko ha pedido a la UE y la OTAN que aceleren la admisión de Ucrania en sus estructuras para «evitar que se repita en Crimea lo que acabamos de ver en Osetia del Sur y Abjasia».
El pasado día 18, en Vladikavkaz, la capital de Osetia del Norte, el presidente ruso, Dmitri Medvédev, respondió a Yúshenko que «no hace falta indicar a Rusia lo que tiene que hacer en Sebastopol» y dijo que existen «tratados internacionales» que permitirían al Kremlin prolongar el arrendamiento de su base en Crimea. Tras la crisis que enfrentó, en 2006, a Rusia y Ucrania por los precios del gas, el entonces primer ministro ucraniano, Yuri Yejanúrov, amenazó con subir el alquiler de la base de Sebastopol e incluso de rescindir el contrato.
Serguéi Ivanov, actual viceprimer ministro y uno de los candidatos que se barajaron en su día para suceder a Putin, advirtió que «si Kiev insiste en echar de Sebastopol a nuestra Armada, Rusia revisará el actual trazado de su frontera con Ucrania». El pasado mes de mayo, el alcalde de Moscú, Yuri Luzhkov, exigió en un mitin en Sebastopol que la base naval y toda Crimea, en donde casi el 70% de sus habitantes son de origen ruso, vuelvan a formar parte de Rusia, de acuerdo con lo expresado en una consulta celebrada en la península a comienzos de los años 90.
El caso de Moldavia
La situación en la región moldava de Transdniester se asemeja a los ejemplos surosetio y abjaso. Se autoproclamaron independientes en 1991, hubo una guerra, entre 1992 y 1993, y los líderes separatistas cuentan con el apoyo de Rusia. En esta región se encuentra desplegado el 14 Cuerpo de Ejército ruso, que incluye una fuerza de casi 2.000 efectivos. La región está dirigida desde 1990 por Igor Smirnov, un antiguo 'apparatchik' comunista que decidió mantenerse fiel a Moscú.
El último encuentro de Smirnov con el presidente moldavo, Vladímir Voronin no dio ningún resultado. Voronin, partidario de que su país se adhiera a la UE, pero no a la OTAN, se reunió con Medvédev, quien aseguró que «son buenas las posibilidades para un arreglo del conflicto». Sin embargo, Vladímir Atamaniuk, uno de los líderes separatistas dijo que «lo que desea nuestro pueblo es independizarse».

Ucrania teme ser el siguiente

Para los expertos militares ucranianos, una guerra con Rusia ha dejado de ser un escenario descabellado: tras la invasión rusa en Georgia, la península ucraniana de Crimea podría convertirse en la "próxima víctima del Kremlin". El presidente georgiano Mijail Saakashvili no fue el único en advertir a su colega ucraniano, Victor Yuschenko, del "apetito territorial" de Rusia, tras la pérdida de las regiones secesionistas de Osetia del Sur y Abjasia. En Kiev también se considera la posibilidad de un ataque ruso para el restablecimiento de la antigua Unión Soviética como algo no tan disparatado. Al conmemorar pasado el domingo el día de la independencia de Ucrania y pasar revista a las tropas en el marco del primer gran desfile militar desde 2001, su presidente, Yushenko, exhortó a la Alianza Atlántica para que incorpore a Ucrania lo antes posible a la OTAN. Paralelamente anunció un drástico aumento de los gastos militares. El ministro de Defensa de Ucrania, Yuri Yejanurov, dijo que el año entrante harán falta por lo menos 32.000 millones de grivnas (4.600 millones de euros/6.800 millones de dólares) para modernizar las Fuerzas Armadas. En la península de la Crimea se están multiplicando las voces de quienes desean independizarse de Ucrania, en caso de que la ex república soviética ingrese a la OTAN. "La mayoría de los estados postsoviéticos es de la opinión que el Kremlin está decidido al empleo de la violencia para resolver problemas", expresa la revista ucraniana Korrespondent. Los comentaristas ven un auténtico riesgo para Ucrania, porque el conflicto por Crimea presenta semejanzas con el enfrentamiento entre Georgia y Osetia del Sur. Al igual que en Osetia del Sur, en Crimea también habría alrededor de 170.000 habitantes con ciudadanía rusa. A ellos debe añadirse a los soldados de la Flota del Mar Negro. El despliegue de barcos de guerra rusos normalmente estacionados en el puerto de Sebastopol en el conflicto georgiano también contribuyó a tensionar las relaciones entre Moscú y Kiev. En tanto que aliado de Georgia, Ucrania amenazó temporalmente con la posibilidad de vedar el acceso a los barcos rusos a su base en Crimea. Pero según el contrato, los barcos de guerra rusos pueden permanecer allí hasta el año 2017. Para más adelante, Kiev tiene la intención de rescindir el contrato. El ex líder ruso Nikita Jrushev entregó en 1954 la peninsula de Crimea a Ucrania. Moscú advirtió a Kiev más de una vez de "tendencias antirrusas". Durante la guerra, acusó a Ucrania de haber asistido militarmente en el pasado a Georgia, y de haberle ofrecido ayuda militar durante los enfrentamientos de mediados de mes.Rusia se opone tenazmente a cualquier intento de Ucrania y Georgia por incoporarse a la OTAN, porque vería puesta en riesgo su propia seguridad. Ucrania está profundamente dividida en torno a esta cuestión: las regiones orientales y del sur son prorrusas, mientras que Ucrania occidental es fuertemente nacionalista. En la cuestión georgiana, el país también está profundamente dividido. Mientras Yuschenko se exhibió junto a su amigo Saakashvili en Tiflis, la primera ministra Julia Timoshenko optó por tomar distancia de Georgia y quedarse en casa. Los observadores ven en estas diferencias no sólo una nueva evidencia de las luchas de poder entre los principales responsables de la llamada Revolución Naranja de 2004. No pocos creen que para las próximas elecciones en un año y medio, Timoshenko apostará por acercarse a Moscú para asegurarse los importantes votos en el este y el sur del país. La administración del presidente Yuschenko acusó estos días a Timoshenko de "alta traición

Rusia busca un nuevo orden mundial

Al reconocer la independencia de Osetia del Sur y Abjazia, Rusia se arriesga a un cierto nivel de aislamiento internacional. Pero encastillarse en la soledad no es el fin de la política ejercida por el tándem Dmitri Medvédev-Vladímir Putin. Con pasos como éste o como la suspensión del tratado de armas convencionales en Europa (CFE), lo que Rusia pretende es redefinir las reglas de su relación con Occidente; algo así como rebobinar el tiempo y corregir hábitos de comportamiento arraigados en los años noventa.
Osetia, Kosovo y las trampas de un mundo sin reglas
La causa secreta de la guerra
Sombras de la guerra fría


Los rusos creen que Gorbachov y Yeltsin fueron engañados por los occidentales
La propuesta del presidente Medvédev de convocar una conferencia de seguridad paneuropea se inscribe en ese contexto. A su manera, Rusia trata de recuperar las ideas que flotaban en la atmósfera de 1990 cuando los países de la OSCE afirmaron en la Carta de París que "la era de la confrontación y la división de Europa ha terminado". Para que tal cosa sea posible, y también por si no lo es, Moscú aspira a las mismas licencias en el derecho internacional que los norteamericanos se atribuyeron en los Balcanes y en Irak.
Moscú confía en sus recursos para capear el temporal de críticas. Además de hidrocarburos y materias primas, Rusia ofrece a Occidente la colaboración en la lucha antiterrorista en Afganistán, y por eso mantiene abierto el corredor de tránsito para la Alianza Atlántica. Rusia está interesada en el éxito de la operación antiterrorista aliada, porque si fracasa, sufrirá las consecuencias "de forma más aguda" que Occidente, ha manifestado Konstantín Kosachov, el jefe de la comisión de Exteriores de la Duma (Cámara baja del Parlamento), y sus palabras fueron un contrapunto al presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, que arremetió contra la política de Washington en Afganistán en presencia de Medvédev y durante la cumbre de la organización de Shanghai. Irán quiere ingresar en este club de Rusia, China y países centroasiáticos en el que es observador, pero Moscú lo mantiene a distancia, pues Teherán, Cuba o Bielorrusia no son del todo cómodas para la élite rusa actual, que tiene sus principales clientes de sus hidrocarburos en Europa; sus empresas, en las Bolsas de Nueva York o de Londres; sus cuentas corrientes, en bancos suizos, y sus hijos en colegios británicos.
Mijaíl Gorbachov y los artífices de la perestroika esperaban fundirse en el abrazo con Occidente que siguió a la caída del muro de Berlín. Pero, en lugar de la Casa Común Europea desde Vancouver a Vladivostok, que integrara a los países antes divididos por la guerra fría, el Kremlin vio cómo sus antiguos aliados del Pacto de Varsovia ingresaban en la Alianza Atlántica, una posibilidad que le estaba vedada, porque ni Rusia aceptaba el papel del Reino Unido y Francia frente a Estados Unidos, ni la Alianza quería que Moscú participara en la redefinición de sus nuevas normas. La actual fase de ampliación atlántica a Georgia y Ucrania incrementa la sensación de acoso y amenaza en Rusia, donde es muy profundo el sentimiento, cierto o no, de que Gorbachov y Yeltsin fueron engañados por los socios occidentales.
Según un sondeo del centro Levada, el 66% de la población cree que Occidente ha apoyado a Georgia para debilitar a Rusia y expulsarla del Cáucaso. Al explicar la posición del Kremlin esta semana, el primer ministro Putin rezumaba resentimiento hacia EE UU. El jefe del Gobierno llegó a acusar a la Administración republicana de haber instigado el ataque georgiano a los pacificadores rusos por motivos electorales (favorecer a John McCain). También contó que durante la inauguración de los Juegos Olímpicos de Pekín se dirigió a George Bush para que éste frenara al presidente georgiano, Mijaíl Saakashvili, pero el amigo norteamericano no respondió. El presidente de Kazajistán, Nursultán Nazarbáyev, avaló el relato de Putin.
Los orígenes de la guerra de los cinco días entre Georgia y Rusia, la mayor crisis internacional en el entorno pos-soviético, hay que buscarlos en 1991, cuando la Unión Soviética se fragmentó siguiendo los límites administrativos internos de las 15 repúblicas federadas, que en gran parte eran el producto de la política de corte y confección estalinista para controlar mejor el Estado. Con excepción de Ucrania, Bielorrusia y Rusia, miembros de la ONU desde 1945, las repúblicas ex soviéticas fueron admitidas en Naciones Unidas como Estados soberanos a partir de septiembre de 1991. Georgia fue la última en ingresar en julio de 1992, pero ya antes era un ente problemático con dos regiones sublevadas contra el intento de Tbilisi de privarlas de la autonomía de la que gozaron en época soviética.
La unanimidad de las dos Cámaras del Parlamento ruso en su apoyo a la independencia de Osetia del Sur y Abjazia fue un paso formal escenificado para justificar la decisión. Pero ni siquiera hubiera hecho falta, porque Putin y Medvédev tienen gran margen de maniobra. La popularidad del primero ha pasado del 80% al 83% de julio a agosto, y la del segundo, del 70% al 73%, y dos tercios de la población están a favor de arrebatarle Osetia y Abjazia a Georgia, según Leonid Sedov, del centro Levada (un 46%, por su incorporación a Rusia, y un 30%, por su independencia).
Para Moscú, Saakashvili es el Slobodan Milosevic del Cáucaso, y Abjazia y Osetia tienen tanto derecho a ser independientes como Kosovo. Putin aguijoneó a Occidente al referirse a los pacificadores holandeses que en 1995 dejaron que ocurriera la masacre de miles musulmanes a manos de los serbobosnios en Srebrenica. Putin contrapuso el comportamiento de los holandeses al de los pacificadores rusos que defendieron a los osetios, pero cabe preguntar si los rusos hicieron algo por impedir la venganza de los osetios en los pueblos georgianos de Osetia del Sur. La segregación étnica en Osetia del Sur es un hecho.
La presencia de las tropas rusas en el puerto georgiano de Poti (justificada por Moscú por razones de seguridad para evitar que fondeen buques con armamento) se interpreta en algunos medios occidentales como una prueba de la continuidad de la política imperial de la URSS. Para demostrar que su proceder responde a circunstancias concretas y no es un patrón de comportamiento, Moscú trata de forjar un acuerdo entre Moldavia y los separatistas del Transdniéster, pero Ígor Smirnov, el líder secesionista, se lo pone difícil al pretender el mismo derecho a la independencia que los abjazos y los osetios del sur.
Algunos temen que el próximo objetivo de Moscú sea Crimea, pero conviene tener en cuenta que fue Putin quien se empleó a fondo en abril de 2004 para que la Duma ratificara el acuerdo de fronteras con Ucrania, un documento por el que Rusia reconoce la integridad territorial de su vecino. Y lo hizo con la oposición de comunistas y nacionalistas del bloque Ródina, dirigido por el actual embajador en la OTAN, Dmitri Rogozin, que se negaron a votar. Pero la partida que comenzó en 1991 no ha terminado, y tanto Ucrania como Occidente pueden contribuir aún con sus jugadas al verdadero desenlace de la saga soviética.

Ucrania, bocado principal en la ofensiva del Kremlin

El conflicto entre Rusia y Georgia por Osetia del Sur puede abrir la Caja de Pandora en el Cáucaso y el Mar Negro. El más grave sería con Ucrania, en cuya península de Crimea, de población mayoritariamente rusófona, se encuentra el puerto de Sebastopol, sede de parte de la Marina rusa y que Ucrania quiere recuperar. El conflicto divide también a Ucrania. El presidente Viktor Yuschenko dijo que Ucrania debe cortar lazos con Rusia y adherirse a la OTAN. La Ucrania rusófona, casi la mitad de la población, no está de acuerdo. Sus palabras, en un desfile militar para celebrar el 17º aniversario de la independencia de Ucrania nunca habían sido tan claras: "debemos acelerar los esfuerzos para ser parte del sistema europeo de seguridad y aumentar las capacidades defensivas de nuestro país, sólo estos pasos garantizarán la seguridad y la integridad de nuestras fronteras".Tras varios días de misión en las costas georgianas, los cruceros lanzamisiles rusos Moskva, Miraj y Tourbinist volvieron el pasado sábado a su base de Sebastopol en una ceremonia emitida en directo por la teve rusa en la que se veía a miles de personas con banderas rusas esperando la llegada de sus "héroes", como decía el locutor. Todo eso en territorio ucraniano.Instalada en Sebastopol desde hace 225 años, la flota rusa del mar Negro podría perder la base que le da acceso al Mediterráneo. El gobierno ucraniano no quiere renovar el acuerdo firmado en 1997 entre Moscú y Kiev que autoriza la presencia rusa en Sebastopol hasta 2017. Yuschenko atacó la acción de los barcos rusos en el enfrentamiento con Georgia e incluso amenazó con impedirles volver a puerto. Y repitió su intención de unir su país a la OTAN, lo que automáticamente supondría la salida de los rusos de Crimea.Yuschenko, recuperado del envenenamiento que hace cuatro años casi le lleva a la muerte -las sospechas, sin probar, recaen sobre los servicios secretos rusos- quiere romper amarras con Moscú y dirigir a Ucrania a la Europa occidental. Pero su intención de no renovar el acuerdo que da acceso a los rusos a Sebastopol sería casi un "casus belli" para Moscú y no tiene, ni mucho menos, consenso entre los otros dos principales líderes políticos ucranianos, Yulia Timoschenko -aliada o rival de Yuschenko según se suceden las crisis políticas- y el rusófono Viktor Yanukovich.Sebastopol, fundada por la zarina Caterina II, fue tierra de cosacos, aguerridos guerreros rusos, que formaron entonces la guardia personal de la zarina. Actualmente viven en ella miles de marinos rusos con sus familias. Todavía hoy existe una organización paramilitar prorrusa formada por descendientes de cosacos que pretende garantizar la permanencia de Crimea como tierra rusófona, a pesar de ser territorio de Ucrania desde hace casi 20 años tras la desintegración de la URSS. Su objetivo es que Rusia recupere Crimea y con ella el puerto de Sebastopol. Crimea, de población 80% rusófona, sería según el deseo de muchos de sus habitantes, el próximo Kosovo, la próxima Osetia, el próximo conflicto, esta vez contra Ucrania.Rusia podría verse tentada a recuperar el "regalo" de Nikita Kruschev. Crimea fue rusa hasta 1954, cuando el entonces líder de la URSS la regaló a la República Soviética de Ucrania como gesto de buena voluntad. El alcalde de Moscú pidió a los ucranianos que "devuelvan lo que no es suyo". Hasta ahora no hubo problemas porque Ucrania se plegaba a los deseos de Rusia, pero la victoria electoral de Yuschenko en 2004 tras la "revolución naranja" desatada contra el pucherazo electoral que daba el poder al rusófono Yanukovich, cambió las prioridades de Ucrania, que huye despavorida del "oso ruso".Ucrania, claro, pierde opciones de entrar en la OTAN tras la crisis ruso-georgiana. Ser miembro le asegura la solidaridad militar de los socios en caso de ataque exterior. Nadie en Europa -por mucho que griten polacos, bálticos y suecos- se ve defendiendo con las armas pequeñas regiones del Cáucaso ante un eventual avance de las tropas rusas. Y nadie quiere que Rusia le corte el grifo del petróleo.

Rusia y Alemania acuerdan bajar tensión por Georgia

Moscú. AFP. Rusia y Alemania coincidieron ayer en la necesidad de “poner fin a los intentos” de usar el conflicto en Georgia para “subir la tensión” en Europa, afirmó la Cancillería rusa en un comunicado.
Así lo acordaron los ministros ruso y alemán de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov y Frank Walter Steinmeier, respectivamente.

Ambos criticaron la especulación “sobre amenazas que no existen sobre otros países (exsoviéticos)”, indicó la Cancillería rusa.
El texto alude a declaraciones hechas días atrás por el ministro francés de Relaciones Exteriores, Bernard Kouchner, quien dijo que que, después de Georgia, Moscú podía tener “otros objetivos” como “Crimea, Ucrania y Moldavia”.
En una entrevista al canal de televisión alemán ARD, el primer ministro ruso, Vladimir Putin, rechazó tal posibilidad.
En Crimea (sur de Ucrania), “no hubo un conflicto étnico” y “desde hace tiempo hemos reconocido las fronteras ucranianas”, dijo Putin.
Lavrov y Steinmeier hablaron también de la “posibilidad” de que representantes de la Unión Europea (UE) participen en la “vigilancia de las zonas de seguridad en torno a Osetia del Sur y Abjasia”, las regiones georgianas separatistas prorrusas cuya independencia reconoció Moscú la semana pasada.
Las declaraciones se producen tras el conflicto armado entre Georgia y Rusia, del 8 al 13 de agosto, por Osetia del Sur.

Los georgianos cometieron genocidio en Osetia del Sur

El diplomático ruso ha justificado el ingreso de las tropas de su país en territorio georgiano. Afirma que fue para ayudar a la región separatista de Osetia del Sur que sufría la ofensiva militar del ejercito de Georgia, el cual –asegura– pretendía recuperar el control de esa región y realizar una limpieza étnica por medio de asesinatos.Iván Munayco Imunayco@epensa.com.peCorreo: Europa y Estados Unidos (EEUU) han criticado duramente a Moscú por reconocer la independencia de dos regiones separatistas georgianas.Mijail G. Troyansky: La Organización del Atlántico Norte (OTAN) y EEUU seguramente consideran que bombardear Yugoslavia o apoyar la separación de Kosovo de Serbia no se puede hacer en otro lugar a pesar que las situaciones son parecidas. En Kosovo se trataba de proteger a su gente de las limpiezas étnicas dizque producidas por lo serbios. Georgia ha cometido genocidio contra el pueblo de Osetia del Sur y pronto lo hará contra el pueblo de Abjasia. Estas acciones criminales son impulsadas por el gobierno georgiano encabezado por el presidente, Mijail Saakashvili, quien a mi parecer es un semifascista y loco. C: ¿Su país movilizó sus tropas para proteger a los osetos o el gas que pasa por Georgia, el cual es de importancia estratégica tanto para Moscú como para Occidente?MGT: En cuanto a los recursos energéticos, considero que no es necesario explicar que Rusia tiene una gran cantidad de hidrocarburos y el poder de exportarlo de este a oeste. Un gasoducto más un gasoducto menos, por favor, para nosotros no es problema. Consideramos el gasoducto que menciona como un asunto de Georgia, Azerbaiján y Turquía. C: Sin embargo, Moscú se enfrentó militarmente con los georgianos por intentar recuperar el control de su provincia. MGT: Aquí hay que comprender que dentro de la sicología nacional de muchos georgianos los abjasos y osetos son ciudadanos de segunda categoría y por eso siempre han intentado realizar limpiezas étnicas contra esos pueblos para quedarse con el territorio. Cuando los militares georgianos entraron a Osetia, comenzaron a liquidar a los viejos, niños y a las mujeres, fue un genocidio. Entonces comenzó el grito de socorro de ese pueblo y fuimos a su ayuda porque no tenían otra esperanza.C: El gobierno francés ha denunciado que los próximos objetivos de Rusia son Ucrania –que también busca adherirse a la OTAN–, Crimea y Moldavia.MGT: No tenemos como objetivo ningún conflicto armado en el perímetro de las fronteras de la ex Unión Soviética. Ninguno de estos países tiene personalidades como Saakashvili que pretenden jugar con el fuego. En Moldavia se sigue el camino diplomático que nosotros apoyamos para crear un estado federativo unitario, porque allá también hay diferentes problemas étnicos como es el caso de su región separatista de Transnistria. En cuando a Ucrania, lo consideramos nuestro hermano y antes de hablar de las aspiraciones del actual gobierno de Kiev para adherirse a la OTAN, hay que preguntarle a su pueblo si está de acuerdo (el 70% no considera conveniente entrar a la alianza atlántica). C: ¿Considera que ya se está ejecutando una nueva Guerra Fría?MGT: Mi país no ha escogido el camino para esta nueva Guerra Fría. Este conflicto anteriormente preveía la existencia de dos ideologías opuestas que ahora no existen debido a que Rusia es el país del libre mercado, democrático y multipartidario. Lo que sí existe es la defensa de los intereses nacionales de mí país. Nosotros no construimos escudos antimisiles o amenazamos con buques de guerra en el Mar Negro que supuestamente llevan ayuda humanitaria a Georgia. Siempre escuchamos cuando nos dicen que el escudo antimisiles de EEUU en Europa es para defenderse de Corea del Norte o Irán. Por favor, por qué piensan que somos tan estúpidos y no entendemos lo que está sobre la mesa y contra quién está dirigido todo esto. C: ¿Cómo queda el derecho internacional después de Kosovo y Georgia? MGT: Los casos son diferentes y cada uno se tiene que ver de acuerdo con la realidad concreta, histórica y nacional política. Es difícil responder esta pregunta, pero lo que puedo decir es que ellos (EEUU y la OTAN) abrieron la caja de Pandora con Kosovo y ahora vamos a ver cuáles serán las consecuencias.

sábado, 30 de agosto de 2008

Crimea, foco de tensión entre Rusia y Ucrania

El mar Negro centra la atención de la crisis entre Rusia y Georgia y puede ser el escenario de una escalada del conflicto en el que Crimea adquiera un papel preponderante. Buques de la Armada rusa y de la OTAN y EEUU maniobran a poca distancia entre ellos. El envío de ayuda humanitaria a Georgia a bordo de barcos de guerra estadounidenses crea, comprensiblemente, recelos en Moscú sobre el verdadero contenido y objetivo de dicha ayuda. Unas maniobras navales de la OTAN, también. Mientras, naves rusas patrullan la zona marítima frente a Abjazia y al puerto georgiano de Poti, obligando a EEUU a buscar otro puerto donde descargar dicha ayuda.
En este peligroso tablero hay las condiciones para un aumento de las tensiones entre Rusia y Ucrania. Este país exsoviético aspira, como Georgia, a su pertenencia a la OTAN, pero su relación con respecto a Moscú es mucho más complicada que la de Tiflis, y lo es por su república autónoma de Crimea donde tiene su base la flota rusa del mar del Norte.
Esta península de aguas cálidas y puertos protegidos, unida a Ucrania por un estrecho istmo, ha sido desde los tiempos zaristas la base desde donde la flota rusa salía al Mediterráneo y el observatorio para controlar las posibles amenazas que podían llegar por el Bósforo. Cuando Ucrania logró su independencia en 1991, Moscú y Kiev se dividieron la flota y Ucrania alquiló tres de las bases a Rusia según un tratado firmado en 1997 a renovar cada diez años, como ocurrió en el 2007. Dicha flota está compuesta por unos 80 buques y 15.000 hombres.
El presidente de Ucrania, Victor Yúshenko, no quiere a esta Armada en Crimea porque es uno de los muchos obstáculos para que su país pueda formar parte de la OTAN. Aprovechando la actual crisis, firmó un decreto presidencial que obliga --en teoría, ya que Rusia no lo ha reconocido--, a comunicar con 72 horas de antelación los movimientos de los buques. En un segundo momento, el presidente ucraniano anunció que podría aumentar el precio del alquiler de las bases.
Este contencioso entre Rusia y Ucrania tiene importantes raíces históricas. La península de Crimea se incorporó al imperio ruso a finales del siglo XVIII. En el XIX fue escenario de la espectacular derrota de las tropas británicas en la batalla de Balaclava, cuando la famosa carga de caballería de la Brigada Ligera contra los batallones de artillería e infantería rusos, acabó en un desastre sin paliativos debido a la prepotencia, estupidez y escasa preparación del mando inglés. Aquella batalla alimenta el imaginario de una Rusia fuerte, del mismo modo que lo hace el sitio de Sebastopol, en aquella misma guerra de Crimea, cuando la ciudad desplegó una resistencia épica al asedio que la sometieron franceses y británicos durante un año.
Vale la pena recordar que aquella guerra, que se libró entre 1853 y 1856, tenía su origen en la sospecha británica de que Rusia ambicionaba los Balcanes y en particular Turquía aprovechando la decadencia ya patente e imparable del imperio otomano.
Stalin, que quiso que el reparto de las zonas de influencia después de la Segunda Guerra mundial entre el primer ministro británico, Winston Churchill: el presidente estadounidense Franklin Roosvelt, y él mismo se firmara en Crimea, en Yalta, hizo pagar un precio muy alto a parte de la población de la península cuado expulsó a los tártaros a Asia central por considerarlos colaboracionistas de los nazis.
En 1954, el dirigente soviético Nikita Jruschov dio un giro a la historia de aquella península que hasta entonces había pertenecido a Rusia, al regalarla a Ucrania. Actualmente, la mayoría de los casi dos millones de habitantes son de origen ruso, el 25% son ucranianos, mientras que los tártaros que han empezado a regresar en los últimos años constituyen el 13%. Desde la desintegración de la Unión Soviética, las protestas de los crimeanos de origen ruso y las escaramuzas políticas y parlamentarias entre los dirigentes peninsulares y los de Kiev han sido numerosas tensando así las relaciones entre esta capital y Moscú. Hoy, Crimea es una república autónoma, pero sin presidente.

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Piden a UE adherir a países del Cáucaso para "salvarlos" de Rusia

Especialistas en temas sobre las naciones del Cáucaso urgieron hoy a la Unión Europea (UE) a aprobar la adhesión al bloque de los países de esa región, en especial Ucrania, a fin de evitar que sean los próximos blancos de Rusia."Es probable que la pasividad del Oeste sea vista por Rusia como un estímulo para pasar del éxito en Georgia hacia la búsqueda de objetivos, métodos y tácticas comparables en Ucrania y Moldavia", dijo el experto Michael Emerson.El especialista en relaciones entre la UE, Rusia y Ucrania del Centro para Estudios de la Política Europea (CEPS) señaló que esa ambición ha estado latente desde años en la política rusa hacia Ucrania "con amenazas y acciones que visan la desestabilización" de la ex república soviética."Rusia supone que el Oeste no está dispuesto a defender a países como Ucrana y Georgia con acciones militares, al menos hasta que sean miembros de la OTAN", consideró Emerson en vísperas de la cumbre de jefes de Estado de la UE para determinar posibles sanciones contra Rusia.Por ello, el especialista defiende que la UE "intensifique inmediatamente" sus políticas para integrar a Ucrania al bloque, "con perspectivas reales para su membresía".Esa estrategia también es defendida por la delegación del Parlamento Europeo (PE) para los países del Cáucaso meridional (Armenia, Azerbaiyán y Georgia), que encabeza la eurodiputada Marie-Anne Isler Béguin."Mi delegación defiende una perspectiva de entrada en la UE para Georgia y los países del sur del Cáucaso, porque ¿qué otra cosa podrían esperar los países de la región de nosotros?", afirmó Béguin, designada para representar a la Eurocámara en las negociaciones de paz con Rusia.Según la eurodiputada, los países del Cáucaso "miran hacia la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) para garantizar su seguridad, algo que Rusia rechaza y que ha sido parte del inicio de la crisis".Ante la cumbre extraordinaria del próximo lunes, la legisladora europea instó a la UE a "tener la valentía de tomar las decisiones que no tomó tras el inicio de las tensiones, que duran ya unos dos o tres años".Por su parte, el especialista del CEPS consideró que la UE debería empezar por congelar las negociaciones para un nuevo acuerdo con Moscú -cuya segunda reunión está prevista para el 15 y 16 de septiembre, en Bruselas-.También, dijo, la UE debe abogar por la expulsión de Rusia del Grupo de los Ocho (G-8) países más desarrollados y con mayor peso político en el mundo.Emerson señaló que hay "un larga lista" de sanciones que la UE puede tomar de forma gradual, algunas en conjunto con Estados Unidos, como la prohibición de las inversiones rusas en ambos territorios, el congelamiento de los activos de sus compañías y ciudadanos.Además, agregó, un boicot a los juegos olímpicos de invierno que se realizarán en 2014 en la localidad rusa de Sochi."Rusia puede hacer ver, con su petro-poder y su riqueza, que es inmune a cualquier acción del Occidente, pero, más allá de sus sectores de recursos naturales, su economía es extremadamente vulnerable y débil", advirtió."El objetivo de modernización y el slogan sobre su liderazgo (de Rusia) le obligan a tornarse una economía competitiva, no quedarse apenas como un suministrador de productos básicos. Y eso implica una interdependencia con las economías occidentales", añadió el experto.

POLONIA EN RIESGO DE PERDER SEDE DE EUROCOPA 2012

La sede de la Eurocopa 2012, que fue asignada inicialmente a Polonia y Ucrania, países que podrían perder ese halago, quedará confirmada o modificada el 25 y 26 de septiembre próximo en una reunión de la UEFA en Burdeos. Así lo adelantó el presidente de la UEFA, el francés Michael Platini, quien avisó que un grupo de expertos está evaluando la marcha las obras de infraestructura para el certamen de selecciones. La prensa de distintos países de Europa está poniendo en duda la capacidad de organización de ucranianos y polacos. El ministro polaco de Deporte, Miroslaw Drzewiecki, dijo que su país tiene el firme objetivo de organizar el torneo continental en 2012. GAT

Ucrania busca pronto ingreso a UE por seguridad

Si la Unión Europea (UE) no transmite pronto señales positivas a Ucrania sobre su ingreso al bloque esto constituirá un mensaje para Rusia en el sentido de que puede influir en las políticas por medio de acciones militares, advirtió hoy en Bruselas un ministro ucraniano.
El viceministro de Relaciones Exteriores de Ucrania de visita en Bruselas, Konstiantyn Yelisieiev, exhortó a los líderes de la UE a despertar a la actual situación política en la región del Cáucaso.
"La situación en Georgia es una amenaza real para la seguridad ucraniana. Georgia demuestra que tenemos que actuar con rapidez", dijo a los reporteros Yelisieiev.
"Si la cumbre no es exitosa transmitirá señales negativas a Georgia, Bielorrusia y Moldavia y enviará señales alentadoras a Rusia en el sentido de que puede influir sobre la política de la UE", dijo.
Yelisieiev dijo que Ucrania no está buscando el ingreso automático o inmediato al bloque, sino simplemente una señal política de que el futuro de la ex república soviética se encuentra en la UE.
El viceministro criticó la Política de Vecindad Europea de la UE (PVE) que rige las actuales relaciones bilaterales y dijo que "los acontecimientos en Georgia han demostrado que la PVE ha fracasado por completo. Durante años hemos estado diciendo que la PVE no es nada".
Yelisieiev ha sido el jefe negociador ucraniano en relación con un nuevo acuerdo sobre las relaciones con la UE.

Embajador de Rusia ante OSCE niega que su país amenace a Ucrania

El embajador de Rusia ante la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), Anwar Asimov, negó el día 28 la acusación de la ministra de Relaciones Exteriores de Georgia, Ekaterina Tkeshelashvili, en el sentido de que Rusia se podría entrometer en Ucrania. Asimov hizo énfasis en que "Rusia no amenazará a nadie" e indicó que "no es nuestra política". El embajador dijo que Rusia retirará sus tropas de la zona neutral de Osetia del Sur y Abjasia con la condición de que no se amenace más a los habitantes del lugar. "Es claro para nosotros que tenemos que abandonar el territorio tarde o temprano", dijo Asimov, quien enfatizó que las tropas rusas permanecen en el lugar sólo para proteger a los habitantes de las regiones en cuestión. Por otra parte, el embajador criticó la "doble moral" de algunos países en relación con el conflicto de Georgia y dijo que la independencia de Osetia del Sur y Abjasia es una realidad, que esas dos regiones no serán devueltas a Georgia y que el "proceso es irreversible". La canciller georgiana dijo hoy con anterioridad durante una reunión especial de la OSCE que Rusia entró a territorio georgiano empleando el uso de la fuerza y advirtió que habrá un "efecto dominó" y que "este peligro podría surgir también en Ucrania". (Xinhua)29/08/2008

El ‘Chelsea’ de Ucrania busca un sitio en la elite

El Barça se midió por primera vez al Shakhtar Donetsk la temporada 1978-1979, en los dieciseisavos de la Recopa. El conjunto blaugrana superó la eliminatoria (3-0 en casa y 1-1 a domicilio) y acabó ganando el título europeo en Basilea. El Shakhtar jugaba entonces bajo la bandera de la URSS y vivía una de sus grandes épocas deportivas, un oasis en una historia poco dada a los éxitos. Hasta que llegó Rinat Akhmetov. El empresario minero, con una fortuna calculada en unos 23.000 millones de euros, aterrizó con una idea en mente, convertir al club en un grande de Europa, al estilo Abramovich en el Chelsea, a base de fuertes inversiones económicas. Desde 1996, sus esfuerzos se centraron en crecer a nivel nacional, aunque no fue hasta 2004 cuando se empezaron a recoger frutos, gracias, en parte, a un crecimiento económico espectacular –a la vez que sospechoso– y a relegar a un segundo plano al conjunto históricamente más grande del país, el Dynamo de Kiev.De hecho, el Shakhtar ha ganado, en las últimas ochos temporadas, cuatro Ligas y cuatro Copas. En la 2004-2005 se dio el último precedente entre catalanes y ucranianos, con triunfo por 3-0 en el Camp Nou y derrota en Donetsk por 2-0. Fueron dos encuentros de la liguilla.La Champions League es la cuenta pendiente del club que preside Akhmetov, que pretende ser grande, no sólo en Ucrania, sino también en Europa. Sus intenciones son, como explican abiertamente en su página web, “ser los embajadores del fútbol ucraniano en el mundo” y, para ello, tienen muy claro que “no tenemos miedo de pensar en grande”.Pese a todo, no están solos en su proyecto y, por esa razón, muchas veces se ven obligados a vender a sus figuras, aunque le pese al técnico Mircea Lucescu, clave en el proyecto deportivo del club las últimas temporadas. Así, el Shakhtar ha tenido que desprenderse, en los últimos tiempos, de hombres como Matuzalem, Marica o, el último caso, Tymoschuk. Los ucranianos competirán sin complejos en el grupo blaugrana. Quieren dar un paso adelante en su incorporación a a la élite europea.

Londres impulsa una amplia coalición para frenar a Moscú

Los países de Occidente redoblan su presión sobre Rusia, que el martes reconoció la independencia de los enclaves separatistas georgianos de Osetia del Sur y Abjazia y desató la condena unánime de Estados Unidos y Europa. El jefe de la diplomacia británica, David Miliband, afirmó ayer que es responsabilidad del gobierno de Moscú evitar una nueva guerra fría. Y llamó a formar "la mayor coalición posible contra la agresión rusa en Georgia"."Nosotros no queremos otra guerra fría", y el presidente de Rusia, Dimitri Medvedev "tiene la responsabilidad de no desatarla", declaró Miliband a la prensa en Kiev, la capital de Ucrania.Reiteró que es "inaceptable e injustificable" la decisión de Rusia de reconocer la independencia de Abjazia y Osetia del Sur, en abierto desafío a Occidente, y confirmó su apoyo a la integridad de Georgia, una ex república soviética ahora aliada de EE.UU. y que busca entrar a la OTAN.En este marco, Miliband señaló que el Grupo de los Siete países más industrializados (G7, integrado por EE.UU., Japón, Alemania, Reino Unido, Francia, Italia y Canadá) debe "revisar la naturaleza, profundidad y amplitud de las relaciones con Rusia". Aunque, aclaró, sin procurar su "aislamiento internacional", que sería "contraproducente".El ministro agregó que los cancilleres del G7 celebrarán en los próximos días una videoconferencia para trazar una política común hacia Rusia, invitada al grupo en 1997 como octavo miembro en un espaldarazo a las reformas de su primer presidente Boris Yeltsin. Pero ayer el grupo condenó el reconocimiento por parte de Rusia de la regiones separatistas.Miliband reafirmó el apoyo de Londres a la política de Ucrania y Georgia de integración en la OTAN y la Unión Europea (UE) e instó a Kiev a revisar sus relaciones con Rusia para mantener con ella "una cooperación entre iguales y no relaciones de amo y criado".El presidente ucraniano, Víctor Yuschenko, es el único líder de la comunidad de la ex URSS que condenó tanto la entrada del ejército ruso en Georgia como el reconocimiento ruso de la independencia de Osetia del Sur y Abjazia.El repudio que desató el martes la decisión de Rusia siguió creciendo ayer. El presidente francés, Nicolas Sarkozy, cuyo país está a cargo de la presidencia semestral de la UE, consideró "inaceptable" la pretensión de Moscú de imponer un "cambio unilateral de las fronteras" de Georgia.Sarkozy insistió en que deben retirarse "sin demora" las tropas rusas que permanecen en Georgia tras el conflicto que estalló el 8 de agosto. Ese día el ejército georgiano quiso tomar el control de Osetia del Sur, un enclave de unos 70.000 habitantes, en su mayoría de origen ruso. Moscú respondió con su potente fuerza militar y estalló una guerra que en una semana dejó cientos de muertos. El conflicto terminó con un acuerdo de paz negociado con Francia."Lo que está en juego en este conflicto es absolutamente esencial" y su desenlace "determinará por mucho tiempo" las relaciones de la UE con Rusia, advirtió Sarkozy. Agregó que "nadie quiere" volver al tiempo de la guerra fría.La canciller alemana Angela Merkel, por su parte, dijo al presidente ruso en una conversación telefónica que su decisión de reconocer la independencia de Abjazia y Osetia del Sur "no se ajusta al derecho internacional".Georgia también tomó medidas. "Hemos rebajado el nivel de nuestras relaciones diplomáticas con Rusia. Ya no tendremos embajador en Moscú, y sólo un diplomático de alto rango y uno de segundo rango seguirán trabajando en nuestra embajada ante la Federación Rusa", declaró la canciller georgiana Eka Tkeshelashvili.

El Barça pinta en la UEFA

Después del sorteo de ayer es evidente que el FC Barcelona pinta en la UEFA. En esta primera fase no hay obstáculos con el Sporting de Lisboa, goleado el miércoles por el Madrid; el Basilea, un club que debe haber salido en homenaje a la exposición que se realiza sobre Joan Gamper, y el Shakhtar Donetsk, el ucraniano rival del equipo amigo, el Metalurg, en el que jugaron Jordi Cruyff, Touré Yaya y entrenó Pichi Alonso. La Liga de Ucrania, sin embargo, la gana habitualmente el otro, un Shakhtar que este año no ha empezado bien. A pesar de las exportaciones parece que no se ha dejado huella de campeón.
Otra cuestión es el Madrid, al que le ha tocado el grupo de la muerte con la Juve y el Zenit y en otro grupo un apasionante duelo entre Fernando Torres y el 'Kun' en un mágico y apasionante Liverpool-Atlético.
Sin épica
El grupo del Barça es "fácil, fácil, fácil", como dice el apreciado Carlos Pérez de Rozas. La verdad, en cualquier fase de la Champions es mejor caer en un grupo más competitivo. La Copa de Europa, en cualquier etapa, debe tener un tono de épica, de música que pone la piel de gallina y olor a gran enfrentamiento. El Barça, eso, deberá vivirlo a partir de octavos.
Tiene su gracia ver a Rochemback otra vez en el Camp Nou vestido con la camiseta que ya se puso Figo en su día. Pero las ligas de Portugal, Ucrania y Suiza no son precisamente las potentes de Europa. Los ingleses no podían tocar al ser cabezas de serie, pero una previa sin jugar ante italianos o alemanes tiene menos gancho.
Los lobos, al final
La Champions, sin embargo, siempre es la Champions, aunque el grupo que le ha tocado al nuevo equipo de Pep no sea especialmente mediático. Lo importante es no fiarse demasiado al ver el nombre de los rivales, pero se agradece que en el inicio de un proyecto los lobos queden para el final y los corderos pasen al principio.
La clave del Barça nunca ha sido el adversario, sino el propio Barça. Y estos inicios, de Liga y de Champions, son suaves para el remodelado conjunto que ahora dirige con entusiasmo Pep Guardiola. Los tres primeros rivales de la Liga son el Numancia, en Los Pajaritos, el Racing en el Camp Nou y el Sporting en El Molinón. Y en Champions, Sporting de Lisboa, Shakhtar y Basilea. Si se hubiera pedido no hubiera salido.

El conflicto reaviva el debate sobre la extensión de la UE al Este

El conflicto entre Rusia y Georgia ha devuelto a la actualidad el debate sobre la eventual ampliación de la Unión Europea hacia el Este, sobre la que hay puntos de vista enfrentados dentro de los Veintisiete.La discusión ha sido reavivada en los últimos días por el presidente georgiano, Mijaíl Saakashvili, que ha pedido un rápido ingreso de su país en la OTAN y en la UE, después de que Rusia reconociese la independencia de las regiones separatistas de Osetia del Sur y Abjasia.El apoyo a Tiflis llega desde Polonia, Lituania y Letonia -los principales aliados de Georgia en la Unión- y defensores de una UE amplia que sirva de paraguas frente a Rusia para las repúblicas ex soviéticas que han decidido mirar hacia Occidente.El debate, por el momento, no gira en torno a una posible adhesión de Georgia, sino en decidir hasta dónde deben extenderse los límites de la Unión y hasta dónde se pueden tensar las relaciones con Moscú, que -como acreditan la mayoría de analistas-confía en mantener a estos Estados bajo su influencia.De momento, la UE tiene claro que ha llegado el momento de un acercamiento más claro hacia Ucrania, lo que se hará en la cumbre bilateral que se celebrará en solo unos días, el próximo 9 de septiembre en Evian (Francia).'El nuevo contexto hace aún más necesario este enfoque', según afirmó hoy una fuente diplomática, que recordó que algunos países de la UE eran reticentes hasta hace poco a la idea de negociar un acuerdo de asociación con Ucrania.El objetivo de la presidencia francesa es ahora que la cumbre marque 'una etapa importante en la aproximación de Ucrania a la UE', añadió el diplomático.Para algunos expertos, como los del European Foreign Policy Council (ECFR), la UE debería reaccionar ya tras el conflicto de Osetia del Sur, comenzando con reconocer formalmente el derecho de Ucrania -el primer país del Este en la lista de espera, muy por delante de Georgia- a formar parte de la Unión.Para este centro de estudios, los Veintisiete deberían ofrecer a Kiev una cláusula de solidaridad para evitar que Rusia actúe contra el gobierno pro-occidental del presidente Víctor Yúschenko.El objetivo, asegura un informe urgente del ECFR con motivo del conflicto en Georgia, sería contrarrestar el supuesto intento de Moscú de reconstruir la esfera de influencia soviética con vistas a una hipotética 'Unión Europea del Este'.La perspectiva europea de Ucrania -que podría ser un primer paso para las ambiciones de otros países como Georgia o Armenia- es defendida por varios miembros como Suecia, Reino Unido y Polonia, pero sigue pareciendo lejana.En especial, después de que Francia, Alemania y España frenasen el pasado mes de abril el proceso de entrada de Ucrania y de Georgia en la OTAN, impulsado principalmente por Estados Unidos.París y Berlín, junto a otras capitales, apuestan por ser cautos frente a Rusia, de la que depende una gran parte del suministro energético de la UE.Si todo sigue su curso, tanto Ucrania como Georgia formarán parte en el futuro de la Alianza Atlántica, donde el respaldo de Washington y otros socios da más fuerza a su candidatura que a una posible entrada en la UE, que parece muy lejana.En este sentido, los problemas para ratificar el Tratado de Lisboa han ralentizado aún más todo el proceso de ampliación de la UE, que varios gobiernos consideran paralizado hasta que no se apruebe una reforma institucional.Actualmente, los países candidatos al ingreso son Croacia, Turquía y Macedonia, mientras que los países de los Balcanes occidentales -Serbia, Albania, Bosnia-Herzegovina, Montenegro y Kosovo- se consideran candidatos en potencia y cuentan con la posibilidad de acceder a la Unión cuando cumplan con todos los requisitos.Por su parte, las repúblicas del Cáucaso forman parte de los 16 países del Este de Europa y del Mediterráneo que constituyen la Política de Vecindad de la UE, diseñada para estrechar la cooperación con los países vecinos sin perspectivas de pertenecer al club comunitario.
Terra Actualidad - EFE

Casi 400 niños de Chernóbil vuelven a Ucrania tras veranear dos meses en el País Vasco

Un total de 398 niños afectados por las radiaciones del accidente nuclear de Chernóbil vuelven hoy a Ucrania tras pasar el verano de acogida en familias del País Vasco, invitados por la Asociación 'Chernobil elkartea'. Esta entidad sin ánimo de lucro nació en 1996 para proporcionar ayuda humanitaria a menores de ambos sexos, víctimas del desastre nuclear de la central de Chernóbil ocurrido 10 años antes, en 1986. El primer objetivo de la asociación es "dar descanso a los niños que viven en la zona afectada y mejorar su salud".
Los niños ucranianos que viajan al País Vasco, de edades comprendidas entre los 6 y 17 años, pasan "los dos meses de verano en familias de acogida", ha explicado uno de los voluntarios de 'Chernóbil elkartea'. Esta asociación trabaja junto con otras dos entidades ucranianas "que son las encargadas de inscribir a los menores para viajar al País Vasco", ha añadido.
Voluntarios vascos viajan anualmente a Chernóbil para visitar "casa por casa" a los niños y comprobar la situación económica de sus familias. También verifican que los menores poseen el carné de Chernóbil que acredita su residencia en la zona afectada, la cual "quieren abandonar".
Este año, además, se ha tenido en cuenta la "perspectiva de género" y han tenido prioridad de acogida los niños y niñas "hijos de madre soltera, viuda o separada", ha argumentado el voluntario de esta asociación. Las familias de acogida pueden ser "de cualquier tipo". Para 'Chernóbil elkartea', uno de los requisitos más importantes al que se tienen que comprometer es "a tratar al menor como a uno más de la familia". También tienen que aceptar otras directrices que marca la asociación, como acudir a reuniones o asumir parte del billete del menor, que este año ha sido de 550 euros. Del resto se hace cargo la entidad humanitaria.

CUMBRE EXTRAORDINARIA DE LA UE SOBRE RUSIA Ejercicio de equilibrio para Europa

“Le ha llegado el turno a los europeos. Ahora tendrán que poner en práctica su mente fría como gestores de crisis en un conflicto que desde la caída del muro resultaba inimaginable. Está claro que Europa no deberá someterse al Kremlin. Tiene que responder con un claro ‘no’ a la acción unilateral de Moscú. Pero unas ‘sanciones’ al modo en que por lo general suele hacerse entrar en razón a dictadores del Tercer Mundo, tal y como las desean Polonia y los países bálticos, ya resultan absurdas por el mero hecho de que únicamente despertarían en Moscú una vaga sonrisa. A la UE no le servirá de nada una tormenta teatral, sino únicamente un gélido ‘no’. Éste deberá ir ligado a un ‘pero’ que no dé un portazo al diálogo.”
“Dominio sobre una crisis”:
Frankfurter Allgemeine Zeitung (Alemania)
Artículo de Günther Nonnenmacher
“Inaceptable. Éste parece ser el concepto que podrá desempeñar el papel de denominador común para los países miembros de la UE frente a la actuación de Rusia cuando se reúnan el lunes para celebrar una cumbre extraordinaria sobre la crisis en Georgia. Llama la atención que, por el momento, las reacciones verbales demuestren una comprensible gradación: la indignación ante la entrada de tropas rusas en Georgia tiene mayor fuerza entre los países del este de Europa. Francia, que como presidencia desempeña una función destacada y rápidamente adoptó el papel de gestor de crisis, tendrá que cumplir la tarea de conducir a la UE hacia una línea común. En nombre de Alemania, con sus relaciones real, o supuestamente especiales con Rusia, la señora Merkel se ha encargado ya de tomar una posición clara en el Báltico. Los británicos se han apresurado en respaldar a los europeos del este, pero ahora aparentemente se encuentran a la espera de ver cómo va a proceder Washington.”
“En los grandes países europeos del sur, Italia y España, se percibe una desaprobación mascullada no vinculante – o nada en absoluto. La pregunta es si la Unión Europea quiere y es capaz de llevar a cabo algo más que una declaración conjunta de rechazo. En efecto, probablemente aún sea demasiado pronto como para pronunciar la palabra ‘sanciones’. Una posible medida que se quedaría por debajo de este listón sería degradar las negociaciones protocolariamente o congelarlas durante un tiempo, como por ejemplo en lo referente al acuerdo entre la UE y Rusia. En todo caso, los despachos occidentales no desean romper el hilo de diálogo con Moscú. Por meros motivos de dominio sobre una crisis, esto resultaría poco inteligente.”
“Kouchner evoca sanciones contra Rusia”
Le Figaro (Francia)
Artículo de Alain Barluet
“Ayer Bernard Kouchner señaló, por primera vez que ‘se examinan sanciones’ por parte de la Unión Europea contra Rusia si ésta no se conforma al acuerdo en seis puntos del 13 de agosto, redactado para acabar con la crisis de Georgia. La eventualidad de sanciones contra Moscú ya ha sido evocada por los europeos partidarios del lenguaje más firme respecto de Rusia: Países Bálticos, Polonia, Gran Bretaña. En el fondo, la eventualidad de las sanciones no aparece como la más probable, de lo divididos que aparecen los Veintisiete sobre el tema. Conciente de estar frente a una crisis que se jugará a largo plazo, se nota preocupación, en París sobre todo, por no aumentar las crispaciones. Parece ser sin embargo que las relaciones UE-Rusia no evitarán una especie de revisión. La próxima ronda de negociaciones sobre un nuevo acuerdo de asociación estratégica entre los Veintisiete y Rusia podría ser suspendida. Se está también examinando una congelación de las discusiones iniciadas con Moscú sobre la supresión de los visados para los rusos que viajan en la UE. Pero muchos europeos apuestan por los efectos del apoyo que podrían manifestar a los países de la ex URSS, sobre los cuales Moscú podría querer acentuar la presión. Como Ucrania.”

La ucraniana Luydmila Blonska, sancionada de por vida por su positivo en los Juegos

La atleta ucraniana Lyudmila Blonska fue sancionada hoy de por vida por su caso positivo durante los pasados Juegos Olímpicos de Pekín 2008, anunció su Federación de Atletismo.
Blonska, de 30 años, dio positivo por methyltestosterona el pasado 17 de agosto, e inmediatamente perdió la medalla de plata que había ganado en la prueba del heptatlón.
La Federación de Atletismo de Ucrania indicó en su página web (www.flau.org.ua) que el castigo recibido por Blonska era el más duro debido a que era la segunda vez que quebrantaba el código antidopaje. Además, el marido y entrenador de la atleta, Serhiy Blonsky, también fue sancionado con idéntica suspensión.

El nuevo embajador de Ucrania en la Argentina estará en la Fiesta del Inmigrante

El flamante embajador ante el Gobierno Argentino, también concurrente ante los estados de Chile y Paraguay, ocupó idéntico cargo en Cuba, España, y México. Taranenko tiene 61 años, es casado y tiene dos hijos, es egresado de la Universidad Nacional Taras Shevchenko de Kiev y de la Escuela diplomática del Ministerio de Relaciones exteriores.Tambièn ocupó una Secretaría de la ONU, nivel P-5, Oficina del Secretario General de la ON Director del Protocolo del MRREE de Ucrania U, Nueva York, Subdirector Primero del Protocolo de la ONU. Fue embajador en misión especial del MRREE de Ucrania y recientemente, Director del Departamento de la Unión Europea del MRREE de Ucrania.Su rango diplomático es Embajador Extraordinario y Plenipotenciario de Ucrania, habla fluidamente, además del Ucraniano, el inglés y el español. Vista a Misiones El cónsul de Ucrania en Misiones, Diego Muruniak, confirmó que el flamante embajador, respondiendo a la invitación cursada, participará del acto central que por el día del Inmigrante se efectuará en la ciudad de Oberà el venidero 4 de Septiembre.Muruniak afirmó que el diplomático se mostró muy interesado en conocer Misiones atento a la comunidad radicada aquí y que había recibido muchos comentarios acerca de las bellezas naturales de esta provincia y de los lazos afectivos que la une con Ucrania.El embajador Taranenko tiene previsto permanecer hasta el día sábado cumpliendo una serie de encuentros tanto con autoridades del estado provincial, empresarios y dirigentes de la comunidad Ucrania en Misiones.

Castigar o apaciguar al Kremlin, ese es el dilema

La invasión rusa a Georgia, luego que Georgia entró en su provincia separatista de Osetia del Sur, presenta a Occidente una difícil opción: castigar a Moscú echándola de clubes como el G8 o buscar una estrategia de apaciguamiento, que podría invitar a ulteriores incursiones en Ucrania, los estados bálticos o Moldavia.
Hasta ahora, las acciones de Occidente no han sido congruentes con sus duras palabras. Más allá de cancelar ejercicios militares conjuntos y criticar las acciones de Moscú, las democracias europeas y Estados Unidos (EU) alcanzaron escaso consenso, y Moscú aprovechó la oportunidad: el martes, reconoció la independencia de Osetia del Sur y Abjasia.
EU y Gran Bretaña hablaron con dureza. La secretaria de Estado norteamericana Condoleezza Rice advirtió a Moscú que Occidente no se quedará cruzado de brazos como durante la guerra fría, cuando la Unión Soviética invadió Hungría y Checoslovaquia.
El miércoles, su homólogo británico, David Miliband, reaccionó ante las palabras del presidente ruso Dmitry Medvedev de que su país “no tiene miedo de nada, incluida la perspectiva de una guerra fría”. Miliband dijo: “Nosotros no queremos una (guerra fría). Él tiene la gran responsabilidad de no iniciarla”.
Miliband sugirió el jueves que un capítulo desagradable ha comenzado en la historia de Europa: “Estamos en una situación que marca un claro final a la relativa y creciente calma en y alrededor de Europa desde el colapso de la Unión Soviética” en 1991, dijo en una entrevista con la BBC.
Pese a la retórica, los analistas consideran improbable un regreso a la guerra fría. “La actual crisis en el Cáucaso no señala el retorno de la guerra fría ni tampoco es factible que señale el comienzo de una guerra abierta entre Rusia y Occidente”, escribió en un reciente artículo Dominique Moisi, analista político del Instituto Francés de Relaciones Internacionales en París.
“Es, de manera más sencilla, el regreso del tradicional imperialismo practicado por los rusos hace más de un siglo”.
Pero, se trate de guerra fría, o no, existe un temor real, especialmente en Europa Oriental, de que las ambiciones de Rusia vayan más allá de Georgia.
Varios países de Europa Oriental se han unido a Washington y a Londres en el pedido de acciones más enérgicas, como suspender las negociaciones para un acuerdo de cooperación entre Rusia y la Unión Europea, bloquear el ingreso de Rusia a la Organización Mundial de Comercio, o echarla del Grupo de los Ocho. Pero Alemania, Italia y otros han señalado la necesidad de actuar con cautela.
La primera posibilidad de Occidente de ofrecer una respuesta unificada a Moscú vendrá el lunes, cuando líderes de 27 países de la UE se congreguen en Bruselas para una reunión de emergencia de tres horas.
Los observadores dijeron que no esperan mucho de esa reunión.

Ucrania, dividida en pro occidentales y pro rusos

El conflicto armado entre Rusia y Georgia exacerba la división en Ucrania entre los pro occidentales, ubicados, sobre todo, en el centro y el oeste, y los pro rusos, concentrados en el sur y el este del país.Mientras en la capital Kiev la gente enarbola banderas georgianas, la población de la localidad oriental de Donetsk apuesta mayoritariamente por Rusia.“La división tradicional sobre la actitud frente a Rusia se agravó a propósito del conflicto con Georgia”, estimó el analista Volodymyr Fessenko, del Centro de Investigaciones Políticas Penta, en Kiev. “Temo que se profundice más”.Las cifras hablan por sí solas: el 41% de los ucranianos considera que la operación militar de Rusia en Georgia fue para “el mantenimiento de la paz”. El 44% estima que se trata de una “agresión contra un Estado independiente”, según un sondeo de TNS-Ucrania.En el este y el sur, la tesis del mantenimiento de la paz cuenta con el respaldo de entre el 52 y el 67% de las personas interrogadas. El centro y el oeste apenas entre 15 y 29% opinan lo mismo.La tesis de la agresión recaba la aprobación del 20 al 32% de los habitantes de las zonas con simpatía a los rusos, ante un 59-73% en los territorios occidentales.En la capital ucraniana, un partido de fútbol entre los clubes Dínamo de Kiev y Spartak Moscú se convirtió en una batalla geopolítica. Los hinchas ucranianos agitaron banderas georgianas y cantaron en coro el himno nacional.Los rusos gritaban “¡Sebastopol es ciudad rusa!” en referencia a un puerto ucraniano en Crimea (sur) que sirve de base a la flota rusa en el mar Negro. Otro de los lemas era: “Nuestros tanques en Kreshtshatik”, la principal vía de Kiev.En Lviv, bastión nacionalista en el oeste del país, se palpa la misma efervescencia, con banderas georgianas en numerosas fachadas. “Si el mundo se traga la agresión en Georgia, Crimea será el próximo blanco”, dijo por su parte Yuri Andrusiak, un profesor local.Este panorama es inimaginable en Donetsk, feudo pro ruso. Ahí el centro está decorado con lemas como “Ucrania no ayuda a Georgia” o “Asesino (Mijail) Saakashvili ( presidente de Georgia) a los tribunales”. Esta situación es sumamente similar en Crimea.

jueves, 28 de agosto de 2008

Crece la tensión militar en el mar Negro

Mientras se multiplicaban las críticas occidentales a Rusia por haber reconocido la independencia de las regiones separatistas georgianas de Abjasia y Osetia del Sur, el mar Negro se convirtió ayer en el centro de las tensiones, luego de que Moscú ordenó vigilar la creciente actividad de los 18 barcos de la OTAN que navegan en esa estratégica región.
En una muestra de fuerza en su pulseada con Occidente por la guerra en Georgia, Rusia envió ayer un crucero portamisiles y dos buques pequeños a Sujumi, la capital de Abjasia, luego de que un barco militar norteamericano con ayuda humanitaria atracó a menos de 300 kilómetros de allí, en el puerto georgiano de Batumi.
La embarcación Dallas, de la guardia costera norteamericana, atracó ayer en Batumi, en el sur de Georgia, con un cargamento de 34 toneladas de ayuda humanitaria. El buque evitó el puerto de Poti, que aún está bajo control de soldados rusos. El domingo había atracado en Batumi un primer buque de guerra enviado por la Casa Blanca, el destructor USS McFaul.
Moscú acusa a la OTAN de concentrar fuerzas navales en la zona con la excusa de asistir a Georgia, que a comienzos de mes fue invadida por Rusia en respuesta a una ofensiva de Tiflis contra Osetia del Sur.
"Con el pretexto de la ayuda humanitaria, la OTAN refuerza su presencia militar en el mar Negro", denunció ayer el vicejefe del estado mayor ruso, Anatoli Nogovitsin.
La OTAN insiste en que el aumento de la presencia de sus buques en la zona se inscribe en el marco de unas maniobras bélicas planificadas desde hace tiempo en la costa occidental del mar Negro, y que no guarda relación con el conflicto en el Cáucaso. No obstante, Nogovitsin advirtió ayer que la OTAN ya ha rebasado el número de fuerzas que puede tener en ese mar, de acuerdo con los tratados internacionales, y advirtió a las naciones occidentales que no envíen más buques.
El militar ruso también anunció que la flota rusa había recibido órdenes de "vigilar" los movimientos de los navíos de la OTAN, pero aclaró que Rusia "no tiene intenciones de aumentar su propia presencia" militar en la región.
En ese contexto, el crucero portamisiles ruso Moskva y otros dos buques militares menores anclaron en el puerto de Sujumi, la capital de Abjasia, unos 290 kilómetros al norte de Batumi, donde atracó el Dallas. La armada rusa dijo que los barcos participarán en operaciones de paz.
A la inquietud que genera en el Kremlin la presencia de naves de la OTAN en su zona de influencia se sumó ayer también el malestar que despertaron las declaraciones del presidente ucraniano, Viktor Yuschenko, que planteó la posibilidad de incrementar a Moscú el arrendamiento de la base de Sebastopol, en la península ucraniana de Crimea, donde se encuentra el cuartel central de la flota rusa en el mar Negro. "Veremos cómo evoluciona esto. Nos atenemos estrictamente a las condiciones del cronograma para la presencia de la flota rusa allí", dijo Nogovitsin.
Los dichos de Yuschenko llegaron después de que el canciller francés, Bernard Kouchner, dijo que, tras Osetia del Sur y Abjasia, Rusia podría tener "otros objetivos", entre los que citó a "Crimea, Ucrania y Moldavia".Críticas
En tanto, ayer se volvieron a multiplicar las manifestaciones de rechazo de los países occidentales tras el reconocimiento por parte de Rusia de Osetia del Sur y Abjasia, dos regiones separatistas georgianas que a comienzos de los 90 declararon su independencia de facto y que desde entonces estrecharon sus lazos con Moscú.
Las tensiones en el Cáucaso se elevaron al máximo anteayer luego de que, tras más de 20 días de conflicto con Georgia, el presidente ruso, Dimitri Medvedev, reconociera la independencia de las regiones separatistas, lo que le valió un unánime coro de críticas encabezado por el presidente norteamericano, George W. Bush.
Ayer se sumaron a las críticas el presidente francés, Nicolas Sarkozy, que denunció que Rusia "apunta a un cambio unilateral de las fronteras", y el canciller británico, David Miliband, que advirtió sobre los riesgos de una "nueva Guerra Fría".
En tanto, un aislado pero confiado Medvedev viajó ayer a China, en busca del apoyo de Pekín. El mandatario ruso dialogó ayer con el presidente chino, Hu Jintao, antes de la cumbre que hoy mantendrá un grupo de seguridad regional dominado por Rusia y China, y que también

Ya no quedan georgianos en Osetia del Sur

Tras el avance del Ejército ruso, la provincia separatista de Osetia del Sur fue "limpiada" de georgianos, aseguró hoy la ministra de Relaciones Exteriores georgiana, Eka Tkeshelashvili. La diplomática denunció que el proceso de expulsión de georgianos continúa en la zona tapón instituida por Rusia ante la provincia y advirtió contra un "efecto dominó" en toda la región: Ucrania podría ser el próximo objetivo de Moscú. Tkeshelashvili pidió al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que actúe en el conflicto. La postura de Rusia representa "no sólo una amenaza a la seguridad internacional, sino también su violación". La ministra también consideró "inaceptable" la restricción en el número de observadores de la OSCE desplegados en Georgia.
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El Consejo Permanente de la OSCE, gremio ejecutivo superior de ese órgano, se reunió hoy para deliberar sobre un incremento de enviados a la zona de conflicto. La semana pasada, el grupo sólo pudo acordar el despliegue de 20 expertos adicionales. Cadena

Ningunear a Rusia puede ser suicida porque conserva el potencial de la extinta URSS"

El ex jefe de Estado Mayor del Ejército de Tierra español general de Ejército Luis Alejandre Sintes ha advertido este jueves que "ningunear a Rusia puede ser suicida" porque conserva el "histórico y orgulloso potencial de la extinta URSS".
En un artículo publicado por el Periódico de Catalunya, el general que estuvo al mando del Ejército desde enero de 2003 hasta mayo de 2004 afirmó que Rusia quiere ahora "recuperar su peso específico en la política internacional", tras haberse visto favorecida por el alza de los precios del crudo y del gas y a pesar de los "graves" problemas de redistribución de la riqueza que sufre.
Alude a un largo camino
El general Alejandre aseguró que el "conflicto" de Rusia con Georgia "no ha terminado" y que el reconocimiento de la independencia de las regiones separatistas de Osetia del Sur y Abjasia "crea un conflicto diplomático y es dudoso que contribuya a favorecer la paz en la región".
Tras exponer su visión sobre la historia reciente de Georgia, el ex jefe del Ejército de Tierra afirmó que la respuesta de "los generales de Putin" al ataque contra Osetia del Sur vino motivada "en cierto sentido" porque "querían proteger a sus minorías", al amparo de los acuerdos de 1992, y porque "no olvidan la ascendencia georgiana de Stalin ni los ochos años de presidencia de quien fuera su ministro de Exteriores en la URSS, Eduard Shevardnadze". "Demasiados antecedentes históricos para mantenerse impasibles", apostilló.
"Grandes negocios aprovechándo el río revuelto"
El general auguró que, después del conflicto bélico, llegará el momento de "los grandes negocios aprovechando el río revuelto", en referencia a las infraestructuras, las inversiones, "la misma ayuda humanitaria" y quizá el envío de "un centenar de buenos soldados en misión de paz", y lamentó que nunca se encuentren políticos que, en lugar de solucionar los problemas, "eviten que se produzcan".
Respecto a Ucrania
El alto mando hizo especial hincapié en la situación de Ucrania con respecto a Rusia, a la que "mira de reojo" porque todavía conserva dentro de su territorio, en Sebastopol, "una potente escuadra rusa del Mar Negro". "Los países bálticos y Polonia se han decantado claramente por la política de la república hermana de Ucrania. "¡Cuidado!", advirtió.
Subrayó además que no hay que olvidar la vecindad de Chechenia con Osetia del Norte y recalcó que ahora "parece que Moscú ha aprendido la lección y no permitirá nuevas aventuras". A su juicio, la "osada" e "insensata" guerra de Georgia ha desembocado en el reconocimiento ruso de las dos regiones separatistas de Abjasia y Osetia del Sur y ha implicado que nada volverá a ser igual en la zona.
"Nada será igual en el sur del Cáucaso. Nada será igual en el Mar Negro. Nada será igual en la próxima cumbre de la OTAN, cuando se celebren los 60 años de su creación", subrayó el general antes de manifestar su deseo de que no se repitan "las monstruosidades" de este "agosto olímpico".

La UE planea aprobar sanciones contra Rusia por la crisis de Georgia

La UE contempla sancionar de algún modo a Rusia por su comportamiento en la crisis del Cáucaso. Así lo ha anunciado el ministro francés de Exteriores de Francia, Bernard Kouchner, a cuyo país corresponde este semestre la presidencia de la Unión. Esas sanciones serán propuestas en la cumbre extraordinaria que el lunes los Veintisiete celebran en Bruselas sobre la crisis del Cáucaso. Mientras, Moscú, que cree que las sanciones son fruto de la "confusión" de Occidente, ha recabado el apoyo de sus aliados de la Organización de Cooperación de Shanghai, entre los que se encuentra China.
La crisis entre Rusia y Georgia eleva la tensión en el mar Negro
La UE advierte del deterioro de la relación con Moscú
Guerra relámpago en Georgia
Rusia prueba un misil de largo alcance en plena crisis


"Se prevén sanciones y otras medidas", ha dicho Kouchner en una conferencia de prensa en París para informar sobre la cumbre extraordinaria del lunes, sin querer especificar en qué tipo de sanciones piensa la UE. Se trata de la primera vez que Francia, presidenta de turno de la UE, habla de la posibilidad de sancionar a Rusia por su actitud en la crisis del Cáucaso, que tuvo el lunes su culminación con el reconocimiento, por parte del Gobierno ruso, de la independencia de las regiones separatistas georgianas de Osetia del Sur y Abjazia. "Intentamos elaborar un texto fuerte, que exprese nuestra voluntad de no aceptar" la situación en Georgia, en especial el reconocimiento de Osetia y Abjazia.
La amenaza de sanciones no ha alterado el pulso a Rusia, a tenor de la ironía con la que ha comentado el asunto el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov. Para el jefe de la diplomacia rusa, la UE está "sencillamente irritada porque el ojito derecho de ciertas capitales occidentales [Georgia] no ha estado a la altura de sus expectativas". Cree que la idea de las sanciones es producto de la "confusión" en que está sumida la UE. "Aparte de lo que ya dijo mi amigo Kouchner de que pronto atacaremos Moldavia y Ucrania y Crimea... eso es producto de una imaginación enferma y probablemente podría decirse lo mismo de las sanciones". "Creo que es demostración de confusión total", ha dicho Lavrov.
Preocupación
El ministro ruso ha hecho sus declaraciones al término de una reunión de la Organización de Cooperación de Shanghai (SCO), que reúne a Rusia, China y las repúblicas ex soviéticas de Tayikistán, Kazajistán, Uzbekistán y Kirgizistán. En ella, estos aliados de Rusia han expresado su preocupación por la situación en la zona. Moscú esperaba que la organización diera un respaldo más explícito a sus decisiones.
En particular, Pekín, que casi siempre va de la mano de Rusia en el Consejo de Seguridad de la ONU, en vez de apoyar el reconocimiento de Osetia del Sur y Abjazia, ha mostrado su "preocupación por los últimos acontecimientos de la situación en Osetia del Sur y Abjazia", según ha declarado el portavoz del Ministerio chino de Exteriores. Pekín se limita a "esperar" que "las partes puedan resolver la cuestión a través del diálogo". Es prácticamente letra por letra lo que dice el texto final de la reunión

Sube riesgo de deuda ucraniana por deterioro relación con Rusia

Los diferenciales de riesgo de la deuda de Ucrania aumentaban el jueves por las crecientes preocupaciones de los inversores sobre el deterioro de sus relaciones con la vecina Rusia.
Por su parte, la agencia calificadora Fitch Ratings advirtió que los mercados emergentes de Europa enfrentan un empeoramiento del panorama para el crédito y la economía.
Los precios más altos del petróleo pesaban sobre las acciones emergentes pero ayudaban a respaldar las ganancias del mercado ruso, con fuerte influencia de las materias primas.
Las monedas emergentes de Europa operaban más flojas ante las nuevas señales de desaceleración económica global.
"El petróleo ahora está subiendo y hemos tenido noticias económicas más bien malas, especialmente de Europa", dijo Kasper Bartholdy, de Credit Suisse.
"Lo único que ha sido positivo para los mercados en las últimas semanas es el declive de los precios de las materias primas porque esto daba esperanzas de que podría revivir el consumo", agregó.
El petróleo, que había bajado desde el récord del 11 de julio a 147,27 dólares el barril, seguía subiendo por cuarto día seguido, impulsado por los temores sobre el abastecimiento ante una tormenta tropical en el Golfo de México.
A las 1110 GMT, el índice MSCI referencial de las acciones emergentes caía 0,31 por ciento a 950,76.
La subida de los precios del crudo ayudaba a que el principal índice de acciones de Rusia subiera más del 2 por ciento.
A los inversores ahora no parecía preocuparles mucho la amenaza de un aislamiento diplomático de Occidente contra Rusia por la decisión del Kremlin de reconocer la independencia de Osetia del Sur y Abjasia, dos regiones separatistas de Georgia.
No obstante, las acciones rusas acumulan un derrumbe de 39 por ciento desde el inicio del año.
Los inversores también miran con cautela a la deuda de Ucrania, nerviosos por la posibilidad de que el empeoramiento de las relaciones entre ese país y Rusia perjudique a la economía ucraniana y aliente las tensiones entre rivales políticos locales.
En el Indice Plus de Bonos de Mercados Emergentes de JP Morgan (EMBI+), la porción de Ucrania subía 4 puntos básicos. El índice general caía 5 puntos base a 305 sobre la renta comparable de los títulos del Tesoro de Estados Unidos.

Londres niega una "trama" para una "guerra declarada" contra Moscú, aunque subraya la "falta de confianza" rusa

El ministro de Asuntos Exteriores británico, David Miliband, negó hoy una "trama" orquestada por la comunidad internacional para "lanzar una guerra declarada" contra Rusia, si bien reconoció que el Kremlin deberá tener en cuenta el "aislamiento, la pérdida de respeto y la falta de confianza" a los que lo ha conducido el reciente conflicto en Georgia.
En una entrevista a la BBC una jornada después de su visita a Ucrania, país que asegura correr un riesgo similar a Tiblisi debido a sus aspiraciones de integrarse en la OTAN, Miliband consideró que la acción militar desencadenada por las regiones separatistas georgianas de Osetia del Sur y Abjazia representa un "claro fin a la relativa calma" que reinaba en Europa desde la desintegración de la Unión Soviética.
Sin embargo, subrayó que no existe ningún complot para "rodear" al Gobierno de Dimitri Medvedev e incidió en que "no hay lugar sobre lanzar una guerra declarada". En consecuencia, preguntado por si la OTAN estaría dispuesta a emprender una respuesta armada contra Moscú para defender a uno de sus miembros, el ministro británico optó por subrayar el carácter "defensivo" de la Alianza.
Con todo, admitió que "es correcto hablar de una crisis internacional", si bien reiteró: "No hay lugar sobre lanzar una guerra declarada contra Rusia", incluso pese a las consecuencias de sus acciones, que han conducido al fin de la "creciente calma" experimentada en el continente en los últimos 15 años, en los que "las fronteras han estado claramente demarcadas".
Así, recordó que la desaparición de la URSS condujo a la formación de nuevos países, algunos de los cuales se han unido incluso a la Unión Europea, y destacó que todos en su conjunto "han disfrutado de un período de estabilidad sin precedentes". "Creo que el peligro que suponen las acciones rusas es que este período llegue a su fin", aseveró.
DERECHO A DECIDIR
No obstante, aprovechó para defender el derecho de las antiguas repúblicas soviéticas a decidir su futuro en base a su soberanía y, tras los temores que le trasladaron las autoridades ucranianas ante una posible acción del Kremlin, Miliband declaró que Ucrania "es una país muy importante desde el punto de vista del mapa de Europa tras el colapso de la URSS".
En este sentido, juzgó "muy importante, desde el principio, decir a los países amistosos" que la comunidad internacional "tiene la determinación de apoyar sus decisiones democráticas". "Lo que quiero subrayar, por encima de todo, es que lo que ha ocurrido desde el colapso de la Unión Soviética no es una trama de Occidente", añadió, para explicar que la evolución política es el resultado de "una serie de decisiones DE democracias soberanas independientes sobre el curso que quieren seguir".
Al respecto, hizo hincapié en que no es "un camino de confrontación con Rusia, sino un camino de compromiso con Occidente" que, en su opinión, "está completamente en el ámbito de sus derechos y es algo en lo que la comunidad internacional acertó al apoyar". "No aceptamos que la elección para Ucrania sea ser un enemigo de Rusia o un vasallo", apuntó, tras lo que concluyó: "Puedes ser un socio de Occidente y un socio de Rusia".

Timoshenko lidera entre los pretendientes a la presidencia de Ucrania

Kíev, 27 de agosto, RIA Novosti. La primera ministra de Ucrania, Yulia Timoshenko, tiene las mejores probabilidades para llegar a ser nuevo presidente del país, según datos de una pesquisa realizada por la compañía FOM-Ucrania, informó hoy la agencia UNIAN.

A Timoshenko le están dispuestos a dar sus votos el 24,6% de los electores. El segundo lugar lo ocupa el líder del oposicionista Partido de las Regiones, Víctor Yanukóvich, a quien apoya el 19,5%. En el trío de los líderes figura también el actual Jefe de Estado, Víctor Yúschenko, con el 5,3%.

La pesquisa se realizó del 8 al 24 de agosto, fueron interrogadas 2.000 personas.

Las elecciones presidenciales se celebrarán en Ucrania a finales de 2008. Hasta la fecha ninguno de los políticos declaró oficialmente su disposición a participar en la campaña electoral. Pero los expertos pronostican que precisamente Yúschenko, Timoshenko y Yanukóvich serán los principales candidatos.

95.000 toneladas de explosivos estallan a causa de un fuego en un arsenal militar de Ucrania

95.000 toneladas de explosivos estallan a causa de un fuego en un arsenal militar de Ucrania
Los bomberos tardarán 3 días en extinguir el incendio
En Ucrania, un incendio en un arsenal militar con 95.000 toneladas de municiones ha producido una serie de explosiones que aún continúa. El almacén se encuentra cerca de la ciudad de Lozovaya, en el este del país. No ha habido víctimas pero los habitantes de la zona han sido evacuados. Según las autoridades, los bomberos tardarán unos 2 ó 3 días en extinguir el fuego del arsenal, ya que deben esperar a que dejen de estallar todas las municiones que albergaba el depósito.

Guerra relámpago en Georgia

"No entiendo la actitud de Mijaíl Saakashvili. Se tiró en la trampa urdida por los rusos con una celeridad que me hace pensar que, si ha jugado tan mal (puesto que lo perdió todo y ofreció una victoria inesperada a Putin en bandeja de plata), o bien es mucho menos bueno de lo que creía yo, o bien es francamente visionario, al estilo de Anuar el Sadat: me lanzo en un pleito perdido de antemano para romper el statu quo, internacionalizar el conflicto y hacer que las cosas se muevan". Ésta es la hipótesis de un conocedor de Georgia y de su presidente, expresada en una correspondencia privada.
La UE planea aprobar sanciones contra Rusia por la crisis de Georgia


Pero lo importante son Rusia y sus dirigentes, que habían advertido que la independencia de Kosovo no quedaría sin consecuencias: es el principio de la reparación de esa caída de la Unión Soviética definida por Vladímir Putin como "el mayor desastre político del siglo pasado". Un Putin que calificó hace un año al georgiano (¿osetio?) Iósif Stalin como "el dirigente ruso más exitoso del siglo XX" y dijo alguna vez a Saakashvili: "Gracias por habernos dado a Stalin".
Nadie debió sorprenderse del puñetazo dado por Moscú sobre el tablero mundial. Putin ha sido muy claro desde un principio y, como los militares rusos desde 1991, ve en la expansión de la OTAN "una amenaza" a la seguridad de Rusia. Lo reiteró en abril y advirtió que la entrada de Georgia y Ucrania en dicha alianza sería un casus belli. "¿Pero qué es Ucrania? ¡Ni llega a Estado! Parte de su territorio es Europa central, la otra parte, la más importante, se la dimos nosotros", dijo Putin, y evocó la posibilidad de quitarle Crimea, para empezar.
Solzhenitsin le pedía a Mijaíl Gorbachov que renunciara al imperio, del cual los rusos eran las primeras víctimas, para poder pensar en la libertad. Putin demuestra que el gran Alexandr tenía razón: empezó por desvirtuar la incipiente democracia rusa antes de emprender la tarea de devolver a Rusia su estatus de gran potencia imperial. Para poner de rodillas a Bielorrusia, Georgia, Ucrania (y Europa), ha cerrado la llave del gasoducto a su antojo; ha presionado de mil maneras a Georgia y a los países bálticos y, bien lo dijo un político estonio, "la respuesta de Occidente en el asunto georgiano no puede sino alentar Rusia a ir más lejos".
Los países escandinavos y las antiguas "democracias populares", dominadas por la URSS hasta 1989, toman muy en serio un asunto que los países latinos prefieren minimizar. Los checos recuerdan el triste agosto de 1968 con los tanques soviéticos en sus calles y también el trágico verano de 1938, cuando, hace 70 años, las democracias europeas abandonaron al "Señor Canciller Hitler" las provincias separatistas de los Sudetes, pobladas por alemanes. Unos meses después, los tanques alemanes entraban en Praga. No es seguro que vaya a pasar lo peor, pero hay que pensar en lo peor para evitarlo.
Jean Meyer es historiador del CIDE, en México DF, y autor de Rusia y sus imperios, 1894-2005, Tusquets, 2007.

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, endureció ayer el tono frente al Gobierno ruso y le acusó de pretender "un cambio unilateral de las fronteras

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, endureció ayer el tono frente al Gobierno ruso y le acusó de pretender "un cambio unilateral de las fronteras de Georgia", lo que "resulta simplemente inaceptable". El desenlace de la crisis abierta por el reconocimiento de Abjazia y Osetia del Sur, advirtió Sarkozy, determinará "por mucho tiempo" la relación de la UE con Rusia.
El G-7 condena de forma rotunda y unánime la política expansionista de Moscú
La UE planea aprobar sanciones contra Rusia por la crisis de Georgia
UE(Unión Europea)

"Rusia no se ha reconciliado con el nuevo mapa", dice el británico Miliband
En la reunión anual de embajadores franceses, Sarkozy, presidente de turno del Consejo Europeo, lamentó que "el trauma sufrido por Rusia durante los años noventa desemboque desgraciadamente en una voluntad de restauración que algunos califican de imperial".
El mandatario francés insistió en "la inmediata retirada" de las tropas rusas de Georgia y abogó por que "el mecanismo internacional que debe reemplazar a las patrullas rusas entorno a Osetia del Sur se despliegue rápidamente". A pesar de la dureza de sus críticas, Sarkozy dijo que "nadie desea regresar a los tiempos de la guerra fría. La OTAN no es un adversario, sino un compañero de Rusia".
Fue el ministro francés de Exteriores, Bernard Kouchner, quien dio detalles sobre el recuperado apetito imperial de Moscú: "Rusia podría tener otros objetivos, como Crimea, Ucrania o Moldavia". Precisamente ante el creciente temor de que Ucrania se convierta en el siguiente objetivo del Kremlin, el ministro de Exteriores británico, David Miliband, llegó ayer a Kiev para expresar el respaldo a las autoridades ucranias e impulsar una gran coalición contra la actuación rusa en el Cáucaso.
Al igual que Georgia, Ucrania cuenta con un presidente pro-occidental que quiere que su país se una a la OTAN, y con una población étnicamente rusa que llega al 58% en la península de Crimea. Y el presidente ruso, Dmitri Medvédev, ha advertido a Moldavia que no cometa "el mismo error que Georgia" con la región separatista del Transdniéster. "Rusia no se ha reconciliado con el nuevo mapa de esta región", dijo Miliband, que apostó por "aumentar" el precio que Moscú debe pagar "por haber ignorado sus responsabilidades".
Por su parte, la canciller alemana, Angela Merkel, habló ayer por teléfono con Medvédev y le recriminó la violación de los términos del alto el fuego firmado con Georgia. El próximo lunes, los jefes de Estado de la UE buscarán en Bruselas una respuesta común a la crisis.
El Congreso estadounidense, mientras tanto, se prepara para analizar el mes próximo las relaciones EE UU-Rusia. El comité de política exterior piensa convocar a altos funcionarios y a expertos del sector privado.

Se manifiesta Ucrania en contra de independencia de Abjasia y Osetia del Sur

El gobierno de Ucrania, un país que al igual que Rusia, se escindió de la desaparecida Unión Soviética, se manifestó en contra del reconocimiento de independencia de Abjasia y Osetia del Sur. Amenazó con incrementar la renta a la flota rusa que se mantiene en su puerto de Sebastopól. “No tenemos la intención de permitir que tropas, que podrían ser usadas en acciones o agresiones militares contra terceros o cuartos países, usen nuestro territorio como base” comentó Viktor Yuschenko, presidente de Ucrania.

Ucrania desbanca a China en las adopciones internacionales

Ucrania ha sustituido este año a China como país con más adopciones internacionales de menores por parte de familias onubenses, con un 37,5% del total. Concretamente, se han formalizado ocho adopciones de niños extranjeros en lo que va de año, de los que tres proceden de Ucrania, dos de Rusia, uno de India, uno de Nepal y uno de El Salvador. No se ha registrado ninguna adopción formalizada de China en este periodo, pese a que tanto en 2006 como en 2007 ocupaba el primer lugar en la provincia.La delegada provincial para la Igualdad y Bienestar Social, Carmen Lloret, aclaró que el reparto de las adopciones internacionales depende de las pautas que marca en cada momento la legislación del país de origen. En el caso de China, la entrada en vigor de una nueva normativa ha frenado la adopción, al establecer requisitos más exigentes a los solicitantes, mientras que para adoptar en Ucrania se admiten familias monoparentales si no existen parejas para adoptar y sólo para niños mayores de 8 años, entre otros requisitos.

Rusia busca extender conflicto en el Cáucaso

El Mar Negro se ha convertido en el nuevo campo de batalla entre los países miembros de la Organización del Atlántico Norte (OTAN) y Rusia como parte de la nueva guerra fría anunciada por ambas partes. Y es que tras el reconocimiento de Moscú a la independencia de las provincias separatistas georgianas de Osetia del Sur y Abjasia, existen advertencias sobre que pueden generarse conflictos de mayores dimensiones en esa región. Para el canciller de Francia, Bernard Kouchner, Moscú ahora tiene como próximo objetivo a Moldavia y Ucrania. Actualmente Kiev, al igual que Georgia, está acelerando su ingreso a la OTAN. Pero Rusia lo considera una provocación y una amenaza a su seguridad, porque Ucrania es la principal vía para transportar el gas y petróleo que le vende a Europa. Además Moscú cuenta con un acuerdo hasta el 2017 para usar la importante ciudad naval de Sebastopol, ubicada en una península del Mar Negro (Crimea), como la base de la Marina rusa. Y ahora el gobierno de Ucrania, luego de condenar duramente la posición del Kremlin con respecto a las provincias separatistas georgianas, ha anunciado que evalúa aumentar la renta de ese vital puerto. Rusia no ha respondido a tal propuesta. En tanto, en Moldavia las tropas del 14 ejército ruso están estacionadas en la región separatista pro rusa de Transnistria. Aunque en 1994 Moscú acordó con Moldavia la retirada de las tropas, parece que no tiene la voluntad para hacerlo porque esa región es clave para hacer frente a la expansión de la OTAN, al despliegue del escudo antimisil de EEUU y a las bases militares cerca de sus fronteras.Flota en alertaEl gobierno de Rusia ha puesto en alerta a su flota en el Mar Negro como precaución ante la presencia de buques de guerra de la OTAN cerca de las costas de Georgia para hacer entrega de ayuda humanitaria a su población afectada por la guerra.

miércoles, 27 de agosto de 2008

Alemania, Francia, Ucrania y EEUU están implicados en el genocidio cometido en Osetia del Sur

Tsjinvali (Osetia del Sur), 27 de agosto, RIA Novosti. El presidente de Osetia del Sur, Eduard Kokoiti, declaró hoy que Alemania, Francia, Ucrania y Estados Unidos están implicados en el genocidio cometido en esa república caucasiana.

"Esos países tienen que ver con el genocidio del pueblo suroseta", afirmó Kokoiti en rueda de prensa.
"El pueblo de Osetia del Sur rechazará la ayuda humanitaria de dichos países porque ayudaron a Georgia a agredir a Osetia del Sur", expresó.
"Se debe juzgar a Saakashvili (presidente georgiano) y a sus generales por haber desatado una guerra en Osetia del Sur, y si no lo hará la comunidad internacional, entonces los juzgará el pueblo suroseta", expresó Kokoiti.

Ucrania considera el reconocimiento ruso como una amenaza a la paz

El presidente ucraniano, Viktor Yushenko, ha estimado este miércoles que el reconocimiento por parte de Rusia de las repúblicas separatistas de Abjasia y Osetia del Sur "significan una amenaza para la paz" en toda la región y en Europa.
"La decisión tomada por los líderes rusos constituye una amenaza para la paz y la estabilidad en nuestra región y en Europa", dijo Yushenko en un comunicado.

El ministro de Exteriores británico pide a Ucrania que no provoque a Rusia

El ministro de Relaciones Exteriores británico, David Miliband, pidió el miércoles a Ucrania "que no dé ningún pretexto" para que Rusia emprenda ninguna acción en su contra, durante una visita a Kiev.
Los líderes ucranianos deben tomar la determinación de "no dar ningún pretexto a una acción rusa", dijo el ministro británico.
"Los rusos utilizaron esos pretextos en el caso de Georgia y es importante no repetir eso", añadió

Con la mira en el Mar Negro

El Mar Negro es este miércoles el campo en el que se libra la batalla entre Occidente y Rusia, que se disparó con el conflicto en el Cáucaso y se agudizó con la declaración de apoyo de Moscú a las aspiraciones independentistas de las provincias georgianas de Osetia del Sur y Abjasia.
Europa lanzó una ofensiva diplomática, con el canciller francés acusando al Kremlin de violar la ley internacional y advirtiendo que los próximos objetivos de Moscú podrían ser Moldavia y Ucrania, mientras que el jefe de la diplomacia británica visita este último país con la intención de configurar una coalición contra Rusia.
Tanto Moldovia como Ucrania viven situaciones similares a las de Georgia en las regiones de Trasndniestria y Crimea, respectivamente, y esas zonas siguieran el mismo rumbo que Osetia del Sur y Abjasia Moscú Moscú conseguiría lo que los analistas describen como "un enclave" en la frontera con Unión Europea y la OTAN.

El canciller británico se reunió este miércoles con el presidente de Ucrania, Viktor Yushchenko.
La visita del canciller del Reino Unido, David Miliband, a Kiev, la capital ucraniana, empezó al tiempo que Rusia reiteró sus acusaciones de que la OTAN está reforzando su presencia naval en el Mar Negro.
Según dijo un alto general ruso, la alianza atlántica está punto de "exceder" los límites acordados internacionalmente, los cuales están siendo vigilados por la flora rusa.
La OTAN asegura tener allí sólo cuatro buques bajo su comando, de paso por puertos de Bulgaria y Rumania, sin involucrarse en la crisis georgiana.
Pero si la alianza no se está enfrentando al Kremlin en altamar, su actitud no es la misma en tierra firme.
Diálogo con el "Número Uno" ruso
En tierra
La condena internacional a Rusia se extendió de Estados Unidos al resto de los 26 países que forman la OTAN.
Como el resto de Europa, Ucrania criticó con dureza el reconocimiento ruso de la independencia de Osetia del Sur y Abjasia. Pero ese país tiene motivos muy concretos de preocupación.
En abril la OTAN indicó que Ucrania podría incorporarse a la organización en un futuro no determinado. El otro país que la OTAN anuncio que iba a incorporar en ese momento era Georgia, algo que Rusia consideró una provocación y una amenaza a su seguridad.

Una de las armas más poderosas de Rusia es la presencia de una mayoría étnica rusa en Crimea.
La perspectiva de Rusia es clara: no consentirá ninguna expansión de la OTAN hacia el este. Algunos políticos rusos han sugerido que el modelo de restauración de la influencia rusa en el Cáucaso puede servir como patrón para Ucrania, que consideran más importante que Georgia.
Y en el caso de Ucrania, Moscú cuenta con ventajas, ya que cerca de un 70% de la población de ese país se opone o no está segura de la conveniencia de unirse a la OTAN.
Además, según señala el especialista de la BBC en la región Steven Eke, la popularidad del presidente Viktor Yushchenko está por el suelo y la posición de otros políticos influyentes ha sido ambigua respecto a la situación en Georgia.
Pero las armas más poderosas de Moscú en Ucrania son la mayoría étnicamente rusa que habita en Crimea, así como un acuerdo para usar la ciudad naval de Sebastopol en esta península del Mar Negro como la base de la Marina rusa.
Sin embargo, no hay que olvidar que Ucrania es mucho más grande que Georgia y sus tropas más numerosas y cuentan con una fuerza aérea.
Además, el país tiene una importancia geoestratégica vital para Rusia ya que es la principal vía de transporte del gas y petróleo -que siguen siendo el motor de la economía rusa- que ese país le vende a Europa.
En el mar
Entretanto, este miércoles atracó en Georgia otro barco de guerra estadounidense con ayuda humanitaria para ese país.
Como apunta el analista de la BBC Nick Childs, el arribo de dos buques en el espacio de cuatro días es una confirmación del respaldo de Washington a Tiflis.
Pero el barco -que iba a llegar al puerto georgiano de Poti, en la frontera con Abjasia, donde todavía hay tropas rusas- finalmente atracó en otro puerto, para no exponerse a malentendidos o accidentes que terminaran en enfrentamiento con las tropas rusas.
Para Childs, esto subraya el hecho de que hay límites en lo que Washington puede hacer y es una indicación de quién realmente detenta el poder en el terreno.
En Rusia
Según informa el corresponsal de la BBC en Moscú Humphrey Hawksley la prensa rusa ha respaldado la decisión de reconocer a Osetia del Sur y Abjasia, con titulares como "Los sueños se hacen realidad".
No obstante, a algunos comentaristas les preocupa el precio que tendrán que pagar por apoyar a los separatistas, citando repercusiones como la pérdida de inversión extranjera.
Uno de los titulares califica éste como "El momento de la verdad", pero advierte que Occidente nunca le perdonará a Rusia lo que hizo.