sábado, 10 de enero de 2009

Ucrania enviará gas natural de sus propias reservas a Bulgaria y Moldavia

Bruselas, 10 ene (EFE).- Ucrania ha anunciado que a partir de hoy enviará a Bulgaria y Moldavia dos millones de litros cúbicos de gas natural al día de sus propias reservas, con el fin de paliar "la grave situación que sufren tras el corte de suministro ruso", según un comunicado la misión ucraniana ante la Unión Europea.

El presidente de Ucrania, Viktor Yuschenko, ha informado por carta a sus homólogos búlgaro y moldavo de dicha decisión, en la que también dice considerar "las amistosas relaciones" entre sus naciones.

Yushchenko propone liquidar el pago de esta operación una vez que el gas natural ruso vuelva a fluir hacia Europa.

Bulgaria y Moldavia son dos de los países más afectados por el corte de gas que ha seguido a la nueva disputa comercial entre la gasista rusa Gazprom y las autoridades ucranianas sobre el precio del combustible que transita por ese territorio hacia Europa.

Hoy el primer ministro checo, Mirek Topolanek, informó del logro de un "acuerdo verbal" con Ucrania para el despliegue de observadores rusos y europeos en territorio de ese país para controlar el tránsito de gas, condición puesta por Moscú para volver al suministro normal.

La UE busca en Rusia asegurar un acuerdo sobre el gas

La Unión Europea está desplegando toda su diplomacia en la reunión que mantiene hoy con el primer ministro ruso, Vladímir Putin, para solventar los últimos detalles de un acuerdo que permitirá la reanudación del suministro de gas a una fría Europa a través de Ucrania. El primer ministro checo y representante de la Presidencia de la UE, Mirek Topolanek ha dicho que está dispuesto a quedarse en la región el tiempo que sea necesario para asegurar el restablecimiento del bombeo.

Topolanek y Putin, que han comenzado el encuentro a las 10.00 horas de la mañana de hoy -hora española- confirmó ayer que había alcanzado un acuerdo con la parte ucraniana y que obtuvo de Rusia una "concesión similar" para poner fin a una de las interrupciones del suministro de gas más importantes de los últimos años, que ha desembocado en el cierre temporal de muchas fábricas en el este de Europa y una escalada de tensión entre Kiev y Moscú.

El acuerdo contempla la llegada de supervisores a la ruta de suministro de gas a través de Ucrania para asegurar a Moscú que parte del contenido no se desvía ilegalmente, tal y como han denunciado las autoridades rusas, una acusación que el Gobierno ucranio ha rechazado tajantemente.

Ayer, la compañía rusa Gazprom instaba al presidente de Ucrania, Víctor Yuschenko, a firmar el acuerdo ya que "hasta que el protocolo no esté firmado por ambas partes, los especialistas que lleguen no podrán obtener el estatus de observadores". Desde Kiev, donde se reunió ayer con las autoridades ucranias, Topolanek explicó que "quedan algunos detalles técnicos por limar de forma que se aclaren las últimas dudas y se sustituya una crisis de confianza por una confianza en que el gas que los rusos quieren enviar y para el que Ucrania quiere servir de tránsito llegue a su destino".

Entretanto, los observadores europeos desplazados a Kiev "ya han comenzado sus trabajo en la estación de entrada de Ukrtransgas en Kiev", según informó la Comisión Europea. "El equipo de observadores de la UE será capaz de verificar, con independencia, los datos sobre el volumen de los suministros de gas a Ucrania" procedentes de Rusia y "compararlos con los datos de volúmenes de gas que alcanzarán a los consumidores de la UE", explicó Bruselas.

La misión de observadores europeos estará compuesta por 22 efectivos: 18 expertos de Energía, incluidos representantes de la industria europea, y cuatro funcionarios del Ejecutivo comunitario, a los que se prevé se sumen observadores rusos y ucranios una vez se cierre el acuerdo.

La UE obtiene un cuarto de sus suministros de gas de Rusia, de los que 80% pasa a través de Ucrania. Hasta ahora, la disputa ha interrumpido el suministro hacia 18 países.

El primer ministro checo informa de un acuerdo verbal con Ucrania para el despliegue de observadores rusos

oscú. (EFE).- El primer ministro checo, Mirek Topolanek, informó hoy del logro de un "acuerdo verbal" con Ucrania para el despliegue de observadores rusos y europeos en territorio de ese país para controlar el tránsito de gas ruso hacia Europa.

"Tenemos un acuerdo verbal sobre despliegue de la comisión de seguimiento en las estaciones de entrada y salida del gas, tanto en territorio de Ucrania como de Rusia", dijo Topolanek al inicio de una reunión con su colega ruso, Vladímir Putin. 

El jefe del Gobierno checo, quien ejerce la presidencia de turno de la Unión Europea y llegó a Moscú tras mantener negociaciones en Ucrania, indicó que también hay acuerdo sobre la presencia de expertos rusos en territorio de Ucrania y ucranianos en territorio de Rusia. 

Topolanek propuso a Rusia iniciar el despliegue de los grupos de seguimiento e indicó que los expertos "ya están tanto en Moscú como en Kiev". "Tenemos listos cuatro acuerdos y le he traído el quinto", remarcó. 

Putin, por su parte, expresó la seguridad de que la mediación de la Unión Europea permitirá resolver la crisis del gas con Ucrania. "El hecho de que hayan conseguido reaccionar con tanta rapidez infunde confianza de que lograremos alcanzar los acuerdos necesarios", señaló Putin al recibir al alto representante europeo en su residencia de Novo-Ogariovo, situada en las afueras de Moscú. 

Para reanudar los suministros a los países europeos a través de Ucrania, suspendidos totalmente desde el pasado miércoles, Moscú exige la firma del protocolo sobre el sistema de control y el despliegue de observadores rusos y europeos en los puntos de entrada y salida, así como en los depósitos del gas en territorio de Ucrania. 

Las autoridades rusas han denunciado que se vieron obligadas a cortar el bombeo de gas para los consumidores europeos a través de Ucrania debido al creciente robo del carburante en el vecino país. 

Ucrania promete a Bulgaria suministros de gas de sus reservas 
Ucrania ha prometido suministrar entre 1,5 y 2,5 millones de metros cúbicos diarios de gas de sus propias reservas a Bulgaria, que sufre el quinto día consecutivo del corte total del flujo de ese combustible desde Rusia. 

Según informaron a Efe fuentes de la Presidencia en Sofía, la promesa fue expresada por el presidente de Ucrania, Victor Yúschenko, a su homólogo búlgaro, Gueorgui Parvanov, en una conversación telefónica. 

Durante la misma, Yúschenko informó de que había ordenado a la empresa estatal Naftogas a establecer contacto con la compañía búlgara, Bulgargaz, para aclarar los parámetros técnicos del suministro. 

Ambos mandatarios acordaron realizar todos los esfuerzos necesarios para asegurar el tránsito de gas entre Ucrania y Bulgaria, señalaron las fuentes, sin revelar en qué momento se iniciarán estas entregas. 

El país balcánico, que cubre más del 90 por ciento de sus necesidades energéticas con las imortaciones de gas ruso a través de Ucrania, es el país más vulnerable de los más de 16 Estados europeos afectados por la interrupción de los suministros rusos a raíz de la disputa por las tarifas que mantienen Moscú y Kiev. 

La guerra del gas congela Europa

Cientos de miles de ciudadanos del este de Europa viven, sin calefacción, una de las peores olas de frío polar que se recuerdan, con temperaturas de 15 grados bajo cero. "La situación es desesperada", explicaba ayer Elena Carnu, portavoz de la central térmica de Bacau, ciudad situada en el noreste de Rumania, uno de los 18 países europeos afectados por la guerra del gas que enfrenta a Rusia y Ucrania, que ha dejado sin este combustible a gran parte de la zona por tercer día consecutivo. La actividad de parte de la industria de la región, como Eslovaquia y Hungría, está paralizada.

"La situación es desesperada", según la portavoz de una central en Rumania

"En clase hemos estado a 15 grados bajo cero", afirma una profesora

Sin agua caliente ni calefacción, miles de búlgaros, bosnios y serbios combaten el frío como pueden. En Sofía, por ejemplo, los ciudadanos quemaban ayer madera en la calle para poder calentar sus hogares. En Rumania, el ministro de Economía, Adriean Videanu, ha decretado la situación de emergencia energética al constatar que Rusia cortaba por completo el grifo de gas: "Se dispone de autonomía de entre unos 60 y 80 días si las temperaturas no siguen en 15 grados bajo cero".

La escasez afecta de forma importante a una docena de países, especialmente a Bulgaria, Serbia, Bosnia, Macedonia y Eslovaquia, que no reciben gas ruso a través de Ucrania desde hace tres días, pero que tampoco tienen otras vías alternativas para compensar esta escasez. Más recursos tienen los otros seis países afectados, como Alemania o Polonia, que reciben más gas a través de Bielorrusia o tienen un mejor acceso a otras opciones, como el carbón.

Pero para los países de los Balcanes y algunos del centro de Europa, la guerra del gas está teniendo efectos demoledores. "Los efectos ya se sienten. Hay racionamiento de energía para ahorrar; hace más frío en las escuelas, parvularios y otras instituciones. Se han reducido las horas de clases por el insoportable frío en Deva", explica Cristina Baumana, profesora del instituto Traian de esta localidad de 80.000 habitantes, situada en el oeste de Rumania. "En clase, mis estudiantes aguantaron durante una hora temperaturas de 15 grados bajo cero por la baja presión de gas", cuenta.

Las gélidas temperaturas están haciendo estragos. En Bucarest, más de 400 bloques estuvieron sin calefacción durante horas por averías de las envejecidas tuberías. "Ya estamos acostumbrados a que se rompan cada cierto tiempo los conductos del gas", se lamentaba Silvia Traistaru, una joven artista que vive en una de esas edificaciones comunistas. En Bacau (180.000 habitantes), unos 100.000 hogares se han quedado sin calefacción ni agua caliente. "No creemos que los problemas se solucionen antes de dos días", declaraba la portavoz de la central térmica de Bacau.

La crisis salpica desde Alemania, la primera economía de la zona euro, hasta la ex república soviética de Moldavia, donde quedan reservas de gas para menos de un día y combustible para unos diez días.

En Bulgaria, se inició el pasado jueves el racionamiento del consumo de gas. Se tuvo que cerrar para todos los consumidores, a excepción de las sociedades distribuidoras y los suministradores de energía térmica destinada a hospitales y hogares. Sin embargo, se bombeaba gas también a las empresas que no pueden parar su proceso tecnológico al no tener posibilidades de utilizar combustibles alternativos.

La situación que se vive es crítica: 64 escuelas permanecían ayer cerradas por la imposibilidad de garantizar la temperatura mínima para los alumnos, y más de 45.000 personas se hallan sin calefacción en sus casas. Los que peor están sufriendo las consecuencias del corte de gas son los jubilados, que soportan en sus viviendas temperaturas de 10 grados bajo cero.

La industria se está viendo muy afectada, en un momento de crisis económica como el actual. En Eslovaquia, las firmas automovilísticas Peugeot Citroën y Kia Motors han parado su actividad por falta de energía. "No tenemos otra solución que cerrar la producción", explicó Peter Svec, portavoz de Peugeot. El principal fabricante de automóviles del país, Volkswagen, todavía no ha reanudado su actividad debido a las vacaciones.

En Hungría, que importa de Rusia la totalidad del gas que consume, el productor de automóviles Suzuki, una de las empresas más importantes establecidas en el país, anunció su cierre hasta que se restituya la situación. Viktoria Ruska, representante de la compañía, manifestó su esperanza de que se vuelva a abrir el lunes. Mientras, los centros comerciales del país ordenaban que se redujera de 26 a 20 grados la calefacción.

También hay fábricas que han cerrado en Bulgaria, como la metalúrgica Promet de Burgas y la de cristal Kitka y se prevé que hagan lo mismo otras empresas del sector químico y farmacéutico. Bulgaria, que depende en un 92% del gas ruso, reinició ayer la actividad de un reactor de la central nuclear de Bobov Dol para hacer frente a la insuficiencia energética. Asimismo, el presidente búlgaro, Georgi Parvanov, manifestó su intención de reactivar el tercer reactor de la central nuclear de Kozloduy, que fue cerrada a petición de la UE, para resistir los efectos de la guerra del gas entre Rusia y Ucrania.

Los principales afectados están siendo los grandes consumidores industriales, según indicó ayer Francisc Toth, director del principal productor de gas de Rumania, Romgaz. Incluso en este país, que produce un 70% del gas que consume, la guerra entre Moscú y Kiev está teniendo graves consecuencias. Una firma de metalurgia y una empresa química han dejado de funcionar.

En Bosnia, donde un tercio de la población de Sarajevo se ha quedado sin calefacción, también han decretado restricciones. La empresa siderúrgica Arcelor Mittal ha cerrado su planta por unos días, al igual que el productor de componentes de automóviles Famos en Macedonia, que ha enviado a más de un millar de personas al paro técnico.

Serbia, por su parte, está orientando la totalidad de su producción local de un millón de metros cúbicos de gas natural hacia los "consumidores prioritarios", según ha explicado Dusan Bajatovic, director de la empresa pública serbia para la distribución de gas natural Srbijagas. Pero, a pesar de este esfuerzo, más de cien mil personas carecen de calefacción y agua caliente.

Mientras tanto, en Ucrania, la ola de frío se ha cobrado la vida de al menos cinco personas en la región de Herson, en el sur de país. Una de ellas pereció en su casa sin calefacción y los otros cuerpos fueron hallados a la intemperie.

Guerra fría sin gas

La crisis del gas, en lo más crudo del invierno, se ha visto agravada por la decisión rusa de cortar todo el suministro hacia Europa vía Ucrania. Una docena de países han dejado de recibir gas y otros cinco, entre los que figuran Francia y Alemania, han sufrido reducciones significativas de su abastecimiento. La situación es especialmente difícil en Bulgaria, Bosnia, Serbia, Eslovaquia y Hungría, donde hay hogares sin calefacción y algunas industrias han tenido que detener su actividad.

      La noticia en otros webs

      En las últimas horas, el primer ministro Putin ha alcanzado un acuerdo con el presidente de turno de la UE para reanudar el suministro, condicionado a la llegada a Ucrania de la comisión de expertos encargados de verificar si, como sostiene Moscú, ese país desvía parte del gas destinado a los otros países europeos. Aunque se reanudase el suministro de inmediato, no estaría en pleno rendimiento antes de tres días, por razones técnicas. Las autoridades rusas eran conscientes de ello cuando decidieron cortar el suministro sin previo aviso. No es difícil suponer que hayan pretendido transmitir un recordatorio a la UE sobre la manera en que están dispuestos a gestionar su poder en materia energética.

      El anterior contencioso entre Rusia y Ucrania, en 2006, se desarrolló sobre pautas similares, y ya entonces quedó patente que la UE podía verse atrapada como rehén. Poco o nada se ha hecho desde entonces para prevenir lo que sólo era cuestión de tiempo, sobre todo desde que, con ocasión de la guerra de Georgia, Rusia lanzó una ofensiva en todos los terrenos para redefinir su posición internacional. Moscú ha lanzado la idea de que el contencioso con Ucrania debería estimular la construcción de los gasoductos alternativos, que le permitirían suministrar el gas directamente a los destinatarios europeos.

      No es una idea inocente, puesto que, de aceptarse, conllevaría la aceptación implícita de que Rusia puede intervenir en la determinación de las prioridades europeas en materia de infraestructuras energéticas; además, y aunque es cierto que Ucrania somete a la UE a un chantaje de tipo victimista, ese doble gasoducto dejaría el suministro a Ucrania enteramente a merced de la voluntad de Rusia, que dispondría así de un instrumento reforzado para influir en las pretensiones de Kiev de acercarse a la UE o la ONU.

      La aceleración en la construcción de los gasoductos alternativos puede dividir a los europeos, colocando en un lado a los países que quieren resolver su problema al precio de pactar por separado, y en otro a quienes consideran que esos gasoductos pueden traducirse en una mayor dependencia de Rusia si no se acompañan de una política energética común. Los informes de los expertos de la UE que iniciaron ayer su inspección sobre el terreno ofrecerán datos que tal vez puedan dilucidar las responsabilidades de cada parte; pero el episodio vuelve a poner de manifiesto la necesidad de estrategias a largo plazo que sólo pueden derivar de una política energética común y un mercado único de la energía.


      Próximos puntos calientes de Rusia

      La coacción que ejerce Rusia sobre sus vecinos es un punto caliente que amenaza a Europa, a Estados Unidos, y al presidente electo Barack Obama. La Rusia autocrática se ha dedicado a aprovecharse de sus vecinos más débiles y a devolver las humillaciones recibidas desde la desintegración de la Unión Soviética. La trágica guerra con Georgia del pasado agosto demostró que Rusia está preparada para utilizar su poderío militar. El 24 de diciembre, el presidente Dmitri Medvedev declaró que «los intereses de su nación deben protegerse por todos los medios al alcance». El 31 de diciembre, el primer ministro Vladimir Putin complicó aún más el asunto. La injerencia de Ucrania en las exportaciones rusas de gas a Europa podrían tener «serias consecuencias para el país de tránsito».
      Moscú está dejando claro que está dispuesto a utilizar el poder duro contra sus vecinos más pequeños. ¿Cuáles serán los siguientes? Desde agosto, Rusia ha duplicado su presencia militar en las regiones separatistas georgianas de Abjazia y Osetia del Sur. Las tropas se encuentran a 40 kilómetros escasos de Tbilisi y en los alrededores de los conductos de energía y de las vías férreas. El ejército ruso podría tomarlos en cualquier momento. Si Kiev no contenta a Moscú, el ejército ruso podría intervenir para «proteger» el gasoducto de Ucrania que va a Europa. Además, Rusia está cuestionando la situación legal de Crimea, distribuyendo pasaportes a los ciudadanos de etnia rusa que viven allí y exigiendo que se mantenga su base naval en Sebastopol, cuando su usufructo sobre ella expira en 2017. Moscú parece estar buscando pretextos para intervenir.
      No se pueden pasar por alto otros posibles puntos calientes. Millones de rusos viven en Kazajistán, que posee excepcionales recursos naturales. Los líderes del país intentan por todos los medios no contrariar a Moscú, pero incomodan al Kremlin exportando energía a través del sur del Cáucaso. Azerbaiyán y Turkmenistán también poseen una gran riqueza energética, pero sus regimenes podrían ser ineficaces ante un desafío por parte de Rusia. Resulta inquietante que Rusia haya anunciado recientemente la formación de una nueva fuerza militar «internacional» para Asia Central.
      Bielorrusia, dependiente de los mercados rusos y de la energía subvencionada, busca más ayuda de Moscú aunque para ello podría tener que ceder más autonomía. Moscú intervendría si otra «revolución de colores» derrocara a Aleksandr Lukashenko, el autoritario gobernante del país, y podría anexionarse Bielorrusia, poniendo fin a años de estériles debates sobre la unión.El uso de la fuerza por parte de Rusia podría amenazar importantes intereses estadounidenses y europeos. Las fuerzas estadounidenses y europeas en Afganistán dependerán cada vez más de la logística terrestre de Asia central y del sur del Cáucaso. Occidente necesita una estrategia de dos vertientes para cubrirse: dialogar con Rusia para instarla a encauzar sus ambiciones de forma menos amenazadora, y tomar medidas para aumentar la seguridad de los vecinos de Rusia. Una presencia más habitual de las fuerzas defensivas de Estados Unidos y de la OTAN también sería fundamental. El objetivo es que Moscú llegue a temer los costes y dude del éxito de cualquier tipo de agresión que pueda llegar a plantearse.

      El crudo de Texas cierra a 40,83 dólares y pierde casi 12% en la semana

      Nueva York, 9 ene (EFE).- El precio del crudo de Texas bajó hoy un 2,1 por ciento y finalizó a 40,83 dólares el barril, casi un 12 por ciento más barato que hace una semana, tras conocerse que el mercado laboral se deterioró más en Estados Unidos en diciembre.

      La economía estadounidense perdió más de medio millón de empleos en el último mes de 2008 y la tasa de desempleo se situó en el 7,2 por ciento, lo que alienta expectativas de menor demanda de combustibles en EEUU en próximos meses, según los expertos.

      Al finalizar la sesión en la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex), los contratos de Petróleo Intermedio de Texas (WTI) para entrega en febrero restaron 87 centavos y finalizaron en negativo por cuarta sesión consecutiva.

      Durante este viernes el barril de petróleo WTI llegó a negociarse a 39,38 dólares.

      Los contratos de gasolina para febrero añadieron 3 centavos al precio anterior y finalizaron a 1,1112 dólares el galón (3,78 litros).

      El gasóleo de calefacción por el contrario redujo su precio en una cifra similar y cerró a 1,4877 dólares/galón.

      Los contratos de gas natural para febrero finalizaron a 5,51 dólares por mil pies cúbicos, 7 centavos más baratos que el jueves.

      En EEUU se perdieron 524.000 empleos en diciembre después de desaparecer 584.000 ocupaciones el mes anterior, lo que eleva a 2,6 millones el número de puestos de trabajo que se han destruido en 2008, la cifra anual más alta desde 1945.

      Datos como esos, unidos a otros recientes que reflejaron un mayor descenso de la actividad económica en diversos sectores de la economía, ahondan la perspectiva de que descenderá aún más el uso de crudo y de combustibles en este país, que es el mayor consumidor de productos de energía en el mundo.

      Los desalentadores datos económicos y de empleo coincidieron esta semana con más evidencias de que aumentó el acopio de reservas en EEUU la pasada semana, incluso a mayor ritmo de lo que esperaban los analistas.

      Las reservas de crudo subieron en 6,7 millones de barriles, hasta un total de 325,4 millones y ese volumen es un 13,6 por ciento superior al que había hace un año.

      Las reservas de gasolina subieron esa misma semana en 3,3 millones de barriles y el total, de 211,4 millones es ahora un 3,2 por ciento inferior al que había a comienzos de 2008.

      En el caso de los productos destilados, incluido el gasóleo de calefacción y el de automoción, las existencias aumentaron en 1,8 millones de barriles, hasta 137,8 millones o un 3 por ciento por encima del nivel de hace un año, según cálculos del Departamento de Energía (DOE).

      Esos datos, unidos a otros que reflejaban que la demanda de combustibles en las últimas cuatro semanas era casi un 3 por ciento inferior a la de hace un año, presionaron a la baja de inmediato al valor del crudo, que se depreció un 12,2 por ciento el miércoles.

      La caída no se detuvo en las últimas sesiones incluso después de constatar el mercado que continuaba la ofensiva militar israelí en la Franja de Gaza, a pesar de los intensos esfuerzos diplomáticos para lograr un alto el fuego en los enconados enfrentamientos con miembros del movimiento Hamas, que gobierna ese territorio palestino.

      Esos enfrentamientos aumentaron en sesiones recientes los temores a una posible interrupción del flujo de suministros de crudo desde Oriente Medio, lo que favoreció que el precio del crudo de Texas se acercase de nuevo a los 50 dólares en el mercado neoyorquino.

      Los operadores también permanecen atentos a la disputa entre Rusia y Ucrania en torno a los precios que se aplican entre ellos por la compra y el flujo de gas ruso por territorio ucraniano con destino a Europa, donde muchos países han visto cortado su abastecimiento en los últimos días a causa del conflicto.

      Expertos europeos supervisarán ahora el tránsito de gas ruso por Ucrania y se espera que eso facilite la reanudación de los envíos.EFE

      Guerra del gas ruso-ucraniana llega a su noveno día con atisbos de solución

      a guerra del gas entre Rusia y Ucrania, que desde el miércoles pasado tiene a media Europa sin carburante ruso, llegó hoy a su noveno día con atisbos de solución para los consumidores europeos, pero no para los ucranianos.


      El presidente del consorcio ruso Gazprom, Alexéi Miller anunció que los suministros de gas a Europa a través de Ucrania se reanudarán 'inmediatamente después' de la firma de un protocolo para crear un mecanismo internacional para supervisar el tránsito del carburante por el vecino país.

      La gasística estatal ucraniana Naftogaz, que se había opuesto a la presencia de observadores de Gazprom en el marco del grupo de monitores de la Unión Europea, accedió a que expertos rusos participen en las labores de supervisión.

      'Vemos que Naftogaz finalmente entra en el cauce de las negociaciones', dijo Miller, citado por la agencia Interfax, en el balneario de Sochi, a orillas del mar Negro, al presidente de Rusia, Dmitri Medvédev, de las negociaciones que mantuvo la víspera con representantes de la Unión Europea en Bruselas.

      La negativa de Kiev a aceptar expertos rusos había impedido hasta ahora la creación de un mecanismo internacional de supervisión del tránsito del gas por Ucrania, condición que exige Moscú para reanudar el trasiego de carburante a Europa.

      El máximo ejecutivo de Gazprom opinó que, entre otros factores, 'la presión de la Unión Europea' llevó a la parte ucraniana a aceptar el grupo de monitores internacionales con la participación de expertos rusos.

      Sin embargo, poco después una fuente del Gobierno ruso indicó que Ucrania ha vuelto a cuestionar la composición de grupo de monitores.

      'Esto quiere decir que Naftogaz continúa haciendo tiempo y no muestra interés en solucionar la crisis', dijo a la agencia Interfax en condiciones de anonimato un alto cargo del Ejecutivo.

      Mientras desde Kiev se anunciaba la llegada del primer grupo de expertos de la Unión Europea, en Moscú la Cancillería anunciaba que los visados para que los monitores europeos puedan viajar a Rusia serían expedidos de manera urgente.

      El primer ministro checo, Mirek Topolanek, quien ejerce la presidencia de turno de la Unión Europea, llegó hoy a Kiev para afinar con las autoridades de Ucrania la puesta en marcha del sistema de supervisión y mañana se reunirá en Moscú con el jefe de Gobierno ruso, Vladímir Putin.

      Aunque con lentitud y tira y afloja, el problema del tránsito del gas ruso por Ucrania, por donde pasa el 80 por ciento de las exportaciones de Rusia a Europa, se acerca a su solución, no ocurre lo mismo con los suministros rusos directos a Ucrania, suspendidos desde el pasado 1 de enero.

      'En esto no hay ningún avance', informó hoy Miller al jefe del Kremlin.

      En la reunión con el presidente de Gazprom, Medvédev advirtió de que Ucrania si quiere gas ruso tendrá que pagar precios de mercado, y no preferenciales como ha sido hasta ahora.

      'Si hay un precio, éste debe ser normal, equilibrado, europeo, también para Ucrania, sin rebajas, sin preferencias. Los ucranianos deben pagar el mismo precio que los europeos', dijo el jefe del Estado ruso.

      La víspera, en una reunión con un grupo de periodistas extranjeros, Putin indicó que Ucrania debe pagar precios de mercado europeos, que según el jefe del Gobierno ruso son del orden de 470 dólares por mil metros cúbicos de gas natural.

      Explicó que, en ese caso también Rusia pagará a precio de mercado, de 3-4 dólares por mil metros cúbicos y cien kilómetros, por el tránsito por territorio ucraniano del gas ruso hacia Occidente.

      Sin embargo Ucrania, que el año pasado pagó 210 dólares por mil metros cúbicos, afronta no sólo el aumento a más del doble de la tarifa sino también amenazas de reclamos por daños y perjuicios.

      Medvédev insistió hoy en que el robo del gas ruso en el territorio ucraniano, argumento que esgrimió Gazprom para cortar los suministros a Europa, no debe quedar impune.

      'En el futuro esto debe expresarse en demandas, tanto rusas como de los consumidores europeos, de compensaciones de perjuicios', remarcó el presidente ruso.

      Primera compañía del gas checa envía observador a Ucrania

      La principal importadora de gas checa, RWE Transgas, despachó a un experto para participar en la misión europea que supervisará el flujo de gas ruso a Ucrania, anunció la empresa este viernes.

      "A petición de la Unión Europea, RWE Transgas eligió a su principal experto en la medición comercial de los flujos de gas natural para participar en la misión observadora que operará en los puntos de tránsito claves entre Rusia y Ucrania", afirma la compañía en un comunicado.

      "El experto partió esta mañana para sumarse a los otros miembros de la comisión", agregó.

      Observadores europeos comenzaron a trabajar en Ucrania, según la UE

      Los observadores europeos "comenzaron a trabajar" en Ucrania, lo cual significa que "se dan todas las condiciones para una reanudación inmediata de las entregas" de gas ruso hacia Europa, anunció el viernes la Comisión Europea.

      "El equipo de observadores de la UE llegó a Ucrania hoy. El equipo comenzó a trabajar en el punto central de Ukrtransgas en Kiev. Esto significa que se dan todas las condiciones acordadas con los dirigentes de la Unión Europea, Rusia y Ucrania para una reanudación inmediata de las entregas de gas ruso destinadas a los clientes europeos", indicó la Comisión en un comunicado.

      Los observadores deben verificar que las entregas de gas ruso que transitan por Ucrania atraviesan esta ex república soviética sin problemas.

      Rusia ha acusado a Kiev de robar una parte del gas ruso destinado a Europa y cortó por ello desde el miércoles todas las entregas de gas que transitan por territorio ucraniano. Ucrania niega las acusaciones.

      El primer ministro checo viaja a Ucrania para discutir sobre la crisis del gas

      El primer ministro checo, Mirek Topolánek, que ocupa la presidencia de turno de la Unión Europea, viaja esta tarde a Kiev para discutir con las autoridades ucranianas el funcionamiento del grupo de observadores enviado por la Comisión para controlar el suministro de gas procedente de Rusia.

         El objetivo de la visita es "discutir los detalles concretos del funcionamiento del grupo de observadores de la Comisión Europea y garantizar que los observadores se desplieguen de inmediato en los puntos importantes para el tránsito del gas ruso a través de Ucrania hacia la UE". Se trata de lograr que "el abastecimiento de gas se reanude lo antes posible", según informó la presidencia checa.

         Topolánek pactó su visita a Ucrania con el presidente del país, Viktor Yushchenkio, y con la primera ministra, Yulia Tymoshenko, tras haber hablado anoche con el primer ministro ruso Vladimir Putin.

      Kiev, 9 ene (EFE).- El primer grupo de expertos de la Unión Europea que supervisarán el tránsito del gas ruso a los países europeos a través del terri

      Bruselas, 9 ene (EFE).- Representantes ucranianos aseguraron hoy que los países del Este de Europa, los más afectados por el corte de suministro desde Rusia, podrían volver a recibir gas en un plazo máximo de tres días si la rusa Gazprom cumple su promesa de restablecer el bombeo.

      "Los rusos dicen que están listos, pero no sé a que están esperando", comentó a la prensa el vicepresidente de la ucraniana Naftogaz, Igor Didenko.

      "Si Gazprom permite hoy restaurar el flujo de gas en las seis direcciones de entrada, Naftogaz se compromete a restablecer el suministro en un plazo máximo de 36 horas", aseguró.

      Según Didenko, aún no se ha logrado una acuerdo en el precio del gas y las tarifas de tránsito que originaron la disputa entre rusos y ucranianos.

      Moscú exige a Kiev que pague precios de mercado (alrededor de 450 dólares por cada mil metros cúbicos) por el gas ruso que importa, pero los ucranianos no admiten nada por encima de los 235 dólares.

      "Estamos listos para discutir la cuestión comercial con los rusos de forma bilateral", destacó un representante de la delegación ucraniana que participó hoy en el Grupo del Coordinación del Gas de la UE, Bogdan Sokolovskiy, quien explicó que se trata de un asunto que hay que analizar "sin medios de comunicación, política, ni gobiernos".

      Los ucranianos interpretan que la reunión de hoy ha permitido dejar claro que el corte del suministro hacia Europa tuvo su origen en territorio ruso y por deseo de Gazprom.

      El viceministro ucraniano de Energía, Sergiy Pavlusha, hizo hincapié que "ha quedado claro que Ucrania ha entregado todo el gas que ha recibido de Rusia".

      Preguntado por la prensa acerca de las acusaciones rusas a Kiev de haberse quedado con gas que iba destinado a Europa, Pavlusha ha recalcado que para consumo interno están utilizando "sólo gas ucraniano".

      Pavlusha aclaró que para transportar los 300 millones de metros cúbicos de gas diarios que reciben de Rusia son necesarios 7 millones adicionales para mantener la presión en el gasoducto, que hasta ahora suministraba Gazprom al mismo precio que pagaban por las importaciones.

      "Si usásemos ese gas para nosotros mismos no debería afectar el flujo de gas hacia Europa", pero en cualquier caso "si Rusia no está de acuerdo con los contratos que manteníamos hay maneras más civilizadas de actuar", opinó.

      En cuanto a los observadores y a las supuestas diferencias entre rusos y ucranianos que anunció ayer la UE, Sokolovskiy aseguró que "no han cambiado las condiciones desde que se anunció que no había acuerdo y ahora".

      Además, añadió que "Ucrania nunca dijo que no aceptaría observadores rusos en la misión, porque, de hecho, actualmente ya existen monitores rusos en territorio ucraniano" y que Kiev está dispuesta a que se inspecciones "todos los puntos que sean necesarios, desde surtidores, a tuberías, a lugares de almacenamiento".

      Primer grupo de expertos de la UE llega a Ucrania

      Kiev, 9 ene (EFE).- El primer grupo de expertos de la Unión Europea que supervisarán el tránsito del gas ruso a los países europeos a través del territorio ucraniano llegó hoy a Kiev, anunció el portavoz de la Comisión Europea en Ucrania, David Stulik.

      "El primer grupo de expertos ya está en Kiev", dijo Stulik, citado por la agencia Interfax Ukraine.

      Agregó que se espera la llegada de un total de 18 observadores, incluidos los del consorcio ruso Gazprom.

      Poco antes, la gasística estatal ucraniana Naftogaz había anunciado su disposición a recibir a expertos rusos en el marco del grupo de monitores de la Comisión Europeapara para que comprueben el funcionamiento del sistema de gasoductos de Ucrania.

      Por su parte, el presidente de Gazprom, Alexéi Miller, había expresado su confianza en que el protocolo para crear el mecanismo internacional se firmará en el curso del día de hoy y que "inmediatamente después" serían reanudados los suministros.

      "Vemos que Naftogaz por fin ha entrado el cauce de las negociaciones", dijo Miller, citado por Interfax, tras el anuncio de la gasística ucraniana de que aceptaría la presencia de monitores rusos en sus instalaciones.