domingo, 11 de septiembre de 2011

Ucrania no podrá solucionar en los tribunales el contencioso de gas con Rusia

as autoridades ucranianas se muestran dispuestas a llevar el asunto del precio del gas ruso a los tribunales.

Sin embargo, los expertos consideran que incluso si Kíev consigue una revisión de los precios del contrato, no podrá comprar el gas a un precio más bajo, porque el no cumplimiento de los acuerdos acarreará la pérdida de las ventajas que se le ofrecen a Ucrania en la actualidad.

Los enfrentamientos verbales entre Rusia y Ucrania derivados del asunto en cuestión se hacen más intensos. En su entrevista del pasado 6 de septiembre al diario ruso “Kommersant” el presidente de Ucrania, Víktor Yanukóvich, manifestó que el mecanismo para estructurar el precio de gas del año 2009 es “por así decirlo, discutible, y no podemos aceptarla. Si vemos los precios reales, por ejemplo, en Alemania, resulta que estamos pagando cerca de 200 dólares más... Lo que suma para nuestro país entre 5.000 y 6.000 millones de dólares anuales”, señaló el presidente ucraniano, añadiendo que es el 20% del presupuesto nacional.

Yanukóvich declaró también “la postura de Rusia es absolutamente inaceptable y, si no cambia, nos dirigiremos al Tribunal internacional de arbitraje. Existe un sistema de tribunales internacionales, el Tribunal de Arbitraje de Estocolmo y la Corte Permanente de Arbitraje de La Haya”.

A modo de respuesta el presidente de Gazprom, Alexéi Miller, manifestó que “el Gobierno de Ucrania no está al tanto de los precios de gas ruso para consumidores ucranianos y los costes de tránsito. Los costos de tránsito a través de Ucrania son considerablemente más altos que en Alemania, Polonia y Eslovaquia. Los costos del tránsito de gas están vinculados al precio del gas y éste es bastante más bajo para los consumidores ucranianos que para los consumidores de Polonia, Hungría, Turquía y Rumanía”. Los contratos vigentes de Gazprom y Naftogaz sobre los suministros y el tránsito de gas corresponden con todos los requisitos del mercado de gas europeo, subrayó Alexéi Miller.

El consorcio de gas ruso ha manifestado en más de una ocasión que la posibilidad de revisión de precios del gas puede considerarse únicamente después de la fusión de Gazprom y Naftogaz. Ucrania, sin embargo, renuncia cualquier variante de fusión de las dos empresas. Para reducir riesgos, Rusia está construyendo dos gasoductos, el South Stream y el Nord Stream que no pasan por el territorio ucraniano.

“Ucrania es nuestro socio antiguo y tradicional”, señaló el pasado 6 de septiembre el primer ministro de Rusia, Vladimir Putin, quien asistió a la puesta en marcha del gasoducto Nord Stream.- Cualquier país, a través del cual se realiza el tránsito, inevitablemente cae en la tentación de aprovechar su situación. Pero a partir de ahora este derecho exclusivo de Ucrania desaparece. Nuestras relaciones irán adquiriendo un carácter cada vez más civilizado”, concluyó.

Y si el asunto acaba en los tribunales

Los expertos ofrecen una evaluación muy cautelosa de la perspectiva de un proceso de arbitraje internacional sobre el “asunto del gas”.

“Las autoridades ucranianas lo van prometiendo desde hace mucho tiempo, pero no acuden al Tribunal de Arbitraje de Estocolmo, porque entienden perfectamente que no tienen nada que hacer allí”, indicó al comentarista de RIA Novosti el Director del Fondo de seguridad energética nacional de Rusia, Konstantín Símonov. La declaración del presidente Yanukóvich de que el precio de 1.000 m3 de gas ruso es 200 dólares más alto para Ucrania que para Alemania parece absolutamente carente de sentido”.

En el tercer trimestre de 2011 el precio de 1.000 m3 de gas para Ucrania será de 354 dólares. “Según lo declarado por Yanukóvich, Alemania debería estarle comprando gas a Rusia por 154 dólares. Por supuesto, no es así, en la actualidad Alemania le compra gas a Rusia por 403 dólares”, asegura el experto. El precio de gas para Ucrania es unos 50 dólares más bajo que para Alemania y también incluye algo más de 40 dólares de pago por el tránsito desde la frontera de Rusia, explicó Konstantín Símonov.

“¿Qué argumentos ofrecerá Ucrania al Tribunal de Arbitraje de Estocolmo?, prosigue. En el año 2010 Kíev recibió un descuento del 30% sobre el precio del contrato y son 100 dólares menos por cada 1.000 m3”. Más aun, Rusia le perdonó el incumplimiento del contrato en 2009, cuando Ucrania no llegó a comprar volúmenes estipulados por el contrato. La penalización podría haber ascendido a 8.000 millones de dólares.

La investigadora del Instituto de estudios de los países de la CEI, Valentina Goidenko, también supone que Ucrania difícilmente ganaría en el Tribunal de Arbitraje, en caso de ser considerado el caso de una manera imparcial y objetiva. “Ucrania no tiene casi ningunos argumentos a su favor: en 2009 nadie ejerció presión en la entonces presidenta del Gobierno, Yulia Timoshenko y tenía todas las potestades necesarias. Víktor Yushenko que asumía el puesto del presidente de Ucrania estaba al tanto de los acuerdo que se firmaban”, señala.

El argumento de la reestructuración

Mientras tanto, el vicedirector del Instituto de estrategia energética, Alexéi Grómov, manifiesta que las perspectivas de un posible proceso judicial sobre la revisión de precios del gas podrían ser ambiguas. “Si no se hubiera producido la reestructuración de Naftogas, Ucrania no tendría ninguna posibilidad”, señaló en su entrevista a RIA Novosti. De modo que la reestructuración de Naftogaz es el único argumento que podría dar pie a la consideración de una posible suspensión del contrato. En Gazprom, a su vez, aseguran que ni siquiera la reestructuración de Naftogaz podría hacer cambiar los precios del contrato. Los derechos y las obligaciones de las partes serán transferidos a la empresa cesionaria.

Ha habido precedentes de la revisión de condiciones de contratos, señalan los expertos. Las empresas alemanas RWE, E.ON y la italiana Edison han solicitado la reducción de precios de contrato hasta el nivel de precios en la bolsa. “Gazprom aceptó cambiar la fórmula de formación del precio”, indica Konstantín Símonov.

En su entrevista el presidente Yanukóvich explicó lo que era, en la opinión de su país, un precio justo: el precio para Alemania del que han de descontarse los pagos por el tránsito. Lo que ocurre, es que incluso en caso de conseguir la revisión de las condiciones de contrato de 2009, Kíev no ganará casi nada por una serie de razones.

Podría no haber más descuentos

El precio inicial por 1.000 m3 de gas equivalente a 450 dólares, que está estipulado en el contrato de 2009 y que Ucrania intenta rebajar ahora, no es una cifra cualquiera. Otros países estaban comprando a un precio muy parecido; por ejemplo, en el cuarto trimestre del año 2008 el precio de 1.000 m3 de gas para Eslovaquia era de 470 dólares. “De ahí el precio de gas para Ucrania: 470 dólares menos 20 dólares de costes de tránsito”, explica Konstantín Símonov. Al calcularse el precio en 2009, se tomó como base el precio del gas ruso para Italia. “Es el mercado de derivados de petróleo más caro del mundo, señala Alexéi Grómov, es el precio de mercado, pero el más alto posible”.

Los expertos apoyan la idea de atar el precio del gas para Ucrania al precio del gas en la frontera con Alemania, deduciendo al mismo tiempo los costes del tránsito. “Si el precio del gas para Ucrania se hubiera calculado de acuerdo con el precio en la frontera con Alemania y no Italia, los ucranianos estarían pagando ahora cerca de 270 dólares por 1.000 m3 de gas, es decir, unos 100 dólares menos”, cree Alexei Grómov.

No obstante, este precio no incluye las tasas de exportación equivalentes en la actualidad al 30% del precio del producto. No se aplica a las exportaciones de gas a Ucrania, pero de aplicarse, equivaldría a los 100 dólares por 1.000 m3 de descuento que se le concede a Ucrania. Si la parte ucraniana opta por llevar el asunto a los tribunales, lo más probable es que Kíev acabe perdiendo este descuento que se le concedió a condición de que el contrato no sufriera modificación alguna, comenta Konstantín Símonov. “Ucrania insiste en que se le ofrezca un “precio justo”, pero al mismo tiempo considera obligatorio el descuento de 100 dólares por 1.000 m3”. Sin embargo, en el contrato de 2010 está claramente indicado que este descuento se le concede a Ucrania en caso de que sigan en pie los acuerdos del año 2009”, concluye el experto.

No existe un precio justo en el negocio de gas y petróleo, opina Konstantín Símonov, “este concepto es inventado por consumidores escasos de fondos para justificar sus quejas”, prosigue. “Si sumamos al precio de gas que, según Kíev, existe “para Alemania”, es decir, unos 270 dólares, las tasas de exportación de un 30%, el precio del gas par Ucrania difícilmente sufrirá una gran reducción”, indica Alexéi Grómov. En cualquier caso, la cifra será considerablemente mayor a los 230 dólares que tanto les gustaría pagar a la parte ucraniana.

Según los cálculos de Konstantín Símonov, al ser revisadas las condiciones del contrato “como si fuera para Alemania” y suprimido el descuento, el precio del gas para Ucrania podría ser de unos 370 dólares.

LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE RIA NOVOSTI

Carolina Soto - Sola otra vez (Crimea Music Fest) Ucrania

Rusia-Ucrania: grietas de la asociación estratégica

Moscú (PL) A punto de poner en marcha al gasoducto Torrente norte, Rusia se presenta con ventajas para discutir con Ucrania la cooperación gasífera, cuyas diferencias abren grietas en la asociación estratégica bilateral.

El primer ministro ruso, Vladimir Putin, inauguró la subestación Portavaya, en la frontera con Finlandia, para iniciar la llegada del gas a la tubería que pasa por el fondo del Mar Báltico y llega directamente a Alemania, sin intermediarios.

Tal paso pone en mejor posición a Moscú para negociar con Kiev las condiciones de compra-venta del gas y aleja las posibilidades del efecto de una guerra gasífera como las observadas en años anteriores, cuando la parte ucraniana cerró el grifo para el paso a Europa.

Hasta el momento, por el sistema de gasoductos ucraniano pasaba casi el 80 por ciento del volumen total del gas exportado por Rusia a Europa, pero ahora la situación cambia para ambas partes.

En Ucrania, la presión se inició con la apertura de un proceso contra la ex primera ministra Yulia Timoshenko por abuso de poder al firmar un acuerdo en enero de 2009 con Putin que causa grandes pérdidas al Estado.

Al respecto, el presidente ucraniano, Viktor Yanukovich, declaró al diario ruso Kommersant que su país pierde entre cinco y seis mil millones de dólares por las desfavorables condiciones que impuso el contrato firmado en 2009, efectivo por 10 años.

En una década, el estado ucraniano habrá perdido por la referida causa unos 60 mil millones de dólares, es decir, el 20 por ciento del presupuesto estatal, lo cual constituye un verdadero lastre para la economía del país, consideró.

Yanukovich expresó serias dudas sobre el mecanismo de formación de precios para la venta del gas ruso a su país.

En ese sentido, señaló que su nación pagaba más que otras europeas como Alemania, por ejemplo.

Pero el director ejecutivo del consorcio ruso Gazprom, Alexander Miller, recordó que existen contratos con la parte germana para el transporte del gas a otros estados de Europa, y Rusia es propietaria de varias redes de gasoductos en esa nación, a diferencia de Ucrania.

El Kremlin considera que Kiev debe definir posiciones y aclarar si esta dispuesto a ingresar a la Unión Aduanera, formada por Rusia, Kazajstán y Belarús, aunque Ucrania explica que le sería difícil, pues es un país que pertenece a la Organización Mundial de Comercio (OMC).

Yanukovich declaró recientemente que Kiev tenía como uno de sus objetivos prioritarios la unidad con el resto de Europa, sin perder sus vínculos con Rusia, con la cual mantiene un intercambio comercial de casi 50 mil millones de dólares.

Analistas locales consideran que el diferendo en torno a los precios del gas se agravó, sobre todo, después que el presidente ucraniano no definió una posición completamente a favor de su cooperación con Rusia en sus perspectivas de política comercial.

Cabe recordar que en mayo pasado, Yanukovich y su similar ruso, Dmitri Medvedev, firmaron un apresurado acuerdo para la rebaja de 100 dólares por cada mil metros cúbicos en el precio del gas vendido a Ucrania, lo cual fue calificado por Moscú de subsidio.

Paralelo a ello, Kiev autorizó la estancia por casi otro medio siglo de la flota rusa del Mar Negro en la base naval de Sevastopol.

Sin embargo, la parte ucraniana destaca que desde los cerca de 97 dólares por cada mil metros cúbicos establecidos para inicios de 2007, la tarifa del gas creció vertiginosamente, según la fórmula del acuerdo de 2009 y este año concluye a más de 350 dólares.

Para el año próximo la referida cifra deberá situarse en unos 400 dólares por cada mil metros cúbicos, mientras el precio del tránsito de mil metros cúbicos por cada 100 kilómetros de gasoducto quedó casi congelado, al contrario de naciones como Polonia, señalan expertos.

En ese sentido, la prensa rusa señala que Polonia, Turquía, Hungría y Rumania, entre otros, pagan iguales o mayores tarifas que Ucrania.

Para que Kiev acceda a algún tipo de descuentos, Moscú sugiere la fusión de Gazprom con la ucraniana Naftogaz o la entrada de su vecino a la Unión Aduanera. Kiev no admite ninguna de las dos variantes.

Al mismo tiempo, el gobierno ucraniano pone en práctica un ambicioso plan de modernización de sus minas de carbón para elevar la producción de ese material combustible y con ello reducir en tres veces la compra de gas a Rusia.

Para este año, Ucrania debía comprar 30 mil millones de metros cúbicos, pero apenas llegará a los 20 mil millones después de las referidas reducciones. Moscú recuerda que para el incumplimiento de los volúmenes de compras también se prevén sanciones.

El ministro ruso del Exterior, Serguei Lavrov, se pronunció por el respeto de Ucrania a todas sus obligaciones internacionales, tras reunirse con su similar del país vecino, Konstantin Grischenko.

Además, Miller advirtió a Kiev que es libre de hacer o reorganizar a la compañía Naftogaz como le plazca, pero el contrato de 2009 aclara que la parte ucraniana siempre deberá nombrar una nueva compañía heredera que asume los compromisos contraídos hace dos años.

De su lado, el primer ministro ucraniano, Nicolai Azarov, aclaró que nadie podía esperar una llamada guerra del gas entre Ucrania y su socio estratégico ruso, como ocurrió en épocas anteriores.

Pero Azarov reiteró las preocupaciones sobre la presión económica que ejerce la existencia de altos precios para el gas en el bienestar del ciudadano de la ex república soviética.

Los reclamos de Ucrania, que como país miembro de la OMC aclara sus posibles contradicciones con la entrada en la Unión Aduanera, están dados en parte por las propias acciones de naciones de la UE.

Según el diario Nezavisimaya Gazeta, algunos estados europeos discutieron en los tribunales las condiciones de los acuerdos firmados con Rusia al señalar que en épocas de crisis es diferente la posibilidad de pago y las necesidades del consumo de gas ruso.

Kiev esperaba el apoyo de la UE, pero el proceso abierto contra la prooccidental y una de los héroes de la llamada Revolución naranja, la ex primera ministra Yulia Timoshenko, precisamente por abuso de poder al firmar el acuerdo de 2009, tuvo un efecto contrario.

El caso de Timoshenko es visto en Europa como un abuso de la justicia ucraniana por lo que Ucrania ahora debe lidiar con las críticas de sus vecinos occidentales y la intransigencia rusa para negociar el acuerdo firmado hace tres años.

De acuerdo con Lavrov, su país esta dispuesto a llevar el caso, si fuera necesario, a un tribunal internacional, un asunto que está lejos de reducir la recién abierta grieta en las relaciones estratégicas ruso-ucranianas.

* Corresponsal de Prensa Latina en Rusia.