sábado, 24 de abril de 2010

Miles de ucranianos denuncian acuerdo con Rusia sobre flota en el mar Negro

Miles de ucranianos protestaron el sábado frente a la sede del Parlamento en Kiev contra el acuerdo que autoriza la permanencia de la flota rusa en Crimea, sobre el mar Negro ucraniano, hasta 2042.

Entre los manifestantes había partidarios de la oposición prooccidental e independientes, que enarbolaban banderas nacionales y pancartas con consignas tales como "¡Fuera la flota rusa del Mar Negro!" y "No a la destrucción de la soberanía nacional".

El presidente ucraniano, Viktor Yanukovich, que asumió el cargo en febrero, y su homólogo ruso, Dimitri Medvedev, firmaron el miércoles pasado un acuerdo que prorroga 25 años el alquiler de la base donde estaciona la flota rusa en Crimea, que vencía en 2017.

A cambio, Medvedev anunció una rebaja de 30% de los precios del gas ruso vendido a Ucrania, un país que está saliendo a duras penas de la recesión, tras haber sufrido en 2009 una caída de 15% de su Producto Interno Bruto (PIB).

La flota rusa del mar Negro, basada en Sebastopol tras un acuerdo firmado por Rusia y Ucrania en 1997 por 20 años, provocaba tensiones de forma recurrente entre Kiev y Moscú.

Ucrania fue una república soviética hasta la disolución de la URSS en 1991.

El Kremlin estima que dejará de percibir hasta 4.000 millones de dólares por el descuento de gas a Ucrania

El ministro ruso de Finanzas, Alexei Kudrin, estimó hoy que el presupuesto federal podría dejar de recibir hasta 4.000 millones de dólares (casi 2.900 millones de euros) por la venta del gas a Ucrania a precios descontados.

El coste "será de entre tres y cuatro mil millones de dólares, en función del volumen del suministro", declaró Kudrin en los aledaños de la cumbre financiera del G20 a la agencia oficial de noticias rusa, RIA Novosti.

Kudrin agregó que el Gobierno planea compensar estas pérdidas básicamente "gracias a los precios petroleros, en caso de que suban, y un mayor crecimiento económico" que, a su juicio, podría alcanzar el 4%.

En definitiva, Rusia descontará a Ucrania un 30% sobre el coste total de suministro del gas, según el acuerdo que los respectivos presidentes, Dimitri Medvédev y Víctor Yanukóvich, lograron esta semana en Járkov. El descuento, que según la agencia no excederá en ningún caso los 100 dólares por cada mil metros cúbicos, se aplicará a un volumen de hasta 30.000 millones de metros cúbicos en 2010, y hasta 40.000 millones de metros cúbicos en los años siguientes

NATASHA YAROVENKO, ACTRIZ «Os creéis que todas las rusas son putas»

Habla castellano, inglés, italiano, ruso y ucraniano, «que es distinto del ruso, como el catalán del castellano». Natasha Yarovenko nació en Odessa, actual Ucrania, en 1981. Licenciada en Filología ruso-inglesa, en la universidad de su ciudad natal, llegó a España hace diez años y ha trabajado como modelo y actriz en teleseries. Su primera película, 'Diario de una ninfómana', ya presagiaba la carga erótica de 'Habitación en Roma', donde aparece desnuda la mayor parte del metraje.
Julio Medem, que ayer recibió el Premio Retrospectiva del Festival de Málaga y anuló todas sus entrevistas por un ataque de ansiedad, necesitaba a una actriz desconocida para emparejarla con Elena Anaya en una historia que se pretende arrebatadoramente pasional y romántica. Aplaudida en Málaga aunque con
«Os creéis que todas las rusas son putas»
-Nació en Odessa.
-Una ciudad maravillosa, la tercera más famosa de la Unión Soviética después de Moscú y San Petersburgo. Es lo contrario de las otras dos: sol, playa y gente alegre y muy abierta. En Odessa puedes hablar con cualquiera, todos tienen un sentido del humor muy especial. Hay una mezcla de judíos, rusos, árabes, griegos... Es casi mediterránea, fue fundada por italianos y el primer gobernador era francés. Durante la URSS hubo un estudio cinematográfico muy importante.
-¿Y por qué acaba en España?
-Nunca pensé que me iba a mover de Odessa. Hace diez años vine con mi familia. Me encanta viajar y adaptarme a otros sitios, podía hacerlo en Nueva York o en la India. Todos los sitios te aportan cosas. Aunque me es muy difícil moverme de España, aquí se vive muy bien. Me encanta la gente, y eso que la situación económica se palpa en al ambiente, está todo el mundo abrumado. En Ucrania, como siempre vivimos en crisis... A pesar de todo, sabéis disfrutar la vida, vivir filosóficamente.
Unión de mujeres
-¿Saltará a otra parte?
-No. Viajo mucho por placer y trabajo. Vivo entre Madrid y Barcelona. Pasé meses en Los Ángeles haciendo 'castings', y sólo aguantaría allí si el proyecto es muy bueno. Todas mis células son españolas, porque sabes que se renuevan cada siete años. Ya no me queda una célula ucraniana en mi cuerpo.
-Dice que no aceptaría una escena de desnudo gratuita.
-Exacto. Cuando leí el guión de 'Habitación en Roma' me dio miedo. Pensaba ¿por qué a mí? Pero conociendo muy bien la filmografía de Julio Medem no podía esperar algo feo, sabía que iba a ser arte. Quería confiar en él, y cuando me lo presentaron fue como si le conociera de siempre. Me contó el guión página por página, aparecían imágenes llenas de poesía y sensibilidad. Me enamoré del proyecto y de los personajes.
-Ese grado de complicidad con Elena Anaya, ¿hubiera sido más complicado con un actor?
-Que fuésemos dos mujeres nos unía todavía más, las dos estábamos en la misma situación, desnudas. Con un hombre me hubiera dado más corte. A nivel interpretativo, cuando te desnudas emocionalmente la desnudez física no importa. Además, es un estado natural del ser humano, después la sociedad ha creado unos tabús.
Generación atrevida
-¿Somos más pudorosos los españoles que los ucranianos?
-No, no. En Ucrania la gente es más conservadora todavía. La nueva generación es más atrevida y desenvuelta. Yo soy la persona más pudorosa del mundo. Me cuesta hasta creer lo que he hecho. Cuando estaba dentro del personaje resultaba natural y sensual. Después de hacer el amor no te vas a vestir, ¿no?
-¿Qué imagen tenemos los españoles de las mujeres rusas?
-Principalmente, por los papeles que me han ofrecido, nos veis como putas y emigrantes. Cada vez que hay una rusa en el cine es puta. Y no es así. Mi primer trabajo de actriz fue una 'tv-movie' en Cataluña sobre el tráfico de mujeres. Una realidad muy triste. Yo antes pensaba que una prostituta era una mujer que quería serlo. Y descubrí que hay medio millón de mujeres en Europa engañadas y sometidas, a las que retienen los pasaportes, violan y pegan. Medio millón de familias rotas. Esta visión de las mujeres del Este que tenéis... Ser mona no significa ser puta. Muchas chicas vienen en busca de un futuro mejor, porque la vida en Rusia es muy dura.
-¿En todas las ciudades?
-En todas, excepto en Moscú y San Petersburgo, donde hay muchas oportunidades, los salarios son altos y la vida es cara. En el resto del país no se invierte en mejorar las condiciones de vida. Estas pobres chicas, muchas de ellas licenciadas, sólo intentan salir adelante.

Adamuz: «Dejó los patines y se fue»

DAMUZ. Más de un familiar se esperaba lo que sucedió el pasado día 13, cuando K. J. podría haber decidido abandonar a su familia de Adamuz para emprender una aventura de la mano de su novio, un varón de 21 años que dejó su tierra en Ecuador para buscar suerte en España.
Ahora el camino parece que ha sido a la inversa. Un día antes de su fuga, la menor, de 14 años, disfrutaba jugando con unos patines, que le había regalado su madre de acogida. «Quién nos iba a decir que al día siguiente ya no estaría aquí», afirma ésta.
No dijo nada a nadie, no dejó señales ni escritos sobre su paradero. Cogió su pasaporte y desapareció buscando un destino diferente. Y es que, la niña «siempre ha sido un bichillo», como asegura una de sus tías, que ayer, junto a su hija, acompañaban durante toda la jornada a la madre de la menor, que, con mucho decoro y disposición, trataba de corresponder las preguntas sobre su hija.
La madre confirmó que su hija «ha llamado diciéndonos que está bien, pero no es suficiente, porque cualquiera sabe en qué condiciones y con quién está». Por eso, tras la denuncia presentada ante la Guardia Civil, existe una orden internacional de búsqueda, que centra sus investigaciones en Ecuador.
Desde que K. J. llegó a Adamuz desde su país natal, Ucrania, cuando tenía siete años, siempre se ha mostrado muy inquieta, desconcertante y con un carácter difícil. «Su personalidad está muy por encima de las niñas de su edad», hasta tal punto que «le ha dificultado conservar sus amigas», como dice una de sus primas. Su trayectoria estudiantil no fructificaba.
Ahora la angustia en torno a su paradero se ha apoderado del hogar sito en la calle Puerta de la Villa, desde donde K. J. prefirió bajarse de los patines para emprender un viaje que, como su madre adoptiva y familia esperan, pronto tenga feliz retorno.