domingo, 8 de febrero de 2009

Duelo verbal entre Barroso y Putin en la cumbre europea con Rusia

No siempre la buena voluntad de avanzar hacia el futuro puede salvar los socavones del pasado. La UE y Rusia se volvieron a enfrentar abiertamente en su campo de batalla más frecuentado: el respeto a las libertades fundamentales y el Estado de Derecho.

La Comisión Europea desplazó este viernes hasta Moscú una destacada delegación de nueve comisarios, encabezada por su propio presidente José Manuel Durao Barroso, para intentar restaurar la confianza y preparar juntos respuestas a la crisis económica. Pero los rescoldos del conflicto de Georgia, el corte de gas a Ucrania y el reciente asesinato de dos activistas en la capital rusa dejaron las llamadas a la colaboración en pura retórica.

"Reglas para todos"

"Los derechos humanos y el Estado de Derecho son más importantes que la diplomacia entre los países", defendió Barroso, para quien la relación "madura" que mantienen Bruselas y Moscú les permite tratar todos los temas, también "los más sensibles".

El ahora primer ministro del Gobierno ruso, Vladimir Putin, respondió que están dispuestos a discutir "cualquier tema, cualquier problema" pero que se deben incluir los que también salpican a Europa. "Las reglas deben ser las mismas para todos", y recordó los problemas de las minorías de habla rusa en las repúblicas bálticas, la independencia de Kosovo o la necesidad de negociar una nueva carta de la energía "más justa".

Barroso se encargó de poner voz a la "preocupación de la opinión pública europea" por acontecimientos recientes, como la muerte del abogado activista de derechos humanos Stanislav Markelov y la periodista Anastasia Baburova a cargo de un pistolero a plena luz del día en el centro de Moscú. Este tema ya había sido tratado con el presidente Dmitri Medvédev, pero, en ausencia del líder del Kremlin, Putin aprovechó para dejar clara con firmeza la postura rusa .El jefe del colegio de comisarios intentó rebajar un poco el tonoseñalando a Rusia como "el vecino más importante de la UE".

Pero estas buenas palabras no ocultaron las discrepancias. Éstas incluyen también los elevados aranceles rusos a algunos productos europeos, como el acero o los automóviles. Más sonora es la guerra de los gaseoductos, que enfrenta a Nabucco, el proyecto apoyado por la Comisión para reducir la dependencia de Rusia, con las otras dos rutas que intenta abrir Moscú para atar más al viejo continente. 

Buque ucraniano dejado en libertad por piratas se dirige a Kenia

NAIROBI, Kenia (AP) - Un buque ucraniano con una carga de tanques y otro armamento pesado partió el sábado hacia Kenia con una escolta naval estadounidense, dejando la costa somalí donde piratas lo retuvieron por más de cuatro meses.

MV Faina se dirigía al puerto de Mombasa, dijo el dueño del barco, Vadim Alperin, en una declaración colocada en un sitio marítimo ruso en la internet. Estaba siendo acompañado por el destructor USS Mason, y comandos de la infantería de marina de Estados Unidos estaban a bordo del Faina para proveer seguridad, dijo.

La comandante Jane Campbell, portavoz de la 5ta flota de la armada estadounidense, confirmó que su navío estaba escoltando al Faina, pero no dio detalles.

La armada ha estado observando al Faina desde su captura el 25 de septiembre por piratas somalíes para asegurarse de que su cargamento de tanques y armas no cae en manos de milicias islámicas somalíes que se piensa están vinculadas con al-Qaida. El Faina y sus 20 tripulantes fue dejado en libertad el jueves luego que los piratas recibiesen por aire un rescate de 3,2 millones de dólares.El barco comenzó a moverse el viernes por la noche luego que recibiese combustible del remolcador estadounidense USS Catawba y los tripulantes encendiesen un generador diesel, encendiesen los sistemas de navegación y otros equipos y la principal turbina, dijo la declaración. Agregó que la tripulación había recibido alimentos y agua para cinco días, además de sábanas limpias.

"Estamos en camino. El Faina se dirige a Mombasa", dijo el capitán Viktor Nikolski a la Associated Press vía teléfono por satélite. Previamente, el capitán estimó que el viaje duraría unos cuatro días.

"La tripulación está bien y deseosa de regresar a casa", dijo Alperin en una declaración separada el sábado.

Representantes de la armada estadounidense y tripulantes del Faina inspeccionaron la carga, de acuerdo con el dueño del barco y la vocera de la armada.

"Sabemos que ninguno de los tanques fue descargado", dijo Campbell. EL dueño del barco dijo que la carga estaba intacta.

Existen disputas sobre quién es dueño de la carga. Diplomáticos dijeron que estaba destinada al sur de Sudán, algo que ha negado esa región autónoma. El gobierno keniano insiste en que la carga es para Kenia.

Tratar con una Rusia agitada

Rusia ha perdido un imperio y todavía no ha encontrado su papel. Ahora que nos acercamos al vigésimo aniversario de la caída del muro de Berlín, deberíamos volver a rendir tributo al hecho de que una superpotencia nuclear renunció a su vasto imperio continental sin que prácticamente se disparara ni un tiro. Por desgracia, aunque no es de extrañar, hay muchos rusos que lamentan desde entonces ese acto de magnanimidad histórica.

        Rusia

        Rusia

        A FONDO

        Capital:
        Moscú.
        Gobierno:
        República.
        Población:
        140,702,094 (est. 2008)

      La noticia en otros webs

      En Davos había un Putin desafiante en público y a la defensiva en privado; tiene motivos para estar preocupado

      La UE tiene una actitud débil e hipócrita respecto a Rusia. Si yo estuviera en el Kremlin también me burlaría de ella

      El nuevo papel de Rusia es algo que los rusos deben descubrir por sí mismos. Tardarán en hacerlo. En el Reino Unido, el país para el que se inventó la frase "perdió un imperio y todavía no ha encontrado su papel", el proceso de redefinición nacional posimperial ha durado medio siglo, y todavía no ha terminado.

      Sería increíblemente torpe suponer que la mezcla de capitalismo autoritario y política agresiva de gran potencia decimonónica que hemos visto con Vladímir Putin es el punto final de la historia rusa. El Putin al que vi en el Foro Económico Mundial de Davos, la semana pasada, era un Putin desafiante y, a la vez, defensivo: en público se vanagloriaba del declive de la hegemonía estadounidense y en privado suplicaba más inversiones extranjeras en Rusia. Con una población que se manifiesta en la calle, una Bolsa que ha perdido más del 70% de su valor y unas reservas de divisa extranjera que disminuyen a toda mecha, tiene motivos para estar preocupado. El capitalismo autoritario con aires de gran potencia ya no parece tan estupendo. Pero veremos muchos más giros y sorpresas antes de que Rusia alcance una situación semiestable.

      Lo que podemos o debemos hacer para influir en la evolución interna de Rusia es relativamente poco. La soberanía, en el siglo XXI, no es ilimitada, ni de hecho ni de derecho, pero sigue siendo un principio y una realidad importantes. Son los rusos quienes deben decidir hacia dónde irá Rusia. Sin embargo, aunque el drama posimperial se representa dentro de las fronteras rusas, y durará, no meses, sino decenios, en el resto de Europa tenemos todo el derecho a proteger nuestros intereses vitales y todos los motivos para hacerlo. Entre esos intereses no sólo está el de garantizar el abastecimiento de energía a los Estados miembros de la UE, sino también asegurar las fronteras internacionales, respetar la soberanía de incluso los Estados más pequeños y comprometernos a la resolución no violenta de las disputas.

      La Rusia de Putin no ha respetado esos principios e intereses. Gran parte de la élite de política exterior rusa considera que la Unión Europea es una especie de anacronismo transitorio y posmoderno, un resto de finales del siglo XX, con defectos de principio y débil en la práctica. Los factores importantes tanto en el siglo XIX como en el XXI, dicen, son la fuerza y la determinación de las grandes potencias. Por eso Rusia ha tratado de restaurar el dominio sobre sus vecinos por las buenas o por las malas: enviando tropas (como en agosto, a la ex república soviética de Georgia) o apagando el gas (como en enero, en su disputa con la ex república soviética de Ucrania).

      En este aspecto de la soberanía, lo que vale para Rusia debe valer también para Georgia y Ucrania. Un Estado no puede pretender que es coherente si insiste en que se respete plenamente su soberanía pero viola la soberanía de otros cuando decide que es necesario. Me dirán ustedes: "¿No es eso lo que hizo Estados Unidos con Bush?". A lo que responderé: exacto. Estuvo mal que lo hiciera Estados Unidos con Bush y está mal que lo haga la Rusia de Putin. Ahora, Barack Obama está modificando la estrategia norteamericana, y el nuevo presidente ruso Dmitri Medvédev debería hacer lo mismo. Pero no parece probable que Rusia vaya a modificar su conducta exterior mientras el resto de Europa no fije límites claros y cambie la estructura de incentivos. ¿Qué razones tiene Moscú para cambiar de rumbo mientras la Unión Europea siga teniendo una actitud tan débil, dividida e hipócrita respecto a Rusia como la que ha tenido en los últimos 10 años? Si yo estuviera en el Kremlin, también me burlaría de la UE.

      Y que quede clara una cosa: esto es asunto de Europa. El presidente Obama tiene muchas otras cosas de las que ocuparse. Necesita a Rusia para la diplomacia nuclear en relación con Irán. El plan del Gobierno de Bush de establecer una defensa antimisiles en Polonia y la República Checa es una distracción irrelevante que habría que abandonar. Y, por ahora, la Administración de Obama va a dejar aparcada, con razón, la ampliación de la OTAN a Ucrania y Georgia.

      No habrá política exterior europea mientras no haya una política europea respecto a Rusia. No habrá política europea respecto a Rusia mientras no tengamos una política energética europea y una estrategia europea para Ucrania. En el frente energético, dos documentos recientes -uno redactado para el Centro para la Reforma Europea (cer.org.uk) por el economista de la energía de la Universidad de Oxford Dieter Helm y el otro por Pierre Noël, del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores (ecfr.eu)- identifican varias medidas fundamentales. Entre ellas, una red conjunta europea de gas y electricidad; un mercado único europeo del gas; más almacenamiento estratégico de gas; y el gasoducto Nabucco, que ofrezca una ruta alternativa hacia Europa para el gas del Caspio. La clase política de Ucrania, dividida, ineficaz y corrupta, es la peor enemiga de sí misma, pero la UE tampoco ha demostrado tener ninguna voluntad política seria de ofrecer a Ucrania una perspectiva lejana de incorporación, con avances más concretos mientras tanto.

      Quiero afirmar categóricamente que ésta no es una receta en contra de Rusia. En contra de Putin, sí; pero Putin no es Rusia. En Moscú hay gente, aunque es verdad que por ahora es una pequeña minoría, que reconoce que un entorno internacional claro, estable y respetuoso con la ley sería positivo para la evolución a largo plazo de Rusia como nación-Estado próspera y democrática. Esa minoría crecerá si el entorno evoluciona. Las buenas vallas también hacen buenos vecinos.

      Ahora bien, la creación de esa política europea depende sobre todo de la potencia central de Europa: Alemania. El ministro alemán de Exteriores, el socialdemócrata Frank-Walter Steinmeier, ha mantenido la relación especial y realista con Rusia que se inició bajo el canciller Gerhard Schröder. Su estrategia de "Moscú primero" se ha apoyado en la relación corporativa entre los gigantes energéticos de los dos países, E.ON, Ruhrgas y Gazprom. La canciller cristianodemócrata, Angela Merkel, que habla ruso y creció en Alemania Oriental, es partidaria de un enfoque más escéptico y matizado, que establezca un equilibrio entre los intereses nacionales alemanes y la solidaridad y los valores europeos. Tal vez ahora la estrategia alemana está variando ligeramente en ese sentido, por el impacto de dos crisis, la de Georgia y la del gas. Será interesante ver qué tienen que decir los representantes alemanes en la Conferencia de Seguridad de Múnich que se celebra, como todos los años, este fin de semana, y cuya sesión plenaria lleva el intrigante título de La OTAN, Rusia, el gas natural y Oriente Próximo.

      No es la primera vez que el futuro de Europa en general depende de la dirección que tome la ostpolitik alemana. Yo pasé muchos años, más de los que me gustaría recordar, dedicado al estudio y la disección de la ostpolitik, con el resultado final de una monografía titulada In Europe's Name; ahora, al repasar esa historia, observo una curiosa inversión de papeles. Hace 40 años, cuando Willy Brandt puso en marcha una versión de ostpolitik que contribuyó de manera significativa a la caída del muro de Berlín y el fin del imperio comunista ruso, él y sus colegas suponían que la clave para lograr una evolución positiva a largo plazo en una Berlín dividida residía en un cambio de política por parte de Moscú. Hoy, la clave para una evolución positiva a largo plazo en una Moscú dividida reside en un cambio de política en Berlín. -

      www.timothygartonash.com Traducción de María Luisa Rodríguez Tapia

      Clases en ucraniano para conservar intactas las raíces

      Desde que comenzó el curso escolar las mañanas de los sábados en el colegio Eduardo Ocón, en Huelin, también están abiertas al aprendizaje. Un grupo de entre 55 y 60 niños ucranianos de todas las edades, desde cinco hasta 16 años, asisten a clases en su lengua materna. Y lo hacen con un doble objetivo, preservar sus raíces y cursar estudios reglados que serán reconocidos con un título oficial del Ministerio de Educación de su país de origen. Estas clases, promovidas por la Asociación de Ucranianos de Málaga, también acogen a futuros padres adoptantes y a familias con niños en acogida a los que se les ofrece nociones básicas del idioma.

      Conocimiento del medio, Matemáticas, Historia de Ucrania y hasta Inglés, sin olvidar Gramática. Todo se imparte en ucraniano, desde el primer saludo hasta la despedida. Los alumnos, atentos, vuelven a dar algunos de los contenidos que ya aprendieron en sus respectivos centros en Málaga. Pero también hay aportaciones nuevas. "Les decimos que si no conocen su historia no podrán construir un buen futuro", comenta la presidenta de la asociación, Susana Voychyshyna.

      De ella misma y de un grupo de madres ucranianas surgió la idea de estas clases hace unos tres años y medio. "Empezamos con cuatro niños y nos reuníamos en los locales sociales de Cristo Rey, los domingos después de nuestra misa", explica Susana. Pero vieron que eran necesarias más horas, más dedicación y hablaron con Miguel Mellado, director del Eduardo Ocón, "que nos abrió las puertas sin problemas". Ahora ya son seis grupos de unos diez alumnos cada uno y cuentan con siete profesoras que se dividen por niveles. Las clases son de 10:00 a 14:00 y a ellas vienen niños de toda la provincia. A media mañana, en el descanso, corretean por el patio.

      Katerina Kostromina tiene 16 años y lleva casi dos en Málaga. Aunque aún tiene dificultades con el español, se ha integrado a la perfección en su centro Isaac Peral. "Me gusta mi lengua y estudiar las asignaturas en ucraniano", asegura. La misma opinión comparte Julia Voychyshyna, la hija de Susana. Ella es alumna del Eduardo Ocón. "En casa hablamos en ucraniano y vemos películas en ruso, pero me gusta estar con compañeras que hablen mi idioma", comenta tímidamente Julia, que echa mucho de menos la nieve de su país, sobre todo en Navidad. A Yolanda, que lleva cuatro años en España, casi se le ha olvidado hablar ucraniano y por eso está inscrita en el programa.

      Natalia Petrunyak es la directora del grupo de profesorado. "Se imparte la misma enseñanza oficial de Ucrania y estos estudios se convalidan si vuelven al país". La experiencia implantada en este centro parece tremendamente positiva y está abierta a todo el que lo desee, sea ucraniano o no. "La verdad es que suelen ser alumnos que ponen mucho interés y un gran esfuerzo por aprender, son aplicados y traen una educación muy importante desde casa", confiesa orgulloso Miguel Mellado.

      Y como no todo está en los libros, las profesoras también se encargan de profundizar en las costumbres y tradiciones del país. Traen dulces típicos, enseñan bailes regionales, celebran las fiestas patronales y cantan canciones populares. Un trocito de Ucrania se queda cada sábado en Huelin. 

      Ucrania reitera deseo de ingresar a la OTAN

      La primera ministra ucraniana, Julia Timoschenko reiteró hoy, en la Conferencia de Seguridad de Múnich, el deseo de su país de ingresar a la OTAN.

      "Quiero que Ucrania forme parte de la arquitectura de seguridad europea", dijo Timoschenko, reseñó Efe.

      La OTAN ha manifestado a Ucrania, al igual que a Georgia, la disposición de darles cabida en la organización pero no ha fijado una fecha para el ingreso.

      Estados Unidos se ha pronunciado a favor de un rápido ingreso de los dos países, pero otros países de la Alianza han mostrado resistencia, entre ellos Alemania y Francia.

      Timoschenko admitió en Múnich que en su país la población está dividida con respecto a un posible ingreso a la OTAN.

      Con respecto a Georgia, los conflictos con movimientos independentistas, que llevaron el año pasado a una guerra con Rusia, son vistos como un problema para el ingreso por parte de algunos europeos.