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... primer semestre de este año, ya que se podría firmar un acuerdo de libre comercio entre ambas zonas y atraer un mayor número de inversores extranjeros. ...
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Kiev, 11 de enero, RIA Novosti. El candidato independiente a la presidencia de Ucrania, Serguei Tiguipko, propuso privatizar la red de gasoductos nacionales que trasiegan gas desde Rusia hasta Europa, asegurando a empresas ucranianas el control del tránsito de este combustible, con la participación compañías rusas y europeas, reveló la página web del candidato.
"Una privatización sensata del sistema de transporte de gas, con la cartera de control en manos nacionales y las demás participaciones repartidas entre Gazprom y empresas europeas, garantizaría que el suministro del carburante ruso a Europa siga siendo un negocio", propuso Tiguipko en un comunicado difundido en Internet.
El aspirante al máximo cargo público de Ucrania recordó que Rusia se empeña en promover la construcción de gasoductos como North Stream o South Stream, para evitar el paso de su carburante por el territorio ucraniano.
Según Tiguipko, el gigante ruso Gazprom ha contratado a personalidades de prestigio para defender sus intereses en Europa. Así, el ex canciller alemán, Gerhard Schroeder, está al frente del proyecto North Stream, mientras el actual presidente de Croacia, Stepan Mesic, se prepara para encabezar próximamente la empresa encargada de construir el tramo croata del gasoductoSouth Stream.
Actualmente, el sistema ucraniano de transporte de gas constituye la principal ruta por la que el carburante ruso llega hasta consumidores europeos. A principios de 2000, Kiev y Moscú negociaron la posible creación de un consorcio conjunto para la gestión del sistema, un proyecto que se suspendió con la llegada al poder del actual presidente ucraniano, Víctor Yuschenko.
Recientemente, el candidato favorito en la maratón electoral ucraniana, el líder del opositor Partido de las Regiones, Víctor Yanukovich, se pronunció a favor de reanudar ese proyecto.
Según datos de los últimos sondeos, Serguei Tiguipko, empresario, ex jefe del Banco Nacional y uno de los hombres más ricos de Ucrania, podría asegurarse el tercer puesto en la primera ronda de las elecciones presidenciales que se celebrarán en Ucrania el próximo 17 de enero.
Viejo Condor
Los niveles de almacenamiento son superiores a los del año pasado", constató el Grupo de Coordinación del Gas -formado por representantes nacionales, de la CE, de la industria y de los consumidores- que también se mostró satisfecho con la capacidad de los proveedores de asegurar un suministro de gas sin interrupciones.
En su primera reunión del año, los expertos analizaron los riesgos de que se repita la crisis que el año pasado afectó al suministro de varios Estados miembros a raíz de una disputa comercial entre Rusia y Ucrania, principal proveedor y territorio de tránsito del gas que importa la Unión Europea (UE), respectivamente.
Asimismo, acordaron las prioridades a seguir en 2010 y fijaron su próximo encuentro para el 15 de febrero
Un hombre en una parada de autobús de Kiev entre carteles del presidente Yushchenko.REUTERS
Se vende: mi voto en las elecciones de Ucrania del domingo. Entre 300 y 500 hryvnias (entre 25 y 43 euros). Puedo reunir a otros que quieren venderlos.
Varias ofertas de este tipo han aparecido en Internet colgadas por ciudadanos desencantados en la ex répública soviética por la deriva que ha tomado su país, que se prepara para celebrar unas elecciones decisivas el próximo 17 de enero.
"No creo que nuestra democracia y por eso estoy vendiendo el voto en las elecciones. Tal vez haya otros diez votos a la venta. Lo único que hay que discutir es el precio", dice un anuncio en Internet colgado en Lviv, al oeste de Ucrania.
Los servicios de seguridad no han comentado la iniciativa pero la comisión central electoral ha advertido que comprar votos es ilegal y está sujeto a investigación crimina. No parece, sin embargo, que sea ilegal vender el voto.
"Me es completamente indiferente quien gane. Hay tres votos a la venta -dos en Kieva, uno en Bila tserkya", dice otro anuncio colgado en Kiev.
Algunos de estos ofrecimientos incluye solo una dirección de correo electrónico. Otros incluso un número de teléfono.
Según una encuesta realizada por el grupo Iniciativa Democrática, al menos el 2% de los encuestados querían vender su voto a cualquier precio y el 6% lo haría si el precio es bueno. Solo el 76% declaraba que no lo vendería bajo ninguna circunstancia.
Vadim, de 25 años, es uno de los que ha puesto este tipo de anuncios. "La política de Ucrania no me interesa en absoluto. No me interesa quién sea el presidente, no soy un patriota", ha declarado a Reuters tras anunciar que ha recibido varias ofertas.
"Esto es un reflejo del disgusto y de la creciente actitud cínica de los votantes hacia la política y los políticos", comenta en analista político Volodymir Fesenko.
"Los ucranianos no confían en la mayoría de los candidatos", ha añadido.
Mientras tanto, no se espera que ninguno de los candidatos logre una mayoría suficiente para no tener que acudir a la segunda vuelta el próximo 7 de febrero. Mientras el actual presidente y líder de la revolución naranja, Viktor Yushchenko no cuenta apenas con opciones de repetir, su antiguo rival prorruso, Viktor Yanukovich y la primer ministra, Yulia Tymoshenko, son los favoritos.
"Hoy, el tribunal de apelación de Kiev comenzó la vista preliminar del expediente penal sobre el hecho de la hambruna de los años 1932-1933 en Ucrania interpuesto por el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU)", informó la agencia ucraniana UNIAN.
Entre los acusados en el proceso figura el propio Stalin y otros dirigentes de la Unión Soviética, a los que el SBU considera responsables directos de la hambruna que sesgó la vida de millones de ucranianos.
Según la legislación ucraniana, los tribunales no pueden dictar sentencias contra personas ya fallecidas.
No obstante, el jefe del SBU, Valentín Nalivaichenko, considera que el proceso judicial, en caso de que se pronunciara un veredicto condenatorio, sí podría sentar precedente al no reconocer "el plazo de prescripción de los crímenes contra la humanidad".
En mayo de 2009 el SBU abrió un proceso de investigación sobre la hambruna estalinista, episodio histórico conocido en Ucrania como Holodomor, a lo que se opone terminantemente Rusia, el Estado que sucedió a la URSS.
La investigación alude a "la creación artificial por parte de los bolcheviques de un régimen de hambruna que condujo al exterminio masivo de la población civil".
"Nos piden que abramos una investigación de las circunstancias del asesinato de millones de ucranianos como grupo nacional con el fin de su completo exterminio físico", señaló entonces Nalivaichenko.
El SBU asegura que los bolcheviques comenzaron ya en 1921 las actividades para "impedir la creación de un Estado independiente ucraniano".
A la hora de iniciar el proceso, los servicios secretos ucranianos se basaron en miles de archivos secretos soviéticos desclasificados, algunos con la firma de Stalin, testimonios de testigos y cerca de un millar de fosas comunes.
El presidente de Ucrania, Víctor Yúschenko, de quien dependen los servicios secretos, mantiene que "el Holodomor es una de las mayores catástrofes humanas de la historia" y cifra en hasta diez millones los ucranianos muertos durante el bienio 1932-1933, muchos más que durante la ocupación nazi de Ucrania en la II Guerra Mundial.
Mientras, los historiadores rusos consideran que la hambruna no fue una limpieza étnica dirigida a la eliminación de todo un pueblo (ucraniano) o nación, según la definición de genocidio que da la ONU, sino que estuvo dirigida contra los propietarios de la tierra por toda la URSS.
Al respecto, el presidente ruso, Dmitri Medvédev, calificó de "inmoral" culpar a Rusia de la muerte de millones de personas en la hambruna estalinista, episodio histórico que describió como una "desgracia común" de todos los habitantes de la extinta URSS.
En caso de que Moscú asumiera la responsabilidad que le corresponde a la URSS y reconociera la hambruna como "genocidio contra el pueblo ucraniano" tendría que indemnizar económica y moralmente a Kiev. EFE
Estoy convencido de que está preparada para iniciar cualquier acción social y no tener en cuenta ningún resultado electoral. Esta persona no valora ni las leyes, ni la democracia, ni la decisión suprema de los votantes', dijo en rueda de prensa.
'Necesita el poder absoluto porque es lo único que puede protegerla', dijo.
El ataque, inusualmente afilado, de Yushchenko a su antigua aliada de la 'revolución naranja' de 2004, dio la impresión de que incluso preferiría a su anterior adversario, Viktor Yanukovich, como presidente antes que a Tymoshenko.
Yushchenko se convirtió en presidente en una tercera ronda de votación sin precedentes tras unas protestas masivas contra el fraude electoral que llevó a que se anulara la victoria de Yanukovich, que contaba con el respaldo de Moscú.
Tymoshenko estuvo junto a Yushchenko, usando su poderosa retórica, para mantener a miles de manifestantes en la calles durante las frías noches de invierno y ejercer la presión sobre el 'establishment' post-soviético.
Pero una vez que llegaron al poder - ella como primera ministra - se distanciaron y las relaciones han derivado en una franca hostilidad.
'La principal amenaza a los resultados de la elección y a su objetividad, procede de la candidatura de Tymoshenko,' dijo en su última gran rueda de prensa antes de los comicios.
Las últimas encuestas de opinión publicadas muestran que Yushchenko tiene pocas opciones de ser reelegido. Se prevé que Yanukovich y Tymoshenko se enfrenten en una segunda vuelta el 7 de febrero.
'PROYECTO DEL KREMLIN'
En las primeras elecciones desde 2004, está en juego el futuro lugar de Ucrania en Europa y las relaciones con el antiguo controlador Rusia, que se han deteriorado bajo el gobierno de Yushchenko.
La iniciativa de Yushchenko de lograr la adhesión a la alianza militar de la OTAN, borrando la historia soviética y el intento de forjar una identidad ucraniana han enfurecido a Moscú.
Tanto Yanukovich como Tymoshenko han dicho que trabajarán para mejorar las relaciones con Rusia, pero también se han comprometido a llevar el país hacia la principal corriente europea.
La Unión Europea, en principio favorable a sus ambiciones en la OTAN y en la propia UE, está frustrada con la constante agitación política que ha vivido Ucrania durante los últimos cinco años.
Mientras Tymoshenko y Yushchenko discutían, el país se ha sumergido en una profunda recesión económica y sus divisiones han puesto en peligro un rescate de 16.400 millones de dólares (11.300 millones de euros) del Fondo Monetario Internacional.
Tymoshenko trabajó el año pasado para mejorar los lazos con Moscú, desarrollando una relación cordial con su homólogo, Vladimir Putin. Pero esto ha derivado en acusaciones del bando de Yushchenko que la califican como un secuaz de Moscú.
Yushchenko dijo que las elecciones del domingo suponían una clara opción para los ucranianos y renovó la acusación de que Tymoshenko y Yanukovich eran parte de una única coalición de fuerzas del Kremlin.
'Si no encontráis la fuerza para apoyar a Yushchenko en la primera ronda, estaréis apoyando el proyecto del Kremlin', declaró.
Por Richard Balmforth
KIEV (Reuters) - "Vendo mi voto para las elecciones del domingo en Ucrania. De 300 a 500 grivnas (37-63 dólares). Puedo reunir a otras personas interesadas en vender".
Desilusionados ciudadanos de la ex república soviética han publicado anuncios como este en Internet, ofreciendo sus votos para las elecciones presidenciales del 17 de enero.
"No creo en nuestra democracia, así que estoy vendiendo mi voto en las elecciones. Posiblemente habrá otros 10 votos a la venta. La única discusión acerca del precio será para subirlo", señaló un aviso colgado desde la localidad de Lviv, en el oeste de Ucrania.
El Servicio de Seguridad del Estado no comentó acerca de las ofertas.
Pero un funcionario de la comisión central electoral dijo que la compra de votos es ilegal y está sujeta a acciones judiciales.
Sin embargo, ofrecer votos a la venta no parece ser un delito en Ucrania.
Otra oferta en la capital Kiev señala: "Soy completamente indiferente a quien gane. Hay tres votos a la venta, dos en Kiev y uno en Bila Tserkva. 500 grivnas cada uno".
Algunos vendedores incluyen sus correos electrónicos. Otros un número telefónico.
Una investigación independiente realizada en diciembre por el grupo de seguimiento Democratic Initiative mostró que un 2 por ciento de los participantes estaban dispuestos a vender sus votos en cualquier precio, mientras un 6 por ciento lo vendería sólo a cambio de una suma adecuada.
Un poco más del 76 por ciento de los encuestados dijo que no venderían sus votos bajo ninguna circunstancia.
Vadim, un obrero de 25 años de Kiev, dijo por teléfono a Reuters que ha recibido ofertas en respuesta al anuncio que publicó en Internet.
"La política de Ucrania no me interesa en lo absoluto. No estoy interesado en quién será presidente", dijo.
"No soy un patriota", agregó.
Vadim dijo que podía reunir hasta una decena de votos a la venta entre sus familiares y amigos, comenzando a partir de 500 grivnas. "Ya he recibido ofertas y estoy decidiendo".
El joven se negó a revelar si las ofertas fueron hechas por partidos políticos, agentes de los partidos o individuos.
Los comicios del domingo, la quinta elección presidencial desde que Ucrania se independizó de la Unión Soviética en 1991, se realizarán en medio de una profunda crisis económica que ha afectado el empleo, los presupuestos familiares y los bolsillos de los ciudadanos.
Se prevé que las elecciones se definan el 7 de febrero en segunda vuelta entre la primer ministra Yulia Tymoshenko y el ex primer ministro Viktor Yanukovich.
El presidente de Ucrania, Víctor Yúshenko, acusó ayer a su primera ministra, Yulia Timoshenko, y al líder de la oposición, Víctor Yanukóvich, los favoritos en las elecciones presidenciales del domingo 17, de ser "proyectos del Kremlin" para acabar con la política democrática y proeuropea de Kiev. En una rueda de prensa televisada por el primer canal nacional, Yúshenko se presentó como el portador de la independencia nacional para reanimar sus escasas posibilidades de ser reelegido en el puesto al que llegó en enero de 2005, como depositario de los sueños de la revolución naranja.
Cinco años después, aquellas expectativas en gran parte no han sido satisfechas y en la sociedad hay decepción por la destructiva rivalidad entre Yúshenko y Timoshenko, los dos líderes naranja,y también ansia de caras nuevas. Según los sondeos, Yanukóvich, oriundo de la zona minera de Donbás y con apoyo en las regiones industriales del este, obtendría la mayoría (entre el 28% y el 44% de los votos), seguido de la carismática y astuta Timoshenko (del 16% al 19%). El tercero sería el tecnócrata Serguéi Tigipko, ex ministro de finanzas y banquero, que es la revelación de la campaña. Yúshenko, muy por debajo, no llegaría ni al 5%.
Como presidente, Yúshenko, financiero de formación, se ha concentrado en temas históricos o simbólicos como la "identidad ucraniana" y la "construcción del Estado" y lo ha hecho con sesgo antirruso, lo que ha contrariado a parte de la ciudadanía, sobre todo en las regiones orientales, muy vinculadas culturalmente con Rusia. El ruso es la lengua materna de un 30% de los ciudadanos de Ucrania. El Kremlin no simpatiza con Yúshenko, pero a diferencia de 2004, mantiene una política de no interferencia electoral.
Apropiándose del lema de su primera ministra ("Ucrania soy yo"), Yúshenko se presentó ayer como el garante de una Ucrania democrática y europea, y equiparó los comicios a un referéndum en el que se enfrentan, según dijo, un sistema de valores "prorruso" y otro "europeo". El dramatismo del presidente-candidato enmascara sin embargo el problema prioritario del Estado. El país estaría ya en bancarrota de no ser por el préstamo del FMI y, de no cambiar de rumbo, en cuestión de meses el Gobierno se quedará sin fondos y no podrá financiar sus obligaciones, según Víctor Pinzenik, que fue ministro de Finanzas con Timoshenko. El experto opina que la situación económica de Ucrania "es la peor desde 1992" y advierte que la inflación puede dispararse por las insostenibles promesas sociales del Gobierno.
A las urnas han sido convocados 36 millones de electores. Compiten 18 candidatos de un amplio espectro, de liberales a comunistas, pasando por nacionalistas con sesgo racista. Dada la dificultad de lograr más del 50% de los votos, requisito para la victoria, es previsible una segunda vuelta.
Yanukóvich, líder del Partido de las Regiones, fue primer ministro en dos ocasiones, una de ellas bajo la presidencia de Yúshenko, y en los truculentos comicios presidenciales de noviembre de 2004 fue declarado vencedor, lo que desencadenó la revolución naranja y llevó a la tercera cita electoral que dio la victoria a Yúshenko. Tanto han cambiado las cosas que ayer el presidente acusó a Timoshenko de representar "la principal amenaza" de falsificación electoral.
Cinco años después de la revolución naranja, en Ucrania hay una enorme corrupción y las reformas económicas claves están pendientes, pero hay pluralismo político y amplia libertad de expresión. Esto último está en peligro, según Yúshenko, si gana Timoshenko. La primera ministra "se ha transformado en Hugo Chávez por su populismo y demagogia", dice el politólogo Dmytro Vydrin, su ex asesor, que la llegó a comparar con Evita Perón.