domingo, 15 de marzo de 2009

Dan por concluidas funciones de embajador en Venezuela y nombran nuevo representante en Uruguay

Gobierno da por concluidas funciones de embajadores peruanos en Venezuela, Ucrania y del consul en Frankfurt

El Gobierno peruano dio por concluidas las funciones de su embajador extraordinario y plenipotenciario en la Venezuela, Luis Santa María Calderón, quien asumió sus funciones el pasado primero de marzo del 2007.

En una resolución suprema del Ministerio de Relaciones se le da las gracias por los importantes servicios prestados a la nación. Aun no se designa a su sucesor-

En otra norma el Gobierno designó como su nuevo embajador en Uruguay a Carlos Franco Cortez, quien asumirá sus funciones próximamente.

En otra resolución se da por terminadas las funciones del embajador concurrente del Perú en Ucrania,  Dante Chávez Soto; y se hace lo mismo con el cónsul general en Frankfurt, Ernesto Pinto-Bazurco.

Compilación de Reflexiones de Fidel presentadas en Ucrania

La Habana, 13 mar (AIN) El libro titulado "Fidel Castro. Reflexiones del Comandante de la Revolución", compiladas por primera vez en lengua rusa, fue lanzado en Ucrania ante numerosas personalidades del país centroeuropeo.

Asistieron al lanzamiento diputados de la Rada Suprema de Ucrania, pertenecientes al Partido de las Regiones, al Partido Comunista y al Bloque de la primera ministra, Yulia Timoshenko, además de miembros de la Directiva de la Asociación de Amistad Ucrania-Cuba y hombres de negocios.

Félix León Carballo, embajador cubano en Kiev, agradeció en el acto a Dmitri Tabachnik, diputado al Parlamento de Ucrania, por ser el iniciador de este proyecto, y al que calificó como un amigo de la Ínsula Caribeña y conocedor de su historia.

Tabachnik manifestó su interés por la figura de Fidel, rememoró sus encuentros con el líder de la Revolución Cubana y aseguró que no ha conocido hasta ahora un dignatario que converse con tanta profundidad sobre temas disímiles y logre tal precisión al citar datos estadísticos.

Señaló que en los 58 ensayos compilados -escritos desde marzo de 2007 a noviembre de 2008- se abordan los más variados temas de interés mundial, desde los cambios climáticos hasta la producción de biocombustibles, pasando por la política de Washington hacia la mayor isla antillana.

El sitio digital de la cancillería cubana indica que el también vicepresidente del Grupo parlamentario de Amistad con Cuba significó el hecho de que durante casi 19 años galenos de la Isla han prestado atención médica gratuita a más de 22 mil niños ucranianos, víctimas de la catástrofe nuclear de Chernóbil.

Seviche de camarón contra el racismo

Su primer apellido es Menéndez, pero sus rasgos, facciones y acento no son españoles. Linolmila llegó a Asturias hace siete años procedente de Ucrania, porque su padre, un niño de la guerra exiliado en el país extranjero y casado con una ucraniana, decidió regresar en 2002 con su familia a la región. Ahora, Linolmila se enfrenta a la realidad de la vida de una inmigrante, aunque reconoce que «se puede contar con gente buena».

Ésta es sólo una historia de las muchas que se dieron cita ayer en la comida multicultural, organizada en las IV Jornadas contra el racismo y la xenofobia, en el parque de Los Pericones. «Mi vecina rumana nos avisó de la comida», explicó Linolmila Menéndez, que acudió al encuentro con un pastel de hígado de carne y una ensalada de vinagreta con remolacha, pimiento salado y cebolla. «Típico de mi país», aseguró.

«Un seviche de camarón, ¿no sabe lo que es un seviche?». Ramón López y José Elías decidieron aportar el toque ecuatoriano a la comida con una especie de sopa de langostinos con la que esperaban «sorprender a los españoles». Ambos, trabajadores de la construcción, llegaron a Gijón hace siete años en busca de empleo. Ahora se encuentran en el paro. «Nos acostumbramos bien a la comida de aquí, aunque extrañamos nuestra cocina», reconocieron los de Ecuador, quienes aseguraron no haberse encontrado «nunca en una situación discriminatoria».

La que sí se ha encontrado trabas en su camino es Adela Gabarri. Ella no viene de ningún país extranjero, es más, nació en Asturias, pero su etnia gitana ha condicionado toda su vida. «Los gitanos sabemos participar y podemos convivir con el resto de la sociedad», aseguró la mujer, que aunque cree que «las cosas han mejorado porque antes no teníamos tantos conocimientos como ahora», siente que el racismo sigue existiendo. «Nos gusta venir a esta comida porque aquí nos sentimos personas, pero todos tenemos que poner de nuestra parte» apostilló la mujer.

David Harutyunyan llegó hace tres años de Armenia en busca de asilo político. En ese tiempo ha descubierto que la gente de Asturias es «buena y con mucho corazón». Ahora trabaja como montador de muebles en una carpintería en la ciudad y asegura que le encanta Asturias. ¿Su comida? «Unas magdalenas gigantes».

«No existe el riesgo cero en seguridad alimentaria»

Fue nombrado hace poco más de cinco meses nuevo presidente de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN). Ex consejero de Sanidad de Castilla-La Mancha y licenciado en Medicina y Cirugía, Roberto Sabrido subraya que en 2008 se gestionaron de forma positiva 209 alertas alimentarias, de diferente magnitud, con riesgo para los ciudadanos y se lamenta de que tenemos la mejor dieta del mundo, la mediterránea, y «la hemos ido abandonando». «Comemos mal y mucho», arguye.
- En los últimos meses han saltado las alarmas en España por varias crisis alimentarias, como la del aceite de girasol contaminado procedente de Ucrania y la de productos chinos tóxicos por leche con melamina. ¿Está garantizado en España el control de los alimentos?
- Ninguna de estas dos alertas supuso un riesgo para la población y ningún ciudadano sufrió un proceso patológico. Eso quiere decir que se actuó a tiempo. Estamos en la zona del mundo donde la legislación en materia de seguridad alimentaria es más estricta y donde mejor se garantiza que los alimentos que llegan al consumo sean seguros.
- En el caso del aceite de Ucrania, el ministro reconoció que entraron casi 25.000 toneladas. ¿En alguna fase del proceso los controles no funcionaron bien?
- También explicó que la entrada era de aceite para refinar. Luego la inspección para el consumo era posterior a la entrada y se actuó bien, se detectó, se colaboró con los otros países y con el de de origen. La prueba es que los socios de la UE adoptaron las mismas decisiones que en España.
- ¿Qué países despiertan menor confianza en materia de seguridad alimentaria. ¿Los extracomunitarios, con China quizá a la cabeza?
- Si hacemos un ranking de alarmas, posiblemente China no esté entre los primeros. En la UE aplicamos a los productos que vienen de fuera la misma legislación que aplicamos a los que están aquí. Pero sí es verdad que los terceros países son la mayor fuente de alertas. Hay muchas, pero eso es indicativo de que los controles funcionan.
- ¿Se puede asegurar que una situación como la del aceite de girasol no se va a volver a producir?
- Es imposible vaticinarlo, porque el riesgo cero en seguridad alimentaria no existe. Sí podemos garantizar que los controles están en los estándares más altos de todo el mundo. Prestigiosos científicos han reconocido que España es uno de los países más seguros en alimentación. 

El Este tensiona a la UE

Varsovia, 14 mar. (COLPISA, P. Soto).
La incorporación de nueve países poscomunistas a la UE entre 2004 y 2007 significó un reequilibrio político y territorial de la Europa comunitaria. La UE salió fortalecida con los nuevos socios, pero dos años después de que Bulgaria y Rumanía ingresaran en la Unión, y cuando países como Croacia, Serbia, Macedonia, Montenegro y Albania llaman a su puerta, los conflictos territoriales y las tensiones de tipo étnico y cultural, en gran medida consecuencia del hundimiento del ‘socialismo real” y la URSS a finales del siglo pasado, sacuden diversos Estados de la región. De momento, estos conflictos no han puesto en peligro la cohesión de la UE, pero en el futuro podrían debilitarla.
Rumanía y la antigua república soviética de Ucrania, que aspira a ingresar en la UE y la OTAN a pesar de la rotunda oposición de Rusia, mantienen desde 1998 un conflicto sobre su frontera marítima en el Mar Negro que la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya intentó zanjar hace unos días dando la razón a Bucarest. Según la sentencia, Rumanía controlará el 80 por ciento de la soberanía de una zona potencialmente rica en gas, unos 100.000 millones de metros cúbicos según los expertos, que incluye a la denominada Isla de las Serpientes.
La delimitación marítima, saludada por los dos países, traza una línea equidistante entre las costas de Rumanía y Ucrania. Bucarest, que tras la sentencia podrá controlar la explotación del 70% de los hidrocarburos de la zona, pidió la intervención de la CIJ en 2004 tras el fracaso de las negociaciones con Kiev. Según las autoridades rumanas, Ucrania quería cambiar el estatuto jurídico de las Isla de las Serpientes, completamente deshabitada, presentando este territorio como una isla que podría convertirse en una zona económica especial bajo su soberanía. La isla de la discordia quedó bajo el control de Kiev en 1991 después del desmantelamiento de la URSS y su soberanía no fue cuestionada en el tratado de amistada que Rumanía y Ucrania firmaron en 1991.
Tras la sentencia de la CIJ, el representante rumano Bogadan Aurescu consideró que “el conflicto se ha acabado”. El delegado ucraniano, Oleksander Kouptchychyne, aseguró que “estamos satisfechos de la decisión de la corte” y “la vamos a aplicar”. El ministro de Asuntos Exteriores rumano, Cristian Diaconescu, expresó su “esperanza” de que ambos países “borren de la agenda bilateral” este conflicto.

Diplomáticos expulsados

Los deseos de Diaconescu no se han cumplido, y Bucarest y Kiev han buscado una nueva crisis diplomática. Todo comenzó cuando Ucrania acusó a Rumanía de haber expulsado a dos diplomáticos ucranianos después de un escándalo de espionaje al Ejército rumano en el que fueron detenidos un oficial y un ciudadano búlgaro acusados de haber vendido secretos militares a Rusia. Bucarest ve en Kiev la ‘mano negra’ que movió los hilos de esta trama un tanto rocambolesca. Las autoridades de la ex república soviética lo negaron, pero expulsaron al agregado militar de Rumanía en Kiev, Radu Filip, y al secretario consular Iustinian Focsa bajo la acusación de “poner en peligro la seguridad del país”. De momento, tanto Bucarest como Kiev guardan silencio. Bruselas también.
Mientras, al este de Rumanía, en el territorio de la antigua Yugoslavia, la UE intenta mediar entre Eslovenia, miembro de la UE, y Croacia, candidato al club. Ambos Estados reivindican la soberanía sobre una franja de tierra que delimita sus aguas territoriales a la altura de la península de Pirán, en el Adriático. La disputa data de 1991, cuando se independizaron de Belgrado y las aguas eslovenas quedaron encajonadas entre las italianas y las croatas. Ljubljana exige a Zagreb una pasillo de quince millas para tener acceso directo a las aguas internacionales.
El pasado martes, los ministros de Exteriores de ambos Estados fueron convocados por Bruselas para buscar una solución al conflicto. Eslovenia se opone a la intervención de un tribunal internacional y Croacia, que ingresará en la OTAN el mes que viene, acepta la mediación europea. El primer ministro croata, Ivo Sanader, manifestó que “hay que separar las negociaciones de adhesión (a la OTAN) y la disputa fronteriza con Eslovenia”.
Sanader expresó su convencimiento de que el conflicto es de tipo legal, mientras que Eslovenia, que pone trabas a la adhesión de Croacia en la UE, lo califica de “político”. Así las cosas, mientras Rumanía tiene que vivir con una parte de su población de origen húngaro en Transilvania, que reivindica autonomía cultural, los extremistas de derecha de Hungría y Eslovaquia, donde la minoría magiar del sur se considera discriminada por Bratislava, provocan tensiones y piden la ruptura de relaciones diplomáticas entre ambos países, que son miembros de la UE y la OTAN.
Entre los Estados balcánicos que aspiran a ser miembros de la UE está Macedonia, que presentó su candidatura en 2005, pero se enfrenta a la oposición de Grecia, que no quiere que Bruselas admita en las filas comunitarias a un país con el mismo nombre que una de sus regiones. 

TESTIGO-Un paseo por zona Chernobyl que ahora es reserva natural

BABCHIN, Bielorrusia (Reuters) - Nos animamos a salir al amanecer de una dilapidada choza enclavada en un bosque para ver a los animales, aunque levantarse temprano no siempre es necesario.

Todavía inhóspita para humanos, la "zona de exclusión" de Chernobyl, un radio de 30 kilómetros contaminados en torno al lugar de la explosión del reactor nuclear del 26 de abril de 1986, es ahora es una reserva natural y está repleta de lobos, alces, bisones, jabalíes salvajes y osos.

Los jabalíes, que generalmente restringen sus salidas al atardecer, saquean lo que queda de los jardines durante el día, paseándose por las vacías calles de la ciudad, deambulando por granjas y asentamientos en busca de comida.

Los alces también se animan a salir -como la vaca y sus dos jóvenes terneros que aparecen a la vera del camino para mascar las ramas bajas.

"Los alces son criaturas muy curiosas", dice Grigory Sys, uno de los naturalistas que supervisan a los animales en el bosque todavía radioactivo. "Querrán echarnos un buen vistazo durante un par de minutos antes de regresar al bosque", agregó.

Desde que conozco hace unos cuatro años, he acompañado a Sys una media docena de veces a recorrer la zona de 2.162 kilómetros cuadrados, vacía de gente por el fuego y la explosión en la planta situada al otro lado de la frontera en Ucrania.

Bielorrusia, en la dirección de viento de la explosión, fue el país más gravemente afectado por el peor accidente nuclear del mundo civil. Un cuarto de su territorio quedó contaminado y las aldeas desiertas a ambos lados de la frontera entre lo que entonces eran repúblicas soviéticas.

Las pérdidas humanas son incalculables: decenas de personas murieron en la explosión, hubo evacuaciones en masa de decenas de miles de personas -algunas fueron evacuadas dos veces porque las autoridades subestimaron el alcance de la radiación- y miles desarrollaron cáncer de tiroides

Pero fue algo innegablemente bueno para la vida salvaje.

"Verás, ellos escaparán un poco, pero luego se detendrán", dijo Sys sobre los alces.

Recorrer la zona junto a Sys implica pasar varias noches en una choza en el bosque, con pocas comodidades más que tres simples catres y una estufa.

Llevamos mi auto por los pueblos abandonandos de la zona. Casas, pertenencias personales, comercios, incluso servicios como parques de diversiones, han quedado intactos desde el fin de la era soviética.

DOMINIO DE LOBOS

Sys dice que los lobos, que ahora ascienden a 300, están al mando.

"El lobo es muy inteligente y astuto. Se gana el respeto de cualquier adversario. Solían matarlos en cualquier oportunidad de a cientos, incluso desde helicópteros. Pero se adaptaron y sobrevivieron", explicó.

Matar lobos ahora está prohibido, y sólo se mata selectivamente a un puñado al año por cuestiones científicas.

Eso les ha permitido dominar los bosques y praderas, si bien algunos granjeros afuera de la zona dicen que arrasan con su ganado. Los residentes de dos pueblos vieron lobos en las calles y una mujer murió al enfrentarse a ellos

Las huellas de los lobos están por todos lados. Los guías los escuchan aullar en las noches.

Durante una parada para un refrigerio en un pueblo, Sys se detuvo de repente y me dijo entre dientes que no me moviera.

El animal gris estaba visible en la carretera a unos 200 metros de distancia, tratando de evaluar lo que estamos haciendo con nuestro auto. En un instante sale disparado hacia la izquierda y se pierde entre el bosque.

Ahora libres de la presencia humana, los lobos han alterado sus hábitos alimenticios y las manadas de jabalíes se han convertido en su principal presa.

El libre movimiento de los jabalíes ahora los lleva hasta lo que se supone que es una estación alimenticia para la manada de bisontes de la reserva.

"Al bisonte de aquí lo alimentamos en diciembre. Los jabalíes a menudo vienen aquí por las noches para tratar de quedarse con su parte del alimento. Es muy divertido ver cómo los bisontes los ahuyentan", sostuvo Sys.

Las guías informan sobre abundantes huellas de osos y linces, éstos últimos clasificados bajo riesgo de extinción en Bielorrusia.

Algunos animales salvajes han desaparecido por los cambios.

La cigüeña blanca, otrora una imagen familiar en las ciudades de la zona, no gustó del aislamiento y partió en busca de áreas pobladas. Pero la cigüeña negra, adepta a los espesos bosques, se quedó

Uno de los recién llegados es el águila de cola blanca, la más grande de Bielorrusia, inusualmente avistada cerca del hombre. Sys dice que ha visto cinco nidos en una zona que ahora es claramente apropiada para las aves.

Algunas aves incluso eligen a este lugar para hibernar, atrapando sus reservas de pescado en esclusas no congeladas dentro de la zona.

La reserva -y la libertad que la ausencia de vida humana les posibilitó a los animales- sigue siendo un enorme magneto para los investigadores. Pero turistas y curiosos no son bienvenidos.

"Nos hace feliz recibir a colegas científicos de otros países para trabajar en proyectos conjuntos", dijo su director, Pytor Kudan.

"Pero me temo que no queremos turistas ni amantes aficionados a las aves o animales. Tenemos condiciones muy específicas aquí. Y una de ellas sigue siendo la elevada radiación", agregó.

(Escrito por Ron Popeski; Editado en español por Marion Giraldo)


Rusia, Ucrania: Historia y negación

Paul Goble publicaba el 24 de febrero en su blog Window on Eurasia que el ministro ruso de Situaciones de Emergencia había declarado que el Parlamento debería «criminalizar la negación de la victoria soviética en la Segunda Guerra Mundial, de manera que “los presidentes de ciertos países que niegan esta victoria no puedan visitar nuestro país sin ser sancionados”».

Según Goble:

[…]La idea de Choigu parece inspirada en las leyes de más de una docena de países que criminalizan la negación del Holocausto y constituye, al menos en parte, una respuesta de Rusia a la propuesta del presidente ucraniano Víktor Yúshenko de criminalizar la negación pública de la Gran Hambruna en su país. […]

Al día siguiente, según informa James, autor del Blog de Robert Amsterdam, era el fiscal general Yuri Chaika el que hablaba de «criminalizar la negación de los “logros” del pueblo soviético en la victoria de la Gran Guerra Patria»:

[…]Rusia quiere una ley de negación del holocausto, «igual que los demás niños», aunque en realidad no es eso lo que le hace falta, así que ha tenido que buscar un sustituto. Vamos a ver… el Holocausto se trata con gran solemnidad por ser una terrible tragedia humana que sucedió, como dicen los rusos, «en tiempos de la Segunda Guerra Mundial». ¿Y qué tienen los rusos que se parezca? ¡Pues claro! La Gran Guerra Patria (1941-1945). Muchos de nuestros lectores estarán al corriente que, mientras Europa estaba ocupada luchando en la Segunda Guerra Mundial «en tiempos de la Segunda Guerra Mundial», la Unión Soviética libraba su propia batalla contra los invasores germano-fascistas. Y la Gran Guerra Patria (1941-1945) es sagrada en toda la antigua Unión Soviética, así que cumple todos los requisitos: solemnidad, enorme tragedia humana, momento adecuado de la historia… pero, a diferencia del Holocausto, exclusivamente rusa.[…]

También el 25 de febrero se publicaba una noticia acerca de las declaraciones efectuadas por  el director del Servicio Federal de Archivos de Rusia sobre “la hambruna en la URSS”. Según Window on Eurasia,

[…]Ayer, Vladimir Kozlov, director del Servicio Federal de Archivos de Rusia, comunicó en una conferencia de prensa en Moscú que la hambruna en Ucrania y otras partes de la URSS había sido «consecuencia de la política criminal [de Stalin]», pero que «naturalmente, la hambruna no había sido planificada» ni tenía como objetivo ningún grupo étnico en particular (rian.ru/society/20090225/163170651.html).

En realidad, declaró, «la hambruna se debió a fallos y errores de cálculo de la corriente política que operaba en el país durante la puesta en marcha de la colectivización agrícola. Insistió en que ni él ni sus investigadores habían obtenido «ninguna prueba documental» que demostrase que «la Gran Hambruna de Ucrania» había sido planeada por Stalin.

Al contrario, Kozlov declaró que «todos los documentos corroboran que el principal enemigo del régimen estalinista no estaba definido por la etnia, sino por la clase social», en este caso el campesinado, a quien Stalin trataba de obligar por todos los medios a unirse a las granjas colectivas.

Los comentarios de Kozlov se produjeron a raíz de la presentación de una nueva serie de documentos titulada “La hambruna en la URSS” y de un DVD que contiene una selección de éstos y otros documentos, que según Kozlov constará de unos 6000 artículos y que será publicada este año en tres volúmenes.

El archivista ruso y otros en Moscú declararon que estaban plenamente convencidos de dos cosas: una, que estos documentos desmontan las pretensiones de Ucrania de lo contrario y dos, que las pruebas que ofrecen acerca de crímenes de mayor magnitud del régimen soviético, más definidos por la clase social que por la etnia, no suponen ningún problema para el régimen contemporáneo. […]

Streetwise Professor publica el siguiente comentario en su blog:

«Seguro que los millones de personas que murieron de hambre, o de un disparo, o fueron atacadas de forma salvaje se sentirían muchísimo mejor al saber que no se les eligió por la etnia sino por la clase social, o que murieron por culpa de «fallos y errores de cálculo». ¡Huy! ¡El tío Pepe se equivocó! Bueno, se lo perdonamos. Supongo que podía ser peor: el director de Archivos podría haber dicho que la cúpula política estaba «mareada por el éxito», lo cual había dado lugar a errores que causaron la muerte de millones de personas; o también podría haber dicho «bueno, no se puede hacer una tortilla sin romper huevos».

Algunos comentarios:

En primer lugar, ¿por qué a los rusos contemporáneos, que no tienen ninguna culpa de la muerte de millones de personas a principios de los años 30, les cuesta tanto mostrarse respetuosos con  el dolor y sensibilidad de los ucranianos (y de los cosacos y kazajos)?. La racionalización, minimización y desprecio a ultranza de la desgracia están muy extendidos entre los rusos, lo cual da a entender que piensan que reconocer el excepcional sufrimiento provocado a Ucrania, Kazajistán y a las regiones de los cosacos y de los tártaros les supondría un gran coste psicológico. ¿A qué se debe? ¿Qué quiere decir esto? No lo sé con seguridad, pero no puede ser nada bueno.

[..]

El claro deseo oficial del actual gobierno ruso de exculpar  a la Union Soviética  (y a Stalin) de genocidio lo dice todo sobre este gobierno y sobre las actitudes populares que le apoyan completamente en sus esfuerzos. El camino que el gobierno y un gran número de ciudadanos rusos están dispuestos a recorrer para defender lo indefendible sugiere que en la Rusia actual están muy arraigados los sentimientos anti-ucranianos. Esto no augura un futuro muy prometedor para la reconciliación pacífica a corto plazo.

Por último, el 28 de febrero, según Window on Eurasia, el partido ruso Yabloko apelaba a «penalizar la negación de los crímenes soviéticos contra la humanidad como parte de un esfuerzo más grande para ayudar a los rusos a superar su pasado comunista y a construir un sistema político y económico viable en el s. XXI»:

[…] Sin ninguna duda, las declaraciones hechas ayer por YABLOKO son la respuesta liberal a la propuesta de Serguei Choigu del 24 de febrero de hacer que aquellos que niegan la victoria de los soviéticos sobre Hitler en la Segunda Guerra Mundial, algo que él aplicaría a aquellos, en particular en Europa del Este, que afirman que Stalin simplemente sustituyó una forma de totalitarismo por otra.

Sin embargo, sería un error no ver nada más en esta declaración. De hecho, representa un mayor esfuerzo, si bien con pocas oportunidades de éxito a corto plazo, de huir del pasado soviético a través de la denuncia de sus crímenes, en lugar de abrirle las puertas a una restauración —como algunos, entre ellos Vladimir Putin, han hecho— celebrando sus logros sin tener en cuenta cómo se obtuvieron.