martes, 25 de mayo de 2010

Ucrania invita a visitar a Benedicto XVI en 2012

KIEV, martes 25 de mayo de 2010 (ZENIT.org).- El Papa Benedicto XVI ha recibido la invitación para visitar Ucrania en 2012, aunque no hay aún fechas oficiales, según han informado fuentes de la Iglesia católica en el país.

El anuncio lo realizó este martes monseñor Mieczyslaw Mokrzycki, arzobispo católico de Lviv, en una reunión de la Conferencia de Obispos Católicos de Ucrania. El motivo de la invitación es la celebración del 600 aniversario del traslado de la sede primada de Galich a Lviv.

Monseñor Mokrzycki, quien trabajó en la secretaría particular de Juan Pablo II (1996-2005) y del mismo Benedicto XVI (2005-2007), aclaró que quedan todavía por analizar las fechas posibles del viaje para que pueda darse una confirmación oficial por parte de la Santa Sede.

Se trataría de la segunda visita de un Papa a este país desde su independencia, tras el viaje de Juan Pablo II en 2001.

La visita tendría una importancia decisiva para la promoción del diálogo con la Iglesia Ortodoxa, mayoritaria en el país, uno de las prioridades promovidas por este pontificado.

La Seguridad Social ganó 22.139 afiliados extranjeros

Este ascenso en el número de afiliados extranjeros es el tercer aumento mensual consecutivo tras el de febrero y marzo, meses en los que el sistema ganó 11.112 y 10.245 cotizantes extranjeros, respectivamente.

Del total de inmigrantes afiliados al finalizar abril, 1.176.489 pertenecían a países extracomunitarios, frente a 673.880 cotizantes provenientes de países de la Unión Europea.

Dentro de los países no comunitarios, 226.869 eran de nacionalidad marroquí y 175.953, ecuatoriana. Colombia, con 113.645 trabajadores, se sitúa como tercer país de procedencia de afiliados, por delante de China, que cuenta con 78.151 cotizantes.

El resto de afiliados no comunitarios se repartieron entre Bolivia(75.266), Perú (69.931), Argentina (46.429), Ucrania (34.197), República Dominicana (31.238) y Brasil (24.668), entre otros.

Por su parte, de los que proceden de la UE-27, rumanos, italianos y portugueses son los más numerosos, con 285.192, 61.962 y 55.222 cotizantes, respectivamente. Les siguieron búlgaros y británicos, con 53.987 y 52.780, y algo más lejos, los alemanes, con 40.532 afiliados.

La mayor parte de los extranjeros que estaban afiliados a la Seguridad Social al finalizar abril se encuadraban en el Régimen General, con 1.212.531 cotizantes, seguidos del Régimen Agrario (252.611), el de Autónomos (197.412), el del Hogar (181.881), el del Mar (5.205) y el del Carbón (730).

Dentro del Régimen General, un total de 258.116 extranjeros, el 21,29%, trabajaba en la hostelería, mientras que el 16,52% lo hacía en el comercio (200.264 afiliados) y el 14,61% en la construcción (177.171 cotizantes).

Cataluña y Madrid concentran el 43% de los inmigrantes
Por comunidades autónomas, Cataluña y Madrid concentraron cuatro de cada diez extranjeros afiliados a la Seguridad Social en abril, al sumar entre ambas el 43,42% del total de inmigrantes ocupados. En concreto, Cataluña contaba con 408.191 extranjeros cotizantes, mientras que en Madrid la cifra era de 395.149.

Tras estas dos regiones se situaron Andalucía, con 231.517 afiliados extranjeros; Comunidad Valenciana, con 198.839 ocupados; Murcia, con 87.387; Canarias, con 80.313; Castilla-La Mancha, con 78.800; Baleares, con 67.348; Aragón, con 60.627; Castilla y León, con 60.445, y País Vasco, con 51.481.

Las comunidades con menor presencia de inmigrantes en alta a la Seguridad Social al finalizar abril fueron Galicia, con 39.139 extranjeros; Navarra, con 25.912; Asturias, con 15.702; Extremadura, con 15.555; La Rioja, con 15.018; Cantabria, con 12.242, y las ciudades autónomas de Melilla, con 4.041, y Ceuta, con 2.664.

Cortefiel impulsa su expansión en Rusia y Ucrania con la apertura de 190 nuevas tiendas

Cortefiel avanza en su plan de expansión internacional en mercados estratégicos con la apertura de 190 nuevas tiendas en la Federación Rusa y Ucrania, con las que alcanzará un total de 243 puntos de venta en los principales mercados de la antigua Unión Soviética, informó hoy la compañía.

La expansión de Cortefiel se realizará con sus marcas 'Springfield' y 'women'secret' tras el acuerdo suscrito con el grupo MFG, que se convertirá en el mayor master franquiciado de Cortefiel en el mercado internacional.

El grupo MFG es propietario de 300 tiendas que operan en el mercado ruso bajo las marcas 'Loverepublic', 'Befree' y 'Zarina'.

El acuerdo firmado incorpora por primera vez una opción de compra de la operación para la compañía a la fecha de renovación del contrato en un plazo de siete años con un preaviso de un año.

Cortefiel, que entró en el mercado ruso en 2002 con 'Springfield' y 'women'secret', continúa de esta forma su estrategia internacional, anunciada recientemente con la firma del acuerdo para Reino Unido, de aumentar su penetración en grandes mercados clave con el objetivo de situar el 50% de sus ventas a medio plazo en el exterior.

Rusia paga "una suma exorbitante" para seguir influyendo en Ucrania

El primer ministro ruso, Vladimir Putin, admitió que era una suma exorbitante: 40.000 millones de dólares para mantener una base naval rusa en Ucrania hasta casi mediados del siglo, y de paso recobrar la influencia en el país vecino.

"Para nosotros, no es sólo una cuestión de dinero", resumió Putin, quien hizo un chiste sobre el hecho de que los 40.000 millones de dólares pagados por conservar en Crimea la flota rusa del Mar Negro le habrían permitido "comerse al presidente ucraniano".

Dicha flota es el símbolo de la recuperación de la influencia rusa en Ucrania bajo el nuevo presidente ucraniano, Victor Yanukovich, tras un quinquenio de conflictos en la época de su predecesor, el pro-occidental Viktor Yushenko, quien deseaba que los navíos de guerra rusos dejaran Ucrania en 2017.

"Toda política exterior eficaz sale cara. Sobre todo si Moscú tiene intenciones de ser líder en el espacio postsoviético", explica Mijail Marguelov, jefe de la comisión de Asuntos Exteriores del Senado ruso, en una nota publicada en el diario Kommersant.

Pero este resurgimiento ruso no es del agrado de todos, como testimonian los violentos incidentes del martes en la cámara de diputados ucraniana y las protestas masivas en las calles de Kiev en momentos en que se aprobaba el acuerdo sobre la permanencia de la flota militar rusa en Crimea.

Rusia controló la mayor parte del territorio de Ucrania durante siglos, tanto en la época zarista como bajo la Unión Soviética y esta dominación dista mucho de haber dejado buenos recuerdos a los ucranianos.

La independencia de Ucrania en 1991, tras la desmembración de la URSS, puso fin al control de Moscú sobre esta república 'hermana', pobre en recursos energéticos (con excepción del carbón), pero rica en tierras fértiles.

Pero fue sobre todo la Revolución Naranja, en 2004, que llevó al poder a Yuschenko, lo que provocó el espectacular vuelco de Ucrania hacia Occidente. Esa sublevación sigue siendo considerada por los observadores como la más dolorosa derrota para Putin, en ese entonces presidente de Rusia, quien había sostenido abiertamente al prorruso Yanukovich.

Pero la balanza se inclinó hacia el otro lado tras la victoria de Yanukovickh en las elecciones presidenciales de comienzos de año, un fenómeno que Moscú ha sabido explotar a una velocidad sorprendente.

"La idea rusa era hacer que Ucrania volviese a su órbita y mantenerla a distancia de las instituciones occidentales", comenta Nico Lange, director de la Fundación Konrad Adenauer en Kiev. "Rusia hace esfuerzos para firmar toda una serie de acuerdos a largo plazo con Ucrania en un tiempo récord. Es increíble cómo va de rápido", añade.

Yanukovich, que debe enfrentarse a una grave crisis económica, obtuvo una rebaja del 30% en los precios del gas ruso a cambio de la permanencia de la flora rusa hasta 2042, lo que representa 40.000 millones de dólares en diez años.

"Hace cinco años, Ucrania soñaba con Europa. En la actualidad es más pragmático, desde el punto de vista de las autoridades, acercarse a Moscú", estima Andrei Riabov, del Centro Carnegie de Moscú. "Ucrania obtiene un carburante barato, así como empleos y se ve obligado a aplazar la reforma de su economía", analiza Riabov.

Pocos días después de la firma, por parte de Yanukovich y su homólogo ruso, Dimitri Medvedev, del acuerdo sobre la flota, Putin viajó a Kiev para sellar esta nueva relación. Allí lanzó la proposición sin precedentes de unir las importantes industrias nucleares civiles de los dos países.

Según informaciones de la prensa rusa, Moscú podría desear igualmente adquirir el 50% del fabricante de aviones ucraniano Antonov, fundado en la época soviética, conocido por sus gigantescos aviones cargueros.

Ucrania se inclina hacia Rusia

Ucrania aceptó también grandes acuerdos respecto de la seguridad nuclear y de la aviación, un plan de cooperación de diez años y posiciones comunes sobre Transnistria y la seguridad en la región del Mar Negro, que han perturbado a vecinos como Moldavia y Georgia. Y Yanukovich ha respaldado la Iniciativa de Seguridad Europea, favorita de Medvedev, y su meta de “eliminar las peligrosas líneas divisorias que han aparecido en la región europea durante la última década”.

Dmitri Medvedev se las arregló para pasar la mitad de su Presidencia sin haber jamás visitado Kiev. Eso fue antes de que Víktor Yanukovich reemplazara a la bestia negra del Kremlin, Víktor Yushchenko, como Presidente de Ucrania en febrero. Desde entonces, encuentros de alto nivel se han sucedido casi semanalmente, culminando con la visita de Estado de Medvedev a Kiev. A Medvedev le ha dado incluso por publicitar a su abuela mitad ucraniana, de Belgorod. Yanukovich ha firmado ya una gran cantidad de acuerdos con Rusia, sobre todo el acuerdo para intercambiar otros 25 años extra para la flota rusa del Mar Negro por una reducción de 30% en el precio del gas.

Ucrania aceptó también grandes acuerdos respecto de la seguridad nuclear y de la aviación, un plan de cooperación de diez años y posiciones comunes sobre Transnistria y la seguridad en la región del Mar Negro, que han perturbado a vecinos como Moldavia y Georgia. Y Yanukovich ha respaldado la Iniciativa de Seguridad Europea, favorita de Medvedev, y su meta de “eliminar las peligrosas líneas divisorias que han aparecido en la región europea durante la última década”.

Un documento estratégico recientemente filtrado escrito por el ministro ruso de RREE, Sergei Lavrov, establece la meta general de Rusia nada menos que como “atraer activamente a Ucrania a la órbita de la cooperación económica con Rusia”. Esta nueva política exterior ucraniana tiene algo de misterio. Incluso algunos conocedores veteranos se preguntan por qué Ucrania se está aproximando tanto a Rusia y por qué ha cedido tanto tan rápidamente. Se sugieren cuatro posibles explicaciones.

Una es que Ucrania todavía se encuentra en dificultades económicas y que todo el acercamiento con Rusia tiene que ver con el gas barato. El descuento por el gas obvió la necesidad de duros recortes en los gastos y Kiev piensa que un déficit presupuestario por debajo del 6% del PIB traerá de vuelta a la mesa al FMI. Standard & Poor’s elevó la calificación crediticia de Ucrania de B- a B. En el corto plazo, el acuerdo gasífero es también la única cosa que agrada a las dos alas en competencia dentro del Partido de las Regiones de Yanukovich. El grupo de Dmitry Firtash controla varias plantas químicas; el principal negocio de Rinat Akhmetov es el acero. Juntos, consumen casi la mitad de las importaciones de gas de Ucrania. Sin embargo, el FMI está muy consciente de que las opciones difíciles y el repliegue fiscal se han pospuesto, posiblemente por sólo unos meses. Además, Ucrania todavía está pagando 230 dólares por los 1000 metros cúbicos de gas: el precio puede haber caído, pero sólo a niveles que son comunes en otros lugares de Europa.

De manera que si la explicación está en los problemas económicos, Rusia no puede rescatar a toda la economía. Ucrania regresará muy pronto a la mesa occidental. La Unión Europea, en particular, debería reiterar que el acuerdo que firmó Ucrania en 2009, pero que nunca implementó, que prometía sustanciales inversiones occidentales si Ucrania reformaba su sector del gas, todavía puede revivirse.

La segunda posibilidad es que la prioridad de Yanukovich sea fortalecerse internamente. Jugar más cerca de Rusia lo hace más fácil, en la medida en que no es probable que Rusia objete las recientes iniciativas para reprimir la libertad de prensa y alinear al Poder Judicial. Pero un Yanukovich más fuerte podría ser un socio imponderable en el largo plazo, no sólo para Occidente, sino también para Rusia. Si éste es el caso, Occidente debería evitar dar la impresión de que está tan harto de los años de caótico gobierno “naranja”, que permitirá a Yanukovich socavar las libertades ganadas por la Revolución Naranja de 2004, en nombre de restaurar la “estabilidad”.

La tercera posible explicación es la corrupción. Las elites locales aprenden rápido. El principal fraude actual tiene que ver con distribuidores internos ucranianos que compran más barato “el gas para los hogares” y lo venden a clientes industriales a precios más altos. Pero el mundo está poniendo más atención desde la crisis del gas en enero de 2009. Y algunos de los oligarcas de Ucrania podrían romper muy pronto con Yanukovich si el “lobby del gas” adquiere demasiado poder en el nuevo gobierno. Los oligarcas ucranianos también están interesados en que la parte rusa haga concesiones, como darles el acceso al gas del Asia Central.

La cuarta posibilidad es que Ucrania comparta algo del análisis de Rusia sobre los sucesos mundiales en rápido proceso de cambios. El equipo de Yanukovich podría también pensar que EEUU está preocupado de otras cosas, y que la Unión Europea está en una declinación de largo plazo y demasiado ocupada en el corto plazo en la crisis del euro para prestar demasiada atención a Europa Oriental. Ucrania podría creer también que la crisis económica global reemplazará a la “globalización” plana con islotes de “regionalización” y que Ucrania debería unir su destino a Rusia mientras busca consolidar “su” región. Si ése es el caso, alentar al péndulo ucraniano para que oscile nuevamente hacia el oeste podría ser esta vez mucho más difícil.

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Moratinos aboga por estrechar relaciones con regiones fronterizas de la UE

Nacho Temiño Sopot (Polonia), 24 may (EFE).- El ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, destacó hoy en Sopot (norte de Polonia) la importancia de la vecindad para la nueva política de la Unión Europea (UE) que pasa, dijo, por potenciar las relaciones con las regiones fronterizas del este y el sur.

Moratinos participó hoy en una reunión informal de representantes de la diplomacia comunitaria y de los seis países del Partenariado Oriental, en la que se debatió el futuro de las relaciones de la Unión Europea con los países del Este y Cáucaso Sur.

"El partenariado y la vecindad son prioridades para la nueva política de la UE", subrayó el ministro español en una rueda de prensa junto a homólogo polaco, Radoslaw Sikorski, y el comisario europeo para la Ampliación y la Política de Vecindad, Stefan Fule.

En su intervención, el titular de Exteriores polaco agradeció a Moratinos el apoyo de la presidencia de turno española al proyecto de Partenariado Oriental, un modelo de asociación propuesto hace un año por Polonia y Suecia para articular el acercamiento a la UE de Moldavia, Bielorrusia, Ucrania, Georgia, Azerbaiyán y Armenia.

A través de este programa comunitario se pretenden crear los instrumentos para apoyar y estimular a estas ex repúblicas soviéticas en la reformas democráticas, administrativas y económicas necesarias para favorecer su convergencia con la UE.

Los estados que conforman el Partenariado, apoyados por Polonia, aspiran a la creación de un espacio de comercio común e incluso a la supresión de visado para sus ciudadanos por parte de las autoridades comunitarias.

Por ahora, los acuerdos más avanzados se han alcanzado con Ucrania, país con el que a lo largo de este año se espera cerrar un plan concreto sobre el futuro régimen de visados aplicable, según señaló Stefan Fule, aunque por ahora la exención de visa para los nacionales ucranianos no parece cercana.

En declaraciones a Efe, Moratinos reiteró la importancia de este programa para que el Este de Europa y la región del Cáucaso Sur no se conviertan en una especie de "cinturón sanitario", sino que sean una zona de cooperación e interacción con la Unión Europea.

Para el ministro, es importante que la ciudadanía europea sea consciente de que la estabilidad de la propia UE requiere la estabilidad de sus vecinos, por lo que es importante, dijo, dar prioridad a las relaciones con todas las regiones fronterizas.

El impulso de las políticas europeas de vecindad, tanto hacia el este como en el área del Mediterráneo, es una de las prioridades de la presidencia española de la UE, que finaliza el próximo 30 de junio.

Otro de los puntos que centraron el encuentro informal de Sopot fue la iniciativa polaca de promover un "grupo de amigos del Partenariado", un espacio en el que tengan cabida otros estados ajenos a la UE e interesados en colaborar en el desarrollo del Partenariado Oriental, como EEUU, Rusia, Japón, Canadá, Turquía o Suiza.

El titular de Exteriores español mantuvo además una reunión bilateral con su homólogo moldavo, Iure Leanca, quien le transmitió su interés en que la empresa española Gas Natural, una de las más fuertes en el mercado energético del país ex comunista, mantenga su presencia en Moldavia.

Leanca también adelantó a Moratinos la intención del gobierno moldavo de establecer en el futuro una embajada en Madrid, explicó el ministro español.

Tras la rueda de prensa, estaba previsto que la delegación española mantuviera conversaciones con las representaciones de Bielorrusia y Georgia. EFE