lunes, 26 de julio de 2010

Verano en Ucrania

En el aeropuerto me esperaban Mykola Pekh con un ramo de flores en la mano y su hermana Julya, una chica rubia, de ojos azules y muy ucraniana físicamente hablando. Julya estaba sentada, sostenía un letrero en el que se leía «Lola Giralt» y una vez dado el apretón de manos, me ayudaron con mi maleta y salimos del aeropuerto. Yo estaba contentísima de haber llegado a Ucrania, pero el hecho de haberme encontrado con que Mykola es ciego me conmovió y aunque no dije ni hice nada que dejase ver mi sorpresa, me sentí incómoda en un primer momento.

En unos minutos llegamos a la que será mi casa durante dos meses: tras subir 5 pisos de escaleras antiguas y malolientes, al abrir la puerta me encontré en un apartemento espacioso, aristocrático, bien amueblado y en el que cada habitación tiene su balcón al exterior. Vivimos en el centro de la ciudad, y por la tarde Mykola me llevó a la plaza del ayuntamiento «Raatusha» y estuvimos paseando por la avenida de la Opera House «Prospekt Svobody». Sin embargo, a mí lo que más me impresionó fue la soltura con la que se desenvuelve este chico por la calle: yo le iba guiando por la acera, pero él me iba explicando lo que mis ojos iban observando en cada momento.

El objetivo de mi estancia en Ucrania es colaborar en la ONG que preside Mykola para organizar una convención internacional de estudiantes que tendrá lugar en Lviv, Kiev y Odessa durante dos semanas en el mes de Agosto. Esta ONG se fundó hace 5 años y lleva a cabo diversos proyectos de colaboración con la UE dentro del programa Youth in Action. A la convención asistirán 90 estudiantes de 34 países diferentes, desde Portugal hasta Albania. Por ahora mi trabajo consiste en preparar las cartas de invitación de los estudiantes que necesitan visado de la embajada ucraniana y actualizar la versión inglesa de la página web de la organización.

A mí me pareció un proyecto interesante del que podría aprender mucho además de practicar ruso y tener la oportunidad de vivir en uno de los países más importantes de la antigua URSS y a la vez uno de los que más ha sufrido a lo largo de su historia. Basta fijarse en los ojos azules de los más mayores o en cómo te tratan en las tiendas de produkty (alimentación)para descubrir una realidad muy dura que desemboca en una forma de hablar y un trato seco que abruma al extranjero occidental.

Sin embargo, Lviv es la ciudad más europea de Ucrania, cuenta con 850 mil habitantes, su arquitectura recuerda a la de Viena, su centro histórico es patrimonio de la UNESCO y a pesar de las visitas nazis y soviéticas que recibió, los edificios consiguieron tenerse en pie hasta la actualidad. En los últimos años se ha invertido mucho en europeizar la ciudad para atraer al turismo de los países vecinos; sobre todo procedente de Polonia, Rusia y Alemania.

Durante los primeros días mi compañía fueron unos chicos que conocí a través de Couchsurfing. estaban visitando Lviv y venían de Finlandia, Rusia, Suecia, Dinamarca, Finlandia y EEUU. Se alojaban en casa de un chico ucraniano muy extravagante que vive en las afueras de la ciudad y tiene una casa enorme y muy sucia en la que los gatos ni siquiera se atrevena comer la comida que queda pegada en las moquetas del suelo.

Dima (Moscú), Lola (España) y Erik (Suecia) en marshutka.

En su casa estuvimos cenando una noche, pelmenis con smetana y vodka. Me lo pasé estupendamente con ellos, y durante unas horas me sentí de nuevo en un ambiente erasmus que tanto he echado de menos este año. Los viajeros que se conocen por estos países son muy diferentes a los que se encuentran normalmente en los países más «civilizados». Quizás se deba a que quien viene a Ucrania no viene buscando unas vacaciones tipo Marbella, sino descubrir otra mentalidad, otra forma de hacer las cosas. Un ejemplo tonto pero muy útil para que puedan hacerse una idea de lo que hablo, es el siguiente: íbamos en una marshutka –una furgoneta que hace las veces de autobús– hacia el pueblo de Oleg, el chico ucraniano. Erik, el sueco, iba sentado y cuando entró una babushka (una señora mayor; literalmente abuela, del ruso) y le da un billete de 2 grivnas. Él se queda boquiabierto y hace amago de guardarse el dinero en el bolsillo, mientras que el resto de las personas que iban en la marshutka se ríen. Dima, el ruso, le dice entonces que el dinero es para que se lo vaya pasando a los demás pasajeros hasta que llegue al conductor. Son pequeños detalles cotidianos que te van haciendo ver cómo viven y en cuánto difieren sus vidas de las de los occidentales.

Amigos de Couchsurfing

Hasta ahí todo perfecto. Pero cuando llegué a casa me esperaba una pequeña sorpresa que le daría un toque picante a mi paso por Ucrania: abrí la puerta y me encontré una mini fiesta de chicos ciegos bebiendo vodka, y fumando en la cocina de casa con el gas encendido. Ser ciego no es fácil, pero en Ucrania es más difícil que en la UE porque no tienen tantas comodidades ni tantos avances en lo que concierne la seguridad en las calles o medios de transporte. A ello se le une la costumbre ucraniana de beber alcohol a cualquier hora del día, por lo que la bebida se convierte en una escapada fugaz y a la vez peligrosa, ya que la embriaguez puede continuar durante dos o tres días seguidos.

Sentí impotencia y pena. En otro momento hubiese intentado hacer algo, pero llega un punto en el que sabes que la gente no escucha, y menos aún cuando hay alcohol por medio y una lengua extranjera. Así que cogí la puerta y me fui de casa hasta por la noche.

Quedé con Dima, el chico moscovita de couch surfing, que ha venido haciendo autostop desde Moscú. Fuimos a un parque-museo en el que se exponen todos los tipos de viviendas típicas ucranianas –hatas– del siglo XVIII y después nos unimos al resto del grupo: Erik, de Suecia, que lleva viajando en bicicleta un año (Suecia-Georgia-Ucrania-Polonia), Sala, de Finlandia, que ha venido en tren, y Martin, de Dinamarca.

Hata.

El jueves fui a Kiev en tren nocturno con Andrei, un chico de la organización en la que trabajo. Tiene 25 años y ha estudiado Relaciones Internacionales. Salimos a las 11 de la noche y llegamos a Kiev a las 6 y pico de la mañana y el motivo de nuestro viaje era buscar el alojamiento apropiado para todos los estudiantes que vienen en agosto para la convención.

Un día antes que yo había llegado Dima. Hacía un calor sofocante, muy húmedo, por lo que pasamos el día de parque en parque. No visitamos prácticamente nada: ninguna catedral, ni ningún museo. Sin embargo, nos recorrimos las arterias principales de la ciudad y por la noche, antes de coger el tren con Andrei, me quité las sandalias y anduve descalza en la fuente de la plaza de la independencia.

Dima y yo. Plaza de la Independencia, Kiev.

Cuando estos amigos continuaron sus viajes, volví a quedarme «sola» por lo que decidí seguir buscando amigos. Me presenté sola en una cafetería en el que hacen intercambios linguísticos, y ese mismo día era de español. Cuando llegué y oí mi lengua materna, me presenté y me uní al grupo: Juan, de Zaragoza, Daniel, de Ecuador, Andrea, italiano y profesor de español en la universidad, y 4 o 5 ucranianos que hablan español bastante bien. Aquí en Lviv no hay muchos más hispanohablantes, pero en Kiev hay más de 100 españoles que trabajan o estudian allí.

Aunque no soy muy amiga de estar con hispanohablantes cuando viajo, he de admitir que siempre es grato conversar con alguien que te entiende no sólo a nivel linguístico, sino a nivel emocional y cultural. Además, ellos llevan aquí muchos meses, por lo que conocen la ciudad y hablan ucraniano perfectamente.

Los ucranianos son muy hospitalarios y el sábado tuve la oportunidad de pasar un día en familia ucraniana. Los padres de Mykola vinieron a casa a recogernos a Alexandra (la novia eslovena de Mykola), Mykola y a mí. Bajamos a la calle y nos montamos en el coche más grande que he visto en mi vida. Asientos de cuero, aire acondicionado a tope, músicarusa, un padre que conduce sin intermitentes y cambia continuamente de carril, velocidad de vértigo, cinturones abrochados por detrás de los asientos, y pa' alante. ¿Quién dijo miedo?

Era una parcela pequeña con una casa nueva gigantesca en el medio. La casa estaba muy bien decorada, y todo estaba a estrenar. Dos plantas, tres cuartos de baño, cocina con barra americana, sistema de luz inteligente, etc. Nos habían dicho que llevásemos bañador, y para mi sorpresa, los perros se bañaban con los humanos en el mismo agua verde de la piscina. Yo no iba a ser menos, aunque en ese momento me acordé de mi piscina y mi familia, y me entraron ganas de irme volando a bañarme a España.

Comimos pato y patatas cocidas. Estuve cogiendo frutas del huerto, y sacando al perro guía de Alexandra, hablando con la madre de Mykola sobre las bodas ucranianas y cocinando pelmenis. Esa semana aprendí la esencia del dicho «En Roma, como los romanos». Porque si quieres conocer mundo, no queda otra.

Pelmenis caseros.

Lola Giralt

Compañías ucraniana y española representarán en Badajoz "Madame Butterfly"

Mérida, 24 jul (EFE).- El Teatro "López de Ayala" de Badajoz acogerá el próximo jueves, 29 de julio, a las nueve de la noche, la representación de la ópera "Madame Butterfly", que pondrá en escena el Teatro de la Ópera y Ballet de Donetsk (Ucrania) y la Compañía Concerlírica española, con orquesta en directo, interpretada por la soprano japonesa Miki Mori.

Un total de 120 artistas se encargarán de la representación de la obra de Giacomo Puccini en la que participará el Teatro de la Opera y Ballet de Donetsk, el segundo más importante de Ucrania, después del Teatro Nacional, ha informado la sala pacense en un comunicado remitido a Efe.

Junto a ellos hará primeros artistas españoles, como el tenor Gustavo Casanova, y Sergio Alapont en la dirección de orquesta, "Madama Butterfly" es una ópera cuya acción se desarrolla en Japón, oportunidad que Puccini emplea, según las mismas fuentes, para "dar rienda suelta al exotismo, creando una atmósfera oriental mediante inusitados experimentos armónicos y unos efectos instrumentales muy originales".

Esta obra, una de las más representativas de este autor, está ambientada en Nagasaki a principios del siglo XX y narra la historia de una joven japonesa que, tras una historia de amor con un oficial americano, "desemboca en un drama musical lleno de pasión y exotismo".

El precio de la butaca de patio es de 25 euros y de 25 la del anfiteatro, mientras que los estudiantes, desempleados y pensionistas pagarán 18 euros. EFE

Putin afirma que cantó canciones patrióticas con espías deportados

Foros, Ucrania.- El primer ministro ruso Vladimir Putin se reunió con los agentes de su país expulsados de Estados Unidos, cantó con ellos canciones patrióticas y les prometió buenos trabajos y un gran futuro en su patria, según aseguró durante una visita a Ucrania.

Putin dijo la noche del sábado que se encontró hace poco con los 10 deportados, sin aclarar dónde ni cuándo exactamente. Los agentes fueron expulsados de Estados Unidos este mes en el mayor escándalo de espionaje desde la Guerra Fría.

Putin, un ex oficial de la KGB que pasó tres años en un puesto de bajo rango en la Alemania socialista, se refirió a las vidas difíciles que los agentes debieron llevar en Estados Unidos, donde terminaron siendo descubiertos por el FBI tras vivir durante más de una década en diferentes ciudades y suburbios.

"Tuvieron un destino muy difícil. Tenían que realizar una tarea para el beneficio de los intereses de su patria por muchos, muchos años, sin una protección diplomática, arriesgándose a si mismos y a sus seres queridos'', dijo.

Los 10 agentes fueron intercambiados por tres ex oficiales de inteligencia y un experto en armamentos sentenciados por espionaje en Rusia. Un espía ruso más se escapó tras ser capturado en Chipre y sigue prófugo y otro que trabajaba para Microsoft fue deportado de Estados Unidos a mediados de julio.

Las autoridades de Estados Unidos no acusaron formalmente de espionaje a los agentes y no está claro si llegaron a poner en riesgo información confidencial de ese país.

Putin prometió que la patria cuidará de ellos. "Trabajarán y estoy seguro que tendrán empleos decentes. Y estoy seguro de que tendrán una vida interesante y luminosa'', afirmó.

Puerto ucraniano de Sebastopol acoge parada naval por Día de la Armada rusa

iev, 25 jul (EFE).- Unos cinco mil efectivos de la Flota rusa del Mar Negro participaron hoy en la parada marítima en el puerto ucraniano de Sebastopol con motivo del Día de la Armada rusa.

En el desfile participaron veintidós buques de guerra, nueve naves de socorro, más de veinte lanchas y cerca de veinte unidades de armamento de combate, informó la agencia UNIAN.

El presidente de la Duma, la Cámara de Diputados rusa, Borís Grizlov, y el comandante de la Flota rusa del mar Negro, el vicealmirante Vladímir Koroliov, pasaron revista desde una lancha a la formación de buques con banderas rusas, ucranianas y de la Armada soviética, y saludaron a los marinos en su festividad.

En el recorrido por el puerto de Sebastopol, base principal de la Flota rusa del mar Negro, participó también el buque insignia de la Armada ucraniana, la fragata "Guetman Sagaidachni".

Parte del espectáculo consistió en un simulacro de "combate naval" contra buques enemigos, incluido un ataque con misiles.

Especial interés despertó la demostración de un desembarco naval y un combate cuerpo a cuerpo de soldados de infantería de Marina.

"Ha sido una maravillosa fiesta que ha permitido hacer muestra de todo el poderío de nuestra flota rusa y de la capacidad de los marinos de cumplir las tareas encomendadas, incluidas las de combate", señaló Grizlov tras el desfile.

Sobre el acuerdo firmado en abril pasado por los presidentes de Rusia, Dmitri Medvédev, y Ucrania, Víctor Yanukóvich, que garantiza la permanencia de la Flota rusa del Mar Negro en el puerto ucraniano de Sebastopol hasta 2042, Grizlov recordó que los Parlamentos de ambos países lo ratificaron a la vez.

"Creo que esta ratificación simultánea simboliza el deseo de ambos pueblos de estar juntos, resolver juntos tareas militares y defender juntos los intereses de nuestros pueblos", dijo el presidente de la Duma, al tiempo que anunció que Rusia ampliará la financiación de la Flota rusa y de todas sus bases.

Antes de la aprobación de ambos parlamentos, la oposición ucraniana había llamado a boicotear el acuerdo sobre la base naval por considerarlo inconstitucional y atentatorio contra la soberanía de Ucrania.

La Flota rusa del mar Negro incluye medio centenar de buques de guerra -acorazados, fragatas, submarinos y dragaminas- y casi un centenar de aviones, mientras la base de Sebastopol acoge a 18.500 efectivos, entre militares y técnicos, además de sus familiares.

En los actos festivos por el Día de la Armada, que concluyen esta noche con salvas de artillería y fuegos artificiales, participaron el alcalde de Moscú, Yuri Luzhkov, gobernantes de las ciudades y regiones hermanadas de Rusia, así como representantes de la Armada ucraniana y las autoridades de Crimea y Sebastopol.

Esta es la primera vez que Luzhkov vuelve a Crimea después de que las autoridades ucranianas levantaran la prohibición al alcalde de Moscú de entrar a Ucrania, impuesto por el anterior Gobierno del país vecino.

Ucrania vetó a Luzhkov la entrada al país el 12 de mayo de 2008, después de que el alcalde de Moscú reclamara días antes la soberanía de Rusia sobre el puerto ucraniano de Sebastopol. EFE