lunes, 8 de septiembre de 2008

Vemos intentos de encerrar a Rusia: Gorbachov

El último líder soviético advierte sobre el peligro de volver a "juegos de geopolítica" del pasado
Mijail defiende la gestión de líderes rusos y critica las pretensiones de dominio de algunos países occidentales
El Financiero en línea
Madrid, 8 de septiembre.- El último líder soviético, Mijail Gorbachov, denuncia que Estados Unidos y algunos socios europeos quieren "encerrar" a Rusia y advierte sobre el peligro de volver a "juegos de geopolítica" del pasado.Gorbachov está en España para participar, mañana, en la Exposición Internacional de Zaragoza y hoy concedió una entrevista en la que defiende la gestión de los líderes rusos y critica las pretensiones de dominio de algunos países occidentales, que se plasman en la actitud ante casos como el Georgia, en el que "se ha presentado erróneamente a Rusia como una agresora".Nacido en 1931 en una localidad del Cáucaso, Gorbachov fue secretario general del Partido Comunista soviético (PCUS) en 1985 y presidente de la URSS en 1990, aunque un golpe de Estado en agosto del año siguiente confirmó sus dificultades y aceleró su caída y la disgregación del Estado, unos meses más tarde.Frente a quienes atribuyen al tándem Dimitri Medvédev (presidente) y Vladímir Putin (primer ministro) ambiciones de crear una "gran Rusia" Gorbachov discrepa y asegura que el Gobierno de su país "no quiere ser jefe" del mundo, actitud que sí ve en algún país occidental, en alusión clara a Estados Unidos."Somos un país autosuficiente. Tenemos territorio, energía, ciencia, enseñanza, recursos, tecnología. Podríamos alimentar a ochocientos millones de personas", dice Gorbachov, que elogia la labor de Putin, frente a la etapa de Yeltsin (1991-2000), cuando "el estado de la población era la pobreza".Por eso es optimista cuando afirma que Rusia "va a resurgir" y añade que el país "asume sus compromisos internacionales y no practica juegos ilegales".Comparte la reflexión de quienes piensan que EU quiere debilitar y "encerrar" a Rusia con iniciativas como la eventual extensión de la OTAN a Ucrania y Georgia."¿Para qué quiere la OTAN a esos dos países? ¿Para luchar contra Irán? Es ridículo", recalca Gorbachov, quien ve en el reciente conflicto de Rusia con Georgia un caso ejemplar de esa actitud occidental de "castigar erróneamente".Señala que la intervención militar de Georgia en la república de Osetia del Sur fue "una locura. La destrucción de ciudades, atacar a personas indefensas con armas sofisticadas... Pero los medios de comunicación no protestan y se presenta a Rusia como agresora", por la posterior entrada de fuerzas enviadas por Moscú que expulsaron a las georgianas.Sobre Ucrania, recuerda que su propia madre era de ese territorio que - agrega - ha formado parte durante mucho tiempo del Imperio Ruso y luego de la URSS."Les deseo éxito y que se fortalezcan, pero confío en que no entren en la OTAN", apunta el ex líder soviético, quien espera también que nadie introduzca más factores de división entre Ucrania y Rusia.Gorbachov rememora los años 80 para asegurar que entonces había cooperación internacional para reducir el armamento nuclear y biológico, actitud que ahora echa en falta.Así, subraya que en EU "hay gente que empuja a la confrontación y quieren ampliar la OTAN y ganar más dinero con la producción de armas".Pasa por alto la pregunta de si siente nostalgia de su época de líder soviético y recuerda que la posibilidad de firmar un nuevo Tratado de la Unión de las repúblicas fue abortada por las fuerzas conservadoras, opuestas a la "perestroika", que organizaron el golpe de Estado y favorecieron la disgregación de la URSS."Lo lamento. Fue muy negativo que la URSS cayera. No exagero", afirma Gorbachov, para quien las ideas socialistas están "aún vivas" en la actualidad, aunque más en Europa que en Rusia.Se muestra irónico cuando apunta que tras la caída de la URSS "se quiso imponer el liberalismo económico de acuerdo a las ideas de Washington, pero hoy nos enteramos de que el presidente (George W.) Bush ha intervenido las entidades hipotecarias" Freddie y Fannie ante las dificultades financieras: "es un paso socialista", señala. (Con información de EFE/TPC)

El reconocimiento de Ortega a Osetia del Sur

El viernes pasado, quizá calculando por la hora del día que yo estaría en reunión; recibí un mensaje de texto de mi hijo, quien se encuentra terminando una pasantía en la costa este de Estados Unidos, y en el cual me preguntaba si era cierta la noticia que había recibido.
No sabiendo a qué se refería, decidí llamarlo. 'He escuchado que Daniel Ortega acaba de reconocer la independencia de Osetia del Sur y Abjasia', me dijo, intentando contener una risa algo sarcástica. Obligado por el tiempo me limité a responder que yo sabía lo mismo que él.
- ¿Sabe el presidente Ortega dónde queda Osetia del Sur? Preguntó; ahora sin disimular la risa.
Sabiendo que esa plática tendía a extenderse, me despedí prometiendo continuarla en la noche.
Desde ese día son inumerables los comentarios de expertos en el tema, que cuestionan la necesidad del mandatario de emitir opiniones en temas que no son de la incumbencia de los nicaragüenses, y que mäs bien pueden afectar las relaciones y beneficios que nuestro país recibe de terceros.
En uno de los editoriales de LA PRENSA hace un par de días se menciona el caso de las provincias rebeldes en Bolivia como ejemplo para don Daniel. Si en realidad es un hombre ecuánime que apoya la lucha de los pueblos. Ahí, en Bolivia, tiene una buena oportunidad para demostrarlo.
En ciertos círculos gubernamentales y en foros internacionales de la supuesta izquierda se aduce que el respaldo de Rusia hacia esas micro provincias es en respuesta al apoyo inapropiado -según los rusos- que Estados Unidos y los paises miembros de la OTAN, dieron a las intenciones independentistas de Kosovo, de la república Serbia, a inicios de este año.
Es interesante saber que 20 de los 27 paises que conforman la Unión Europea -aparte de Estados Unidos - otorgaron su reconocimiento a Kosovo.
Las razones por las cuales Osetia y Abjasia han decidido separarse de Georgia son irrelevantes y fuera de la mira de éste escrito. Lo que nos interesa es la intromisión de nuestro presidente en asuntos que no nos competen y pueden afectar a Nicaragua.
Pero si al señor presidente verdaderamente desea velar por la paz y la libertad de los pueblos en esa parte del mundo, entonces ¿porqué no comienza por respaldar la actitud de Georgia y Ucrania, ambos antiguos satélites de la desaparecida Unión Soviética, - que al igual que Osetia y Abjasia desean independizarse de Georgia - ellos han decidido hacer vidas separadas de Rusia?
No es ningún secreto que el Primer Ministro Putin sueña con hacer renacer de las cenizas a la Unión Soviética de antaño. Por eso ha atacado sin piedad a las repúblicas que se resisten a reintegrarse y que prefieren trabajar de cerca con las fuerzas prooccidentales.
Hace dos días Putin declaró que si Ucrania insiste en ser miembro de la OTAN, Rusia tendrá que apuntar sus misiles hacia esa nación. ¿Cuál será la razón por la que el mandatario nicaragüense no emite opinión al respecto y declara su respaldo a Ucrania?
Para concluir, aparte de Nicaragua, solamente Rusia ha reconocido la independecia de Osetia del Sur y Abjasia. Incluso la maternal Cuba ha preferido guardar distancia limitándose a declarar que 'respeta la decisión del gobierno de Nicaragua'.
Una vez más el presidente nicaragüense se queda jugando bolero solito, mientras nosotros los vemos sin saber si debemos ponernos a reír o a llorar.

El 81% de los españoles creen que sus empresas deberían asegurar un entorno de trabajo más saludable

El 81% de los empleados españoles opinan que sus empresas deberían responsabilizarse más en la mejora de las condiciones de salud de sus trabajadores, implantando horarios más flexibles, facilitando el acceso a gimnasios o contribuyendo de alguna manera a reducir el estrés laboral, según una encuesta realizada por la multinacional de recursos humanos Kelly Services a 115.000 trabajadores de 33 países del mundo.
El estudio revela que el 17% de los más de 1.200 españoles entrevistados para realizar este informe consideran que su trabajo ejerce un impacto negativo sobre su salud, porcentaje que se eleva hasta el 20% a nivel mundial.
Las principales causas que afectan a su salud citadas por los trabajadores se encuentran el exceso de horas de trabajo o la falta de reconocimiento, lo que provoca a su vez problemas de estrés o incluso de inmsonio. De hecho, el 14% afirma que el estrés de su trabajo les impide dormir bien.
Japón es el país donde se observa la tasa más alta de problemas de salud relacionados con el trabajo, seguido de Canadá, Ucrania, Finlandia y Hong-Kong. España ocupa una posición intermedia, situándose en decimocuarto lugar dentro de una lista de 33 países.
La encuesta pone de manifiesto que en el último año los españoles son los trabajadores que menos han dejado su puesto durante más de tres días por culpa de una enfermedad. Así, sólo el 16% dice haberse tomado más de tres días por esta razón, frente a la media del 30% de los 33 países analizados o el 50% de daneses y mexicanos.
Cuatro de cada diez españoles se quejan de que sus empresas les hacen sentirse culpables cuando no acuden al trabajo por una enfermedad, mientras que la media de los países estudiados en el informe resulta algo inferior, con un 35%.
Según Kelly Services, los españoles son, junto con los franceses, los más honestos de todos los trabajadores entrevistados, pues sólo el 7% se ausentó de su empresa más de un día sin estar realmente enfermo.

La Fiscalía General de Ucrania interrogará a la primera ministra

Kíev, 8 de septiembre, RIA Novosti. La primera ministra de Ucrania, Yulia Timoshenko, informó hoy en rueda de prensa que la citó la Fiscalía General para el 11 de septiembre, reportó la agencia ucrania UNIAN.

El secretariado del presidente de Ucrania acusó a Timoshenko de estar confabulada con el Kremlin y haber traicionado los intereses nacionales y entregó la documentación que supuestamente lo confirma al Consejo de Seguridad de Ucrania.

Hace poco el presidente de Ucrania, Víctor Yúschenko, afirmó que el Bloque de Yulia Timoshenko, el Partido de las Regiones y el Partido Comunista realizaron un golpe de Estado en el país, formando de hecho una nueva coalición en la Rada Suprema (parlamento ucranio). El presidente subrayó que ello se hizo en detrimento de los intereses nacionales.

La Unión Europea tenderá mañana la mano a una Ucrania en crisis

La Unión Europea (UE) ofrecerá mañana un acuerdo de asociación a Ucrania, un país en crisis tanto por la reciente ruptura de su gobierno como por el temor de verse envuelto en el futuro en un enfrentamiento con Rusia similar al de sus vecinos georgianos.La cumbre bilateral se celebrará en Evian (Francia), tras haber llegado a un complicado equilibrio entre los socios comunitarios que desearían una rápida adhesión de la república ex soviética (los bálticos, Reino Unido, Polonia y Suecia) y los que juzgan prematuro plantear una nueva ampliación hacia el este (España, Alemania y el Benelux, entre otros).Finalmente, se ha diseñado un "partenariado reforzado" en ámbitos comerciales, energéticos, de circulación de personas o de seguridad, pero sin prejuzgar el futuro de las relaciones bilaterales ni mencionar una perspectiva europea para Kiev, precisaron hoy a Efe fuentes de la presidencia de turno francesa.Está previsto que mañana se dé el pistoletazo de salida a las negociaciones, que no concluirán al menos hasta 2009.En un contexto de dificultades crecientes para el Cáucaso, la intención de la UE es reforzar los vínculos con Ucrania, ligada ya a Bruselas desde 1998 por un acuerdo de "partenariado" y cooperación, desde 2004 por la llamada "política de vecindad" y a partir de 2005 por un "plan de acción" de tres años de duración.Independizada de la URSS en 1991, Ucrania ha expresado reiteradamente su deseo de llegar a ser miembro tanto de la Unión Europea como de la OTAN, sobre desde que la "revolución naranja" aupara a los pro occidentales del presidente Víctor Yúschenko.Las intención de este país y de Georgia de entrar en la Alianza Atlántica, y el previsible impulso a esta posibilidad el próximo mes de diciembre, ha provocado una profunda irritación en Rusia.Sin embargo, mientras que en Georgia son mayoría los que quieren ser miembros de los principales organismos occidentales, en Ucrania mantiene un gran peso la tendencia pro rusa, y por ejemplo sólo un 16 por ciento apoyaría entrar en la OTAN.Este es uno de los motivos de la actual crisis de la coalición de gobierno del presidente Yúschenko y la primera ministra, Yulia Timoschenko, que no asistirá a la cumbre de Evian.Yúschenko ha acusado al Bloque de la primera ministra de aliarse con el Partido Comunista y el pro ruso Partido de las Regiones para reducir sus poderes.La disputa, que podría desembocar en elecciones anticipadas, se ha alimentado también por la reciente visita a Ucrania del vicepresidente de EEUU, Dick Cheney.Lejos de plantearse desconvocar la cumbre de mañana por esta crisis política, los líderes europeos la ven todavía más necesaria.Así, aprovecharán para recomendar al Ejecutivo ucraniano que "ponga la casa en orden" y recupere la coalición de gobierno si quiere favorecer su acercamiento a Bruselas y de paso mejorar "su propia seguridad", según declaró hace pocos días en Aviñón el jefe de la diplomacia europea, Javier Solana.La península ucraniana de Crimea, habitada por una mayoría rusa, es reclamada por cada vez más amplios sectores en Moscú.Además, Crimea acoge la Flota rusa del mar Negro, a la que Kiev quiere desalojar cuando expire el convenio bilateral suscrito por ambos países en 2017.Estas circunstancias generan temor en muchos analistas y políticos ucranianos, aunque el primer ministro ruso, Vladimir Putin, haya rechazado la idea de que se pueda repetir en Crimea lo ocurrido en Abjasia y Osetia del Sur.El presidente francés y de turno de la UE, Nicolas Sarkozy, Javier Solana, y el presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, abordarán con Yúschenko todos estos asuntos un día después de la gira por Moscú y Tiflis para intentar desbloquear la aplicación del acuerdo de paz.

Europa no quiere volver a Yalta

Mientras leen estas líneas, otro remoto rincón de Europa ha sufrido una limpieza étnica. Eso quiere decir jóvenes asesinados, ancianas arrojadas de los hogares en los que habían pasado toda su vida, sus pueblos saqueados e incendiados. Como ocurrió en Bosnia, hoy, en Osetia del Sur, las carnicerías las han llevado a cabo sobre todo milicias irregulares. "Hemos llevado a cabo unas operaciones de limpieza, sí", declaró el jefe miliciano capitán Elrus a Luke Harding, de The Guardian. Estos crímenes violentos se han cometido ante los ojos de soldados rusos, ahora recalificados de forma unilateral como fuerzas de paz mediante el sencillo método de ponerles unos cascos azules. La limpieza étnica se ha extendido a la zona de seguridad que ha establecido unilateralmente Rusia alrededor de Osetia del Sur, aprovechando una supuesta laguna en el acuerdo de alto el fuego logrado con la mediación del presidente Nicolas Sarkozy en nombre de la Unión Europea.

Hace falta una doble vía estratégica que permita combinar elementos de disuasión por la fuerza y habilidad diplomática
Europa debe hacer todo lo posible por Georgia, pero es más importante estratégicamente lo que pueda hacer por Ucrania
Estos hechos, presenciados sobre el terreno por valientes y minuciosos periodistas, dan la verdadera medida humana de la incapacidad de Europa para cumplir su promesa fundamental de mantener la paz, ni siquiera en su patio trasero. Dan también la medida del deliberado desafío estratégico de Rusia a la manera de hacer política y manejar las relaciones internacionales nacida a finales del siglo XX y representada por la UE. No debemos restar importancia a lo que significa este momento.
Hay que decir de inmediato dos cosas que complican la cuestión, pero que no le quitan validez. La primera, que, por muy grandes que fueran las provocaciones sobre el terreno, las autoridades de Georgia se comportaron de forma insensata y censurable al intensificar el conflicto en Osetia del Sur el 7 de agosto, al permitir que sus fuerzas matasen e hiriesen a civiles inocentes y al no prever la aplastante reacción militar de Rusia, a pesar de los indicios de que ya la habían ensayado. "No nos preparamos para una posibilidad de este tipo", confesó el viceministro georgiano de Defensa, Batu Kutelia. Qué idiotas y qué irresponsables.
La segunda, que la moribunda Administración de Bush se comportó con su incompetencia característica al permitir que el Gobierno de Georgia albergara incluso una sombra de esperanza de que la caballería estadounidense iba a acudir en ayuda de este aspirante a Israel en el Cáucaso. Parece ser que el Departamento de Estado transmitió varias advertencias en sentido contrario, pero otros sectores de este Gobierno disfuncional no actuaron con la misma claridad. El ridículo que despertó en todo el mundo la reacción indignada de Washington muestra, además, cuánta credibilidad ha perdido Estados Unidos debido a la invasión de Irak (no invadáis un país soberano; eso es lo que hacemos nosotros).
Es decir, tanto Tbilisi como Washington tienen algo de culpa. Ahora bien, atribuir responsabilidades a Estados Unidos (un deporte que se le da muy bien a los europeos) y a Georgia (un país lejano del que la mayoría de los europeos no sabe nada) no implica pasar por alto el desplante de Rusia a la manera de abordar los asuntos humanos que Europa occidental trata de emplear desde 1945 y el credo por el que la mayor parte de Europa se rige desde 1989.
Lo fundamental en este caso no es la "integridad territorial". La esencia de nuestra nueva forma europea de hacer las cosas es más bien una especie de integridad de procedimiento. Hay que respetar las fronteras de los Estados existentes, pero, en casos excepcionales, algunos territorios dentro de los Estados pueden negociar autonomías especiales o incluso votar para obtener la independencia, como Eslovaquia, Kosovo o tal vez Escocia algún día. Ahora bien, siempre con la condición de que se haga por medios pacíficos, mediante la negociación y el consenso, con la aprobación de las leyes nacionales e internacionales. El cómo importa más que el qué.
Ése es nuestro requisito fundamental, y la Rusia de Putin acaba de desafiarlo. Su mensaje es que el uso unilateral de la fuerza para propugnar los intereses nacionales es parte de lo que hacen las grandes potencias; que el orden posmoderno, multilateral y legal de la UE es un anacronismo pasajero del siglo XX; y que, en las antiguas palabras del diálogo de los melios de Tucídides, "los fuertes hacen lo que pueden y los débiles se someten".
¿Y cuál es la respuesta de Europa? El resultado de la cumbre de urgencia celebrada el lunes por la UE fue menos malo de lo que podía haber sido. A diferencia de la última cumbre de urgencia, celebrada hace cinco años a propósito de Irak, esta vez se mantuvo cierta unidad. Pero las medidas aprobadas son débiles. "Gracias a Dios que ha triunfado el sentido común", comentó un aparentemente satisfecho Vladímir Putin. Y la unidad en sí es débil. Sigue habiendo profundas diferencias de método que reflejan distintos grados de dependencia energética y distintas experiencias históricas de relación con Rusia. Moscú hará todo lo posible para explotar esas diferencias. El Izvestia del lunes tenía un fascinante mapa de colores de los Estados miembros de la UE divididos en cuatro categorías: Gran Bretaña y Polonia eran "críticos violentos", mientras que Alemania, Francia, Bélgica e Italia recibían la halagüeña etiqueta de "lobbistas de Moscú".
El tono de leve satisfacción en la rueda de prensa posterior a la cumbre, con Sarkozy y José Manuel Barroso, me pareció inapropiado. No se puede utilizar un tono así cuando, mientras tanto, hay mujeres y niños que están quedándose en la miseria, o en peor situación aún, en parte como consecuencia del fracaso de Europa. Una derrota no es una victoria. Y esta cumbre sólo podrá considerarse un triunfo si pone en marcha una revisión fundamental de la política de Europa respecto a Rusia.
Lo que nos hace falta es una estrategia de dos vías, que combine elementos de disuasión por la fuerza y habilidad diplomática, de guerra fría y de distensión. La opinión de Putin no es la única en Rusia. La esperanza de que se oyera pronto la del presidente Medvédev se ha desvanecido, pero hay otras, incluidas las que expresan en privado algunos capitalistas rusos preocupados. Debe quedar claro que sigue abierta la puerta a una relación estratégica como la que deseaba Occidente en los años noventa, con Rusia como nuevo pilar del orden internacional liberal.
Sin embargo, nuestra nueva hipótesis de trabajo debe ser que, en un futuro previsible, Rusia va a seguir siendo la Rusia de Putin: una potencia fuerte e implacable, decidida a reducir la influencia de Occidente y establecer su propia esfera de influencia de estilo decimonónico en el espacio pos-soviético. Y un país dispuesto a usar la violencia, la intimidación y la extorsión para hacer triunfar sus intereses nacionales, que, según su definición, incluyen la "protección" de millones de rusos en otros Estados soberanos situados alrededor de sus fronteras. Como en Crimea, por ejemplo, una parte del Estado soberano de Ucrania en la que algo más de la mitad de la población se define como rusa y el Kremlin tiene su flota del mar Negro anclada en Sebastopol.
"Yalta, c'est fini", declaró Sarkozy en la rueda de prensa de Bruselas, en referencia a la supuesta división de Europa en dos esferas de influencia durante la conferencia de Yalta en 1945. Pero quizá está surgiendo otro tipo de Yalta en la ciudad del mismo nombre, situada en Crimea, y otras muchas como ella, en las que la Madre Rusia sueña con cuidar de los suyos. Europa debe hacer todo lo posible por Georgia, incluida una presencia visible sobre el terreno. Pero es mucho más importante, desde el punto de vista estratégico, lo que pueda hacer por Ucrania, un Estado grande y esencial que (a diferencia de Georgia) todavía controla, más o menos, todo el territorio dentro de sus fronteras.
El ministro británico de Exteriores, David Miliband, tuvo toda la razón al ir allí como respuesta a la crisis de Georgia. Ahora, la UE debería ofrecer a Ucrania un futuro claro de integración. Debería enviar a observadores, funcionarios, abogados, asesores policiales, especialistas en desarrollo que hablen ucranio y ruso, a que trabajen sobre el terreno, sobre todo en regiones como Crimea. Nuestra respuesta debe ser realista, no sólo en nuestra forma de juzgar a Rusia, sino también a la hora de valorar nuestros puntos fuertes y nuestros puntos débiles. Rusia recurre a los carros de combate. A Europa no se le dan bien los carros de combate. Pero se nos dan bien otras mil cosas, cada una de ellas, por su cuenta, más pequeña, blanda y lenta que un carro de combate, pero que, todas juntas, con tiempo y la perspectiva de la integración, pueden acabar siendo una fuerza más poderosa. Este modelo europeo es el que está hoy a prueba.
www.timothygartonash.com. Traducción de María Luisa Rodríguez Tapia

Diálogo o guerra fría con Rusia

Para mitigar el trauma de la desintegración de la URSS, el presidente de Rusia Boris Yeltsin ideó en diciembre de 1991 la Comunidad de Estados Independientes (CEI), a la que se incorporaron las repúblicas exsoviéticas, excepto las tres bálticas, para formar un espacio confederal de interés estratégico, de cooperación económica, un remedo de la Unión Europea (UE), cuyas instituciones quedaron bloqueadas por conflictos abiertos o latentes, hasta desembocar en una organización virtual desgarrada entre aliados del Kremlin y aspirantes a integrarse en la OTAN.Georgia no se unió a la CEI hasta diciembre de 1993, en circunstancias harto controvertidas, tras una guerra civil en la que Moscú intervino a favor del presidente Eduard Shevardnadze, que había sido ministro de Exteriores con Gorbachov. Los estrategas rusos codificaron entonces la expresión extranjero próximo para aludir a la CEI, espacio de interés vital para Rusia. Lema y pretexto de Yeltsin para enviar tropas a Georgia, forma parte del dogma de restauración y desagravio imperante desde que Putin se instaló en el Kremlin, en el año 2000.EN LOS ÚLTIMOS 20 años, Rusia se sintió acosada en su frontera occidental con el ingreso de los países bálticos en la OTAN, el escudo antimisiles del Pentágono en Polonia y la República Checa y las revoluciones de colores en Georgia, Ucrania y Kirguizistán (2003-2005), para instalar gobiernos orientados hacia Washington, una cadena de actuaciones que los rusos consideran inamistosas y que violan de manera flagrante, a su juicio, las garantías que Alemania y EEUU dieron a Gorbachov y Yeltsin sobre la seguridad y las fronteras inamovibles de la Alianza Atlántica.La independencia de Kosovo, patrocinada por Estados Unidos y la UE, fue otra humillación de los eslavó- filos que predican la cruzada desde Moscú como tercera Roma, antaño meca de las legiones proletarias, ahora centro de un imperio que no osa decir su nombre. La guerra re- lámpago de Georgia simboliza el fin de la retirada general rusa de los últimos 20 años y constituye una advertencia dirigida a Occidente y a los países que integran el extranjero próximo, especialmente Georgia, Ucrania y Moldavia, donde hay realidades heredadas de la época soviética que desafían la lógica e irritan a los rusos.Moscú no solo rechaza la pretensión de Washington de un papel hegemónico en los asuntos mundiales, sino que reclama una zona de influencia, dictada por la geografía y la historia, según el presidente Medvédev, mientras Putin, al inspeccionar las obras del oleoducto transiberiano hacia China y el Pacífico, advertía a los europeos de que no será difícil encontrar mercados alternativos para sus hidrocarburos.La situación alimenta los designios imperiales. Casi el 40% de los ucranianos son rusos o rusohablantes. Crimea, histórica y demográficamente rusa, fue regalada por Jruschov a Ucrania en 1956, y Transniéster, la región separada de facto de Moldavia, tiene una situación similar a las de Abjasia y Osetia del Sur. Los rusos son casi el 40% en Estonia y Letonia, donde se consideran discriminados, y el 28% en Kazajstán. Rusia cuenta con Armenia como cliente, ya que los armenios de Nagorno-Karabaj, con permiso del Kremlin, imponen la secesión de esa región de Azerbaiyán, el eslabón petrolero de la zona, supuestamente neutral.Aunque Putin ha sabido frenar su pavorosa decadencia, asociada a una catástrofe demográfica, Rusia está convaleciente y presenta innumerables debilidades, zonas de fractura o retraso. El mito del Ejército Rojo, que empezó a desmoronarse en Afganistán, no pudo resistir el ocaso del comunismo, pero su potencia militar y nuclear es impresionante, la única que puede destruir EEUU. Primer productor mundial de gas natural y segundo de petróleo, gran exportador de armas, dispone de unas reservas en dólares que superan los 300.000 millones.CUANDO EL ministro ruso de Exteriores, Serguei Lavrov, exige a EEUU que abandone su proyecto de acorralar a Rusia, en realidad piensa en Ucrania, cuya adhesión a la OTAN liquidaría los sueños de una Unión Eslava (Rusia, Ucrania y Bielorrusia) y afectaría tanto a la industria de defensa como al poder naval en el mar Negro y la sacrosanta profundidad estratégica.Hay que negociar un nuevo orden para afrontar el desafío del "mundo posamericano", según la realidad estratégica que se abre paso en Washington. Frente a una espiral de acción-reacción (despliegue de la OTAN en el Báltico y en el mar Negro), acompañada por la escalada retórica, como en Georgia, hay que preservar un diálogo que tenga en cuenta todos los intereses, única manera de evitar la evolución inexorable hacia un nuevo reparto en el estilo de Yalta, corolario de la nueva guerra fría, o el repliegue azaroso de Moscú hacia el rencor por Occidente y las ansias de desquite.Si el futuro de Europa se juega en el Cáucaso, según la hipérbole utilizada en Estocolmo o Londres, quizá la Unión Europea debería olvidar los recuerdos belicosos de los suecos y los turbios problemas del espionaje inglés con la mafia rusa exiliada. Para el empeño de convocar a todos los actores, como propician Alemania y Francia, parece una señal equivocada la visita del vicepresidente de Estados Unidos, Richard Cheney, a Georgia, Azerbaiyán y Ucrania, como si fueran las nuevas marcas del imperio, lo que solo servirá para inflamar las tensiones con Moscú.

Bajo la Lupa

Cayó la primera víctima petrolera del conflicto en el Cáucaso: la trasnacional británica British Petroleum (BP), obligada a una retirada nada graciosa en su alianza mercantil con la rusa TNK (John Helmer, Asia Times, 6-09-08), como corolario del nuevo paradigma geoenergético de la desprivatización, renacionalización y restatización que cunden en los principales países productores de hidrocarburos del planeta.
La retirada de BP de Rusia, cuyo oleoducto BTC fue puesto en jaque con el exquisito movimiento de ajedrez ruso en Osetia del Sur, coincidió con la presencia en Georgia del superhalcón Dick Cheney, vicepresidente terminal de Estados Unidos (EU).
Pendenciero como siempre, (“Dick Cheney juega con fuego nuclear”; ver Bajo la Lupa, 27-08-08), Cheney “lanzó una amenaza belicosa a Rusia”, según James Hider (The Times, 5-09-08), “al prometer que el aliado pequeño (sic) de EU algún día (sic) se unirá a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN)”. Falta ver qué dicen Alemania, Francia e Italia (De Defensa, 5-09-08), quienes se portaron en forma sensata y negociadora con Rusia en la reciente cumbre de “emergencia”de la Unión Europea (UE), tres semanas después del ataque de Georgia a Osetia del Sur que llevó a la respuesta rusa.
Existe embotellamiento de navíos de EU y Rusia en el mar Negro (ver Bajo la Lupa, 10,13,17 y 20-08-08), así como de visitas simultáneas de adversarios: Cheney en el Cáucaso, y el primer ministro Vladimir Putin en Uzbekistán para incorporar los hidrocarburos centroasiáticos al sistema de gasoductos rusos (Debka, 3-09-08).
Como previmos, las reverberaciones del posicionamiento ruso en el Cáucaso sacudieron en su “periferia inmediata” al frágil gobierno proestadunidense en Ucrania del presidente Viktor Yushchenko, quien padece una severa crisis de gobernabilidad.
Ucrania, que Cheney desea adherir a la OTAN en forma desafiante para torturar más a Rusia, puede sucumbir a la balcanización entre sus poblaciones rusófilas y rusófobas.
Stratfor (3-09-08), centro de pensamiento texano-israelí, abunda sobre la “fractura de la coalición proccidental” que gobernaba a Ucrania, lo cual puede desembocar en la disolución del parlamento y la convocatoria a elecciones en diciembre, que sería un acto suicida del presidente Yushchenko, peleado a muerte con su ex aliada primera ministra Julia Timoshenko, quien no desea confrontar demasiado a Rusia con el fin de alcanzar la presidencia el año entrante, mediante su asombrosa alianza táctica con los rusófilos encabezados por Victor Yanukovich y Rinat Akhmentov.
La política interna en Ucrania suele ser caótica pero no se puede soslayar su relevancia singular como “el más importante país amortiguador entre Rusia y un Occidente siempre (sic) irredentista”, a juicio de Stratfor.
En espera de la desviación del gas ruso por el mar Báltico para nutrir directamente a Alemania, convertida en la nueva encrucijada gasera del norte europeo en unos cinco años, en la actualidad, la mitad de las redes de transporte que Rusia utiliza para enviar hidrocarburos a Europa atraviesa Ucrania, que depende, a su vez, en tres cuartas partes de su importación energética de Moscú. La jugada petrolera la tiene perdida Ucrania.
Zbigniew Brzezinski, anterior asesor de seguridad nacional de Carter y hoy principal consejero de Obama en política exterior, en su libro El gran tablero de ajedrez mundial: la primacía de EU y sus imperativos geoestratégicos, escrito hace 11 años y en el que se equivocó en su premisa fundamental sobre la eternidad imperial de EU, colocó correctamente a Ucrania como uno de los principales estados “pivote” del planeta y la parte más vulnerable de Rusia.
Stratfor considera que Rusia posee “varias palancas” para poner en orden a Ucrania; desde el corte del abastecimiento de los hidrocarburos hasta su desestabilización mediante la movilización de la mitad de la población que es rusófila (20 por ciento es de origen ruso), lo cual podría “separar en dos al país”, escenario “temido por Occidente”.
Nos encontramos ante la redefinición de Ucrania, lo cual ha dividido a la coalición gobernante “proccidental” entre el presidente Yushchenko, quien denunció la “agresión rusa” a Georgia, y el primer ministro Timoshenko, quien se inclinó en favor de Moscú: aquel “desea precipitarse a los brazos de Occidente” y ésta “desea evitar movimientos que agiten más a Rusia”, precisa Stratfor.
Amén de la bajísima popularidad del presidente cuando su partido “Nuestra (sic) Ucrania” a duras penas controla 14 por ciento de los escaños parlamentarios, la mayoría de la población repudia su incorporación a la OTAN, por considerarla una afrenta innecesaria a Moscú.
El bushiano Yushchenko degeneró en un maniqueismo simplista entre Rusia y “Occidente” (este tan fracturado, como la misma Kiev, entre EU y la UE) y no se cansó en provocar al Kremlin durante la crisis del Cáucaso: muy bien podría sufrir la misma humillación que su amigo y aliado el presidente georgiano, Misha Saakashvili, un verdadero cadáver viviente.
Yushchenko y Saakashvili, productos respectivos de las revoluciones “naranja” y “rosada”(financiadas ambas por el megaespeculador George Soros y la CIA), no han entendido que son dos piezas desechables y que, por lo menos, la UE no arriesgará su seguridad y su comodidad en una confrontación que perdería en teoría con Rusia.
Les haya dicho lo que sea a ambos, el superbélico Cheney ha prometido una “ayuda” demagógica a Georgia por mil millones de dólares que no posee EU (debido a su insolvencia financiera y su grave crisis económica). Tampoco EU ostenta una creíble capacidad militar, empantanado en otros frentes, para arriesgarse a una confrontación con Rusia –en términos racionales y no bajo la óptica del manicomio de la Casa Blanca que despedazó su política exterior en los pasados siete años y medio.
A juicio de Stratfor, Rusia se ha beneficiado del caos en Ucrania, pero ahora que el presidente Medvedev en su nueva doctrina geoestratégica ha delimitado sus “zonas de interés” en su “periferia inmediata” y más allá, Ucrania no gozará con las mismas veleidades de aventurerismo militar para servir de caballo de Troya a EU y a la OTAN y doblegar a Rusia en la vital frontera común de mil 576 kilómetros.
En forma sarcástica, De Defensa (3-09-08), centro de pensamiento militar europeo, se burla de la identidad desconocida de “quien va a liberar a Ucrania”.
A sabiendas de sus limitaciones geoestratégicas, ¿no es, acaso, más sensato, preventivo y redentor para su propia seguridad, que Ucrania cese de hostilizar a Rusia y, al contrario, restablezca sus lazos históricos amigables con su potente vecino resucitado, antes de ser balcanizada o deglutida por las redefiniciones del Cáucaso?

Francia, Ucrania, Israel y Lituania estarán en el Europeo

Grupo A. Ucrania parece estar desinflándose, y permitió que Alemania sumara su primer triunfo de esta fase, lo cual permite a las germanas luchar por evitar la última plaza. En dicha contienda su rival será Gran Bretaña, que cayó ante una Lituania que se hace con la primera plaza del grupo, aunque con un partido más que Israel, con quien marcha empatada. En este último partido Ciudariene no pudo jugar, mientras que la "leonesa” Kim Butler acabó con 18 puntos y 10 rebotes, insuficientes para que su equipo ganara. Lituania, Israel y Ucrania ya están clasificadas para Letonia de manera directa.
Grupo B. Turquía no tuvo demasiados problemas para superar a Finlandia, tras los 9 puntos de Sten y 6 de Piipari, dejando el partido sentenciado al descanso, y colocando al equipo escandinavo al borde del precipicio, sin asegurar su permanencia en esta División A. Las turcas empatan a Polonia en la primera plaza, aunque tienen a un solo partido a Italia, que quiere cuestionarles el pase directo, tras imponerse a Bosnia con facilidad.
Grupo C. Le costó más que lo que parecía hace unas jornadas la clasificación a Francia, pero se impuso a uno de sus rivales directos, Hungría (con una Ujhely desaparecida que únicamente anotó dos puntos), y certificó que como poco será segunda, lo que le asegura su plaza en Letonia. El equipo magiar tendrá que intentar ser segundo ante Eslovaquia, tras vencer con facilidad estas últimas a Rumanía.
Grupo D. Grecia ya sabe lo que es perder, aunque aún así guarda la primera posición del grupo. Su verdugo fue Serbia, en un partido igualado, que se decidio por únicamente tres puntos de diferencia. Maltsi siguió a un gran nivel, con 21 puntos, mientras que en su rival, las conocidas de nuestra liga no brillaron nada, con Miljkovic y Knecevic quedándose en dos puntos, y Musovic en tres. En el otro partido, Bélgica no tuvo problemas en deshacerse de Bulgaria, gracias en parte a los 9 puntos y 10 rebotes de Anke de Mondt.
Divisón B
Grupo A. Montenegro sigue siendo la selección que más credenciales da para estar el próximo año en la División A, tras su reciente creación, y lo demostró superando a Eslovenia. Dubljevic realizó un partidazo, con 20 puntos y 14 rebotes, mientras que Bjelica acabó con 17, formando una dupla espectacular, mientras que por Eslovenia, Maja Erkic acabó con 9 puntos y 10 rebotes. Holanda e Irlanda, tras imponerse respectivamente a Suiza e Islandia, se mantienen en la persecución sobre el cuadro montenegrino.
Grupo B. Portugal consiguió un importante triunfo ante Macedonia que le aúpa a la primera plaza, con un sensacional trabajo de sus dos “españolas”, Muxiri con 23 puntos y Freitas con 20. Suecia, con 6 puntos de Liljestrand, se impuso a Luxemburgo para mantenerse invicta.

Buscará UE aproximación con Ucrania ante crisis en el Cáucaso

Bruselas, 7 Sep (Notimex).- Ante la crítica situación que se vive en el Cáucaso, la Unión Europea (UE) buscará, el próximo martes, una aproximación a Ucrania, país visto por muchos especialistas como el próximo blanco de Moscú.Pero en los últimos días la situación en Ucrania se tornó imprevisible por una nueva crisis que puso en jaque a la coalición entre el presidente ucranio, Viktor Yushchenko, y la primer ministra, Yulia Tymoshenko.La coalición gobernante de Ucrania se encuentra en franca crisis después de la salida de la misma del partido pro-presidencial Nuestra Ucrania-Autodefensa Popular, enfrentado con el bloque de Yulia Timoshenko, su aliada política.El presidente Yushchenko amenazó con disolver el parlamento y convocar elecciones anticipadas si no logra crear una nueva coalición gubernamental a tiempo.Según analistas la lucha por el poder entre Yushchenko y la primera ministra Tymoshenko es la causa fundamental de esta crisis.En las elecciones parlamentarias de septiembre del año pasado, el bloque de Yushchenko y el partido Nuestra Ucrania-Autodefensa Nacional consiguieron 227 de los 450 escaños parlamentarios y formaron una coalición gubernamental encabezada por Tymoshenko.Los observadores consideran que desde entonces Yushchenko y Tymoshenko han luchado por el poder.Hasta ahora los europeos carecen de certeza respecto a con quiénes tratarán en la cumbre UE-Ucrania prevista para el martes 9 en la localidad francesa de Evian.Ambas partes tenían previsto firmar una declaración conjunta dando cuenta de su intención común de intensificar sus relaciones e impulsar las negociaciones del nuevo acuerdo reforzado, iniciadas en 2007.La presidencia francesa de turno de la UE afirma que su principal objetivo es definir el marco político de esa nueva asociación y señalar la importancia estratégica de Ucrania para la prosperidad y la estabilidad del continente europeo.Sin embargo, analistas consideran que el bloque juega con un discurso antagónico dado que, según el borrador de la declaración de esa cumbre bilateral, la UE no considera admitir una "perspectiva europea" para Ucrania, sino apenas sus "aspiraciones europeas", un detalle sintáctico que esconde las sutilezas de la geopolítica.Ucrania, por su parte, no se olvida que en la cumbre extraordinaria para la crisis del Cáucaso los líderes europeos prometieron "poner énfasis" en sus relaciones con el país a modo de prevención ante las posibles ambiciones rusas.Para los analistas ahora va a depender del desenvolvimiento de la crisis del gobierno de Yushchenko que Kiev acepte o no firmar la parte política del nuevo acuerdo con la UE sin un cambio en esa parte del texto.Ucrania tiene grandes expectativas en la intensificación de sus relaciones con Europa, que recibe un 31 por ciento de todas sus exportaciones y suministra al país un 45.6 por ciento de sus importaciones.Con ello, el intercambio comercial entre Ucrania y el bloque europeo sumó en 2007 34.8 mil millones de euros (unos 50.6 mil millones de dólares), según datos del Ejecutivo europeo.De modo que esta es una relación comercial más valiosa que la que tiene Ucrania con Rusia, evaluada en 21 mil millones de dólares el año pasado.Para la UE, Ucrania no pasa de ser su socio comercial número 16 en importancia, con intercambios unas siete veces inferiores a los que mantiene con Rusia.Sin embargo, el 80 por ciento de las importaciones de gas ruso a Europa circula por Ucrania, lo que le da un valor añadido ante su mayor socio comercial.Asimismo, la real dimensión de esa cumbre bilateral dependerá de los resultados de la reunión que el presidente francés, Nicolás Sarkozy, y el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, mantendrán un día antes, el lunes, en Moscú con su homólogo ruso, Vladimir Medvedev.Los líderes europeos tratarán del cumplimiento del acuerdo de paz de seis puntos firmado entre Rusia y Georgia y ya afirmaron que el futuro de las relaciones del bloque con el gobierno de Medvedev dependerá de lo que constaten en esa visita.También dependerá de eso el futuro de sus relaciones con los demás países del Cáucaso.

MUNDIAL SUDÁFRICA 2010: Shevchenko, que fue suplente, rescata a Ucrania

Andriy Shevchenko salió desde el banquillo para convertir un penalti en el tiempo de descuento y conseguir los tres puntos para Ucrania ante sus vecinos.Mano de ChukhleiBielorrusia parecía a punto de asegurar un valioso empate cuando a los tres minutos del tiempo añadido de la segunda mitad, Andrei Chukhlei tocó el balón con la mano en el área y el árbitro pitó penalti. Shevchenko, que había salido desde el banquillo, no falló y desató la euforia en Lvov.Opciones visitantesBielorrusia sorprendió a los locales al acaparar la posesión en la primera parte. Oleg Strakhanovich y Vitali Bulyga probaron a Andriy Pyatov en los primeros minutos, y aunque el portero ucraniano paró ambas ocasiones, Aleksandr Kulchiy estuvo muy cerca de marcar con disparos a corta distancia. Los de Olexiy Mikhailichenko subieron un poco el nivel antes del descanso y Maxym Kalynychenko falló una buena ocasión delante de Yuri Zhevnov.La influencia de AliyevMikhailichenko introdujo en el campo al organizador del FC Dinamo Kyiv Olexandr Aliyev tras el descanso, y tras su gran debut añadió algo de creatividad al equipo. Pero Bielorrusia siguió defendiendo bien gracias a los defensores Dmitry Verkhovtsov y Yegor Filipenko. Mediada la segunda parte, Aliyev se quedó sólo ante el portero tras un pase de Serhiy Nazarenko, pero Zhevnov ganó el duelo ante el joven centrocampista. Ya en los últimos segundos, Shevchenko sentenció desde el punto de penalti.

Aznar defiende que Kosovo sentó un "precedente" que ha servido para lo ocurrido en Georgia

El ex presidente del Gobierno y presidente de la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES), José María Aznar, se entrevistó hoy con el vicepresidente estadounidense, Dick Cheney, con quien repasó entre otras cuestiones el reciente conflicto en Georgia y ante quien defendió que Kosovo sirvió de "precedente" para lo que ha ocurrido.
Según informó FAES en un comunicado, el encuentro se produjo en un hotel en el Lago de Como, en la localidad de Cernobbio, donde se celebra el Foro Ambrosetti, al que ambos asisten y en el que está previsto que el ex presidente del Gobierno intervenga esta tarde.
Durante su encuentro, ambos aprovecharon para "analizar las relaciones entre Estados Unidos y Europa, y la actualidad internacional, con especial atención a la crisis entre Rusia y Georgia", según FAES. Además, abordaron el posible ingreso de Ucrania y Georgia en la OTAN, y la situación política en Irán.
Aznar transmitió a Cheney "su total apoyo y respaldo al ingreso de Ucrania y Georgia en la Alianza Atlántica" y también le expresó su opinión de que "la independencia de Kosovo ha servido de precedente para futuros problemas como el que actualmente atraviesan Rusia y Georgia", de acuerdo con el comunicado de FAES. Asimismo, consideró "débil" la respuesta que ha dado la comunidad internacional a esta crisis.
El ex presidente del Gobierno participará esta tarde en una mesa redonda del Foro Ambrosetti sobre liderazgo en el mundo, en la que también estarán presentes el ex mediador de paz estadounidense Richard Holbrooke, el ex responsable de seguridad nacional norteamericano Tom Ridge y el secretario general de la Liga Árabe, Amr Musa.
Por su parte, la teniente alcalde y concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid, Ana Botella, participará este mediodía en el mismo foro, en el que presidirá una mesa redonda sobre desarrollo y crecimiento en las grandes ciudades en el que estarán, entre otros, el teniente alcalde de París, Jean-Louise Missika, el alcalde de Boston, Thomas Menino, y la alcaldesa de Milán, Letizia Moratti.