domingo, 10 de enero de 2010

Moratinos firmará mañana con su homólogo ucraniano un memorándum sobre cooperación marítima

El Ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Miguel Ángel Moratinos, firmará mañana con su homólogo ucraniano, Petro Poroshenko, un memorándum de entendimiento sobre cooperación marítima y un canje de notas sobre permisos de conducir.

El jefe de la diplomacia española recibirá al ministro de Exteriores ucraniano mañana a partir de las 13.50 horas en el madrileño Palacio de Viena, sede del Ministerio.

Durante este encuentro, además, Moratinos abordará con su homólogo ucraniano los principales temas bilaterales, así como las cuestiones internacionales de mayor relevancia para ambos países, según informó Exteriores en un comunicado.

La crisis política y el acoso ruso frenan la recuperación de Ucrania

La crisis económica ha pulverizado las esperanzas puestas en la 'Revolución naranja' de 2004, cuando los partidarios de la integración de Ucrania en Occidente impusieron desde la calle la repetición de unos comicios que encumbraron al actual presidente Víctor Yúshenko. Sus posibilidades de cara a las presidenciales del próximo día 17, a las que acude como candidato, son prácticamente nulas.
Su compañera de barricada en aquella insurrección, la primera ministra, Julia Timoshenko, también ha perdido popularidad, sobre todo por su polémica gestión económica al frente del Ejecutivo, pero, a diferencia de Yúshenko, conserva suficiente apoyo como para no renunciar a su aspiración de convertirse en la primera mujer que ocupa la jefatura del Estado. De momento, el que encabeza las encuestas es el prorruso Víctor Yanukóvich, blanco de las iras de los 'naranjas' hace cinco años.
Y es que la crisis económica se ha cebado con Ucrania de forma especialmente virulenta. Entre los países del Este europeo y la antigua URSS, Ucrania es la única en donde la economía se ha contraído este año casi un 16% con respecto al anterior, de acuerdo con las cifras facilitadas por el Comité de Estadística de la CEI. El Producto Interior Bruto (PIB), que desde el comienzo del milenio había registrado crecimientos anuales por encima del 7%, habría rozado en 2009 el 6%, según las estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Caída de la exportación
Ello se debe a que los precios de la producción metalúrgica y química, que constituyen más de la mitad del conjunto de las exportaciones, se han reducido en el mercado internacional. Las cifras oficiales -del Comité Estatal de Estadísticas- hablan de un 45,1% de caída en las exportaciones mientras las importaciones han descendido un 51,3%.
El ex gobernador del Banco Nacional de Ucrania (BNU), Serguéi Tiguipko, candidato también a las elecciones del día 17, afirma que la producción industrial en los diez primeros meses de 2009 se ha desplomado un 24%, con respecto al mismo período de 2008. Por primera vez en 10 años, las inversiones directas se han disminuido y, según Yanukóvich, el paro afecta a seis millones de personas. Ucrania tiene una población de unos 46 millones de habitantes, cifra que decrece a un ritmo del 0,6% anual. El Banco Mundial ha calculado para 2009 una inflación en Ucrania del 13,4%.
La moneda nacional, la grivna, según la agencia Fitch, ha perdido el 60% de su valor desde septiembre de 2008. Entonces, se cotizaba a cinco grivnas el dólar americano; a diez a comienzos de 2009; y a ocho actualmente. Los intentos de sostener la grivna, señala Fitch, han llevado a que las reservas caigan hasta los 28.000 millones de dólares, 19.400 millones de euros.
La deuda exterior de Ucrania, escribe el diario ruso Kommersant se sitúa en 23.120 millones de dólares. Yúshenko, sin embargo, la eleva a 280.000 millones de grivnas (35.000 millones de dólares o 24.305 millones de euros). A comienzos de 2008, suponía sólo 80.000 millones de grivnas.
La Rada (Parlamento unicameral ucraniano) rechazó en noviembre aprobar los presupuestos para 2010, medida que ha motivado que el FMI suspenda transitoriamente la entrega de 3.900 millones de dólares, el cuarto tramo de un crédito de 16.400 millones, para cubrir el déficit presupuestario. El FMI había establecido el techo del déficit en un 4% y después lo elevó al 6%, ante las dificultades que atraviesa la compañía gasística Naftogaz. Sin embargo, Fitch prevé que llegue hasta el 8,5% en 2009. Mientras tanto, el sector bancario, reconoce Tiguipko, se encuentra en una situación crítica y necesitado de una abundante inyección de liquidez.
El lastre populista
Los expertos del FMI estiman que la ingobernabilidad, la descoordinación entre las distintas instituciones del Estado y el populismo de los dirigentes del país obstaculizan la recuperación. Confían en que la crisis política que Ucrania arrastra desde 2004 acabe tras las elecciones presidenciales. Lo mismo anhelan los inversores extranjeros, que desearían también un poco más de coherencia en la lucha contra la omnipotente corrupción y medidas contra la economía sumergida, que supone, según distintas estimaciones, el 65% del PIB.
Pero Ucrania es un país importante de Europa. Cuenta con una potente aunque obsoleta industria y por su territorio discurre el 25% del gas ruso que se consume en la UE. Ucrania podría ser también puente de paso para los hidrocarburos del Caspio y Asia Central. Timoshenko, sin embargo, no ve tan negro el futuro de su país, observa signos de repunte económico y se jacta de haber evitado que el Estado quebrase. Eso sí, ha estado muy cerca de ello y el peligro no ha desaparecido todavía.

La Evita ucraniana va por más

La bella y poderosa dos veces primera ministra buscará convertirse en presidenta en las elecciones del domingo que viene. De origen humilde, busca imitar en cada gesto a su admirada Evita. Por eso Washington no la quiere.

La bella y poderosa Yulia Tymoshenko, dos veces primera ministra de Ucrania, buscará el domingo que viene convertirse en presidenta de esa ex república soviética, bastión clave del tráfico de gas entre Rusia y Europa. Esta semana su nombre comenzó a hacerse más conocido en todo el mundo luego de que un ex colaborador suyo confesara a la revista estadounidense The New Republic que la mandataria cree ser, nada más y nada menos, que la reencarnación de Evita, algo que le fue revelado por uno de los muchos magos y videntes que consulta. Aunque las encuestas la dan en segundo lugar, debajo de Viktor Yanukovich (el mismo que realizó el fraude en las últimas elecciones presidenciales, en 2004, que de-sembocó en la llamada Revolución Naranja), los analistas coinciden en que tendría muchas chances de derrotarlo en una eventual segunda vuelta. Así, la Evita ucraniana lograría aquello que la original no llegó a lograr: un cargo ejecutivo elegido por el voto popular.

“Le dijeron que ella es la reencarnación de Eva Perón y ella lo cree –sorprendió Dmitry Vydrin, quien fuera un dirigente cercano a Tymoshenko durante casi una década–. Lo admite ante su círculo más cercano y la copia, tanto a nivel consciente como subconsciente.” Las declaraciones del diputado Vydrin se difundieron la semana pasada en los Estados Unidos, donde ven el ascenso de Tymoshenko con temor, debido a su estilo populista, tan contrario a los gustos de Washington. “Es la forma en la que coquetea con la gente, como los llama `mis queridos’”, graficó Vydrin.

Nacida hace 49 años en una casa humilde, Tymoshenko vuelve siempre sobre sus orígenes a la hora de explicar su papel en la política: “Sé muy bien qué significa vivir sin agua, gas o calefacción –se jactó en una entrevista–. Por eso es que quiero acabar con esta situación”. De adolescente comenzó a militar en el Komsomol, el ala juvenil del Partido Comunista Ucraniano, donde conoció a Oleksandr Tymoshenko, el hijo de un burócrata de cierta importancia que se convertiría en su primer marido y le daría el apellido con el que se hizo famosa. Dedicada a la actividad privada, a mediados de los ochenta fundó una exitosa cadena de videoclubs con la que empezó a hacer fortuna.

Con la caída del comunismo y la independencia ucraniana, vinieron los oscuros procesos de privatización de todas las industrias que estaban en manos del Estado. Como en toda la región, la gallina de los huevos de oro era la extracción y comercialización de hidrocarburos, área en la que Tymoshenko se desempeñó entre 1990 y 1996, ganando contactos con muchos de los hombres más poderosos del país, una de las fortunas más grandes de la región, varias acusaciones de corrupción (que le costaron varias semanas de cárcel en 2002, pero concluyeron sin condenas) y una plataforma ideal para dar el salto a la política.

Electa como legisladora por primera vez en 1996 (con el voto de más del 90 por ciento de su distrito) y reelecta dos años más tarde, su popularidad fue en ascenso hasta que en 2001 fundó su propio bloque parlamentario, llamado –nada más y nada menos– “el Bloque de Yulia Tymoshenko”. A fines de ese año selló una alianza con Viktor Yuschenko, el hombre fuerte de la oposición, con vistas a las presidenciales de 2004, que estipulaba que ella sería su primera ministra en caso de que llegaran al poder.

Lo que pasó en esas elecciones recorrió el mundo: tras una campaña violenta que incluyó un intento de envenenamiento contra Yuschenko, el candidato oficialista, Viktor Yanukovych, anunció su victoria a pesar de las masivas denuncias de fraude, lo que desató una reacción popular que incluyó manifestaciones espontáneas y un paro general. Cinco días más tarde, la Corte Suprema ordenó hacer una nueva votación, en la que Yuschenko (y con él, Tymoshenko) ganaron por algo más del 8 por ciento de los votos.

Durante su primer mandato, la primera ministra Yulia Tymoshenko (electa por el Parlamento con una mayoría arrasadora) fue considerada por la revista Forbes como la tercera mujer más poderosa del mundo en 2005, sólo por debajo de Condoleezza Rice y Wu Yi, miembro influyente del gobierno chino. Pero tras sólo ocho meses a cargo su alianza con Yuschenko se rompió y se vio obligada a renunciar. Sin embargo, dos años más tarde, ambos volvieron a aunar fuerzas para sacarlo a Yanukovych, que había alcanzado la jefatura de gobierno tras las elecciones parlamentarias de 2007. A fines de ese año, la Legislatura ucraniana volvió a nombrarla primera ministra, aunque esta vez no le sobró, literalmente, ni un voto.

Ahora, la Evita ucraniana, señalada cómo “la mandataria más sexy del mundo” por la página de Internet Hottest Head of State (que pone a nuestra Cristina Fernández en el sexto lugar del ranking), se enfrentará cara a cara con su némesis del último lustro. Yanukovych y ella son los dos candidatos con chances para las elecciones presidenciales que se llevarán a cabo el domingo que viene. Según todos los pronósticos, el pleito sólo se resolverá a través de una segunda vuelta, a llevarse a cabo en febrero. En una batalla política que lleva años y no tiene cuartel, Yulia Tymoshenko llegó a adjudicarle a su rival la culpa de que la selección ucraniana haya quedado afuera del mundial de fútbol (según escribió en su blog, Yanukovych le transmitió su “mala suerte” al equipo cuando fue a la cancha a presenciar el partido de repechaje contra Grecia) y no se cansa de repetir, ante todos los medios que le preguntan que ella, aunque pierda, no va a cambiar los resultados de los comicios.

La Ucrania naranja tendrá que mirar otra vez a Rusia


Las jugadoras del Ibiza Sport Island, en el autobús que las devolvió desde el aeropuerto al hotel de Dnipro.
Las jugadoras del Ibiza Sport Island, en el autobús que las devolvió desde el aeropuerto al hotel de Dnipro. D. I.

EIVISSA | GUSTAVO L. SIRVENT El viaje del Ibiza Sport Island a Ucrania será recordado por toda la expedición del equipo ibicenco por ser uno de los desplazamientos más largos de sus vidas. Las de Santa Eulària, que viajaron el pasado miércoles y jugaron el jueves el partido de ida de los dieciseisavos de final de la Eurocup Women ante el Dnipro (59-57), han sufrido todo tipo de vicisitudes debido a la ola de frío que azota a toda Europa.

Para empezar, el pasado miércoles llegaron a Kiev. Despues de cinco horas de espera en el aeropuerto, no salió el vuelo para Dnipro debido a la nieve. El equipo rival conminó a los expedicionarios a que realizaran el trayecto hasta su ciudad en autobús (600 kilómetros de distancia, con nieve y de noche). La respuesta de los responsables del PDV fue negativa y esperaron a viajar en la mañana del jueves.

Salida hacia Dnipro

Cuando estaban desayunando en el hotel de Kiev (9,30 horas) recibieron una llamada en la que les informaron que el vuelo hacia la localidad del partido salía en media hora, pero cuando llegaron les comentaron que hasta las 13 horas no podían despegar. El choque contra el bloque eslavo comenzaba a las 18 horas y el avión llegó a las 15,00. Comieron rápidamente y llegaron al pabellón a falta de una hora y cuarto para empezar a jugar.

El aeropuerto de Dnipro continuaba cerrado ayer y la intención es viajar hoy hasta Barcelona si la nieve lo permite. Una vez en la Ciudad Condal deben buscar la combinación de vuelos hasta Eivissa. Dependiendo de si hay o no, podrían llegar o bien hoy por la noche o bien el lunes por la mañana. En caso de que hoy sea imposible salir de Dnipro, entrenarían en el pabellón donde jugaron el pasado jueves. Si aterrizan en Eivissa el lunes, se ejercitarían ese mismo día en el Municipal de Santa Eulària.

«Menos mal que no tenemos Liga. El viaje está siendo muy dificil, pero lo mejor de todo es que el grupo está unido. Esto nos ha servido para convivir y superar las condiciones dificiles que hemos tenido. Creo que el resultado ha sido gracias a las jugadoras que han tomado todas las condiciones adversas, no como problemas sino como un reto a superar», explicó ayer el técnico, Jenaro Díaz, vía email.

El Palacio de Congresos vuelve a jugar en Liga el próximo sábado, a las 19 horas, frente al Cadí La Seu, un rival directo por no descende