Enfermos: Poco más de tres cuartos de millón de personas (exactamente 762.835) que padecen enfermedades respiratorias agudas (neumonías víricas que destrozan los pulmones, por ejemplo) y gripe (pero ojito, esta no es la gripe porcina del circo pandémico mundial H1N1); frente a sólo 32 personas que contrajeron gripe porcina (esta sí que es la gripe H1N1 tan “peligrosa”, de la tan proclamada pandemia y de la vacunación masiva).
Muertos: 109 muertos y 33.979 hospitalizados por algo que han decidido llamar “gripe”, que es otra cosa claramente diferenciada de la gripe porcina o H1N1.
14 muertos, de los 32 casos confirmados de gripe porcina.
Me parece sorprendente que haya sido declarada una pandemia por una cosa como la H1N1, cuyo índice de mortalidad es ínfimo, y que apenas afecta a la población, con 32 afectados, de los cuales hay 14 muertos y 18 vivos, frente al cuarto de millón de afectados y el centenar de muertos en poco más de una semana, de un virus neumónico que es llamado por los medios “infección respiratoria grave”, e incluso “gripe”. Circunstancia aprovechada para engordar la cifra de afectados por gripe. Y es que como la gente no se contagia de H1N1 a la velocidad que ellos esperaban, ya no saben qué hacer para justificar la “inyección letal” en masa.
Mientras tanto, los medios no pierden el tiempo en informar de lo que ocurre, e invitan a la vacunación masiva, diciéndonos cosas como que Estados Unidos a principios de diciembre donará a Ucrania casi un millón de vacunas contra la H1N1. ¿¿¿ Pero es que no se entera nadie, o es que no queremos enterarnos ??? ¡¡¡ Que las vacunas para la H1N1, no sirven contra este nuevo agente bacteriológico neumónico !!!
Yo comprendo que la agenda es la agenda, y que se ha diseñado para ser cumplida, pero es que la chapuza descarada de ocultación y manipulación de la información que están haciendo quienes llevan a cabo el desarrollo del plan, hace que hasta el más tonto se dé cuenta de que aquí hay algo que descuadra, y que se haga la pregunta de qué es lo que contienen exactamente esas vacunas. ¿Por qué esa obsesión mediática que roza la paranoia, por inocular patógenos en vena al máximo número posible de personas? ¿habrá resucitado Mengele y nosotros sin saberlo?
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