Los taxistas son otro colectivo que también tendrá que volver a las aulas, como por ejemplo sucede en la región de Wielkopolska (Centro de Polonia), donde 200 conductores ya han comenzado cursos de idiomas.
martes, 20 de octubre de 2009
Los funcionarios polacos tendrán que aprender inglés para la Eurocopa
Los taxistas son otro colectivo que también tendrá que volver a las aulas, como por ejemplo sucede en la región de Wielkopolska (Centro de Polonia), donde 200 conductores ya han comenzado cursos de idiomas.
Arranca la campaña para las eleccciones presidenciales en Ucrania
A partir de este martes los aspirantes a la Jefatura del Estado podrán oficializar su candidatura, y se calcula que habrá una veintena aunque según todas las previsiones sólo dos tienen posibilidades reales de ganar. La actual jefa de Gobierno, Yulia Timoshenko, obtendría de celebrarse hoy las elecciones previstas para el próximo 17 de enero un 19 por ciento de los votos. Pero la falta de liquidez de las arcas estatales y el duro invierno que se avecina con la amenaza de una nueva guerra del gas con Moscú podrían pasarle factura de aquí a la celebración de los comicios. En todo caso, es el ex primer ministro Víctor Yanukóvich quien parte como favorito con cerca de un treinta por ciento en intención de voto. Aunque el principal enemigo de ambos es el cansancio y la desilusión del electorado, como explica este analista.
Mucha gente está indecisa porque en realidad no confían en ninguno de los dos. En realidad se repite el mismo escenario que 2004, con los mismos dos favoritos entonces para el cargo de primer ministro, Yulia Timoshnko y el líder de la oposición, Yanukóvich.
Cinco años después de que el pueblo ucraniano se echara a las calles para propulsar, con la Revolución Naranja, el ascenso de la actual coalición gobernante al poder, las continuas disputas y los escasos logros económicos conseguidos han sumido al país en la apatía política.
Ucrania y la UA estrechan lazos
El rector de la UA, Ignacio Jiménez Raneda, acompañado por el vicerrector de Investigación, Desarrollo e Innovación, Manuel Palomar, recibió a la delegación ucraniana en su despacho, donde mantuvieron una reunión que permitió definir nuevas vías de colaboración enmarcadas dentro del programa europeo Tempus.
La Universidad de Cherkassy y la de Alicante mantienen acuerdos de colaboración desde hace dos años, lo que ha permitido al personal del Campus ucraniano recibir formación específica en la materia y crear una unidad de transferencia de tecnología.
La Feria acogerá el primer salón de Servimoda
La moda llega a la programación de Feria de Zaragoza de la mano de Servimoda, la primera edición del Salón de Producción de Moda para marcas y diseñadores, que tendrá lugar en el pabellón 7 los días 22 y 23 de octubre. Durante estas jornadas, las instalaciones feriales albergarán la oferta de un total de 80 expositores de España, Portugal, Túnez y Ucrania.
Servimoda 2009 nace con el objetivo de ser la plataforma, en toda la zona euromediterránea, de reunión de la oferta y la demanda de un sector tan específico como el de la moda. En este evento se dan cita proveedores de productos susceptibles de ser requeridos por las marcas y los diseñadores para atender la demanda del mercado actual.
Se trata de un espacio interactivo y un certamen que reúne en su primera convocatoria al sector de subcontratación que precisa la marca, el diseñador de moda y las tiendas. Así, el salón Servimoda se convertirá en el punto de encuentro para acordar órdenes de fabricación para al futuro del diseño, según informaron desde la organización del evento.
lunes, 19 de octubre de 2009
Rusia cumplirá con el suministro de gas, pero pide solución para el tránsito
COMUNICADO: Primeros signos de recuperación económica en Ucrania, aunque las condiciones siguen difíciles
Más de doscientos expertos internacionales sobre Ucrania se reunieron en Washington, D.C. y Kiev el 15 de octubre de 2009 para evaluar el progreso del país en la recuperación desde la reciente crisis de liquidez global. El primer Foro Internacional Anual sobre Desarrollo Económico de Ucrania (www.edfukraine.com) concluyó que aunque haya signos de una recuperación económica en Ucrania, las condiciones seguirán siendo difíciles en el futuro próximo.
(Foto: http://www.newscom.com/cgi-bin/prnh/20091019/CL94428 )
En el origen de la crisis internacional, Ucrania ha estado disfrutando de un fuerte crecimiento. Mientras la crisis se reveló rápidamente en el mundo en el otoño de 2008, interrumpió el ciclo de crecimiento de Ucrania y muchos otros mercados emergentes. Entre las dificultades económicas globales extremas, Ucrania sufrió una de las crisis económicas más profundas y las mayores depreciaciones de moneda durante las fases más graves de la crisis. Aunque el ritmo de la crisis económica en Ucrania se ha decelerado recientemente, las condiciones económicas generales siguen siendo difíciles.
Los economistas respetados, líderes empresariales y representantes oficiales del gobierno estadounidense y ucraniano se reunieron en Newseum en Washington, D.C. y la sede del Banco Mundial en Kiev para revisar el progreso y revés dentro del duro entorno económico. Con una de las mayores reuniones de Ucrania y expertos regionales a mano, los líderes económicos, políticos y empresariales de Ucrania y EE.UU. se reunieron en torno a una teleconferencia por vídeo para analizar la crisis financiera en Ucrania y la respuesta gubernamental.
También presente para análisis en Washington estuvieron el vice-primer ministro de Ucrania, Hryhoriy Nemyria, y el ministro de economía, Bohdan Danylyshyn, junto con una delegación de inversión y comercio de Ucrania formada por 50 personas de representantes empresariales y gubernamentales para EE.UU. Por parte de Kiev, los representantes financieros y de desarrollo internacionales del IMF, EBRD, EC, el Banco Mundial y otros se implicaron en un importante diálogo sobre los pasos necesarios para avanzar más allá de la crisis.
Una serie de paneles y discursos se programaron para cubrir los problemas más acuciantes relativos a la crisis. Entre los temas analizados estuvieron el impacto de la crisis de liquidez global en Ucrania y el camino a la recuperación, así como las causas de la crisis y soluciones potenciales, incluyendo medidas para revivir el desarrollo económico en Ucrania. Los participantes también analizaron la respuesta de Ucrania a la crisis actual, perspectivas para 2010, y soporte de EE.UU. para la recuperación económica global y para Ucrania. Según el doctor Edilberto Segura, presidente del comité de The Bleyzer Foundation, la visión económica a largo plazo aún es brillante, pero se necesitan mejoras importantes en el entorno empresarial para promover las inversiones como la nueve fuente de crecimiento económico.
El evento se celebró en el comité empresarial de EE.UU. y Ucrania y se patrocinó por SigmaBleyzer y The Bleyzer Foundation.
UE dice crisis gas de Ucrania puede ser evitada
TENAS (Reuters) - El comisario de Energía de la Unión Europea (UE), Andris Piebalgs, aumentó las esperanzas el lunes de que los suministros de gas desde Rusia a Europa Occidental durante la temporada invernal de este año pueden fluir sin problemas.
Los conflictos entre Rusia, cuyo monopolio gasífero Gazprom cuenta con las mayores reservas de gas natural del mundo, y Ucrania sobre precios el año pasado llevaron a un corte del suministro durante tres semanas que afectó a cientos de miles de europeos.
Este año las disputas pueden no estar aumentando, dijo Piebalgs en una conferencia. "Hay mejores condiciones (...) aunque aún hay riesgos. La Comisión está muy alerta", aseguró.
La firma estatal de energía de Ucrania, Naftogaz, tuvo problemas para encontrar el dinero para pagar a Rusia por la cuenta de gas del mes pasado, dijo la primera ministra, Yulia Tymoshenko el 7 de octubre, mientras que un funcionario sugirió una reducción en las importaciones.
(Escrito por Peter Dinkloh; editado en español por Marcel Deza)
Henry y Abidal, contra Irlanda en la repesca del Mundial
Si Abidal y Henry quieren estar en el Mundial de Sudáfrica 2010 tendrán que ganar el doble emparejamiento contra Irlanda. Así los franceses se las verán contra los irlandeses en la repesca del Mundial. Los otros emparejamientos -ida el 14 de noviembre y vuelta, el 18 de noviembre- han sido Portugal-Bosnia, Grecia-Ucrania y Rusia-Eslovenia.
Emparejamientos:
Irlanda-Francia
Portugal-Bosnia
Grecia-Ucrania
Rusia-Eslovenia
'Bleus', cabezas de serie
Cabe recordar que los 'bleus', 9ª selección en el ránking FIFA, serán cabezas de serie junto a Portugal (10ª), Rusia (12ª) y Grecia (16ª) y que quedarán emparejados con Ucrania (22ª), Irlanda (34ª), Bosnia (42ª) o Eslovenia (49ª).
La ida será el 14-N, fecha en la que el Calderón debe albergar un amistoso de lujo entre España y Argentina; ese día habrá otros 'bolos' y a la vez concluirá la fase de clasificación africana para 2010.
La UEFA, a punto de 'quitarle' la Eurocopa de 2012 a Ucrania
En mala hora se pusieron de acuerdo los delegados de la UEFA para decidir en la ciudad galesa de Cardiff el país (o países) que albergarán la Eurocopa de 2012. Aquella tarde de primavera (18 de abril) de 2007 dieron todas sus bendiciones para que Ucrania y Polonia organizaran la máxima competición de Europa de selecciones nacionales en detrimento de, entre otros, Italia.
Dos años después, la UEFA ha llegado al convencimiento de su error y cree que Ucrania, sumida en un colapso económico y social de muy difícil solución, al menos a medio plazo, no llegará al verano de 2012. Así pues, tanto el presidente del fútbol europeo,Michel Platini, como sus principales asesores, anunciarán pronto, a mediados de noviembre, el “doloroso descarte” de Ucrania. Mantienen en cuarentena a Polonia, cuyo fútbol se encuentra sumido en una ensaladera de escándalos de corrupción, aunque la coyuntura económica de los polacos propicia que los analistas mantengan su apuesta en la organización del evento de 2012.
Lo de Ucrania parecía una muerte anunciada. Las obras del estadio olímpico de Kiev, con capacidad para más de 83.000 personas, y designada sede de la final, se encuentran paralizadas. Más grave es la situación del estadio de la ciudad de Lviv, en Ucrania occidental, cuya situación financiera se halla en un bloqueo tan mayúsculo, que en estos momentos y a tres años vista, hace prácticamente imposible la terminación de un estadio con capacidad necesaria que albergue a las mejores selecciones de Europa.
Pero el problema principal no es el básico de un recinto deportivo. Lo grave de Ucrania es la infraestructura, la construcción de una red viaria adecuada para mover a miles de personas en el menor tiempo posible y con la mayor comodidad. Por ejemplo, no existen las autopistas que eviten la tortura que supone ahora recorrer los 469 kilómetros de distancia entre Kiev y Lviv. Las vías del Eurotren, de un coste aproximado de 500 millones de euros, y que conectaría con fluidez con Polonia, andan con gran retraso en su construcción.
Polonia también se encuentra en el disparadero pero en UEFA creen que los polacos llegarán a la fecha prometida, y tendrán en perfectas condiciones de revista los estadios de Varsovia (que es donde se jugará el partido inaugural), Poznan, Wroclaw y Gdansk. Un problema que preocupa y mucho a Platini y miembros de su ejecutiva es el radicalismo de los hinchas polacos, que protagonizaron una tremenda batalla campal durante un derbi local entre el Polonia y el Legia Varsovia, con un saldo pavoroso de más de un centenar de heridos y el arresto de 715 hinchas de ambos equipos.
El mes próximo, Martin Kallen, máximo ejecutivo de la Eurocopa, anunciará la decisión de la UEFA de ceder la responsabilidad organizativa de Ucrania en beneficio de Alemania, que tiene gran experiencia en eventos de máximo nivel y sus estadios, que albergaron el último Mundial (2006), todavía 'huelen a nuevo'.
El partido de la muerte
Durante décadas corrió la leyenda de que en 1942 los nazis retaron al Dinamo de Kiev a un partido con la consigna de que debían perder. Los ucranianos, orgullosos, ganaron y a la conclusión del choque fueron conducidos a una colina cercana donde fueron fusilados. Sin embargo,tras la caída de la URSS y la posterior desclasificación de varios documentos se pudo saber la historia real del Start durante la ocupación alemana de Kiev y que también acabó en tragedia.
JUAN CARLOS ÁLVAREZ En 1942 Kiev estaba en poder de los alemanes. El Dinamo, el orgullo de Ucrania, había sido desmantelado y la mayoría de sus jugadores se encontraban luchando en el frente o en la clandestinidad. Un día, paseando por las calles de la ciudad, un ucraniano de origen alemán llamado Kordik se dio de bruces con uno de sus grandes ídolos del Dinamo de Kiev: el portero Trusevich. El meta era una sombra de sí mismo. Delgado, enfermo, con aspecto desaliñado. Kordik, fanático del fútbol, se interesó por él y le ofreció trabajo en la panadería que regentaba en la ciudad. Amigo del régimen nazi por su pasado alemán Kordik podía permitirse ciertas licencias en la ciudad ocupada y las aprovechó para cobijar al futbolista. Poco después tuvo una idea: reunir de nuevo al Dinamo de Kiev. Se lo propuso a Trusevich y éste comenzó a buscar a sus ex compañeros a los que ofrecía la posibilidad de tener un trabajo en la panadería y algo de comida. El portero encontró a ocho ex compañeros del Dinamo, pero completó una pequeña plantilla con algunos integrantes del Lokomotiv. Así nacía el Start.
Por aquel entonces los nazis, en su intento por darle cierta normalidad a la convivencia en Kiev decidieron organizar un pequeño campeonato entre un par de conjuntos locales y cuatro formados por soldados alemanes o de ejércitos afines como el de la guarnición rumana o búlgara. El primer encuentro enfrentó a los dos cuadros locales: el Start y el que formaban los colaboracionistas ucranianos, a los que se dio el derecho de jugar como locales en el viejo estadio nacional, algo que no podía disfrutar el Start. Los panaderos se impusieron por 7-2 y dejaron claro que no tener material en condiciones no era un impedimento para ellos. Arrasaron a todos sus rivales y se prepararon a conciencia para el duelo que debían librar contra el Flakelf, el equipo de la Luftwaffe que según la propaganda nazi llevaba invicto a la cita. Los ucranianos se impusieron por 5-1 en un estadio repleto de gente. Eso comenzó a disgustar a la administración alemana que vio en el Start una esperanza a la que agarrarse para miles de ucranianos y una forma de minar la moral de las tropas del Eje. Por eso ordenaron una revancha entre los dos equipos. Ya no era un partido de un campeonato organizado para entretener a la gente. Había en juego mucho más. Los ucranianos comenzaron a cuidar a sus jugadores y a la panadería de Kordik llegaba continuamente comida y material para los futbolistas. El Start recibieron antes del duelo la consigna de que sería conveniente perder. No sirvió de nada, los ucranianos desafiaron a los nazis desde el primer momento e incluso se negaron a hacer el saludo nazi antes de comenzar. Ganaron 5-3 pese al arbitraje –dirigió el choque un oficial de la SS– y su triunfo se convirtió en el mayor acontecimiento vivido en meses en Kiev.
Hasta hace poco se creía –fruto de la leyenda popular– que los jugadores fueron fusilados esa misma tarde en una colina próxima al estadio. No es cierto. La represión fue más larga, pero igual de trágica. Al día siguiente los alemanes acudieron a la panadería y detuvieron a los jugadores con la excusa de pertenecer al Partido Comunista (estaban obligados a afiliarse para competir). Uno de ellos, Korotkykh, fue asesinado y el resto fueron conducidos al campo de concentración de Siretz donde durante los siguientes meses fueron muriendo la mayoría de ellos. La venganza de los nazis se fue cumpliendo de forma escalonada, sin prisas. Sólo tres jugadores escaparon de las garras del nazismo y lo peor de todo es que tuvieron que guardar silencio sobre su drama. Fueron acusados por la Rusia de Stalin de confraternizar con el enemigo por jugar al fútbol con ellos y obligados guardar silencio si no querían ser fusilados. Por eso la leyenda construyó la historia del fusilamiento tras el partido. Cuando cayó la URSS se supo qué había sucedido y el olvido al que les quisieron condenar en su propia tierra. En los años ochenta se les construyó un monumento en Kiev y recibieron al fin el homenaje que merecían. Goncharenko y Sviridovsky, los últimos supervivientes del Start, acudieron a la inauguración.
Rafa Nadal no fue rival para el ruso Davydenko
domingo, 18 de octubre de 2009
Gorbachov, amor y odio
Europa occidental le idolatraba, pero en casa era duramente criticado. Su ‘perestroika’ agrietó el muro, pero él se consumía en un mar de dudas. Éstas son las claves del papel decisivo del líder de la URSS.
El muro de Berlín acababa de caer. En la Unión Soviética, en un tren que se dirigía de Donetsk (Ucrania) a Moscú, dos pasajeros lo comentaban así:
La noticia en otros webs
Desde la Unión Soviética, el problema no era la reunificación alemana sino cómo se llevó a cabo sin que Gorbachov estuviera a la altura
–¡Qué vergüenza que se van todos los alemanes del Este!
–Todos, incluso los dirigentes.
–Claro que cada alemán del Este tiene a otro alemán en el Oeste que lo recibe; a diferencia de nosotros, que, si se abriera la frontera también aquí, no tenemos a nadie.
–También la revolución de 1917 está en la picota.
–Los comunistas exterminaron la flor y nata de nuestro país.
–¡Pobre país!
El diálogo derivó en una lista de bienes de consumo para los que había que hacer cola y en una crítica a Raisa (“ni que fuera la zarina, y el pueblo pasando hambre”), la esposa de Mijaíl Gorbachov, el secretario general del Partido Comunista de la URSS.
Escuché y apunté esta conversación al concluir un viaje a la cuenca minera de Donbás. En 1989, el movimiento de protesta de los mineros, que se extendió por Siberia, el norte de Rusia y Ucrania, era uno de los grandes desafíos internos de laperestroika, aunque, como se vio, nunca llegaría a ser como Solidaridad en Polonia.
En política exterior, el “nuevo pensamiento” de Gorbachov sedujo a los europeos yagrietó el muro. Muchos ciudadanos soviéticos se alegraban sinceramente de ello, pero tenían otros problemas y percibían la reunificación alemana desde circunstancias diferentes a las europeas. Sólo un 6% de los rusos consideró la caída del muro como el mayor acontecimiento de la historia del siglo XX, según sondeos efectuados bajo la dirección de Yuri Levada en 1994. En 2008, este porcentaje era de un 5%, muy por debajo de la victoria de la URSS en la Segunda Guerra Mundial, que para los rusos es el evento más importante del pasado siglo, explica el sociólogo Borís Dubin. En la actualidad, un 50% de los rusos cree que el hecho más significativo de hace veinte años fue el fin de la retirada de las tropas soviéticas de Afganistán; un 24%, la caída del muro, y un 22%, el movimiento de los mineros. Con el paso del tiempo, los hitos de laperestroika, como las elecciones libres del primer parlamento democrático en la URSS, se han visto devaluados, pues los rusos asocian aquellas reformas con experiencias desagradables como el empobrecimiento, señala Dubin. Efectivamente, un 55% creía en 2006 que la perestroika tuvo un papel negativo en su vida.
El otoño de 1989 era época de júbilo para los alemanes y de inquietud y penuria para los soviéticos. Uno de los temas que el Politburó, el máximo órgano de dirección colectiva del PCUS, trató por entonces fue “la escasez de jabón”. Además de las protestas mineras, el deterioro de la economía y crecientes dificultades financieras, Gorbachov se enfrentaba al independentismo del Báltico, la violencia creciente entre Armenia y Azerbaiyán en el Cáucaso, y las presiones de los reformistas radicales para que avanzara en la reforma política y acabara con el monopolio del Partido Comunista.
el líder soviético se consumía en un mar de dudas sin atreverse a impulsar el proceso que él mismo había empezado. “La desgracia era que Gorbachov ya no podía hacer nada sustancial, incluso aunque lo decidiera”, escribía su ayudante, Anatoli Cherniáyev, el 23 de octubre de 1989 en su diario. La causa, señalaba, no eran los conservadores dirigidos por Igor Ligachov, ni los burócratas, sino la “falta de mecanismos” para ejecutar las decisiones. Para el partido comunista –cuyo funcionariado o estaba “desmoralizado o esperaba a que todo se hundiera”– era ya demasiado tarde; para nuevas instituciones democráticas, demasiado pronto.
A principios de octubre, Gorbachov viajó a Berlín para festejar el 40º aniversario de la RDA. Fue de mala gana, porque el régimen de Erich Honecker boicoteaba la perestroikay prohibía sus publicaciones, como Sputnik y Nóvoe Vremia. Los jóvenes manifestantes comunistas le pidieron socorro y Gorbachov volvió a Moscú diciendo que la RDA le recordaba “una caldera hirviendo, con una tapa firmemente cerrada”, y que Honecker era un mudak (traducible por huevón), según Cherniáyev. Pocos días después, el 18 de octubre, Honecker tuvo que dimitir.
las divergencias de Honecker y otros líderes comunistas con Gorbachov no eran sólo por instinto de conservación o conservadurismo, sino también por escepticismo ante la perestroika, puntualiza Karen Brutents, ex consejero del líder soviético. Honecker, escribe, le había echado en cara a Gorbachov que las tiendas de la URSS estuvieran vacías.
En junio de aquel año, los alemanes occidentales habían aclamado a Gorby en Bonn, pero el líder soviético no entendía aún que el recibimiento de wessies y ossies era diferente del que le deparaban otros europeos. “Los alemanes no sólo querían libertad, sino unirse entre ellos”, afirma Andréi Grachov, ex asesor y portavoz de Gorbachov. Para Grachov, tanto su ex jefe como el ministro de Exteriores, Eduard Shevardnadze, “creían en el ciudadano soviético”. “Fue un error ignorar la importancia del problema de la unidad alemana como problema nacional por encima de lo ideológico”, señala.
De forma vertiginosa, en pocos meses, los dos Estados alemanes surgidos de la Segunda Guerra Mundial –y legitimados por el Acta Final de Helsinki en 1975– pasaron de la idea de una confederación a la de un solo Estado integrado en la OTAN. Según Grachov, los mismos soviéticos dieron a Kohl la idea de proponer una confederación, en concreto Valentín Falin, experto en temas alemanes que dirigía la sección de Internacional del Comité Central. Falin “intentaba poner un marco a un proceso que se iba de las manos” y envió a Nikolái Portugálov a defender la idea de la confederación ante Horst Teltschik, el ayudante de Kohl. Se trataba de una iniciativa personal del mismo Falin, pero Kohl y Teltschik creyeron que la idea tenía el apoyo de Gorbachov. “Si el Kremlin había madurado hasta el punto de considerar la reunificación, ¿cómo iban a quedarse ellos atrás?”, dice Grachov. Según él, la iniciativa de Falin propició de forma indirecta el plan de 10 puntos de Kohl, que, de entrada, irritó a Gorbachov, quien sospechaba con razón que el canciller quería forzar la marcha.
Gorbachov insiste en que no se oponía al rumbo de la Historia, pero sí hubiera querido que éste hubiera sido más pausado. El presidente soviético asegura que ya en los funerales de su predecesor, Konstantín Chernenko, en 1985, indicó a sus colegas de los países del Pacto de Varsovia que se había acabado la llamada “doctrina Breznev”, a tenor de la cual la URSS había intervenido en los asuntos internos de sus aliados. Gorbachov lo repitió incluso desde la tribuna de la Asamblea General de la ONU en diciembre de 1988, así que “cuando los alemanes del Este salieron a la calle y los soldados soviéticos permanecieron en sus cuarteles de la RDA, el muro quedó a merced del viento”, sentencia Grachov.
Con la ayuda de EE UU (que presionaba a Francia y Reino Unido), Kohl arrancó concesión tras concesión a Gorbachov, quien dio su consentimiento definitivo a la idea de una Alemania unida miembro de la OTAN en julio de 1990 durante su viaje con Kohl a Arjiz (en el Cáucaso). Se pusieron de acuerdo en que el territorio de la ex RDA tendría un estatus especial que excluía la presencia de armas nucleares y de tropas extranjeras de la OTAN, tras la retirada de las tropas soviéticas (concluida en 1994).
gorbachov ha acusado a sus socios occidentales de no cumplir las promesas que sonaron en 1990 y haber aprovechado el hueco dejado por el Pacto de Varsovia para ampliar la OTAN y olvidar los proyectos sobre una nueva arquitectura de seguridad europea común que se perfilaban en Moscú para acompañar la reunificación alemana. “Si la URSS se hubiera conservado, la ampliación de la OTAN no hubiera surgido”, dice Cherniáyev. Gorbachov no tenía una estrategia clara y “capituló” en Arjiz “a espaldas de nuestros aliados del Pacto de Varsovia”, opina Falin, que acusa de “improvisación” al líder soviético. Tras quedarse sin recursos financieros, Gorbachov estaba dispuesto a “dar medio reino por un caballo” y pidió un crédito de 4.500 millones de marcos a Kohl para poder alimentar a los soviéticos, señalaba Falin en una entrevista en 2005.
la integración de los antiguos aliados soviéticos en la OTAN ha reforzado la convicción rusa de que Occidente sacó partido egoísta de la incapacidad de Moscú para mantener –o renovar– su mecanismo de seguridad en Europa. El resquemor por las concesiones del pasado, al margen de que éstas pudieran evitarse o no, influye en la dureza con la que en el presente los dirigentes rusos afirman –como Vladímir Putin en Múnich– los intereses nacionales en el mundo.
¿Era posible una Alemania neutral, tal como quería Gorbachov antes de que el secretario de Estado norteamericano James Baker le convenciera de que no era deseable? “Hubiera sido peligroso y no por revanchismo de los alemanes, sino porque los europeos y la URSS hubieran rivalizado por influir sobre ellos”, afirma Dimtri Trenin, director del Centro Carnegie de Moscú, que sirvió cinco años como oficial soviético en la RDA. En 1989, Trenin era uno de los negociadores en las conversaciones de desarme de Ginebra y celebró con champán la reunificación alemana.
Inicialmente, la política exterior de Gorbachov tenía el consenso de los miembros del Politburó. “Ligachov también quería buenas relaciones con Occidente y apoyaba el desarme. Los reproches a Gorbachov vinieron después de la caída del muro, cuando la URSS perdió las posiciones geoestratégicas conseguidas en Europa tras la Segunda Guerra Mundial”, dice Grachov. La crítica de los conservadores le costó el puesto al ministro de Exteriores, Eduard Shevardnadze, en diciembre de 1990. El problema no era la unificación alemana, sino cómo se llevó a cabo, explica Brutents, según el cual Gorbachov “no estuvo a la altura”, “no tenía un plan de acción pensado ni mostró la necesaria voluntad” en la defensa de los intereses de la URSS.
Entre los reformistas más radicales, el llamado Grupo Interregional de Diputados del nuevo Parlamento soviético, había quien se preguntaba ya en el otoño de 1989 si Gorbachov no acabaría cesado como Honecker. El historiador Yuri Afanásiev creía que los acontecimientos en Europa del Este eran motivo para forzar las reformas en la URSS, pero el escritor Alexandr Gelman opinaba que, bajo la influencia de los sucesos de Praga y Berlín, los liberales soviéticos experimentaban una “cierta euforia” injustificada, porque en la URSS “la situación es bastante más difícil de lo que parece”.
alexandr Pumpianski, que fue director del periódico Novoe Vremia, se preguntaba por entonces qué impedía a los rusos marcharse hacia el Oeste como sus aliados del Pacto de Varsovia. “En 1989 parecía que podíamos superar el error trágico iniciado en 1917, el rumbo a la utopía comunista que enmascaraba una dictadura, pero ni Gorbachov ni Yeltsin comprendían el mundo en que vivían”, afirma el periodista. “Hoy, tenemos bienes de consumo y propiedad privada, y aunque todo parece como en Occidente, en realidad no lo es. Tenemos un clan que monopoliza el poder y un sistema egoísta y especulativo que se ha rodeado de un nuevo muro invisible, una fortaleza construida con acusaciones a Occidente”, señala.
Borís Pankin, ministro de Exteriores de la URSS tras el golpe de Estado de agosto de 1989, cree que Moscú debería haberse involucrado más en el destino de los dirigentes y funcionarios de la RDA, que fueron objeto de purgas y juicios tras la reunificación. Pankin explica que Hans Dietrich Genscher, el ministro de Exteriores de la RFA, le exigió con arrogancia que permitiera la extradición de Erik Honecker, quien se había refugiado en Moscú en 1991. Pankin convenció a Yeltsin, el presidente de Rusia, de que no entregara a Honecker, pero sólo brevemente. En julio de 1992, Honecker fue enviado a Alemania. La reunificación tuvo un precio, el de trasladar y reubicar al contingente militar soviético de la RDA. Tras humillantes regateos de última hora, la retirada del Ejército Rojo vino a costar unos 15.000 millones de marcos (hay otras estimaciones). El desmantelamiento de las instalaciones militares soviéticas en la RDA se tradujo en un “colosal robo”, según Trenin, pero las investigaciones y procesos contra los altos cargos del Ejército se perdieron en la vorágine de los años noventa.
En 1989, los reformistas del Comité Central que propagaban la perestroika consideraban fundamental que Occidente les comprendiera y creyera que la reforma iba en serio. Insistían en ello en diciembre en Malta, tras la cita de Gorbachov y el presidente norteamericano George Bush, y en Kiev tras el encuentro con el presidente francés François Mitterrand. Pensaban aquellos entusiastas que si eran comprendidos serían también ayudados y partían de la idea de sincronizar los procesos globales con los regionales y de unir dos Alemanias y dos Europas. Una oportunidad global fue la cumbre de países de la CSCE (hoy OSCE) en noviembre de 1990 y la Carta de París. Pero aquellos planes no pudieron desarrollarse, en parte porque los dirigentes soviéticos se quedaron sin su propio país y los occidentales estaban confusos sobre a quién ayudar (al soviético Gorbachov o al ruso Yeltsin). Casi dos décadas más tarde, la creación de un espacio de seguridad común en el continente, que se esbozaba como el tema de las nuevas relaciones entre la OTAN y el Pacto de Varsovia, ha sido retomada por el presidente Dmitri Medvédev. Así que Rusia y Occidente tienen todavía por lo menos un muro por derribar. P
Ni la sombra de Nery aparece
Dnipro Dnipropetrovsk venció 3-1 al Metalurg Zaporizhya en la Premier League de Ucrania. El Dnipro, de nueva cuenta, no necesitó de los servicios de Nery Castillo, quien no estuvo, siquiera, en la banda de su equipo
KIEV, Ucrania.- El Dnipro Dnipropetrovsk, donde milita el delantero mexicano Nery Castillo, se impuso 3-1, como visitante al Metalurg Zaporizhya, en duelo correspondiente a la fecha 10, de la Liga Premier de Ucrania.
Rotan Ruslan, al minuto cinco, Seleznyov Yevgen, al 26 y Gomenyuk Volodymyr, al 28, consiguieron las anotaciones para el cuadro visitante, mientras que Volodimir Polevoy, al 49, descontó por los de casa.
Así, el cuadro dirigido por Oleg Protasov llegó a 21 unidades y se ubica en la tercera posición de la tabla general, tras diez jornadas, mismas que el Shakhtar y está a cuatro del Dynamo, que tienen su duelo pendiente. Metalurg, se quedó con siete.
Nery Castillo, quien ha tenido escasa participación con el cuadro ucraniano y no fue llamado por el técnico Javier Aguirre, para los últimos partidos eliminatorios de la selección de México, rumbo al Mundial Sudáfrica 2010, no fue ni a la banca.
Así, con mínima oportunidad de ver acción en el balompié ucraniano, sus posibilidades de cara a un posible regreso al Tricolor, serán aún más escasas.
El primer tiempo fue suficiente para el Dnipro, que en menos de 30 minutos ya había resuelto el duelo a su favor. En el inicio del complemento, el Metalurg trató de reaccionar, pero el gol de Polevoy, fue lo único que pudieron hacer.