No pudo ser. El manacorense Rafael Nadal, segundo jugador del mundo, cayó este domingo en la final del torneo de tenis de Shanghái ante Nikolay Davydenko por 7-6 (7/3) y 6-3, en un partido dominado con cierta solvencia por el ruso porque tuvo más confianza, personalidad, agresividad y contundencia que le coloca séptimo en la clasificación 2009 y aumenta sus posibilidades de clasificarse para el Masters de Londres.
Llevó la iniciativa durante todo el choque y confirmó así su buena forma después de su victoria el sábado contra el serbio Novak Djokovic en una dura semifinal. El ruso, nacido en Ucrania, sacó de maravilla, ajustó sus paralelos y supo cómo golpear de revés para sacar de la pista a un Nadal extremadamente defensivo.
A Nadal le sobran ganas de volver a ser el que fue pero le faltan golpes y confianza. Todavía carece de seguridad en sí mismo y le falta dar un paso al frente para dominar los puntos. Con su táctica de devolverlo todo puede imponerse a rivales de medio pelo pero no tiene suficiente para superar a los grandes. En el duelo decisivo de Shanghái puso algunos problemas al ruso por su capacidad para correr y luchar hasta la extenuación, y llegó incluso a conseguir una bola de set en la primera ronda, donde remontó un 4-2 adverso. Pero le faltaron golpes ofensivos y un mejor saque para sacar de sus casillas veterano ruso, muy sólido y fuerte mentalmente. Nadal acumulaba cinco meses sin disputar una final desde que perdiera en Madrid contra el suizo Roger Federer, ausente del torneo chino. Se presentó en la final con cierta fortuna, gracias en buena medida a los abandonos de sus dos últimos adversarios, el croata Ivan Ljubicic y el español Feliciano López.
Sin presión
Para Davydenko, de 28 años, la victoria de este domingo es la tercera de su carrera en un Másters 1.000, tras París-Bercy en 2006 y Miami el año pasado. El ruso se coronó ayer como el primer campeón del recién creado Masters 1000 de Shanghái, un título que ganó con un juego duro y consistente, y también sin que le afectara la presión, ya que «nadie espera que gane los torneos», afirmó el jugador. El ruso, que con este trofeo ya ha ganado cuatro títulos esta temporada, vio a Nadal «físicamente tan bien y tan rápido como el año pasado», aunque avisó que el estado de un jugador en las competiciones también depende de «cómo te sientas, de si estás fresco y de cómo juegas todos los días». Fue «un partido a dos sets, pero si hubiera jugado contra Nadal otro set no sé si hubiera podido ganarle. Es difícil, tendría que haberle ganado el tercer set, o el cuarto o el quinto. Quizá si cambiaran los Grand Slam a tres sets podría ganar alguno», bromeó.
A Davydenko le entregó el trofeo de Shanghái el presidente del Comité Olímpico Internacional, Jacques Rogge, que le invitó a los próximos Juegos Olímpicos de 2012. «¿2012? No sé si podré sobrevivir hasta 2012. Si puedo seguir en 2010 ya es suficiente bueno», declaró el jugador ruso.
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