lunes, 9 de febrero de 2009

Rusia, ¿futuro aliado o amenaza para los países occidentales?

Múnich. (dpa) - Los líderes europeos y estadounidenses reunidos hoy en el marco de la Conferencia de Seguridad de Múnich se declararon de acuerdo en colaborar con Rusia en algunos aspectos fundamentales. Sin embargo, tras la "guerra del gas" que estalló por las disputas entre su potencial futuro aliado, Rusia, y Ucrania, las vías para lograr un acercamiento real aún se deberán vislumbrar.

"Debemos encontrar formas de incorporar a Rusia" al diálogo europeo en materia de seguridad, destacó en la Conferencia la canciller alemana, Angela Merkel, haciendo tácita alusión al hecho de que aún no se han hallado las formas.

En los últimos seis meses, Europa alcanzó un grado de alerta roja por conflictos entre Rusia y algunos de sus países vecinos.

Tal es así como en agosto, cuando el Ejército de Georgia atacó las regiones separatistas georgianas de Osetia del Sur y Abjazia, Rusia reaccionó invadiendo Georgia y la Unión Europea (UE) enviando una delegación diplomática de emergencia a la región en la que se desarrollaba el conflicto armado.

En enero, la UE volvió a convocar una misión diplomática de emergencia a raíz de las disputas por contratos de gas entre Rusia y Ucrania, que tuvieron como consecuencia un recorte y la posterior supensión del suministro de gas ruso a grandes territorios del este de Europa.

Estos conflictos suscitaron fuertes críticas en los países occidentales. El jefe de la diplomacia europea, Javier Solana, afirmó incluso en la Conferencia que el conflicto con Georgia había ido "radicalmente" en contra de uno de los principios más fundamentales, "el de la no violencia".

Sin embargo, el diálogo con Rusia, miembro permanente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, es decir, con derecho a veto, sigue siendo fundamental: no fueron pocos los países occidentales que, en ese mismo lapso, se comunicaron con sus pares rusos para tratar asuntos como la crisis financiera, el cambio climático, el programa nuclear de Irán o el proceso de estabilización de Afganistán, para el que Rusia ya señaló esta semana que colaborará con la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

Conciliadoras fueron entonces las palabras de hoy del vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, presente en Múnich: "Aún podemos no estar de acuerdo (en temas como los de Georgia) y trabajar de manera conjunta en la medida en que nuestros intereses coincidan, y coinciden en muchos aspectos".

Hasta el primer ministro de Polonia, Donald Tusk, llamó hoy al diálogo con Moscú. Todos los oradores de hoy en Múnich coincidieron en que debe producirse un acercamiento con Rusia a la hora de resolver conflictos globales. Pero cualquier intento deberá lidiar con dos problemas mayores, que hasta el momento ni Estados Unidos ni los países europeos han logrado solucionar.

En primer lugar, las posturas dentro de la propia Europa están divididas. Sigue plantéandose el interrogante de si Rusia es un potencial aliado o una potencial amenaza.

Por su parte el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, afirmó hoy: "No creo que la Rusia moderna constituya una amenaza militar para la UE o la OTAN". Pero los estados del Báltico no comparten dicha opinión. Muy por el contrario, elevaron protestas aduciendo que las Fuerzas Aéreas rusas violaban su espacio aéreo. Y el conflicto ruso-georgiano también los puso en alerta en un grado mucho mayor que al resto del continente.

Tomar una postura común hacia Rusia no es tarea sencilla cuando las opiniones son tan dispares. Además, las alianzas occidentales deberían ofrecer a Moscú suficientes incentivos como para que coopere sin que estados europeos clave como Polonia y los Bálticos se rebelen.

Así todo, los analistas aseguran que la dimensión de los problemas a afrontar, tales como la crisis financiera, probablemente fuercen un acercamiento.

El año pasado, Rusia "estaba tapada de dinero y se sentía poderosa: hoy el país está luchando por controlar una crisis financiera y en medio de cada vez más tensiones políticas", comenta el programa de la Conferencia de Múnich.

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