sábado, 12 de junio de 2010

Exposición en el Cervantes de Damasco sobre Raphael

El Instituto Cervantes de Damasco dedica una exposición a Raphael, del 13 al 17 de junio, mediante la documentación aportada por Tatiana Orlova, una fan ucraniana del cantante residente en Siria. Tatiana se enamoró con quince años del artista y ahora ha decidido homenajearle con esta exhibición. La voz de Raphael cautivó a Tatiana al asistir en Kiev (Ucrania) a la proyección de Digan lo que digan en 1971, lo que terminó convirtiendo el repertorio del cantante en la banda sonora de ella y de su familia. Durante casi cuarenta años, Tatiana ha recopilado imágenes del cantante, sus discos y reportajes en revistas sobre el artista, que, junto con el material enviado por otros seguidores, componen la muestra de la capital siria. Tatiana señala que para muchos rusos Raphael fue un impulso para acercarse a la lengua y la cultura española. Su irrupción en la URSS hizo que los alumnos matriculados en español en la Universidad de Moscú aumentaran un 60 por ciento, como reconoció esa institución académica con la concesión de un diploma a Raphael. ...

La vida extrema

"Las frases verdaderas están siempre relacionadas con una herida profunda", dice en una entrevista Herta Müller. La Nobel recrea las vivencias de los rumanos de origen alemán deportados a Ucrania en 1945, entre ellos, su madre y el poeta Oskar Pastior.

Por la puerta de la señorial torre modernista de la Literaturhaus en el centro de Berlín entra una mujer de apariencia frágil, envuelta en amplios ropajes negros. Las facciones duras, nobles, sin edad, le confieren una belleza singular, como de condesa transilvana. Su figura menuda y sumamente discreta pasa inadvertida entre la clientela igualmente discreta del café; solo alguna ceja se alza en respetuosa señal de reconocimiento. Herta Müller (Nitzkydorf, 1953, Rumania, premio Nobel de Literatura 2009) se acerca con el andar de una persona tímida. Habla con voz baja, si bien firme, y con este ligero acento de los rumanos de habla alemana que conservaron durante siete siglos su idioma y sus costumbres del sur de Alemania en esa Rumania multiétnica donde convivieron rumanos, húngaros, judíos, gitanos y búlgaros. Se confiesa agotada por los compromisos que le acarrea el Nobel, aunque sus ojos claros y vivos, la mirada directa, dan fe de una inusual fuerza vital. Sin esta energía tal vez no hubiese logrado abandonar su Rumania natal, todavía en plena dictadura del conducator Nicolae Ceausescu. No hubiese soportado las represalias por negarse a colaborar con la Seguritate, la vigilancia, los interrogatorios, la censura. Ahora lleva un cuarto de siglo viviendo en Alemania, país donde publicó en 1984 su primer libro no censurado, En tierras bajas. Ahora publica en España su última novela, Todo lo que tengo lo llevo conmigo (Siruela).

"Nadie hablaba voluntariamente de aquello. Fue Oskar Pastior el primero en hablarme abiertamente"

"Ver la amplitud, el gran espacio vacío de la estepa, fue fundamental para imaginarme un escenario"

PREGUNTA. Dos meses antes del fallo del Premio Nobel publicó usted esta novela sobre la deportación de los alemanes de Rumania a campos de trabajo rusos en 1945. ¿Por qué eligió este tema que ha sido silenciado tanto tiempo en Rumania?

RESPUESTA. El tema me ha rondado por la cabeza durante muchos años, pues mi madre fue uno de los deportados, y me he criado con el silencio angustioso en que estaba envuelto, las alusiones veladas, la intuición del sufrimiento que había detrás. En Rumania esto era un tema tabú -y sigue sin ser investigado a fondo- porque evocaba el recuerdo del pasado fascista. A la gente no le gustaba que le recordasen que el Gobierno de Antonescu fue fiel aliado de Hitler. Solo porque el Ejército ruso invadió el país en agosto de 1944 y lo derrocó se produjo en Rumania el súbito cambio de régimen. Todos los soldados rumanos habían participado en las campañas hitlerianas de destrucción de la Unión Soviética, pero, en enero de 1945 -todavía meses antes de que terminara la guerra-, solo los miembros de la minoría alemana fueron enviados a Ucrania para trabajos forzados de reconstrucción. Fueron deportados en nombre de la culpa colectiva, en concepto de trabajos de reparación. Cercan de 100.000 rumanos de origen alemán fueron transportados en vagones de ganado hacia el Este. No sabían adónde los llevaban y, una vez allí, ignoraban cuánto tiempo debían permanecer en los campos de trabajo. Al final fueron cinco años, que pasaron en condiciones inimaginables. Realizaron trabajos extremadamente duros en minas de carbón, en la construcción y en los koljós, las granjas colectivas. No había comida, muchos murieron de hambre. No tenían con qué resistir el frío, la gente trabajaba a la intemperie y moría congelada. Sufrieron todo tipo de infecciones y enfermedades a causa de las terribles condiciones sanitarias y la mayoría de los que sobrevivieron volvieron mutilados o con enfermedades crónicas.

P. ¿Su madre habló con usted de su experiencia?

R. Nadie hablaba voluntariamente de aquello. De mi madre oía desde niña frases como: "El viento es más frío que la nieve", o "una patata caliente es como una cama caliente", o "la sed es peor que el hambre", que metí directamente en la novela. Pero en un momento dado, en el año 2001, me di cuenta de que quedaba cada vez menos gente que me pudiera hablar de lo que le pasó allí. Que cada vez era más difícil acceder a testimonios directos, pues mi madre, que había mantenido contacto con algunos de los deportados en nuestro pueblo después de marcharse a Alemania, me informaba sobre la desaparición de cada vez más conocidos y familiares. Yo siempre me había interesado por este tema, he escrito bastante sobre ello, tanto ensayo como ficción. En todos mis libros anteriores sale, si bien solo de forma secundaria. En Alemania se ha llevado a cabo una larga concienciación histórica, en relación con el fascismo y la guerra, pero en los antiguos países del Este, como Rumania, Hungría o Bulgaria, queda todavía mucho por hacer. Por eso empecé a hacer entrevistas a los supervivientes, viajé a Rumania, a mi pueblo, y hablé con gente que conocía. Sin embargo, no saqué mucho en limpio. Fue Oskar Pastior, el poeta rumano-alemán afincado en Alemania, el primero en hablarme abiertamente. Después, miré en el cementerio de Timisoara la placa dedicada a la memoria de los muertos en los campos de trabajo, que han colocado finalmente, y me apunté nombres que puse a los personajes de la novela, revestidos de las historias que él me había contado.

P. ¿O sea que Oskar Pastior (1927- 2006), que es el álter ego del protagonista, Leo Auberg, no figuraba como punto de partida de su novela?

R. No, había empezado a trabajar en ella antes. Y aunque sabía que él había sido deportado, no me había atrevido a preguntarle. Le tenía una admiración y un respeto enormes, era un gran poeta, un personaje demasiado venerado. No concebía que él se iba a abrir ante mí. Yo era una amiga, pero de otra generación, ¿cómo iba a compartir conmigo sus recuerdos dolorosos? Pero lo curioso fue que cuando le expliqué mi proyecto le gustó. Parecía que tenía no solo ganas, sino necesidad de hablar de esta parte de su vida que había silenciado tantos años. Y así empezó a contarme cosas que yo apuntaba en cuadernos. Llegué a llenar cuatro cuadernos hasta su muerte repentina. Fue algo completamente inesperado. Era mayor, tenía 78 años, pero estaba bien. Y muy ilusionado con el libro porque habíamos acordado escribir la novela a cuatro manos. Existían ya unas treinta páginas.

P. ¿Y qué hizo usted entonces?

R. Primero no hice nada. Estaba paralizada por el dolor de la pérdida, no podía escribir. Había sido un gran amigo, una persona extraordinaria, y durante casi un año estuve de duelo. Después retomé los cuadernos y decidí seguir adelante con la novela por mi cuenta, también en homenaje al amigo.

P. Llama la atención el conocimiento de los lugares y la recreación de las sensaciones físicas: sobre todo, el hambre, pero también el calor, el frío, el agotamiento... La ambientación de la mina, del campo de trabajo, el paisaje y las condiciones climáticas poseen un verismo increíble. ¿Cómo se hizo con esa información?

R. Para empezar, leí muchísima documentación histórica. Existe toda una literatura sobre los distintos tipos de campos de internamiento rusos, sobre los gulags, los campos de trabajo, etcétera, aparte de los clásicos de Solzhenitsin o Shalámov. De gran ayuda fue también un viaje que hice con Pastior a Ucrania, a la cuenca del Donéts, para visitar los sitios de su cautiverio. No quedaba nada de los barracones del campo, pero sí estaban las minas. Y, sobre todo, ver la amplitud del horizonte, el gran espacio vacío de la estepa, fue fundamental para imaginarme un escenario. Además, disponía, naturalmente, de los apuntes de las largas conversaciones con Pastior, que era de un detallismo tremendo. Se acordaba de todo, y, por cierto, disponía de una mente y de un lenguaje para transmitirlo. Solo un intelectual es capaz de analizar y poner en palabras vivencias tan extremas. A otra persona, que no dispone del instrumento mental y verbal adecuado, simplemente le supera. Oskar Pastior era poeta y había creado un lenguaje para su experiencia. El "ángel del hambre", esa especie de monstruo de la inanición que en la novela acompaña a los deportados a todas partes, es de él. También la "pala del corazón", que directamente es una pala con una hoja en forma de corazón. Me dio tantas metáforas que, sin embargo, corresponden a realidades que derivan exactamente de lo vivido. Hay que añadir que Oskar Pastior mantenía una relación de amor-odio con sus recuerdos. Le perseguían día y noche. Él decía que preferiría no tener que acordarse. De ahí que era capaz de describir meticulosamente los objetos, la gente, los distintos trabajos. En el campo, para sobrevivir mentalmente, había llegado a identificarse con los trabajos que le tocaban, y lo mismo con los materiales. Te hablaba de los distintos tipos de carbón, de arena o de cemento como de un amante. La frase sarcástica del protagonista sobre su jornada en la mina, "Cada turno una obra de arte", es literalmente de él.

P. Entiendo. Como forma de salir de la pasividad del sufrimiento se apropió de esta realidad insoportable. Leo Auberg, en la novela, lo consigue con su imaginación y su lenguaje dadaísta. En su ensayo

De cómo se inventa la percepción, habla usted, ya en 1991, de este fenómeno: el ser humano inventa una percepción propia porque "lo que vemos sobrepasa nuestros limites".

R. Sí, creo que la literatura hace esto, acoge ese tipo de invenciones.

P. ¿De qué manera influye su experiencia personal del totalitarismo en su invención de la percepción? ¿Agudizó su mirada?

R. Yo creo que aquí hay dos temas: por un lado, los factores que llevan a una a la escritura y, por otro, lo que sería una conciencia política. Yo habría desarrollado una conciencia política crítica y resistente de todos modos en Rumania. Ya la tenía antes de empezar a escribir, a los 14 años.

P. En su primer libro,

En tierras bajas, nace la "rana alemana", que representa para la niña narradora el espíritu de control y denuncia dentro de la minoría alemana.

R. Sí, la rana alemana fue el primer dictador que conocí. Ya asomaba en la guardería y el colegio. Lo observaba todo ya en mi infancia, de un modo que entonces todavía permanecía abstracto, pero que luego se iba a concretar: el Estado totalitario, la omnipresencia del servicio secreto. Te enseñaba a inventarte no solo una percepción sino una apariencia con la que los podías engañar.

P. En otro ensayo dice que probablemente cada autor tenga solo una única frase propia. ¿Cuál sería la suya?

R. Esta frase, naturalmente, no existe, no puede existir en la práctica. Pero es una frase que una está escribiendo sin cesar, que hace que sigas escribiendo. Es una frase veraz. Una frase que demuestra su verdad por sí misma. Es este tipo de frases que una quiere escribir y que también busco como lectora. En ellas sucede algo contigo. Si después de 30 páginas en un libro no he encontrado una frase así, dejo de leerlo. A mi modo de ver, las frases verdaderas están siempre relacionadas con la experiencia de una perturbación, con una ofensa de la persona, con una herida profunda. Muchas veces estas ofensas tienen que ver con la guerra, con los lager, con los regímenes totalitarios. Piense en la literatura de Imre Kertész, en la de Jorge Semprún -siempre escribe únicamente sobre su experiencia en el campo de Buchenwald-; piense en Lobo Antunes, en Thomas Bernhard o en Aleksandar Tisma, el novelista serbio. Tisma dejó una obra tan fundamental para entender los totalitarismos y no recibió ningún Premio Nobel. Duele de verdad que un autor como Tisma se haya descubierto y galardonado tan tarde, solo por vivir en un país que le engañó por el reconocimiento merecido. De todos modos, escribir no es algo que se hace por diversión. Es más bien lo contrario y, sin embargo, la escritura no te suelta. Cuando finalmente llego a empezar a escribir, me dedico a ello tan obsesivamente que no consigo pensar en otra cosa, día y noche. Me absorbe todas mis fuerzas y cuando termino dejo de escribir por largo tiempo. Yo no soy capaz de escribir siempre.

P. ¿Es entonces, en estas pausas entre libro y libro, cuando trabaja en sus

poemas-collage?

R. Sí, representan una especie de pasatiempo relajante.

P. ¿Cree que el Nobel beneficia a su obra, al darle una difusión nueva o le perjudica, al reducir la maquinaria mediática sus contenidos complejos a tópicos simplificados y planos?

R. No, mire, yo puedo abstraerme por completo del Premio Nobel. No me siento con él a esta mesa. Naturalmente, significa un bonito reconocimiento, como los otros premios que he recibido. Y, por supuesto, estoy muy agradecida, puesto que para el resto de mi vida ya no necesito preocuparme de cómo llegar a final del mes. Porque esto en mi vida ha sido así a menudo. El premio ni es malo ni es bueno. Y yo, de hecho, gustosamente me olvidaría de él (risa burlona) si la gente no se empeñara en recordármelo constantemente.

Ucrania ‘cambia’ al FMI por Rusia

Ucrania solicitó esta semana a Rusia un préstamo de 2,000 millones de dólares para financiar sudéficit fiscal, tras el retraso de sus negociaciones con elFMI, dijo el viernes a Reuters una fuente del Gobierno ucraniano.

"Como parte de los endeudamientos permitidos dentro de laley de presupuesto, pedimos dinero préstamo a Rusia", dijo la fuente, sin entrar en detalles sobre la operación.

El nuevo presidente ucraniano Viktor Yanukovich goza de un fuerte respaldo de las autoridades rusas y ha revertido algunas de las políticas orientadas hacia Occidente de su antecesor Viktor Yushchenko, como la solicitud de adhesión a la OTAN.

El Gobierno de la república que formó parte de la Unión Soviética busca un préstamo por 19,000 millones de dólares del Fondo Monetario Internacional para complementar su recuperación económica, después de que el año pasado registrara una contracción del 15%.

Pero las prolongadas negociaciones con el prestamista internacional aún no han ofrecido resultados, ya que el Fondo quiere que Ucrania se comprometa a adoptar medidas metas fiscales y monetarias más ambiciosas. Una misión del FMI visitará Ucrania el 21 de junio para retomar las conversaciones.

Valery Litvitsky, asesor del presidente del Banco Central, dijo por su parte que las reservas del banco habían crecido a 28,500 millones de dólares hasta el 10 de junio, desde los 26,700 millones de dólares del 31 de mayo.

El viceprimer ministro ucraniano, Sergey Tigipko, dijo esta semana que obtener un préstamo de Rusia era una de las alternativas al financiamiento del FMI.

"Ucrania tiene que llenar un enorme déficit fiscal que se suponía se iba a zanjar con el dinero del FMI, pero el Gobierno se ha visto decepcionado por el lento avance con el FMI, por lo que posiblemente decida acudir a otras fuentes", dijo Elisabeth Gruie, estratega de mercados emergentes de BNP Paribas en Londres.

"Esto es claramente parte de su nueva relación con sus vecinos rusos tras la elección", agregó.

El año pasado el Fondo suspendió el programa de rescate a Ucrania por 16,400 millones de dólares debido a que el Gobierno de Yushchenko no cumplió sus promesas sobre austeridad fiscal.

viernes, 11 de junio de 2010

España promociona el aceite de oliva en Ucrania

Tiene como objetivo dar a conocer las virtudes que reporta el aceite de oliva a la salud y sus múltiples usos culinarios, así como incrementar su consumo en el país.

Desde el pasado 1 de junio está en vigor la campaña de promoción del aceite de oliva en Ucrania. Esta actividad, que se realiza por segundo año consecutivo, es llevada a cabo gracias al esfuerzo del Instituto Español de Comercio Exterior (ICEX), la Oficina Económica y Comercial de la Embajada de España en Ucrania, la Asociación Española de la Industria y el Comercio Exportador del Aceite de Oliva (ASOLIVA) de la Interprofesional del Aceite de Oliva Español , de la Agencia Andaluza de Promoción Exterior (EXTENDA) y del Instituto de Promoción de Castilla La Mancha (IPEX),

Foto de la noticia: España promociona el aceite de oliva en Ucrania

El eslogan para la campaña de este año, "¿Perfección? Sólo con aceite de oliva español", tiene como objetivo dar a conocer las virtudes que reporta el aceite de oliva a la salud y sus múltiples usos culinarios, así como incrementar su consumo en el país.

Para ello se van a realizar actividades de promoción en los principales supermercados; promotores identificados con el logo "Olive Oil from Spain" informarán sobre los beneficios y posibles usos del aceite de oliva español a la vez que distribuirán folletos con recetas e información realizados para la ocasión. Del mismo modo, se insertarán anuncios en prensa, Internet y publicidad exterior, al tiempo que se está desarrollando la pagina webwww.oliveoilfromspain.com.ua, que será un referente para todos los consumidores e importadores de aceite de oliva en Ucrania.

La campaña se centrará, fundamentalmente, en las principales ciudades del país, todas ellas con más de un millón de habitantes, donde se concentra el grueso del público objetivo del aceite de oliva: Kiev, Dnepropetrovsk, Odessa, Khrakov y Donestsk. La campaña tendrá una duración de dos meses.

Estas campañas de promoción persiguen el objetivo de dar una mayor notoriedad a la marca "Olive Oil from Spain" y afianzar la condición de liderazgo del aceite de oliva español dentro del mercado ucraniano.

Ucrania dispuesta a continuar su cooperación con la OTAN

Kiev, 10 de junio, RIA Novosti. El ministro ucraniano de Defensa, Mijaíl Yézhel, aseguró hoy a los países miembros de la OTAN que Ucrania sigue dispuesta a continuar su cooperación con la Alianza.

"Kiev seguirá siendo un socio estable y consecuente de la OTAN según ha anunciado el presidente de Ucrania", manifestó Yézhel en la reunión del Comité Ucrania-OTAN celebrada en Bruselas.

En 2008, Ucrania presentó su solicitud de incorporación al Plan de Acción para la Adhesión a la Alianza (MAP). Sin embargo, los ministros de Exteriores de la OTAN desestimaron la solicitud y, a cambio, aprobaron un nuevo formato de relaciones con Ucrania dentro del llamado programa de asociación nacional anual.

El nuevo presidente de Ucrania, Víctor Yanukóvich, reiteró el 3 de junio pasado que su país no integrará ningunos bloques, pero continuará su cooperación con la OTAN.

Yézhel señaló que el Ministerio ucraniano de Defensa continúa con la reforma del Ejército y está interesado en cooperar con la Alianza en ese terreno y elevar la compatibilidad operacional entre las fuerzas armadas de Ucrania y de la OTAN.

Georgia agradece a Ucrania su negativa a reconocer regiones separatistas

Kiev, 10 jun (EFE).- El ministro de Asuntos Exteriores de Georgia, Grigol Vashadze, agradeció hoy a Ucrania su negativa a reconocer la independencia de las regiones separatistas georgianas de Abjasia y Osetia del Sur.

"Quiero agradecer ante la prensa al presidente de Ucrania (Víctor Yanukóvich) y al ministro de Asuntos Exteriores (Konstantín Grishchenko) la declaración hecha recientemente sobre la soberanía e integridad territorial de Georgia", declaró Vashadze en Kiev, citado por la agencia UNIAN.

Según el canciller, esto confirma nuevamente "el papel estabilizador que desempeña Ucrania en la región" y la importancia de que un país de semejante tamaño y peso político "defienda el derecho internacional y los principios fundamentales".

El pasado viernes, Yanukóvich aseguró que jamás reconocerá la independencia de Abjasia y Osetia del Sur.

"Nunca reconoceré como estados independientes a Osetia del Sur y de Abjasia. La alteración de la integridad de un Estado va en contra de las leyes y normas internacionales", declaró.

El líder ucraniano recordó que, personalmente, también estuvo "en contra del reconocimiento de la independencia de Kosovo, que dio comienzo a la política de dobles raseros" en este delicado asunto.

Yanukóvich, considerado un político pro ruso, relevó en el poder hace tres meses a Víctor Yúschenko, un partidario del acercamiento a Occidente que ha apoyado sin ambages a Georgia en el conflicto armado con Rusia de agosto de 2008 por el control de Osetia del Sur.

Tras ese conflicto, Rusia reconoció la independencia de ambas regiones georgianas e instaló sus bases militares en sus territorios.

Ese paso de Rusia fue secundado por los gobiernos de Nicaragua, Venezuela y la isla micronesia de Nauru, mientras se niegan a darlo hasta los aliados más estrechos de Moscú en la postsoviética Comunidad de Estados Independientes. EFE

Grupo Cortefiel: estrategia de expansión en Rusia y Ucrania

El grupo español de moda pretende abrir 190 tiendas de las firmas Springfield y Women’Secret en el mercado ex soviético.

Cortefiel está presente en el mercado ruso desde el año 2002, con dos de sus enseñas, Springfield y Women’Secret. Desde entonces, ha inaugurado 53 tiendas en ese país. El grupo español pretende seguir dilatando su presencia internacional, expandiendo sus firmas por los mercados de la antigua Unión Soviética, reforzando su presencia en Rusia e introduciéndose en Ucrania.

Su nueva estrategia de expansión se basa en la alianza con la empresa rusa Melon Fashion Group (MFG). A través de esta conjunción, Cortefiel pretende abrir 190 tiendas de las firmas Springfield y Women’ Secret para alcanzar un total de 243 puntos de venta en Rusia y Ucrania.

El objetivo de Cortefiel con esta estrategia internacional es conseguir a medio plazo que el 50% de sus ventas totales provengan de mercados exteriores.

MFG es propietario de 300 tiendas en Rusia de las marcas Loverepublic, Befree y Zarina. Precisamente, a través del éxito de su marca Zarina, MFG se ha convertido en el mayor competidor de la empresa española Zara en los mercados ex soviéticos.

Con su alianza con la empresa española, MFG se convierte en uno de los mayores franquiciados de Cortefiel del mercado internacional.

El Grupo Cortefiel está formado por las firmas Springfield, Cortefiel, Women’Secret, Pedro del Hierro y Milano. Su estrategia de expansión comercial le ha llevado a poseer actualmente 86 puntos de venta fuera de España, en 60 países. De sus enseñas, Springfield es la que tiene mayor presencia internacional, concretamente en 43 países.

Springfield, estética urbana y cosmpolita
T, nueva marca juvenil de Cortefiel

jueves, 10 de junio de 2010

Últimas noticias La OTAN deja sus puertas abiertas a Ucrania aunque ahora apuesta por cooperación

Bruselas, 10 de junio, RIA Novosti. La OTAN deja abiertas sus puertas a Ucrania, pero respeta su decisión de renunciar el ingreso en la alianza y apuesta por las relaciones de cooperación, declaró hoy el secretario general de la organización, Anders Fogh Rasmussen.

"Nuestras puertas quedan abiertas, pero ahora apostamos por cooperación", dijo Rasmussen en una reunión de la Comisión Ucrania-OTAN a nivel de ministros de Defensa en Bruselas, que según el secretario, resaltará la tesis de que "Ucrania es un país independiente" y la alianza respeta su opción.

El pasado 3 de junio en su mensaje al pueblo el presidente ucraniano, Víctor Yanukóvich, reiteró que Ucrania no integrará ningunos bloques y continuará su cooperación con la OTAN dentro del formato actual

Religiosas españolas recogen a los niños de la calle en Ucrania

Por Ágata Carreras

(2º Comunicación Audiovisual)

La Hermana Antonia es una de las monjas dominicas fundadoras del Centro Juvenil “La Casa de los Niños”, en Kiev, donde se recogen y educan a “los niños de la calle”. Con 73 años ha vivido en países de Sudamérica y África y lleva ya 13 en la capital ucraniana.

¿Cuál es el objetivo de este Centro?

Cuando vinimos a Kiev vimos que hacía falta ayudar a los niños de la calle. Niños que están en una situación familiar de desamparo. Se pasan la tarde vagando por las calles y con el tiempo acaban en la droga y el pillaje. Pensamos que lo mejor era ocuparlos en algo después de la escuela. Por eso nació este Centro de prevención.

¿Cómo os organizáis para que tengan ganas de venir?

Con ayuda de algunos monitores, preparamos actividades recreativas que les gustan mucho: baile, teatro, informática, deporte, clases de español. Y en medio de todo este programa está la catequesis.

¿Cuántos niños vienen aquí?

En total hay cerca de 200 registrados. Entre semana vienen unos 30 por día, entre los 2 y los 18 años. Tienen actividades de 4 a 6 de la tarde. Y los sábados son casi 70 niños.

¿Cuáles crees que eran los principales problemas de Ucrania cuando viniste?

El país estaba en una situación muy precaria. Acababa de salir del comunismo, y la gente no hablaba, tenían miedo… después de 20 años, ya no tratan a los extranjeros con desprecio.

Además, había una enorme pobreza oculta, disfrazada de belleza. Desde fuera se veían cosas que a mí me impresionaban, como mujeres bonitas vestidas con pieles. Era un contraste el mundo de riqueza que aparentaban y la pobreza interna que no te dejaban ver.

Sin embargo, esto no es lo que más te llamó la atención…

No, yo creía que el principal problema era la cantidad de niños abandonados en la calle, en los internados… eso sí me impresionó y me pregunté por qué ocurría. Le pregunté a la directora de un orfanato por qué había tantos niños internos y me respondió: “Es muy fácil: el problema reside en la familia.” La familia está mal constituida. Nadie apoya a la familia. Y si los padres son pobres y no pueden sacar adelante a su hijo…

¿Cómo crees que ha evolucionado esto con los años?

Lo cierto es que no ha evolucionado mucho. Un día, hablando con la presidenta de la Asociación de Familias Numerosas de aquí, me dijo que de las 400 familias que tiene registradas casi todas tienen padre y madre. Y eso es lo que hay que potenciar: que las familias estén bien constituidas. Pero el padre, en la familia ucraniana, no tiene un puesto, es un extraño. Esta es una sociedad totalmente matriarcal, la mujer lo gobierna todo. Algunos niños que vienen a este Centro tienen solamente madre y cuando les preguntas por su padre te dicen “¡eso no es importante!”. Y lo dicen así como si su padre fuera algo inútil. Este es un gran problema.

Entonces, cuando llegasteis, vuestro objetivo no era crear este Centro…

No. Nuestra idea inicial era buscar los medios para arreglar un edificio y poder fundar la escuela. Resultó imposible, por el tipo de leyes que hay en este país. Lo único que se podía hacer era fundar una escuela privada, pero era muy costoso.

¿Cómo llegaste a Ucrania?

Es un historia un poco complicada… tuve que dejar África (donde llevaba 30 años) porque me puse muy enferma. Entonces la Congregación decidió abrir una Misión en los países del Este o en Asia y me encargaron a mí ese asunto. Yo no había pensado jamás venir a los países del Este, prefería Asia porque en los países del Este hace mucho frío. Pero entonces el Vicario de los Dominicos en Ucrania fue a Madrid y pidió que fuéramos a abrir una escuela católica. Vinimos aquí el año 1997.

¿Tuvisteis muchas dificultades para empezar?

¡Muchísimas! El gran problema era la lengua: nadie nos entendía. ¡Al principio nos tomaron por espías!
Además, al llegar, los niños eran crueles con nosotras: nos tiraban piedras, tomates, nos quitaban la luz… ¡tuvo que intervenir la policía! Luego mejoró la situación.

¿Por qué decidiste dedicarte a los niños?

Porque como misionera dominica mi obligación, allá donde vamos, es la educación. Quien educa bien a un niño prepara el futuro de un país.

Mi deseo es que, por lo menos, los niños que formamos aquí fueran unos hombres responsables, felices, que construyeran su familia y aportaran bien al país y al lugar donde viven. Sin embargo, la pobreza es tan grande… la solución va a ser difícil.


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Ucrania se compromete con la UE a profundizar en la lucha contra la corrupción y el tráfico de personas

El Gobierno de Ucrania se comprometió este mièrcoles con la Presidencia española de la Unión Europea a profundizar en la lucha contra la corrupción, el tráfico de personas y estupefacientes y el control de fronteras, una serie de pasos que facilitarán la eliminación de visados a los ciudadanos ucranianos.

Los secretarios de Estado españoles de Seguridad, Antonio Camacho, y Justicia, Juan Carlos Campo, junto al director general del Departamento de Justicia, Seguridad y Libertades de la Comisión Europea, Jonathan Faull, participaron en nombre de la UE en el Diálogo Político con Ucrania, representada por su ministro de Justicia, Olexander Lavrynovych.

Antonio Camacho recalcó que la buena gestión de las fronteras para evitar la inmigración ilegal es uno de los “grandes retos comunes”, y valoró los avances ucranianos en cuestiones como la homologación de la documentación y los pasaportes biométricos con la UE.

La lucha contra la corrupción es otra de las condiciones necesarias para lograr un mayor acercamiento social, político y económico, continuó Camacho, que también felicitó a la parte ucraniana por las novedades introducidas en la lucha contra el crimen organizado.

Por su parte, el secretario de Estado espsañol de Justicia recalcó la necesidad de que Ucrania se convierta en un “estado de derecho consolidado” con un poder judicial “independiente”.

“Una fiscalía fuerte es clave para erradicar manifestaciones delictivas”, aseguró Campo.

Por todo ello recordó al gobierno de Kiev que “invertir en la modernización de la Justicia es invertir en un valor superlativo”, y resulta esencial para la salida de la crisis económica.

El ministro ucraniano afirmó a su vez que su Gobierno ha demostrado que los planes puestos en marcha por recomendación de la Comisión Europea para reformar el sistema judicial “van en la buena dirección”, y por ello confía en que la exención de visados pueda ser una realidad antes de fin de año.

Jonathan Faull, de la Comisión Europea, recalcó que por parte comunitaria se desea facilitar la libertad de movimientos, pero siempre que se garantice una gestión adecuada de fronteras por ambas partes.

Desde 2008 los ciudadanos ucranianos disfrutan de un acuerdo sobre visados para entrar en la UE, pero Kiev aspira a la eliminación total de esos documentos. Ucrania ya exime a los ciudadanos de la Unión de presentar un visado cuando viajan a ese país.