domingo, 7 de marzo de 2010

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Vidboru PKE-2010 ha elegido esta tarde la canción con la Vasyl Lazarovich representará a Ucrania en el Festival de Eurovisión. El cantante fue elegido internamente por la televisión ucraniana y hoy ha interpretado 5 temas para elegir el más idóneo para viajar hasta Oslo.

La gala ha contado con artistas de otros países: Armenia, Bulgaria, Georgia y Azerbaiyán, que aunque aún no ha elegido canción (sí intérprete, Safura), ha cantado la favorita del público en todas las encuestas, el tema Drip Drop.

Los 5 temas que ha defendido y sus compositores son los siguientes (podéis verlos pinchando en cada título):

1. Adrenalin
(Dmitriy Klimashenko/Olga Yarynich)

2. I know
(Nikola Karajia/Brandon Stone)

3. Shine of our star
(Ziga Pirnat, Brandon Stone)

4. Don’t wanna lose you
(Claes Andreasson)

5. I love you
(Brandon Stone/Brandon Stone, Olga Yarynich)

El tema ganador fue finalmente I Love You con el que competirá en la segunda semifinal del 27 de mayo en Oslo y que intentará conseguir un puesto en la finalísima del 29 de mayo, ¿qué os parece la elección?

Fotos de la región Vinnytsya

l usuario de LJ boga4 postea 29 fotos de la región Vinnytsya (UKR), incluyendo esta imágen de Shargorod, de el Monumento a un Nuevo Monumento, un trabajo del 2009 de la artista ucraniana Zhanna Kadyrova.

Ucrania, entre Bruselas y Moscú

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Pasados cinco años de la Revolución Naranja en Ucrania, el gran perdedor de entonces, Viktor Yanukovich, ha resurgido de sus cenizas para ganar la Presidencia.

Las protestas contra el fraude en 2004 le convirtieron en blanco de las críticas. Entonces, el político, originario de la región oriental de Donetsk, se postuló como delfín del presidente Leonid Kuchma y candidato del Kremlin. Ahora, Yanukovich se ha presentado como el salvador de la patria tras las luchas entre los líderes naranjas.

Sin embargo, el cambio en la Presidencia no va a suponer, de momento, un giro radical. "Parece que el panorama no va a cambiar, no se puede esperar una estabilidad política. Primero, la formación de Yanukovich, el Partido de las Regiones, tiene que negociar una nueva coalición. Por ahora, la política está dividida en dos partidos rivales, el de Yanukovich y el de Yulia Timoshenko, pero también hay partidos pequeños con un papel importante", asegura Natalia Shapovalova, experta de la Fundación para las Relaciones Internacionales y el Diálogo Exterior (Fride).

Las dudas surgen sobre la influencia que tendrá Rusia, aunque esta vez Yanukovich no necesitó el apoyo del Kremlin. Con él está asegurada una distensión en las relaciones entre Moscú y Kiev, pero esto no quiere decir que vayan a fluir sin inconvenientes. Habrá que esperar para ver hasta dónde está dispuesto a llegar Yanukovich para cumplir su promesa de negociar precios más baratos para el gas.

"No se sabe muy bien en qué sentido aumentará la influencia de Rusia. Moscú dijo que apoyaría a cualquier presidente sin preferencias. Pero lo más importante para el Kremlin es que Viktor Yuschenko, un antirruso, no lo sigue siendo. Es muy difícil decir qué parte es promesa electoral y cuál su política, pero eso dependerá del Parlamento y de la coalición que pueda formar Yanukovich", explica Shapovalova.

Lo que no deja de llamar la atención es cómo un político al que se acusó de fraude en las elecciones de 2004 sea elegido presidente. "En 2005, tras la Revolución Naranja, el mismo Yanukovich no pensaba que pudiera ocurrir, pero es en parte culpa de Yuschenko y el equipo de la revolución, que nunca investigaron hasta el fin los fraudes ni hubo juicio a sus organizadores. Desde el punto de vista legal no se confirmó, y eso ayudó a rehabilitar a Yanukovich y a su partido, que aceptaron las nuevas reglas de la política. De hecho, su victoria es también una protesta contra los líderes naranjas, Timoshenko y Yuschenko, porque en vez de poner en marcha sus propuestas entraron en un conflicto personal y no hicieron nada por el país, sino que trajeron más crisis política y económica", asegura la experta de Fride.

Yanukovich es partidario de que la lengua rusa sea oficial, igual que la ucraniana, a lo que se opuso durante años el prooccidental Yuschenko, y está a favor del acercamiento a la UE y la firma de un tratado de libre comercio. "Desde 2005, Yanukovich opta por la integración en la UE, pero desarrollando a la vez buenas relaciones con Moscú. No quiere contraponer la integración en la UE a Rusia. En su formación hay grandes empresarios que quieren mantener abiertos los mercados tanto al este como al oeste. Por ello, la dimensión más importante hacia la UE a corto plazo es la económica", sostiene Shapovalova.

En lo que sí se muestra intransigente es en su oposición al ingreso en la OTAN. Como afirma la especialista de Fride, "es una promesa que Ucrania no entrará en ningún bloque militar. Las razones: la mayoría de la población no quiere, empeoraría demasiado las relaciones con Rusia y no es necesario porque el país no tiene peligro militar. No obstante, no implica que no vaya a promover la cooperación con la Alianza".

Yanukovich contrasta con sus rivales naranjas por su escaso don de palabra, lo que le ha causado algún disgusto. Durante un mitin en Lvov, capital del oeste nacionalista, definió a sus habitantes como "los mejores genocidas del país", donde quería decir genofondo (reserva genética de la nación). Y sus detractores resaltan aspectos oscuros de su biografía, como las condenas por asalto y agresión en 1967 y 1970. En 2006 se abrió una investigación contra varios jueces por presunta falsificación de documentos para anular sus antecedentes.

Pero en la segunda vuelta, Timoshenko pagó el precio de la crisis y de su enemistad con Yuschenko, pese a que la división tradicional de votos se mantuvo: las regiones orientales rusoparlantes, más pobladas y ricas, respaldaron a Yanukovich, y las occidentales y Kiev a Timoshenko. En las orientales Donetsk y Lugansk, Yanukovich recibió casi el 90% de los votos, y Timoshenko rebasó el 80% en cuatro regiones limítrofes con la UE.

"Hay factores objetivos que lo explican: la historia, las diferentes experiencias de gobierno, aspectos culturales como idioma, iglesia... Los candidatos los subrayan, movilizan a sus votantes potenciales utilizando el idioma, la política exterior, las relaciones con Europa y Rusia... Sin embargo, ahora la gente votó contra el candidato que podría poner ciertas cosas en peligro. Por ejemplo, muchos optaron por Timoshenko porque temían que Yanukovich hiciera menos independiente el país y rechazara algunas libertades y el idioma ucraniano", señala Shapovalova.

Pero también influyó el descontento tras la Revolución Naranja. "Las expectativas eran muy altas, dentro y fuera del país. La gente creía que aquello era posible, gobernarían políticos democráticos y había unidad entre ellos. Todos pensaban que sería más fácil. Pero a los ocho meses, Yuschenko como presidente y Timoshenko como primera ministra se enfrentaron y no pudieron cumplir sus reformas. De ahí ese castigo al presidente, que es elegido directamente y responsable en primer lugar", explica.

De nada valieron las denuncias de fraude realizadas por Yulia Timoshenko, que llevaron incluso a paralizar el proceso de investidura. Según Shapovalova, "Timoshenko era consciente de que su queja no iba prosperar, pero era un símbolo para movilizar a sus votantes y demostrar que esta pérdida no era una derrota y seguiría luchando".

El miércoles, la Rada Suprema (Parlamento) destituyó mediante una moción de censura a Timoshenko como primera ministra, quien perdió la víspera su mayoría al retirarle un partido su apoyo. Ahora, Yanukovich tiene que formar una coalición que será la que elija al nuevo primer ministro, aunque la clara ausencia de una mayoría podría generar un largo periodo de inestabilidad. El presidente dispone de 30 días para formar su alianza; de no lograrlo, tendría que convocar legislativas anticipadas.

Ucrania se unirá al Espacio Económico Unificado si es compatible con su permanencia en la OMC

El presidente ucraniano, Viktor Yanukovych, aseguró este sábado que Ucrania se unirá al Espacio Económico Unificado integrado por Rusia, Bielorrusia y Kazajistán siempre que sea compatible con su permanencia en la Organización Mundial del Comercio (OMC), órgano al que entró a formar parte en 2008, informa la agencia estatal rusa Ria Novosti.

"Ucrania (...) ahora sólo puede unirse a este espacio bajo sus condiciones (de la OMC). Y nos gustaría que nuestros socios formaran parte de la OMC tan pronto como les sea posible", dijo Yanukovych en una entrevista concedida a una cadena de televisión rusa. El mandatario ucraniano añadió que la entrada de Ucrania en el Espacio Económico Unificado sigue siendo "pertinente".

En diciembre de 2009, los presidentes de Rusia, Bielorrusia y Kazajistán acordaron la creación de un espacio económico propio para el año 2012. La unión aduanera entre los tres países comenzó a funcionar el 1 de enero del presente año. Las negociaciones con Ucrania habían estado paralizadas durante el mandato del anterior presidente ucraniano, Viktor Yushchenko.

NUEVA PAGINA ENTRE RUSIA Y UCRANIA, YANUKOVICH Y MEDVEDEV

El nuevo presidente ucraniano, Viktor Yanukovich, y su colega ruso, Dmitri Medvedev, se comprometieron hoy a dar vuelta la página en las relaciones entre ambos países, durante una reunión en el Kremlin.
"Tras estos cincos años, ahora podemos abrir una nueva página en nuestras relaciones", aseguró Yanukovich.
"Nuestras relaciones en estos últimos cinco años no sólo no se desarrollaron, sino que se degradaron: no se trata de mejorarlas, sino de resucitarlas, de reanimarlas", comentó Medvedev en una conferencia de prensa conjunta.
Las relaciones entre ambos países se habían deteriorado bajo la presidencia de Viktor Yushenko, padre de la "revolución naranja" pro occidental y convencido promotor de la adhesión de Kiev a la Unión Europea y la OTAN.
"Espero que con su elección como presidente ucraniano ponga fin al período negro en las relaciones entre los dos países y les dé una dinámica cualitativamente nueva", declaró Medvedev, quien auspició que las nuevas relaciones se inspiren en el pragmatismo y la amistad.
"El nuevo poder ucraniano cambiará las relaciones con Rusia y ya no serán como fueron en los últimos cinco años", aseguró Yanukovich, en su segunda visita oficial después de la de Bruselas, el lunes.
Por su parte, el primer ministro ruso, Vladimir Putin, invitó a Ucrania a la nueva unión aduanera de Rusia con Bielorrusia y Kazajstán, que se prevé que se convierta a partir del año 2012 en un espacio económico con una nueva moneda.
Figuraron en agenda temas delicados, como las relaciones energéticas y la permanencia de la flota rusa del Mar Negro en la base de Sebastopol, asuntos sobre los cuales no se alcanzó aún ningún acuerdo.

sábado, 6 de marzo de 2010

Yanukóvich da un giro radical a la relación de Rusia y Ucrania

"Giro radical" en las relaciones entre Rusia y Ucrania. Ésta fue la intención que el presidente Víctor Yanukóvich expresó ayer ante su homólogo Dmitri Medvédev y ante el jefe del Gobierno Vladímir Putin, en su primera visita a Moscú en calidad de jefe de Estado de Ucrania. Medvédev abogó por "reanimar" las relaciones tras una fase de "degradación".


Los presidentes afirmaron en una declaración conjunta que "la Federación Rusa y Ucrania, como Estado europeo no integrado en un bloque, participarán activamente en los procesos de seguridad comunes europeos".

El documento suscrito por ambos apoya los "enfoques colectivos para la resolución de los problemas del mundo moderno y para asegurar un espacio de estabilidad y seguridad en Europa sin líneas divisorias". Putin invitó a Ucrania a incorporarse a la Unión Aduanera creada por Rusia, Bielorrusia y Kazajistán.

Tras la tensión que caracterizó las relaciones bilaterales durante la presidencia de Víctor Yúshenko, de orientación proatlantista, la jornada de ayer fue un reencuentro simbólico entre ambos líderes.

viernes, 5 de marzo de 2010

Rusia y Ucrania continuarán consultas sobre la Flota rusa del mar Negro

RIA Novosti. Rusia y Ucrania acordaron continuar las consultas sobre la estancia de la Flota rusa del mar Negro en el territorio ucraniano, declaró hoy el presidente ruso Dmitri Medvédev."Los dos países acordamos continuar las consultas a partir de los acuerdos alcanzados en 1997", expresó Medvédev en la rueda de prensa que ofreció junto con su homólogo ucraniano Víctor Yanukóvich, de visita en Moscú.La Flota rusa del mar Negro, emplazada en Crimea en virtud del acuerdo bilateral, deberá abandonar el territorio ucraniano en 2017. No obstante, el documento prevé la posibilidad de prorrogar la presencia naval rusa en Ucrania.

Ucrania celebra el IV Foro UNGASS SIDA

Ucrania es uno de los países ex soviéticos más grandes, con una población de 46 millones de personas, 440.000 de ellos son VIH +, y casi la mitad de las infecciones (190.000) son mujeres. Con el fin de abogar por la mejora de los servicios y políticas sobre salud sexual y reproductiva y el VIH para todas las mujeres en el país, organizaciones de la Sociedad Civil celebraron una reunión con los principales actores del Gobierno y de los organismos de las Naciones Unidas.

Los objetivos principales de la reunión fueron presentar los resultados de la investigación y la profundización de las relaciones entre los miembros de la sociedad civil de todo el país y las autoridades del gobierno y de agencias de la ONU. El “IV Foro UNGASS-SIDA Ucrania sobre Salud Sexual y Reproductiva de las Mujeres y las Niñas” se llevó a cabo en 12 de Febrero de 2010, en la sede de la Red Ucraniana de Personas Viviendo con VIH/SIDA, en Kiev. Con la presencia de representantes del PNUD, el UNFPA, el Ministerio de Salud, ONUSIDA, Centro Ucraniano de SIDA y el Consejo de Coordinación Nacional de Ucrania para la prevención de la propagación del VIH/SIDA, entre otros.

El Foro fue un gran éxito. La Jefa del Centro Ucraniano de SIDA se comprometió a incluir los resultados de la investigación en el informe país que el gobierno presentará a ONUSIDA, y la jefa del Consejo de Coordinación Nacional de Ucrania para la prevención de la propagación del VIH/SIDA ha anunciado que están iniciando una proyecto piloto para ofrecer servicios de planificación familiar en un Centro de SIDA en el oeste del país para tratar de hacer frente a las dificultades de las personas VIH+ para acceder a información y servicios sobre su salud sexual y reproductiva.

Entre las actividades llevadas a cabo por el miembro del equipo de Gestos durante su estancia en Ucrania fue una visita a los servicios del Centro de la Red en Kiev con una reunión con la subdirectora Lada Bulach, y una visita a la investigadora estadounidense Sophie Pinkham que estudia la situación de las mujeres VIH + y las mujeres usuarias de drogas en Ucrania.

Campofrío y Caroli fusionan su negocio cárnico en Rumanía

Campofrío y Caroli Foods Group han anunciado hoy la fusión de sus empresas de elaborados cárnicos en Rumanía, así como de sus negocios en Bulgaria, Moldavia, Serbia, Ucrania y Turquía.

La empresa española ha explicado que el resultado de esta joint venture será una "compañía líder" en el sector de elaborados cárnicos en Rumanía, con una cuota de mercado superior al 16% y una facturación de más de 120 millones e euros.

Campofrío ha añadido que la operación le permite reforzar su presencia en el Sureste de Europa.

Nueva empresa
La nueva compañía se denominará Caroli Foods Group y estará participada en un 51% por Caroli, mientras que Campofrío ostentará el 49% restante como contrapartida a la aportación de las actividades de procesados cárnicos de su filial en Rumanía y del pago de una cantidad de 12,3 millones de euros (con sujeción a ajustes finales de precio).

Su consejo de administración compuesto por cinco miembros de Campofrío y Caroli Foods Group y estará presidido por Talal El-Solh. Haluk Akdemir, actual consejero delegado de Caroli Foods, ocupará también este cargo en la nueva empresa.

La operación aún está pendiente de la correspondiente aprobación por parte del Tribunal de la Competencia así como el cumplimiento de otra serie de trámites

Medvédev y Yanukóvich relanzan relaciones bilaterales entre Rusia y Ucrania

Yanukóvich, investido presidente de Ucrania el jueves de la semana pasada, arribó esta mañana Moscú en una visita oficial que muestra el propósito de Kiev de mejorar sustancialmente los nexos bilaterales.
Esta disposición del flamante jefe del Estado ucraniano, considerado líder de la población ruso-hablante del vecino país, fue recibida con evidente beneplácito en la capital rusa "Confío en que con vuestra llegada (al poder), con vuestro trabajo como presidente, termine la racha negra que hubo en las relaciones entre Ucrania y la Federación Rusa y alcancemos nuevas niveles de cooperación", dijo Medvédev al darle la bienvenida a su huésped en Kremlin.
El presidente ruso se refería al gran deterioro que sufrieron las relaciones entre Moscú y Kiev durante el mandato del antecesor de Yanukóvich, Víctor Yúschenko, en particular en el último año y medio, tras la guerra ruso-georgiana por el control de la separatista región georgiana de Osetia del Sur.
El Kremlin acusó a Ucrania de suministrar armas a Georgia durante esa contienda y de desarrollar una política "antirrusa".
"Haremos todo para que las relaciones entre Ucrania y Rusia no sean como en los últimos cinco años", dijo Yanukóvich al responder a las palabras de recibimiento de su anfitrión.
Destacó que las recientes elecciones presidenciales en su país no fueron sencillas pero sí democráticas, y expresó su confianza en que la política exterior e interior de Ucrania cambiará de manera significativa.
Tras las negociaciones, los dos mandatarios ofrecieron una rueda de prensa en la que se les vio distendidos y risueños, según las imágenes ofrecidas en directo por canal de noticias Vesti-24 horas.
"Ahora no hay problemas, lo importante es que a la mayor brevedad demos pasos decididos para restablecer la cooperación en el ámbito económico y político, y en los problemas de seguridad", dijo el jefe del Kremlin.
Medvédev y Yanukóvich suscribieron una declaración conjunta que recoge los principios de acuerdo para esta nueva etapa en las relaciones entre Moscú y Kiev.
"Hemos acordado que encargaremos a nuestros gobiernos y ministros entablar relaciones plenas y estudiar las posibilidades de cooperación en el ámbito energético", explicó Medvédev.
El líder ruso resaltó que no se trata "de mejorar estas relaciones, sino de su renacimiento, de su reanimación con medicinas potentes".
Con este fin, añadió, "es necesario intensificar todos los vínculos, en primer lugar a nivel de ministerios, parlamentos, gobiernos y organizaciones sociales".
Yanukóvich se refirió al alquiler de la base de la flota rusa en el mar Negro en el puerto ucraniano de Sebastópol, que expira en 2017, y que Moscú desea prorrogar.
"Creo que muy pronto recibiremos una respuesta que satisfaga a Ucrania y a Rusia", dijo el presidente ucraniano.
La declaración conjunta de los dos líderes consignó que "respetando la libertad de opción, de mecanismos y formas de participación de los Estados en los procesos de integración económica, Rusia y Ucrania procurarán que esa participación no vaya en desmedro de la cooperación bilateral".
El documento señala que "Rusia y Ucrania, ésta en su calidad de Estado al margen de bloques, pueden participar activamente en los procesos europeos de seguridad".
Medvédev y Yanukóvich acordaron asimismo celebrar durante el primer semestre de este año una reunión de comisión interestatal ruso-ucrania.
A diferencia de su homólogo ruso, el presidente ucraniano no tiene autoridad sobre el Gabinete de Ministros, que rinde cuentas únicamente ante el Parlamento.
Actualmente, la jefatura del Gobierno ucraniano la ejerce provisionalmente el número dos del destituido Gabinete de la primera ministra Yulia Timoshenko, Alexandr Turchínov.
Según Constitución ucraniana, el presidente puede nominar sólo a los titulares de Asuntos Exteriores y Defensa.
Por cuanto el nuevo Gobierno ucraniano aún no ha sido formado, Yanukovich llegó a Moscú acompañado de Petró Poróshenko, el ministro de Exteriores de su antecesor, Víctor Yúschenko.EFE bsi/io/jc

Ucrania ante la amenaza de unas elecciones anticipadas

Tras la estancia del nuevo presidente de Ucrania, Víctor Yanukóvich, en Bruselas, la destitución de Yulia Timoshenko del cargo de primera ministra está a punto de hacerse realidad.

El presidente de la Rada Suprema (parlamento ucraniano), Vladímir Litvín, hizo pública hoy la desintegración de la coalición parlamentaria compuesta por el Bloque de Yulia Timoshenko (BYT), la facción Nuestra Ucrania-Autodefensa Popular y el Bloque de Litvín. Esta declaración es importante, simbólica, ya que representa el primer paso hacia una nueva estructuración de la mayoría parlamentaria en la Rada.

La situación es clara, el pasado 3 de marzo, el Parlamento ucraniano aprobó una moción de censura contra el gabinete de Timoshenko. Moción que fue apoyada por 243 diputados, divididos de la siguiente forma: 172 diputados del Partido de las Regiones, 27 del Partido Comunista, 19 del Bloque de Litvín, 15 de la facción Nuestra Ucrania - Autodefensa Popular, siete diputados del Bloque de Yulia Timoshenko, y tres diputados independientes.

Ahora, de acuerdo con la Constitución de Ucrania, la Rada Suprema tiene que formar una nueva coalición y presentar la candidatura de un nuevo primer ministro a Víctor Yanukóvich. Si esto no se hace en un plazo de treinta días, el presidente se reserva el derecho a disolver el Parlamento y convocar elecciones anticipadas.

El problema es que el Partido de las Regiones no tiene muchas opciones para establecer una alianza estable en el parlamento, y, conforme a la resolución del Tribunal Constitucional de Ucrania, la candidatura del primer ministro debe ser promovida por el consenso de las facciones parlamentarias y no por la mayoría de los diputados.

El Partido de las Regiones, el Bloque de Litvín y el Partido Comunista tienen en total 219 escaños, lo que es insuficiente para una coalición mayoritaria. El único remedio para salvar el apuro es que el Partido de las Regiones se asegure la mayoría de los votos (37 diputados como mínimo) de la facción Nuestra Ucrania-Autodefensa Popular.

Y ahí precisamente es donde está el quid de la cuestión, en el precio a pagar por el apoyo de Nuestra Ucrania-Autodefensa Popular, y en el riesgo que supone la conocida veleidad de esta facción. Varios representantes de este partido ya han manifestado que la condición principal de su integración en este nuevo pacto sería una posición activa en la elección de la figura del nuevo candidato a primer ministro. Uno de los candidatos es Arseni Yatseniuk, ex ministro de Asuntos Exteriores y antiguo presidente de la Rada. Otro es Yuri Yejanúrov, ex primer ministro (2005-2006) y ex titular de Defensa de Ucrania. Sonó hasta la candidatura de Víctor Yúschenko, pero el Partido de las Regiones nunca pagará un precio tan alto por la nueva coalición.

Además, Nuestra Ucrania-Autodefensa Popular pone sus condiciones de índole ideológica a Víctor Yanukóvich. Destacan la renuncia a otorgar el estatus de cooficialidad al idioma ruso y una decidida intensificación en la política de acercamiento a la OTAN. La penosa coyuntura económica ucraniana necesitada de una ayuda ineludible de Moscú supondrá una barrera insalvable para que estas peticiones prosperen.

La cuestión sobre la capacidad de esta facción para actuar de forma consensuada está en entredicho. Algunos representantes del Partido de las Regiones en el Parlamento anunciaron que se habían asegurado el apoyo de 40 diputados de Nuestra Ucrania. Una estimación muy optimista, que no se confirmó en la votación del pasado 3 de marzo.

El líder de la Autodefensa Popular, Yuri Lutsenko, ex ministro del Interior de Ucrania, declaró que es posible formar un grupo parlamentario de diputados independientes, que podría integrar a algunos diputados de la facción Nuestra Ucrania-Autodefensa Popular.

Según Lutsenko, Yatseniuk tiene pocas posibilidades de ser el nuevo primer ministro.

Por otro lado, la opinión del magnate ucraniano Ígor Kolomoiski, quien dirige el grupo Privat (controla el sector metalúrgico y financiero), seguramente influirá en la postura de Nuestra Ucrania-Autodefensa Popular. Según fuentes no oficiales, entre 10 y 15 diputados de este partido estarían de acuerdo con Kolomoiski quién en los pasados comicios presidenciales no quiso financiar la campaña electoral de Yulia

Timoshenko. La jefa del gobierno ucraniano, por su parte, prometió poner en orden los asuntos de Kolomoisky y anunció la intención de nacionalizar los activos del grupo Privat. Sin embargo, hace unos días, Timoshenko, quién todavía ocupa el cargo de primera ministra, dio luz verde a la adquisición de un paquete accionarial mayoritario en la importante refinería de la ciudad de Kremenchug por parte del grupo Privat.

Los intereses de este grupo han chocado en más de una ocasión con los del bloque del Donbass y las magulladuras de las luchas son todavía visibles, por lo que el Partido de las Regiones tendrá que poner mucho sobre la mesa para conseguir reclutar a Kolomoiski para la causa.

Con el Bloque de Litvín el trato es mucho más sencillo. Su condición principal, y única, para apoyar al Partido de las Regiones es que su líder, Litvín, continúe como presidente de la Rada Suprema. En realidad, Vladímir Litvín y su partido no tienen ningún interés en que se anticipen las elecciones, ya que su bajo predicamento actual entre los votantes le da pocas posibilidades de estar en un nuevo parlamento.

Es más, en caso de que se disuelva el parlamento, Litvín podría abandonar definitivamente el escenario político de Ucrania.

Es un hecho evidente que cualquier coalición con el Partido Comunista es imposible para los diputados de Nuestra Ucrania-Autodefensa Popular. Pero tampoco se les puede dejar de lado, porque el parlamento no puede mantener una estabilidad razonable sin contar con la conformidad de este partido.

Yulia Timoshenko ha intentado una última y desesperada maniobra, al lanzar un llamamiento a la sociedad y a las fuerzas democráticas para que defiendan su gabinete, al que ha calificado la última barricada democrática en el camino hacia la dictadura en Ucrania. Según la primera ministra, la independencia de Ucrania y su afianzamiento como país es uno de los principales logros de su gabinete de ministros. Nosotros hicimos lo más importante, conservando y fortaleciendo la independencia de nuestro país, fueron las palabras de Timoshenko. Sin embargo, es de destacar el significativo silencio de Timoshenko sobre los avances de su administración en el ámbito de la economía.

Según muestran los sondeos de opinión, la mayoría de los ucranianos (81,7%) desearían tener a un primer ministro que se limite a la gestión de la economía y no intervenga en cuestiones políticas. La situación económica es tan catastrófica que exige adoptar medidas urgentes. Según la jefa adjunta del Gabinete de la Presidencia, Irina Akimova, el país está en situación de quiebra técnica. El presupuesto para 2010 todavía no está aprobado.

El Fondo Monetario Internacional ha vuelto a aplazar la apertura de la línea crediticia. El nuevo presidente, Víctor Yanukóvich, está ante una situación dantesca y se va a ver obligado a adoptar mediadas drásticas y dolorosas. Más de la mitad de los ciudadanos (59,1%) creen que sería oportuno ampliar las competencias del presidente para darle más margen de maniobra.

Cómo armonizar las atribuciones del presidente con las del nuevo primer ministro tampoco es un asunto baladí. El líder del Partido de las Regiones, Víctor Yanukóvich, quiere huir de las fricciones y disensiones del pasado y pretende situar en ese puesto a uno de sus hombres, a Nikolai Azárov. Pero la figura de Azárov suscita reacciones dispares entre la elite política y económica de Ucrania.

Pero Víctor Yanukóvich y el Partido de las Regiones ahora se encuentran en la disyuntiva de continuar las negociaciones con los restantes representantes de Nuestra Ucrania y llegar a un pacto inestable y sin futuro o de convocar unos comicios anticipados a la Rada Suprema que podrían tener resultados contraproducentes. En el caso de unas elecciones anticipadas, las siguientes fuerzas políticas ocuparían escaños en el Parlamento: el Partido de las Regiones (con un 35% de votos), la Ucrania Fuerte de Serguei Tiguipko (con un 10 ó 12% de votos), el Frente por los Cambios, de Arseni Yatseniuk (un 7-8%) y la nueva facción de la derecha liberal formada por Víctor Yúschenko podría obtener un 5 ó 6% de los votos.

No es seguro que el Partido Comunista logre ser reelegido al parlamento, pero es muy probable. Con este panorama Víctor Yanukóvich estará en las mismas y volverá a encararse con el mismo problema de formar una coalición. Y el principal candidato para el puesto de primer ministro, probablemente, será Serguei Tiguipko, que ya sonó tras la investidura de Yanukóvich.

El BYT podría esperar un 20 ó 22% de votos con estas nuevas condiciones. Su electorado va disminuyendo paulatinamente gracias a los esfuerzos de Serguei Tiguipko por la izquierda, y de Arseni Yatseniuk por la derecha. Sin embargo, hasta que el parlamento llegue a una nueva correlación de fuerzas, ya sea en su composición actual o después de unas nuevas elecciones, Timoshenko continuará en el cargo de primera ministra de Ucrania. Y sus esfuerzos seguramente estarán dirigidos a poner obstáculos a las actividades de Yanukóvich y no a mejorar la situación económica. A Ucrania le esperan unos meses más de tiempos revueltos...

*Innokenti Adiasov es miembro del Comité parlamentario de Rusia para los asuntos de la Comunidad de Estados Independientes (CEI)

LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDIRÁ OBLIGATORIAMENTE CON LA DE RIA NOVOSTI

La Novena Compañia: Una pelicula pacifista rusa de gran actualidad

No se que suerte de atavismo me hace disfrutar inevitablemente de las películas de guerra, y me confieso seguir de ellas aunque mi ética, pacifista, me condene.

Es por ese instinto, mas interesado en ver los soldados combatir, luchar y morir con honor, mas no retenerme en el desguace, el cual no me interesa, que nunca pude llevarme mal del todo con el cine soviético, donde el cine guerra de diversas épocas históricas, ocupó un espacio fundamental.

Fue un cine que creó escuela, un estilo, y una técnica narrativa que ha sido rescatada en peliculas relativamente recientes como Enemy at the Gates (2001), donde nos parece retornar, y ver una vez mas las tantas veces contada segunda guerra mundial, por los directores de Moskfilm.



Así fue que vi mucha guerra en la pantalla, reconstruida por los realizadores de Rusia y las repúblicas adyacentes que conformaban la antigua URSS, lo que nunca había visto fue dentro de este cine que, si bien magnificaba los sufrimientos, nunca llegaba a tocar fondo en el pacifismo, una crítica a la guerra desde la perspectiva del propio ejercito rojo, al estilo del mucho cine norteamericano que condenaba la guerra de Vietnam, con algo mas que el crimen del Vietcong.

Pero nunca es tarde si la dicha es buena, y es así que ha caído en mis manos “9 rota” ( La Novena Compañía), una coproducción del 2005, realizada entre Rusia, Finlandia y Ucrania , que describe con la dureza propia del mejor cine de guerra, la intervención soviética en Afganistán, narrándonos una historia que muy probablemente se esté repitiendo ahora mismo, en el mismo sitio, mas no con soldados de la URSS, sino con esas tropas aliadas que no logran meter en cintura al Talibán, empantanándose en ese país agreste como ya se habían empantanado los soviéticos.

La película es exelente, realmente su Director Fyodor Bondarchuk, se merece un Oscar, y no menos su guionista Yuri Korotkov , por haber concebido una historia tan humana y conmovedora, aún cuando esta se base en hechos reales.

Tenemos pues concentradas en una sola píldora, la acción, el drama, la Guerra -que tanto nos gusta ver, pero en la que no querríamos participar y sobre todo el retrato psicológico y sociológico de los últimos hombres soviéticos, es decir de aquellos jóvenes reclutas, que voluntariamente, fueron enviados por del ejército soviético a una la guerra sangrienta, que no ganaba sentido ni en las consignas internacionalistas aprendidas de memoria, la de Afganistán.

Lo interesante de esta película, es que en ella ocurre todo lo contrario de Enemy, por lo iluminación, por la música, no digamos ya por los efectos, nos resulta difícil reconocer la vieja escuela rusa, ella si sobrevive en la escuela actoral, que tanto debe a al viejo Constantín Stanislavski.

Estamos en aquella URSS de 1988 donde en la agenda de la restructuración impulsada por Gorbachov aún no le había llegado el turno a la presencia soviética en Afaganistán, aquella guerra que enlutó tantos hogares soviéticos y afganos, por no hablar de su repercusión en los Juegos Olímpicos de 1980 celebrados en Moscú, al que unos 60 países se negaron a asistir.

Y es aquí donde encontramos un grupo de jóvenes en el proceso de alistamiento, todos muy distintos entre si, con alias tan simpáticos como el de Gioconda, que le endilgan al intelectual del grupo, uno de los jóvenes que además de pintor, resulta el mejor tirador, hasta el de Pinochet, que se lleva otro evocando la propaganda que años atrás se había hecho en aquella Unión Soviética con respecto al dictador chileno, y que servia para ocultar el autoritarismo interno.



Los jovenes, de apariencia diversa, como diverso son los pueblos que poblaban la URSS, de orgien, eslavos, mongoles, germanos, etc son enviados a un campamento en Fergana, Uzbekistán, donde chocan con las durezas de su entrenador militar el sargento Dygalo, una versión rusa de esos entrenadores de marines norteamericanos, medio perturbados que ya hemos visto en el cine de este genero. Es un retrato evidente de lo que fue y tal vez siga siendo ese ejército donde la baja oficialidad actúa con códigos carcelarios en la formación de sus soldados, donde el puñetazo y la amenaza completan el rol ideológico del comisario.

Así seguiremos el funcionamiento de una escuela dura, en la que no faltan momentos de humor como cuando Gioconda, aprovechándose de la miopía del profesor le da forma de pene y testículos a la reproducción en plastilina de un arma objeto de la clase.

Es la historias de unos jóvenes soviéticos más, de sus sueños de entonces, de sus descubrimientos en esa etapa tan vital de la vida, como es el del sexo, en la joven Blanca Nieves, una putita local, quizás medio tarada, que satisface las necesidades colectivas del grupo en ese terreno y a la que, un poco en broma un poco en serio, terminan adorando como una diosa del amor.

Mas tarde, al terminar su formación los jovenes, cuya amistad se ha fortalecido, a pesar de sus diferencias de caracteres y origenes son enviados a la base de Bagram en Afganistán, donde se unirán a la 9 ª Compañía.

Es en la llegada a esa base donde la película se luce en los efectos reproduciendo el derribo de una avión en el que se retiraban los soldados que terminaban su misión, una lección clara de que nunca se esta seguro el soldado en zona de guerra.



La novena compañía será destinada a la provincia de Khowst, a 3234 m de altura en sus agrestes montañas afganas, con la misión de defender los convoyes de suministros.

Allí deberán enfrentarse a un pueblo que, como se les había enseñado nunca pudo ser conquistado, donde hasta los niños combaten.

Sin duda alguna la imagen del combatiente musulmanes, no es menoscabada en esta película, se les presenta como bravos y peligrosos combatientes, en lo que parece un guiño al presente, una explicación de porqué no acaban de solucionarse el problema afgano.

Por supuesto son otros tiempos, donde los superpoderes se ven obligados a respetar la población civil. Como charlaba en estos días con mi amigo Carlos Viamontes, filólogo especializado en lengua rusa, en tiempos de Estalin, con sus métodos de represión colectiva, Afganistán habría terminado convertida en una república más, como lo fue Azerbaishan.

No menos heróica es la actuación de estos jóvenes quienes al precio de su vida cumpliran la misión de defender el puesto, una misión sin sentido teniendo en cuenta que se avecinaba la retirada soviética de Afganistán, en resumen, es la historia, tantas veces repetidas de un sacrificio inútil de la que tal vez podamos sacar lecciones.



Esta película reactiva en mi viejos recuerdos, a principios de los años ochenta me encontraba estudiando en la Facultad de Filosofía de Moscú cuando establecí amistad con uno de los tantos soldados pasados por Afganistán, y a los que en premio se les concedía un ingreso a la facultad, pasando por alto sus calificaciones. Recuerdo que por alguna razón mi nombre Carlos, lo asociaba con Italia, quizás con algún “Carlo” y me llamaba “mafioso”, no era un personaje muy inteligente, mas bien dogmático y aunque despertaba cierto recelo en mi por ese maximalismo comunista, siempre nos tratábamos bien y hasta bromeabamos de vez en cuando con el juego de la Mafia.

Pero mas interesante que eso fue haber conocido un grupo de afganos que se formaban, separadamente, igual que el grupo de cubanos al que pertenecía yo en la carrera de filosofía, grupo en el que solo había una mujer, a diferencia del nuestro donde éramos partes iguales. En este caso, aunque nunca tuve conflictos personales con ninguno, en sentido general hay que decir que no se llevaban muy bien que digamos con los cubanos, la palabra “afgano” era pronunciada con cierto tono de enemistad entre mis compatriotas recuerdo.

Supongo que esto se debería, no solo a choques culturales, sino incluso clasistas, aquellos afganos pertenecían a la élite burguesa convertida al prosovietismo de la noche a la mañana, mientras que mis compañeros en general venían de procedencia muy humilde, obrera o campesina, a los que solo se les exigía un profundo grado de adoctrinamiento para poder estudiar la carrera, y adoctrinamiento es lo que se sobraba por entonces en la juventud cubana.

Fue pues la Ocupación soviética de Afganistán, también conocida como Guerra Afgano-Soviética, tema de esta película la que nos hizo convivir a un grupo de caribeños y centro asiaticos en la misma residencia estudiantil y compartir por entonces los mismos maestros en la Universidad Lomonosov.

Hablo de un conflicto armado que duró nueve años y al que el cine norteamericano sacó partido mucho antes que el ruso, con aquel famoso Rambo, que por cierto se menciona en la película.

Se inició de manera similar a la guerra cubana en Angola, con la implicación del Ejército Rojo, en apoyo al gobierno prosoviético del Partido Democrático Popular de Afganistán (PDPA) contra los fundamentalistas islámicos insurrectos, los celebres muyahidines, apoyados por Estados Unidos de América, Arabia Saudita, Pakistán.

Ese fue el Vietnam de la URSS, a cuyos caídos que esta película rinde homenaje y no está mal recordar que, aunque la retirada fue mucho más honrosa, Cuba también tuvo el suyo en Àfrica. Ojalá mas temprano que tarde se rinda aunténtico homenaje a los cubanos que allí cayeron, no con series de propaganda en favor de nuestro gobierno actual, sino con películas descarnanda, realistas y buenas en todos los aspectos como es esta 9 Compañia

Bandera

Artículo de Andrei Marchukov, del Instituto de Historia de la Academia de Ciencias de Rusia.

El reciente decreto de Victor Yuschenko en que concede la condecoración de Héroe de Ucrania a Stepan Bandera, miembro del grupo terrorista “Organización de los Nacionalistas Ucranianos (OUN)” ha provocado indignación en Rusia, así como entre los ciudadanos de Ucrania que no comparten los puntos de vista nacionalistas. Pero en la campaña de rehabilitación y glorificación de la OUN hay un punto positivo: deberá finalmente movilizar a los opositores a esta rehabilitación. Tanto en Ucrania como en Rusia.
Es injusto acusar de la heroización de la OUN-UPA tan solo a Yuschenko y a otros “naranjas”. Esta política hunde sus raíces a comienzo de los años 90, cuando la unión de las fuerzas “con consciencia nacional” y la antigua nomenclatura soviética convirtieron al nacionalismo en la base ideológica de la nueva Ucrania. Precisamente entonces se entró en su bagaje ideológico la nueva escala de valores, que se confirmó posteriormente en el país.
En 1992, y no con Yuschenko sino con Leonid Kravchuk se celebró por primera vez en Ucrania el 50 aniversario de la fundación del “Ejército Sublevado Ucraniano” (UPA) y empezaron los intentos de conceder a sus miembros el estatus de veteranos de guerra. Y en 1997-2000, ya con el nuevo presidente, el “multivectorial” Leonid Kuchma, se formó una comisión estatal especial (con un grupo de trabajo permanente) con el objetivo de establecer una posición oficial en relación a la OUN-UPA. Como consecuencia de sus trabajos se retiró a la OUN la responsabilidad de la colaboración con la Alemania de Hitler y ser reconoció a la UPA como una “tercera fuerza” y como movimiento de liberación nacional, que luchaba por la independencia de Ucrania. De esa manera, Yuschenko solo ha dado continuidad a esa campaña.
Tras tal sucesión de hechos sería un pecado ante su electorado que Yuschenko no aprendiera de sus enemigos políticos.. No es un secreto lo fácil que olvidan sus promesas preelectorales todos los políticos (sobre todo en lo referente a las cuestiones humanitarias), con tendencia hacia Rusia y las regiones del sur y este de Ucrania.
En este sentido será significativo cómo se va a comportar el nuevo presidente de Ucrania (que seguramente va a ser Victor Yanukovich), ni siquiera respecto a la cuestión lingüística o el contenido de los manuales de historia de las escuelas o universidades (podemos presuponer que no va a haber cambios). ¿Retirará la distinción de Héroe de Ucrania a Bandera y al líder de la UPA Roman Shujevich, al cuál Yuschenko también otorgó esta distinción? ¿O, escondiéndose tras frases como que es el “presidente de todos los ucranianos” e intentará la “unión del pueblo de Ucrania” (en cuya base se sitúa siempre la ideología nacionalista), dejará de lado la cuestión? Quisiera equivocarme, pero existen indicios para sospechar que los acontecimientos van a desarrollarse por la segunda vía.
Así como hay que defender las propias convicciones y obligar a hacerlo a los elegidos por el pueblo, tanto los electores que votaron por Yanukovich o por el partido de las regiones deben aprender de sus contrincantes. Deben comprender un hecho sencillo. Si tus oponentes no respetan u ofenden con ostentación todo lo que tiene valor para ti (el recuerdo de la II guerra mundial) deben contener el golpe y mantener tu sistema de valores. Y si en Odessa algunos jovencitos anónimos (pero que seguro que son bien conocidos por los servicios secretos) profanan el monumento a Catalina II (Bajo cuyo reinado se tomó esa tierra al imperio otomano), gracias a lo que los eslavos, incluido los ucranianos, han podido asentarse allí. Esta gente debe recibir una respuesta adecuada. Sí, esto no es agradable, pero hay que hacerlo.
También tienen que aprender de Yuschenko los políticos rusos. Recordemos cómo terminó en el último momento la epopeya de seis meses con el retraso provocado en la presentación en Kiev de las cartas credenciales del nuevo embajador ruso Zubarov y la falta del nombre de Yuschenko (que seguí siendo presidente) en las mismas. Finalmente, bajo presión de la parte ucraniana, apareció su nombre.
Y ahora lo principal. ¿Cómo hay que tomarse la heroización de los partidarios de Bandera?
Por supuesto que mal. Y no solo porque la OUN propagara el racismo y el terror, colaborara con la Alemania nazi, que mantuvo con los pueblos de la URSS una guerra de exterminio. Es más simple. La propia OUN-UPA (todas sus fracciones y tendencias) y las organizaciones actuales cercanas ideológicamente a ella, son nuestros enemigos. Nuestros, quiere decir, enemigos de Rusia (en cualquiera de las formas de su existencia) y del pueblo de Ucrania, de los millones de ucranianos que no comparten los principios identitarios del nacionalismo ucraniano. Son nuestros enemigos porque ya antes nos han considerado y nos siguen considerando sus enemigos.
Estrictamente hablando, el problema de la OUN-UPA no es mas que una de las manifestaciones del nacionalismo ucraniano, apenas un episodio en su historia, aunque notable. Y dado que el culto a la OUN-UPA no puede morir, es que refleja determinadas particularidades importantes del nacionalismo ucraniano.
Como consecuencia el nacionalismo ucraniano se desprende de su máscara y el mundo puede ver su verdadero rostro. El caso es que casi desde el momento de su nacimiento en la segunda mitad del siglo XIX el nacionalismo ucraniano ha intentado presentarse como un movimiento humanitario y popular de liberación, como defensor del pueblo oprimido y esclavizado por la Rusia (luego la URSS) totalitaria, bárbara y asiática, pueblo al que esta Rusia es completamente ajena y diferente. Y a veces lo ha conseguido. Los nacionalistas ucranianos consiguieron el apoyo de la sociedad liberal e izquierdista de Rusia y de los estados extranjeros, sobre todos de aquellos que se oponían a Rusia.
El nacionalismo ucraniano tiene sus héroes, hitos sagrados y mitológénicos, y se rellena continuamente con mitos nuevos. A mediados del siglo XX se enriqueció con la experiencia de la OUN-UPA. Precisamente por eso su heroizicación se ha convertido en una parte inalienable del nacionalismo ucraniano en general. Pero si antes estos adeptos podían gemir por la “rusificación”, la “opresión milenaria sobre la lengua ucraniana”, el “colonialismo ruso”, manifestándose como víctimas inocentes, tras la inclusión de la OUN-UPA en el “acervo del movimiento de liberación ucraniano”, se ha hecho más difícil confundir a la gente. Resulta que aquel que prohíbe el idioma ruso, se burla de la cultura rusa, preconiza la ucranización de todo, que endiosa a la NATO y culpabiliza a Rusia de todo, y considera a sus ciudadanos “incompletos nacionalmente” es al mismo tiempo un partidario de Bandera. Y por ello el señor Yuschenko y su gente están totalmente de acuerdo con la ideología y la práctica de los seguidores de Bandera: el terrorismo, el nazismo, el antisemitismo y los pogroms.
De esa manera Bandera desenmascara el nacionalismo ucraniano, deja claro lo que sus adeptos quieren ocultar. Y eso es un primer momento positivo.
El segundo momento positivo, gracias a Bandera aparece con evidencia el carácter de la actual estatalidad ucraniana, fermentada por la ideología nacionalista. Junto con esta idea, de que sin un cambio radical ideológico no habrá cambios serios ni en las relaciones ruso-ucranianas ni en la situación política interna de Ucrania, incluso con un cambio de gobierno.
Hay un tercer momento, que hemos mencionado de paso más arriba. La agresiva divulgación del culto a la OUN-UPA ha sacudido a la gente. Es sabido que en el campo político el “Este” es más pasivo que el “Oeste”. Incluso en las condiciones de la Ucrania independiente la población “oriental” ha conservado la mentalidad soviética y, a diferencia de la población de las regiones occidentales, ha pensado más en su situación material que en su honor. Ha soportado con resignación la política de ucranización-asimilación y apenas ha recordado sus preferencias en las elecciones.
Pero frente a la clara falta de respeto hacia sí mismo y hacia la memoria histórica, que tuvieron quienes gobernaban el país, esta gente está obligada a pensar en quiénes son y formar su identidad. Y dar una respuesta.
Por supuesto, esta búsqueda solo empieza si no está elaborada hasta el final una ideología clara y ofensiva. La actividad política y nacional del “Este”, sobre todo de la juventud, es más baja que la del “Oeste” y tiene un carácter defensivo. Pero es significativo que se mueve del punto muerto. Y ahora lo importante es que el comportamiento de los “líderes” no entierre la conciencia despertada de la gente.
El culto a Bandera a posibilitado este despertar. Y esto, sin duda alguna, es gracias a Yuschenko. Poniendo sus objetivos en la “consolidación de la nación” y la “formación de un nuevo ucraniano” (por supuesto sobre la base de la visión del nacionalismo ucraniano), él, sin desearlo, ha generado una marcha atrás, profundizando en la división de la sociedad ucraniana. Si no la condecoración de Héroe de Ucrania, la rusa de “Servicios a la Patria”. Y estaría bien si la dirección rusa actuara de una manera fresca y no estándar y le condecorara. Al final, una vez que haya cerrado la puerta.
PUBLICADO POR IÑAKI EN 8:15 AM
ETIQUETAS: BANDERA, UCRANIA