
martes, 9 de febrero de 2010
La «dama naranja» sopesa recurrir su derrota en las elecciones de Ucrania

Europa avala la victoria del opositor Yanukóvich en las presidenciales
Los observadores internacionales echaron ayer un jarro de agua fría a las acusaciones de fraude de la primera ministra de Ucrania, Yulia Timoshenko, al dictaminar que los comicios presidenciales del pasado domingo -en los que el hasta ahora líder opositor Víctor Yanukóvich aparece como vencedor- discurrieron "bien" e incluso "muy bien" y cumplieron con la "mayoría de los requerimientos de la OSCE y el Consejo de Europa". Timoshenko no ha reconocido su derrota, pero tras su pataleo en la noche del domingo, ella y su equipo se aislaron ayer tanto de los periodistas como de los observadores, aparentemente para ganar tiempo y considerar su estrategia.
El vencedor intentará acercarse a la Unión Europea sin irritar a Moscú
Las alusiones veladas a Timoshenko fueron tema recurrente en la conferencia de prensa de los observadores de instituciones europeas y euroatlánticas. En los países donde la democracia tiene tradición "el perdedor felicita al ganador", dijo João Soares, presidente de la Asamblea Parlamentaria de la OSCE y coordinador de los observadores, que calificó las elecciones como "una impresionante muestra" de democracia.
Los pronósticos pesimistas que se habían barajado antes de la contienda fueron desmentidos por la labor de los colegios electorales, que fueron "extremadamente eficientes" y "no partidistas", señaló Assen Agov, jefe de la delegación de la Asamblea Parlamentaria de la OTAN. "Por el bien de la nación, el que pierde tiende la mano al que gana", recalcó Agov. La jefa de la misión de la OSCE, Heidi Tagliavini, manifestó que las irregularidades detectadas "no tuvieron impacto en el recuento" y se refirió también a la existencia de falsas acusaciones de fraude.
Con el 99,35% del escrutinio, Yanukóvich (48,79%) llevaba una ventaja de 3,13 puntos (o más de 798.000 votantes) sobre Timoshenko (45,66%), según Mijaíl Ojendovski, de la Comisión Electoral Central, quien confirmó que las actas aún por contabilizar no influirán en los resultados. En contra de todos se expresaron 1,1 millones de ciudadanos (el 4,37% de los votantes). Con más del 69% de participación, la ciudadanía dio una lección de civismo a una clase política que no consigue unirse en una tarea común.
Timoshenko convocó ayer en dos ocasiones una rueda de prensa que finalmente postergó para hoy. En algún momento impreciso después de conocerse los primeros resultados, la primera ministra, acompañada del jefe de su campaña, se reunió con Yanukóvich, que iba a su vez acompañado por el oligarca Rinat Ajmétov y varios otros miembros de su equipo. A la cita, a modo de árbitros, acudieron los dos primeros presidentes del Estado, Leonid Kravchuk (1991-1994) y Leonid Kuchma (1994-2004). Esta información, no confirmada, procede de un periodista ucraniano con buenas conexiones que no quiere ser identificado. De ser cierta, indicaría que vencedor y vencida están buscando ya una salida satisfactoria para todos, en forma tal vez de reparto de puestos en la Administración. En las filas de Yanukóvich comprenden que la mayoría obtenida da un escaso margen de maniobra, sobre todo teniendo en cuenta la tremenda escisión del país en dos zonas (sur y este por Yanukóvich y centro y oeste por Timoshenko).
La estabilidad de Ucrania es clave para la seguridad en Europa, tanto por su posición geográfica, entre la UE y la OTAN por una parte y Rusia por la otra, como por su condición de país de tránsito del 80% del gas ruso a Europa. En la campaña, Moscú y Bruselas se han abstenido esta vez de manifestar sus preferencias, mientras los equipos de Timoshenko y de Yanukóvich han hecho proselitismo internacional. Los primeros para convencer a Rusia de que la jefa del Gabinete es de fiar y los segundos para persuadir a Occidente de que su fin sigue siendo la integración en la UE, pero sin indisponer a Moscú.
El jefe del Parlamento, Vladímir Litvin, que tiene su propio grupo parlamentario, opinó que Timoshenko trataría de minimizar la victoria de Yanukóvich con demandas judiciales. "Pero hay que comprender que Ucrania está escindida y habrá que adoptar decisiones extraordinariamente responsables, y que a Ucrania, y a nosotros mismos, nos esperan situaciones difíciles".
mingo fueron una "impresionante demostración" de democracia. El equipo de observadores liderado por la Organización para la Seguridad y la Cooperació
Yanukóvich acaba con la era naranja en Ucrania

Yulia Timoshenko no tiene ya posibilidades de convertirse en la nueva presidenta ucraniana,pese al 45,73% de los sufragios que ha obtenido con el 98,95% de los votos escrutados. A Víktor Yanukóvich, que obtuvo el 48,68% de los sufragios, le basta con su ventaja de 2,95% para proclamarse presidente electo y terminar con laera naranja en Ucrania.
El resultado ha sido además avalado por la OSCE, que ayer declaró que la "votación fue profesional, transparente y honesta". Heidi Tagliavini, una de las máximas dirigentes de la misión de observadores internacionales, aseguró que las elecciones "estuvieron bien organizadas y fueron realmente competidas".
Con estos argumentos, los simpatizantes del candidato opositor se plantaron, desde el medio día de ayer, ante la Comisión Central Electoral para celebrar la victoria de Yanukóvich frente a la primera ministra, que sigue sin reconocer su derrota. Timoshenko parece dispuesta a todo antes que felicitar a su rival por su victoria, pese a que, desde primera hora de la mañana, las denuncias de fraude habían sido desestimadas.
Los manifestantes, vestidos con petos azules y enarbolando banderas nacionales en las que se leía Yanukóvich 2010 nuestro presidente no buscaban confrontación con los partidarios de la política naranja, que no aparecieron por ningún lado. Vika , de 39 años, y su hija adolescente no tomaban parte en las celebraciones; sólo miraban con indiferencia al gentío. "No es posible una nueva Revolución Naranja, ya que la anterior no trajo nada positivo y la gente está cansada", aseguraba Vika.
Calles casi desiertas
Timoshenko ya anunció el jueves que cualquier resultado que no le diese a ella la victoria sería contestado ante los tribunales por sus abogados y en la calle por multitudes. Posiblemente, la primera ministra recurrirá los resultados electorales, pero en las calles de Kiev quitando a las 5.000 personas que coreaban al presidente electo pese a los once grados bajo cero, no había ayer ninguna multitud. Aun así, Timoshenko no se rinde y por el momento ha conseguido que la Comisión Electoral Central se abstenga de declarar públicamente nada hasta dentro de diez días, en espera de las alegaciones ante la Corte Suprema. Una periodista ucraniana se lamentaba ayer de que las elecciones en su país se ganen "en los tribunales y no en las urnas".
El nuevo presidente tendrá que lidiar con un país profundamente dividido. Gobernar para el noroeste del país, hostil a su política de acercamiento hacia Moscú, no será fácil. Más aún cuando la bipolaridad del poder (presidente-primer ministro) torpedea su ejercicio; precisamente lo que terminó por hundir la malograda Revolución Naranja.
La UE dispuesta a trabajar con el presidente electo ucraniano, dice Ashton
"La Unión Europea sigue comprometida a profundizar su relación con Ucrania y a apoyar la puesta en marcha su programa de reformas.
Espera trabajar con el nuevo presidente con ese objetivo", afirmó Ashton.
También destacó la "atmósfera tranquila" en que se celebraron los comicios, con una "campaña abierta" en los medios de comunicación y que los votantes tuvieron opciones diferentes, todo lo cual supone "un logro significativo" en el proceso democrático georgiano.
La reacción de Ashton se produjo después de que el coordinador de las misiones de observadores de la OSCE, Joao Soares, afirmó hoy que la votación había sido "un ejemplo elocuente de unas elecciones democráticas".
La misión de observación del Parlamento Europeo también confirmó hoy que las elecciones presidenciales ucranianas cumplieron con los estándares democráticos internacionales.
Según los últimos datos ofrecidos por la Comisión Electoral Central (CEC), Yanukóvich (48,49 por ciento) aventaja en 2,57 puntos porcentuales a Timoshenko (45,92 por ciento) tras el escrutinio del 97,56 por ciento de los votos. EFE
Vodka ruso por las elecciones de Ucrania
Con vodka habrán brindado en el Kremlin por el veredicto de las elecciones de Ucrania. La victoria de Víctor Yanukovoich, el derrotado primer ministro ruso por la "revolución naranja" que en l994 abrió la deriva ucraniana a Occidente, abre la certeza de que aquel cambio puede quedar abortado, y por consiguiente supone un respiro para las aprensiones rusas por la creciente influencia del atlantismo en Ucrania.
El país aparece políticamente partido en dos, entre la parte oriental –el granero de votos para Yanukovich– y la occidental, donde brotó la “revolución naranja”, que durante seis años ha sacudido el esquema geopolítico de Moscú y, de otro punto, alentado las represalias rusas contra los ucranianos cada vez que ha surgido un desacuerdo entre las dos partes a propósito de los precios del gas; castigos sustanciados en cortes de suministros, siempre en lo más crudo del severo invierno en esos espacios de la Europa Oriental.
Timoshenko asegura que va a vender muy cara su derrota, y que peleará el resultado de las elecciones en los tribunales, hasta el último voto, pero esta vez parece improbable que vuelva a repetirse lo que sucedió en 2004.
Hace seis años, el vencedor de ahora, que entonces triunfó teóricamente en el primer recuento, hubo de reconocer después que se había producido fraude.
Ahora, en cambio, los observadores de la Organización para la Seguridad y Cooperación Europea han calificado los comicios de “impresionante demostración” de democracia, al tiempo que han pedido a los dirigentes políticos que favorezcan una pacífica transición de poder. Lo contrario supondría un obstáculo añadido para la difícil tarea de sacar al país de la ruina.
Aunque Yanukóvich se ha mostrado partidario de continuar con el acercamiento a la UE y de promover un tratado de libre comercio con los Veintisiete, queda claro que, con su victoria, Rusia recupera gran parte de la hegemonía perdida en la zona. El primer resultado tangible se sustanciará en el rotundo abandono de los planes de Ucrania para integrase en la OTAN.
PRIMER MANDAMIENTO
Yanukóvich, tenaz y correoso con sus adversarios
Yanukovich certifica el fin de la Revolución Naranja
Un partidario de Yanukovich hace el gesto de la victoria hoy, 8 de febrero, ante la comisión central electoral de Kiev.
REUTERS Kiev
Victor Yanukovich ha certificado el fin de la Revolución Naranja en Ucrania. El líder opositor ha ganado las elecciones presidenciales, según los últimos datos de la Comisión Electoral Central.
El movimiento popular que en 2004 llevó a miles de personas a la calle y que catapultó a la fama a su rival Yulia Timoshenko es hoy sólo un recuerdo para nostálgicos. El tribunal administrativo de Kiev prohibió las concentraciones en la céntrica plaza de la Independencia que fue escenario de las revueltas de hace un lustro, una prohibición que se ha demostrado innecesaria ante el cansancio de la población y el hartazgo de un Gobierno que ha protagonizado escándalos y constantes crisis.
En 2004, las denuncias de fraude sacaron a la calle a los ucranianos y arrebataron la victoria al prorruso, apoyado entonces abiertamente por Moscú, y aunque esta vez Timoshenko amenazara el sábado con nuevas protestas si se demostraba un nuevo fraude, lo cierto es que Yanukovich le ha ganado la partida.
Antiguo aliado
Mucho ha tenido que ver la actuación de la líder proeuropea en los últimos años, y su enfrentamiento con el presidente del país, Yuschenko, su anterior aliado, que han desgastado al Gobierno.
En esta segunda ronda, y ante un fracaso más que previsible, la Princesa del gas sólo ha podido ondear el miedo a Rusia en los últimos días de campaña, mientras que su rival utilizaba la mala gestión de la crisis del Gobierno de Timoshenko.
La primera ministra se olvidó de que los ucranianos ya no querían elegir entre Rusia y Europa, sino que agobiados por los problemas financieros y hartos del populismo y de la corrupción, ha buscado a quien mejor gestione el país y ponga coto a las crisis.
Europa avala la victoria del opositor Yanukóvich en las presidenciales ucranianas
Los observadores internacionales han echado este lunes un jarro de agua fría a las alegaciones de fraude de la primera ministra Yulia Timoshenko, al dictaminar que los comicios presidenciales ucranianos del pasado domingo -en los que el hasta ahora líder opositor Víctor Yanukóvich aparece como vencedor- discurrieron "bien" e incluso "muy bien" y cumplieron con la "mayoría de los requerimientos de la OSCE y el Consejo de Europa".
- Sede:
- Viena (Austria)
- Directivo:
- Jan Kubis (Secretario General)
OSCE
(Organización para la Seguridad y la Cooperación Europea)A FONDO
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La jefa de la misión de la OSCE, Heidi Tagliavini, ha manifestado que las irregularidades detectadas "no tuvieron impacto en el recuento" y se ha referido también a la existencia de falsas acusaciones de fraude.
Victoria 'virtual'
Con el 99,35% del escrutinio, Yanukóvich (48,79%) llevaba una ventaja de 3,13 puntos (o más de 798.000 votantes) sobre Timoshenko (45,66%), según Mijaíl Ojendovski, de la Comisión Electoral Central, quien confirmó que las actas aún por contabilizar no influirán en los resultados. En contra de todos se expresaron 1,1 millones de ciudadanos (4,37% de los votantes). Con más del 69% de participación, la ciudadanía dio una lección de civismo a una clase política que no consigue aunarlos en una tarea común.
Timoshenko ha convocado este lunes en dos ocasiones una rueda de prensa que finalmente postergó para este martes. En algún momento impreciso después de conocerse los primeros resultados, la primera ministra acompañada del jefe de su campaña se reunió con Yanukóvich, que iba a su vez acompañado por el oligarca Rinat Ajmétov y varios otros miembros de su equipo. A la cita, a modo de árbitros, han acudido los dos primeros presidentes del Estado, Leonid Kravchuk (1991-1994) y Leonid Kuchma (1994-2004).
Esta información, no confirmada, procede de un periodista ucraniano con buenas conexiones que no quiere ser identificado. De ser cierta, indicaría que vencedor y vencida están buscando ya una salida satisfactoria para todos, en forma tal vez de reparto de puestos en la Administración. En las filas de Yanukóvich comprenden que la mayoría obtenida da un escaso margen de maniobra, sobre todo teniendo en cuenta la tremenda escisión del país en dos zonas (sur y este por Yanukóvich y centro y oeste por Timoshenko).
La estabilidad de Ucrania es clave para la seguridad en Europa, tanto por su posición geográfica, entre la UE y la OTAN, por una parte, y Rusia, por la otra, como por su condición de país de tránsito del 80% del gas ruso a Europa. En la campaña, Moscú y Bruselas se han abstenido esta vez de manifestar sus preferencias, mientras los equipos de Timoshenko y de Yanukóvich han hecho proselitismo internacional. Los primeros para convencer a Rusia de que la jefa del gabinete es de fiar y los segundos para persuadir a occidente de que su fin sigue siendo la integración en la UE, pero sin indisponer a Moscú.
El jefe del parlamento, Vladímir Litvin, que tiene su propio grupo parlamentario, opinó que Timoshenko trataría de minimizar la victoria de Yanukóvich con demandas judiciales. "Pero hay que comprender que Ucrania está escindida y habrá que adoptar decisiones extraordinariamente responsables y que a Ucrania, y a nosotros mismos, nos esperan situaciones difíciles".
Triunfa en Ucrania un opositor
El sondeo nacional pronosticó que Yanukovych, un político prorruso, terminará primero en los comicios de la segunda vuelta de ayer, con entre 45.5% y 48.7% de los sufragios, venciendo a la primera ministra Yulia Tymoshenko.
El líder político de expresión estoica y nativo del este de Ucrania luchó fuertemente contra Tymoshenko.
lunes, 8 de febrero de 2010
Yanukóvich gana las elecciones presidenciales en Ucrania
Yanukóvich aventaja en 2,57 puntos porcentuales a la primera ministra Yulia Timoshenko cuando falta por escrutar el 2,44 por ciento de las papeletas emitidas en la votación del domingo.
El opositor obtiene el 48,49 por ciento, mientras su rival logra el 45,92, según los datos oficiales preliminares de la CEC, que tiene diez días de plazo para anunciar los resultados definitivos de los comicios.
El Partido de las Regiones encabezado por Yanukóvich aseguró hoy que su líder obtuvo un millón más de votos que su oponente: 12,5 millones frente a 11,5.
Varios miles de partidarios de Yanukóvich se concentraron desde primeras horas de esta mañana frente a la sede de la CEC para defender su victoria en los comicios presidenciales del domingo.
El presidente de la Rada Suprema (Legislativo) y ex candidato a la Presidencia, Vladímir Litvín, descartó una tercera vuelta como ocurriera en la Revolución Naranja de 2004.
Al mismo tiempo, no descartó que el perdedor impugne los resultados ante los tribunales.
Timoshenko ofrecerá una rueda de prensa a las 15.00 GMT, en la que no se sabe si reconocerá su derrota o anunciará que recurre a la Justicia.
Como es habitual, el país se dividió entre dos entre las regiones orientales rusoparlantes que respaldaron abiertamente a Yanukóvich y las occidentales que apoyaron a Timoshenko.
La participación, que fue del 69 por ciento, superó ligeramente la de la primera ronda hace tres semanas, en la que Yanukóvich aventajó por poco más de 10 puntos a Timoshenko.EFE