

Ucrania, estratégicamente situada entre Rusia y la UE, elige el domingo a su nuevo presidente, en una pugna entre dos controvertidos candidatos que prometen mejorar las relaciones con Moscú y el retorno a la estabilidad, tras años de una crisis política agravada por la recesión.
El candidato prorruso, Viktor Yanukovich, que en la primera vuelta del 17 de enero aventajó a su rival, la primera ministra Yulia Timoshenko, por diez puntos (35,3% contra 25%), tiene una cómoda posición de partida.
Sin embargo, los comicios pueden reservar aún alguna sorpresa, según los analistas, que consideran que Timoshenko, una de las figuras de la Revolución Naranja prooccidental de 2004, conocida por su combatividad, no ha utilizado todos sus cartuchos.
A tres días de la votación, Timoshenko advirtió que convocará a masivas manifestaciones como las de hace seis años si Yanukovich ganara con fraudes.
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"Si Yanukovich quiere falsificaciones, somos capaces de oponerle una resistencia que nunca ha visto, ni siquiera en 2004", lanzó Timoshenko.
Tras la elección presidencial de 2004, la revuelta popular conocida como la Revolución Naranja desembocó en la invalidación de la "victoria" de Yanukovich por fraude electoral.
"Cuando se trata de Timoshenko, nunca se puede decir que la partida está jugada, pese a que Yanukovich tiene más posibilidades de ganar", resume Volodimir Fesenko, director del Centro de Estudios Políticos Penta.
El nuevo presidente de esta ex república soviética de 46 millones de habitantes sucederá a Viktor Yuschenko, héroe de la Revolución Naranja, eliminado en la primera vuelta tras un primer mandato de cinco años marcado por las crisis políticas a repetición.
El vencedor tendrá además que enderezar cuando antes una situación económica desastrosa. Ucrania se hundió en la recesión en 2009, con una caída del 15% de su Producto Interno Bruto (PIB). Paralelamente, su divisa, la hryvnia, perdió más de 60% desde el inicio de la crisis a finales de 2008.
Según los economistas, el año 2009 fue catastrófico en más de un aspecto, con un déficit presupuestario entre 8% y 10% del PIB y una caída a la mitad de los inversiones extranjeras directas respecto a 2008 (9.700 millones de dólares). El Parlamento no aprobó el presupuesto para 2010.
El nuevo presidente deberá convencer al FMI, que a finales de 2009 suspendió la concesión de créditos vitales para el país, de desbloquear un nuevo tramo de 2.000 millones de dólares.
Sus detractores dicen de Yanukovich, de 59 años, tiene posiciones demasiado cercanas a Rusia, poca educación y un pasado manchado por tres años en prisión en su juventud. Por su parte, Timoshenko, de 49 años, considerada imprevisible y populista, suscita preocupación incluso en sus propias filas.
Para marcar puntos, especialmente en el oeste del país, apegado a la cultura ucraniana y atento a Europa, la primera ministra juega la carta proeuropea y nacionalista.
Escarmentado por sus fracasos pasados, Yanukovich defiende el equilibrio entre la UE y Rusia y trata de asegurarse un máximo de votos en el este del país, rusófono y tradicionalmente prorruso.
Tanto uno como otro prometen mejorar las relaciones con Moscú, muy tensas en los últimos años para gran perjucio de Europa, que se vio rehén de los litigios por el gas entre ambos países. Los dos candidatos ambicionan asimismo reforzar la cooperación económica con la UE.
vl/neo/acc/js
La primera ministra de Ucrania, Yulia Timoshenko, no logró frenar ayer una reforma de la ley electoral que, según ella, propiciará el fraude en los comicios presidenciales del domingo, en los que compite con el jefe de la oposición, Víctor Yanukóvich.
El presidente saliente apoya la reforma impulsada por el líder opositor
Dirigiéndose al mundo, como si de una cuestión de vida o muerte se tratase, Timoshenko convocó con carácter urgente a los embajadores occidentales acreditados en Kiev, a los representantes de la OSCE (Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa) y a los medios de comunicación para denunciar las enmiendas que introducen cambios en la ley y tratar de evitar que el presidente saliente, Víctor Yúshenko, las avalara con su firma.
Fue en vano, porque Yúshenko suscribió ayer las modificaciones legislativas que habían sido aprobadas el miércoles en una tormentosa sesión de la Rada Suprema (Parlamento) en la que los diputados bloquearon la tribuna de oradores, se insultaron y llegaron a las manos.
Pese a la oposición del grupo parlamentario de Timoshenko, la Rada aprobó las enmiendas con una mayoría de 233 votos (de un total de 450), incluidos los del partido Regiones (dirigido por Yanukóvich), los comunistas y también 29 diputados del grupo de Víctor Yúshenko.
Detrás de un asunto de apariencia técnica, difícil de comprender fuera del campo de batallaucraniano, está la desconfianza mutua de los candidatos, convencidos ambos de que van a obtener la victoria y también de que su adversario tratará de arrebatársela. Las enmiendas aprobadas regulan la organización del trabajo de los colegios electorales (integrados de forma paritaria por representantes de los dos candidatos) y permiten, entre otras cosas, que éstos puedan funcionar (es decir asegurar la votación ciudadana) con una mayoría simple de sus miembros y no una mayoría de dos tercios, como era el caso hasta ahora.
Regiones inició la modificación de la ley por temor a que los representantes de Timoshenko planearan boicotear (por el simple hecho de no acudir) el funcionamiento de los colegios situados en zonas favorables a Yanukóvich, lo que supondría que no se podría contabilizar esos votos.
Los seguidores de la primera ministra, por su parte, creen que Regiones trata de excluirlos de los colegios. Medios diplomáticos con experiencia electoral opinaban ayer que tanto la versión original de la ley como la enmendada permiten unos comicios normales en el supuesto de que haya voluntad de las partes. Pero el cambio de las reglas de juego entre las dos vueltas produce confusión y va en contra de las recomendaciones efectuadas por los observadores de la OSCE. Anatoli Gritsenko, jefe del comité de seguridad de la Rada, uno de los que pidieron a Yúshenko no firmar la ley, solicitó que se convocara una sesión del Consejo de Seguridad con la participación de los dos candidatos.
Timoshenko ha dicho que planteará el tema al Consejo de Europa y ha calificado la firma de Yúshenko como "una sentencia de muerte a la democracia y las elecciones limpias en Ucrania". La primera ministra amenazó con organizar una protesta en la calle en caso de que no se garantice una "honrada expresión de la voluntad popular".
La votación de la Rada y otra anterior para destituir al ministro del Interior han evidenciado que Regiones puede contar con una coalición (por ahora in péctore) parlamentaria (con parte del grupo de Yúshenko y eventualmente el grupo del jefe del parlamento Vladimir Litvin) si Yanukóvich vence en las urnas.
04 de febrero 2010.-1945. Ucrania: Conferencia de Yalta.
Vladimir Acosta nos habla de este acontecimiento y su influencia en la historia.
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Foto: EP | ![]() |
KIEV, 4 Feb. (Reuters/EP) -
La primera ministra ucraniana, Yulia Timoshenko, advirtió este jueves de que pedirá a los ciudadanos que se echen a las calles si considera que la celebración de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de este domingo y el recuento de los votos son fraudulentos.
"En caso de que no consigamos (...) garantizar que la expresión de la voluntad del pueblo y los resultados de esta voluntad se mantienen de forma honesta, pediremos a la gente que salga" a las calles, previno Timoshenko. "No hay ninguna duda de ello", insistió.
Timoshenko se enfrentará al líder opositor, Viktor Yanukovich, en la segunda vuelta de este domingo tras una dura campaña electoral en la que ambas partes se han acusado mutuamente de planear amañar la votación y de mentir al electorado.
Voy a triunfar aquí", ha asegurado Chygrynskiy, quien ha comparecido hoy en rueda de prensa expresándose en un esforzado castellano y ha pedido "más tiempo" para acabar de aclimatarse a una vida totalmente diferente a la que llevaba en Ucrania.
"Cuando fiché por el Barça no pensé que iba a jugar sin problemas inmediatamente, pero tampoco podía saber que iba ser tan difícil.
Hay muchas cosas a las que acostumbrarse, como el entorno o la prensa. No es sólo el concepto de juego, sino la relación con el equipo, el idioma, muchas cosas", se ha justificado.
El ucraniano ha pasado de jugar en un club menor como el Shakhtar Donetsk, "en el que conocía a todo el mundo", a hacerlo en uno de los mejores equipos de todos los tiempos, como es este Barça de las seis Copas.
Por eso entiende que, a un recién llegado como él no hay que exigirle lo mismo que "a jugadores como Gerard (Piqué), Carles (Puyol), Rafa (Márquez) o Gabi (Milito), que ocupan mi misma posición y ya tienen mucha experiencia".
Dmitro Chygrynskiy, que ha jugado 12 partidos este año, nueve de ellos como titular, ha explicado que a todos ellos les consulta sus dudas sobre el sistema de juego -"aquí el ataque empieza a construirse por la defensa", ha apuntado- y sobre cómo funciona el club catalán. "No tengo problemas en preguntarles lo que no sé".
Los 25 millones de euros que el Barcelona pagó al Shakhtar tampoco le han ayudado, pero el dice no pensar en eso. "El Barça vino a buscarme y eso e los más importante. Vine aquí para jugar y ganar. Aún quedan cuatro meses para que se acabe la temporada y, en ese tiempo, espero llegar a mi mejor nivel", ha manifestado.
En Getafe, Chygrynskiy debutó con la camiseta azulgrana. Una vuelta después, podría tener una nueva oportunidad, ya que Puyol no podrá jugar el próximo sábado contra el conjunto madrileño al estar sancionado.
Atrás quedan los pitos con los que el público del Camp Nou le recriminó su discreta actuación en el encuentro copero ante el Sevilla. Si vuelve a pisar ese escenario el próximo sábado, dice que no pensará en ello.
"No quiero plantearme cuál será mi respuesta ante la afición.
Sólo debo pensar en los intereses del equipo. Eso es lo más importante. Por eso, la cabeza debe estar fría siempre". EFE
Personal militar retiró una bomba de la II Guerra Mundial descubierta durante los trabajos de construcción del Estadio Nacional de Varsovia, donde está previsto que se celebre el partido inaugural de la Eurocopa de fútbol de 2012 que organizarán conjuntamente Polonia y Ucrania.
El artefacto, de ochenta centímetros de diámetro, permanecía oculto desde hace más de 65 años, a pesar de que en el solar donde se levantará el nuevo estadio de Varsovia estaba hasta ahora ocupado por otro recinto deportivo construido en 1955.
Una vez retirada la vieja bomba, los operarios pudieron retomar su trabajo, una obra que comenzó en 2008 y que se espera que concluya en 2011, cuando se inaugurará el futuro Estadio Nacional con una capacidad para 55.000 personas.
El próximo domingo, 7 de febrero, tendrá lugar el sorteo de grupos para la Eurocopa de fútbol 2012, la primera que se celebra en países del antiguo bloque comunista