Ucrania ha recordado este sábado su particular Holocausto, el Holomodor. Que traducido significa muerte por hambre, y que es el nombre con el que se ha dado a conocer al mundo el Genocidio ucraniano en el que millones de personas fallecieron por las hambrunas con las que Stalin castigó al pueblo ucraniano en los años treinta del siglo pasado.
El monumento en memoria de las víctimas erigido en Kíev ha sido escenario de diversos actos durante toda la jornada.
Considerada entonces como el granero de Europa, Ucrania fue saqueada hasta la extenuación por orden del régimen soviético para doblegar la oposición de la población a la colectivización forzosa de la tierra.
El presidente Víctor Yúsehnko ha recordado que el Parlamento ucraniano reconoció en 2006 lo sucedido como genocidio. “Un genocidio -ha insistido- por las hambrunas inducidas con la connivencia de intelectuales, autoridades religiosas y políticas”.
Según diversos historiadores, en la primavera de 1933 llegaron a morir hasta 25.000 personas diarias en Ucrania. Muchas de ellas fueron enterradas a toda prisa en fosas comunes para evitar el canibalismo. Los restos de cientos de fallecidos en la localidad de Lviv fueron trasladados ayer a un memorial donde se les ha dado una sepultura digna.
Las confiscaciones de cereal y ganado llevaron a la muerte por inanición a millones de personas, que caían desfallecidas en plena calle. También obligó al éxodo masivo de los campesinos, obligados a entregar sus bienes y explotaciones a la colectivización bajo la amenaza de una condena a muerte, en caso de negarse.