sábado, 6 de septiembre de 2008

Analizan cancilleres la adhesión de Ucrania y Georgia a la OTAN

A invitación del gobierno de Francia, los cancilleres de los 27 países que forman la Unión Europea viajaron en un moderno tren de alta velocidad desde Paris a la ciudad de Avignon para analizar, entre otros temas, la adhesión de Ucrania y Georgia a la OTAN. Javier Solana, comisario europeo de Política Exterior, dijo: “no es una reunión para tomar decisiones, es para reflexionar, para analizar la situación actual”. Pero no todos pensaron lo mismo. “Creo que todos buscamos compromisos serios en asuntos como Georgia, de Medio Oriente, las relaciones transatlánticas”, expresó David Miliband, canciller de Gran Bretaña. Al terminar este encuentro durante el sábado, el canciller francés viajará a Rusia y a Georgia para plantear a sus gobiernos las conclusiones de la reunión. “Tenemos una cita en Moscú y en Tibilisi el lunes después de los dos días de trabajo”, indicó Bernard Kouchner, canciller de Francia. A la cita en Moscú también irán el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy y el Comisario Europeo José Manuel Durao Barroso, quienes negociarán con el presidente Dimitri Medvedev ajustes al Plan de Paz de 6 puntos para Georgia. Al mismo tiempo que se realizaba la reunión de Avignon, un tercer barco de la Armada de Estados Unidos llegó al Puerto de Poti en Georgia con ayuda humanitaria. John J. Millar, almirante de la Armada de Estados Unidos, declaró: “esto simboliza la amistad entre dos democracias, el pueblo de Georgia y su liderazgo y el pueblo de Estados Unidos y sus líderes”. El gobierno ruso denunció que los tres barcos portan armas además de la ayuda destinada a los miles de desplazados por la guerra en el Cáucaso.

UE.- Los 27 piden reforzar las relaciones transatlánticas y analizar los nuevos retos para la seguridad europea

Los ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea mantuvieron hoy un debate "franco y abierto", en palabras del jefe de la diplomacia gala, Bernard Kouchner, sobre la necesidad de reforzar las relaciones trasatlánticas con el nuevo inquilino que llegue a la Casa Blanca en enero de 2009.
Además de las relaciones transatlánticas, el otro gran asunto que ocupó a los jefes de la diplomacia europea en su primera jornada de trabajo en Aviñón fue la revisión de la estrategia de seguridad europea, impulsada en 2003, para atajar desafíos como la dependencia energética y la seguridad de abastecimiento energético en la Unión Europea, así como, por ejemplo, los efectos del cambio climático en la seguridad, la inmigración o la pobreza.
Al término de la primera sesión del Consejo informal de ministros de Exteriores de la UE, reunido hoy y mañana en la localidad francesa de la que es originaria Kouchner, el presidente de turno del Consejo aludió a varios desafíos a los que se enfrenta la comunidad internacional tales como las aspiraciones nucleares de Irán, la situación en Afganistán, Pakistán y en Oriente Próximo, además de otros desafíos como la lucha contra el cambio climático, la seguridad energética o la consolidación de los Estados de Derecho.
Kouchner, quien citó como ejemplo de cooperación clara entre Bruselas y Washington la respuesta a la crisis en Georgia, lamentó que aunque Estados Unidos y la Unión Europea compartan "valores comunes" ello no se traduzca siempre en actitudes similares. Sin embargo, reclamó no valorar la cooperación bilateral por "análisis pasados". "Hablamos de futuro (...) La vuelta de los micronacionalismos nos impone una vía común", agregó.
"Entre nosotros hay un verdadero acuerdo para trabajar con nuestros amigos americanos" para abordar problemas como la proliferación nuclear o el cambio climático. El jefe de la diplomacia gala explicó que la presidencia francesa de la Unión Europea ha preparado "un documento base" para impulsar la agenda trasatlántica.
No obstante, Kouchner añadió que ultimará este documento antes de remitírselo a Washington y a los dos candidatos a la presidencia de Estados Unidos --el senador demócrata por Illinois Barak Obama y el senador republicano por Arizona John McCain-- en el próximo Consejo informal de ministros de Exteriores de la UE que tendrá lugar en París, si bien no adelantó la fecha de la cita.
Hasta ahora, los jefes de la diplomacia europea venían celebrando dos reuniones informales al año, la tradicional 'Gymnich', nombre con el que se conocen estas reuniones informales en honor al castillo alemán que acogió la primera de estas citas en 1974. Sin embargo, Kouchner anunció hoy que los jefes de la diplomacia europea comenzarán a reunirse de manera informal dos veces por presidencia de turno de la Unión Europea, es decir, cuatro veces al año. La próxima cita tendrá lugar en París aunque no adelantó fechas.
LA UE NO REVELA SUS PREFERENCIAS POR UN CANDIDATO U OTRO
El jefe de la diplomacia gala no quiso responder a la pregunta de qué candidato estadounidense conviene más a la acción exterior europea. Kouchner se acaloró ante la evidente pregunta incómoda y, tras recapacitar, explicó que responderla sería "inmiscuirse de forma grosera en los asuntos de otros". Los ministros de Asuntos Exteriores sueco y británico, Carl Bildt y David Miliband, respectivamente, tampoco quisieron responder a la misma pregunta a su llegada al Consejo de ministros por la mañana.
Por su parte, el Alto Representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, Javier Solana, subrayó que a pesar de que la estrategia de seguridad europea que aprobaron los Veintisiete en 2003 ha resultado ser "muy útil" hasta ahora, desafíos como la seguridad energética hacen necesario revisarla.
El jefe de la diplomacia europea explicó que presentará a los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea en el Consejo Europeo de diciembre "un documento corto y útil para implementar la acción exterior" europea, recogiendo los nuevos desafíos.
Por otra parte, Kouchner subrayó que el impulso a la Europa de la defensa debe ser "complementaria" a la acción de la OTAN y recordó que entre las prioridades de la Unión Europea está "intervenir para proteger". "La defensa de Europa y la OTAN son un complemento necesario", reconoció.
Preguntado cómo puede ayudar la Unión Europea para proteger a países como Ucrania frente a agresiones como la que experimentó Georgia, después de que las tropas rusas invadieran parte de su territorio, Kouchner reconoció que "hace falta hablar no sólo de Georgia, sino también de Ucrania, de Crimea", si bien no explicó los pasos que podría dar la UE en este sentido.
CUMBRE UE Y UCRANIA
Por su parte, la comisaria de Relaciones Exteriores, Benita Ferrero-Waldner, reconoció que los Veintisiete y el Ejecutivo comunitario ofrecerán a Ucrania, país con el que la Unión Europea celebrará una cumbre bilateral el próximo martes en Evián, reforzar sus relaciones con "un nuevo partenariado" aunque todavía están trabajando en cómo denominar esa relación de cooperación reforzada. "Hay que intentar acercar a Ucrania a la Unión Europea", subrayó.
Sin embargo, el ministro de Asuntos Exteriores luxemburgués, Jean Asselborn, dejó claro esta mañana, a su llegada al Consejo informal de ministros, que la crisis en Georgia no va a acelerar las discusiones sobre el ingreso de Georgia y Ucrania ni en la OTAN ni en la UE. "No podemos ni frenar ni acelerar" su ingreso en la Alianza Atlántica por la crisis en Georgia, admitió.
"La UE no va a hacer ni durante la presidencia francesa ni durante las siguientes presidencias una declaración concreta sobre la adhesión de Ucrania a la UE. Incluso los polacos dicen que, hablando de forma realista, antes de 2020 no podemos considerar que Ucrania pueda convertirse en miembro de la UE. No estamos ahí todavía", subrayó.

Rusia obtiene el apoyo de seis países de la ex URSS y critica a EEUU

Rusia obtuvo el apoyo de seis ex repúblicas soviéticas para su intervención militar en Georgia y denunció la llegada de un buque de guerra estadounidense a un puerto georgiano mientras, por su parte, el vicepresidente norteamericano Dick Cheney criticó a Moscú en Ucrania.
"Los socios de la Organización (del Tratado de Seguridad Colectiva, CSTO: Armenia, Belarus, Kirguistán, Kazajistán, Rusia, Tayikistán y Uzbekistán) juzgaron negativamente la actuación de Georgia, la agresión de Georgia a Osetia del Sur" y expresaron su "solidaridad" con Rusia, informó el presidente ruso, Dimitri Medvedev, tras una cumbre de la CSTO en Moscú.
Este apoyo renovado que los países del ex bloque soviético dan a Rusia llegó mientras Cheney finalizaba una gira por los países de la región aliados a Washington en los que reiteró el respaldo de Estados Unidos.
En Kiev, el número dos norteamericano estimó que Ucrania tiene que vivir sin miedo a "una invasión o una intimidación militar", en alusión a la operación militar rusa en Georgia.


"Creemos en el derecho de los hombres y las mujeres a vivir sin la amenaza de la tiranía, del chantaje económico, de la invasión o de la intimidación militar", declaró Cheney tras la reunión con el presidente pro occidental ucraniano, Viktor Yushenko.
El número dos estadounidense también mostró el apoyo de su país a las ambiciones de Ucrania de entrar en la OTAN. "Ningún país externo tiene derecho de veto", dijo en alusión a la oposición de Rusia a que Kiev y Tiflis formen parte de la Alianza Atlántica.
La previa llegada de un buque de guerra norteamericano al puerto georgiano de Poti provocó una nueva oleada de críticas de Rusia contra Estados Unidos.
El "USS Mount Whitney" llegó para entregar ayuda humanitaria a las víctimas del conflicto ruso-georgiano, afirmó un responsable de la marina norteamericana, mientras que el portavoz del ministerio ruso de Relaciones Exteriores estimó que este tipo de embarcación podría ser utilizado con fines militares.
El "USS Mount Whitney" es el último de los tres navíos desplegados por Washington para entregar principalmente mantas, productos de higiene y comida para los niños de Georgia, según el ejército estadounidense.
Rusia ha criticado en repetidas ocasiones el envío de navíos estadounidenses a Georgia, en particular desde el inicio del conflicto con Tiflis, el 7 de agosto, y ha acusado a Washington de utilizar la entrega de ayuda humanitaria para rearmar de forma encubierta al ejército georgiano.
El primer ministro ruso, Vladimir Putin, incluso amenazó con una reacción.
Washington por su parte siempre ha negado esas acusaciones.
El viernes, por primera vez los diplomáticos europeos recibieron la autorización para entrar en una zona de Georgia controlada por las tropas rusas, mientras que su acceso siempre se había limitado a un solo pueblo, constató una periodista de la AFP.
Numerosos países occidentales han pedido a Rusia que retire sus tropas a las posiciones que ocupaban antes del 7 de agosto y han condenado a Moscú por su decisión de reconocer la independencia de los territorios separatistas georgianos de Osetia del Sur y Abjasia.
Los seis socios de Rusia en la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva no se pronunciaron el viernes sobre el reconocimiento de la independencia de los dos territorios.
De visita en Lisboa, la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, se declaró el viernes "muy satisfecha por los resultados obtenidos" por la Unión Europea (UE) en la cumbre extraordinaria sobre el conflicto ruso-georgiano celebrada el 1 de septiembre.
Los dirigentes de los 27 países de la UE decidieron paralizar las negociaciones para reforzar lazos con Moscú mientras las tropas rusas desplegadas en Georgia no vuelvan a las posiciones en las que se encontraban antes del conflicto.

Cheney proclama el derecho de Ucrania a entrar en la OTAN

Occidente quiere a Ucrania en su órbita y ayer lo dejó claro por partida doble. El vicepresidente estadounidense, Dick Cheney, proclamó en Kiev el derecho de este país a incorporarse a la OTAN, lo quiera o no Moscú.
Cárcel de la CIA en Polonia

Y el jefe de la diplomacia europea, Javier Solana, consciente de que no todos los frenos proceden de Moscú, exhortó a los ucranios a acercarse a la UE como la mejor forma de garantizar su seguridad.
Tras llevar su apoyo político y económico a Georgia, Cheney viajó a Ucrania, país clave en el pulso entre Occidente y Moscú. El Kremlin ve su acercamiento a Occidente como un desafío que no puede quedar sin respuesta. Y el movimiento genera fisuras en Ucrania, donde la opinión pública es contraria a la OTAN. La coalición gubernamental está fracturada y la situación es tan inestable que nada puede descartarse: ni siquiera la formación de un Gobierno prorruso a corto plazo.
Cheney retó a Moscú desde Kiev: "Creemos en el derecho de hombres y mujeres a vivir sin la amenaza de la tiranía, del chantaje económico, la invasión o la intimidación", declaró, en referencia a las acciones de las tropas del Kremlin en Georgia. Y repitió que Rusia había "invadido" ese país en un "intento ilegítimo y unilateral de desmembrar su territorio".
El vicepresidente de EE UU reafirmó su apoyo al ingreso de Ucrania en la OTAN y advirtió a Moscú que "ningún país" fuera de la Alianza puede vetar la membresía de Kiev. Cheney se reunió con la primera ministra, Yulia Timoshenko, y después con el presidente, Víctor Yúshenko. Ambos dirigentes ucranios están enfrentados en estos momentos y el partido de Yúshenko ha abandonado la coalición que sostiene al Gobierno de la dama de la revolución naranja.
Los ministros de Exteriores de la UE debatirán hoy con detalle el conflicto del Cáucaso en la reunión informal que mantienen en Aviñón (Francia). Pero ayer el jefe de la diplomacia europea, Javier Solana, ya exhortó a Ucrania a que comprenda que, por su propia seguridad, debe estar más cerca de la UE, y añadió que Bruselas está dispuesta a contribuir a ello. Sin embargo, la Unión va despacio en su estrategia de acercamiento y no ha ofrecido ni a Ucrania ni a Georgia lo que en la jerga comunitaria se llama "una perspectiva europea", la promesa de una futura integración. No hay consenso sobre el grado de relación con ambos países.
Los europeos están muy satisfechos de su intervención mediadora en la guerra de agosto entre Rusia y Georgia, que presentan como un ejemplo de cómo la UE va convirtiéndose en actor decisivo en la escena internacional. Al menos en su vecindad. Prefieren pasar por encima de las ambigüedades que permitieron el alto el fuego, que esperan clarificar el próximo lunes con la visita de Nicolas Sarkozy, José Manuel Durão Barroso y Javier Solana a Moscú y Tbilisi.
Mientras tanto, en Georgia, el Mount Whitney, buque insignia de la Sexta Flota de EE UU, echó anclas en el puerto de Poti, lo que aumentó el malestar de Rusia por la presencia de naves de guerra norteamericanas en el mar Negro. Oficialmente, el Mount Whitney llevó ayuda humanitaria para los georgianos, pero el Kremlin sospecha que los buques están suministrando armas a Tbilisi.
En Moscú, la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva, integrada por siete repúblicas ex soviéticas, aprobó una declaración en la que expresa "su profunda preocupación por el intento de Georgia de solucionar por la fuerza el conflicto en Osetia del Sur". Sin embargo, Rusia no logró que ninguno de sus aliados reconociera la independencia de surosetios y abjazos.

La UE asume que debe hablar con Moscú del futuro de Ucrania

Europa hablará con Rusia del futuro de Ucrania, según reconoció ayer el ministro francés de Asuntos Exteriores, Bernard Kuchner, durante una reunión informal de ministros de Asuntos Exteriores que se celebra en el Palacio de los Papas de Avignon. La UE afronta una semana crucial que empieza el lunes con el viaje de la «troika» (el presidente en ejercicio Nicolás Sarkozy, el de la Comisión, José Manuel Barroso y el Alto Representante Javier Solana) a Moscú y a Tiflis y que continúa el martes con la cumbre UE-Ucrania que tendrá lugar en el balneario francés de Evian.
Las cosas serían más simples si la UE tuviese más claro qué quiere ofrecerle a Ucrania como símbolo de garantía de seguridad y si en Ucrania hubiera un Gobierno con un respaldo unitario para tomar una dirección en su política exterior. Para hacerse una idea de la situación interna en el país, baste decir que mientras que Bruselas había invitado al presidente Víctor Yúshenko y a la jefa del Gobierno Yulia Timoshenko, el primero se ha opuesto y ha invocado sus prerrogativas para viajar solo. Según fuentes diplomáticas europeas, este gesto ha sido recibido con «cierta decepción».
En todo caso, como dijo Kuchner, invocando el principio de «prevención, no sólo protección» en la UE «somos conscientes de que debemos hablar con Moscú no sólo de Georgia, sino de Ucrania y Crimea».
Una parte de lo que la «trioka» hablará con Moscú es el despliegue de una misión de observación. Puesto que se da por hecho que se cuenta con la autorización de Georgia, los Veintisiete se preparan para enviar unos doscientos funcionarios civiles, entre los que habrá españoles, según confirmó el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos. Pero Rusia prefiere que este papel siga encomendado a la OSCE, organización de la que forma parte. En cuanto a Ucrania, todavía no se sabe ni el nombre que tendrá el acuerdo que se le ofrecerá, para que no prejuzgue sus futuras relaciones con la UE.

viernes, 5 de septiembre de 2008

Cheney elogia la postura "valerosa" de Ucrania de apoyo a Georgia

El vicepresidente de EEUU, Dick Cheney, elogió hoy la postura "valerosa" de Ucrania de apoyo a Georgia en la crisis del Cáucaso y aseguró que ha sido un ejemplo para otros países.Cheney hizo estas declaraciones en una comparecencia ante la prensa al término de sus conversaciones a puerta cerrada con el presidente ucraniano, Víctor Yúschenko."Estados Unidos está profundamente interesado en vuestro bienestar y seguridad", dijo el vicepresidente norteamericano. quien recalcó que Washington y Kiev, durante los dos últimos decenios, han trabajado juntos para garantizar "la independencia, soberanía e integración (de Ucrania) en la comunidad internacional".Añadió que hoy Estados Unidos declara su "firme decisión" de fortalecer los vínculos entre ambos países con miras a largo plazo.Cheney, al igual que hizo ayer durante su visita a Tiflis, dijo que "las acciones de Rusia en el conflicto con Georgia ponen en duda su estatus de socio internacional fiable".Por su parte, el jefe del Estado ucraniano recalcó que el conflicto ruso-georgiano nuevamente ha demostrado que el único modelo alternativo que puede garantizar la seguridad en el país es el sistema de seguridad colectiva de la OTAN."Los aliados en la cumbre de Bucarest declararon que Ucrania será miembro de la OTAN. Esa declaración mantiene su vigor", dijo Cheney, quien añadió que el propio pueblo ucraniano es el que tiene que hacer la opción, y que "ningún Estado ajeno tiene derecho a vetar esa decisión".Destacó que Ucrania es el único país que sin ser miembro de la OTAN participa en todas las misiones de la Alianza, "de Afganistán a Kosovo".Rusia ha manifestado su rechazo al ingreso de Ucrania, como de otras antiguas repúblicas soviéticas, en la Alianza Atlántica, por considerar que el acercamiento de las estructuras militares de la OTAN a sus fronteras supone una amenaza para su seguridad nacional.A diferencia de Georgia, en Ucrania los partidarios de la entrada del país en la OTAN se encuentran en minoría, según todas las encuestas.Yúschenko expresó su preocupación por la presencia de la base naval de la Flota rusa del mar Negro en territorio ucraniano, instalaciones que Kiev alquila a Moscú y cuyo contrato vence en 2017."Desde luego, nos preocupa el empleo de la fuerza militar de la Flota del mar Negro por la Federación Rusa, porque este tipo de mecanismos arrastra a Ucrania a situaciones bélicas", dijo Yúschenko en alusión a la participación de buques rusos en el conflicto de Georgia.Para Kiev, enfatizó el presidente ucraniano, el reconocimiento de Rusia de la independencia de Osetia del Sur y Abjasia es inaceptable y añadió: "Esto no responde a nuestros intereses nacionales".En la reunión, Yúschenko y Cheney hablaron también de la situación política interna de Ucrania, conversación que, según el presidente ucraniano, se mantuvo a iniciativa de su huésped.Con anterioridad, Cheney se entrevistó con la primera ministra, Yulia Timoshenko, con quien Yúschenko prácticamente ha roto, después de que la formación de la jefa de Gobierno apoyara esta semana unas enmiendas legales que recortan las facultades del jefe del Estado.Las diferencias entre el presidente y la primera ministra condujeron a la ruptura de la coalición parlamentaria de mayoría, por lo que no se descarta la disolución de la Rada Suprema o Parlamento unicameral y la consiguiente convocatoria de elecciones legislativas anticipadas.Cheney arribó la víspera a Ucrania procedente de Tiflis, donde destacó el compromiso de su país y el "mundo libre" con la reconstrucción económica y la integridad territorial de Georgia.En la capital georgiana, el vicepresidente tachó la actuación de Moscú en el conflicto de "intento ilegítimo y unilateral de modificar por la fuerza" las fronteras de Georgia, lo que, enfatizó, "ha sido universalmente condenado por el mundo libre"

El vicepresidente de EEUU llama a los ucranianos a unirse frente a Moscú

El vicepresidente de Estados Unidos, Dick Cheney, llamó el viernes en Kiev a los dirigentes ucranianos pro occidentales, actualmente enfrentados, a unirse frente a lo que él considera la amenaza de la vecina Rusia.
"Creemos en el derecho de los hombres y las mujeres a vivir sin la amenaza de la tiranía, del chantaje económico, de la invasión o de la intimidación militar", declaró Cheney haciendo alusión implícita a la operación militar rusa en Georgia.
"La mejor esperanza de Ucrania para superar estas amenazas es estar unida", prosiguió, tras reunirse con el presidente Viktor Yuchenko.
Yuchenko está enfrentado a la primera ministra, Iulia Timoshenko, que también se reunió con Cheney, y su coalición gubernamental se está descomponiendo.
Las recurrentes tensiones entre Yuchenko y Timoshenko, seguramente rivales en las próximas elecciones presidenciales, han aumentado durante el conflicto militar entre la vecina Rusia y Georgia.
Yuchenko declaró abiertamente su apoyo a Tiflis, al igual que Estados Unidos, mientras que Timoshenko se abstuvo de realizar cualquier tipo de crítica abierta a Moscú, por lo que fue acusada de "alta traición" por la presidencia.
Finalmente, el partido presidencial anunció su retirada de la coalición que formaba con el Bloque Iulia Timoshenko, después de que este último votara junto a la oposición pro rusa (Partido de las Regiones) una serie de leyes que limitan el poder del presidente.
La semana pasada, varios altos responsables europeos consideraron que Ucrania, que aspira a entrar en la OTAN y en la Unión Europea al igual que Georgia, podría ser un objetivo de Rusia, tras los combates entre Moscú y Tiflis.
Por su parte, Cheney "sabe que es un tiempo de retos para Ucrania a causa de los recientes acontecimientos en Rusia", dijo el portavoz estadounidense Megan Mitchell a la prensa después de que el vicepresidente se entrevistase con Timoshenko, según la portavoz de la administración norteamericana, Megan Mitchell.
El vicepresidente estadounidense también expresó su apoyo a la ambición de Ucrania por adherir a la OTAN, subrayando que ningún país no miembro de la Alianza podía tener derecho a veto sobre su ampliación.
Washington tiene todo el interés en preservar la coalición pro occidental en Ucrania, frente a una posible nueva coalición entre el bloque de la primera ministra y el Partido de las Regiones que probablemente estaría más orientado hacia Moscú que hacia Washington.
La coalición todavía no se ha roto oficialmente y Yuchenko, que el miércoles amenazó con disolver el Parlamento, se mostraba el viernes más conciliador después de su encuentro con Cheney, instando a los pro occidentales a negociar.
"Ucrania es lo suficientemente democrática para resolver este conflicto por la vía democrática y legal... Necesitamos un diálogo político", indicó, según su servicio de prensa, antes de anunciar sus condiciones para estas negociaciones.
Entre ellas, pidió una declaración común de los pro occidentales sobre la guerra ruso-georgiana expresando "la preocupación ante la utilización en el conflicto de la flota rusa del mar Negro" con base en Ucrania, y "la abolición" de las leyes que limitan los poderes presidenciales adoptadas durante los últimos días.
Por su parte, el Bloque Timoshenko exigió principalmente la dimisión del jefe de la administración presidencial Viktor Baloga, considerado como uno de los principales enemigos de la primera ministra en el entorno presidencial.
El viernes 323 de los 450 diputados ucranianos aprobaron una declaración pidiendo la destitución de Baloga por parte del jefe del Estado.

El contraataque de USA a Moscú será intentar levantar a regiones de la Federación Rusa

El análisis del entrevistado, Paul Goble, es bastante parcial y endeble, probablemente influenciado por sus años de trabajo en la CIA. Pero es muy interesante -además de actual por la visita y respaldo de Dick Cheney a Georgia-, conocer su punto de vista que expresa a los líderes pro-estadounidenses de algunos de los países de la ex URSS, que detestan la prepotencia de Moscú. De todos modos, Urgente24 mantiene su punto de vista que la 'solución Kosovo' que habilitaron USA y la Unión Europa, termina habilitando la 'solución Osetia del Sur' que propicia Rusia. La entrevista:

WASHINGTON DC (Foreign Policy). Paul Goble es un veterano especialista en la CIA y en otros organismos, en los pueblos no rusos de Eurasia. Hoy él es director de investigaciones y publicaciones en la Academia Diplomática de Azerbaiyán, escribe un blog en windowoneurasia.blogspot.com y otro para The New York Times.
-Existe todavía mucha discusión sobre quién empezó la guerra. Rusia, por supuesto, asegura que fue Georgia y Tbilisi dice que la provocación fueron los bombardeos desde Osetia del Sur. Muchos otros creen que Georgia ha caído en una trampa planeada desde hacía mucho por los rusos. ¿Qué opina usted? ¿Qué cree que provocó este conflicto?
-Hay dos preguntas diferentes: qué provocó esta guerra y qué la causó. Tras la cumbre de la OTAN en Bucarest, en la que Estados Unidos indicó que iba a presionar para que se incluyera a Georgia en la OTAN, el Gobierno ruso, como dejó claro Putin en aquel momento, se indignó tanto que Moscú empezó a hacer planes para emplear la fuerza en un momento dado. Creo que [el presidente georgiano Mijail] Saakashvili dio a Rusia la excusa para utilizar dicha fuerza. Si no hubiera actuado como lo hizo, a Moscú le habría resultado mucho más difícil justificar que actuaba dentro de los límites de su mandato [de paz].
Sin embargo, una vez que el Gobierno ruso traspasó las fronteras de Osetia del Sur y Abjasia y entró en zonas de Georgia que nunca habían estado en disputa, la situación se convirtió en un acto de agresión por parte de Kremlin, aunque el detonante fuera un desgraciado error de cálculo de Tbilisi.
-El presidente ruso, Dmitri Medvédev, escribió en el Financial Times que decidió reconocer la independencia de Abjasia y Osetia del Sur porque “a algunas naciones les resulta imposible vivir bajo la tutela de otra” y porque no podía “decir a los abjasios y a los surosetios... que lo que valía para los albanokosovares no valía para ellos”. ¿Qué le parece este argumento?
-Los esfuerzos de Moscú para culpar a Occidente y a la actuación de la OTAN cuando reconoció Kosovo no han obtenido tanto resultado como esperaba Moscú, pero el Gobierno ruso sigue haciéndolos. Es significativo el hecho de que los serbios se sienten muy molestos, porque Rusia está haciendo en Georgia exactamente lo que denunció en Kosovo.
El comentario de Medvédev también vale para otros lugares. El país de Eurasia que tiene más habitantes a los que les gustaría ser independiente no es Georgia, sino la Federación Rusa. Como dijo un checheno en una frase que vi citada el otro día: “¿Es que somos peores que los abjasios?” Por tanto, el presidente ruso ha desenfundado una espada de doble filo.
-Medvédev escribe también: “En las relaciones internacionales, no puede haber una norma para unos y otra para los demás”.
-Pues es lo que acaba de hacer él, ¿no? Ha dicho que hay una norma para los abjasios y otra para los chechenos. Todavía no he visto ningún argumento que me convenza de que esas dos crisis son esencialmente distintas.
Lo que dice el Kremlin, en definitiva, es que “si sois amigos nuestros, apoyaremos vuestra integridad territorial; si no sois amigos nuestros, apoyaremos la autodeterminación de las minorías”. Es una actitud bastante torpe y que, hasta ahora, no parece que esté contando con mucha aprobación en el mundo. De hecho, los únicos dirigentes políticos del mundo que apoyaron a Rusia fueron los de Hamás, y ésa no es precisamente una gran recomendación.
-¿Cuál es entonces la diferencia entre Kosovo y Abjasia y Osetia del Sur?
-No soy un experto en Yugoslavia, pero la impresión que tengo es la siguiente. La primera diferencia es que Kosovo no se ha convertido en un Estado satélite de otro. No se dejó absorber por Albania, como dijeron los serbios y los rusos que iba a ocurrir. Con los debidos respetos, los gobiernos de Osetia del Sur y, en menor medida, Abjasia son claramente satélites. El Ejecutivo de Osetia del Sur dice lo que Moscú quiere que diga, y en Kosovo no es así.
La segunda diferencia es que no hubo nadie que dijera: “Tenemos la responsabilidad internacional de mantener la paz y vamos a introducir nuestras fuerzas para poder reconocer este lugar”. Que es lo que han hecho los rusos.
-Pero, si los osetios del sur y los abjasios no quieren formar parte de Georgia, ¿por qué tiene Occidente que apoyar la postura del presidente Saakashvili? ¿Por qué es una buena idea defender la “integridad territorial” de este país?
-Desde 1932, desde que se articuló la Doctrina Stimson, cuando los japoneses se apoderaron de Manchuria y la convirtieron en el Estado cliente de Manchukuo, la política estadounidense ha sido (más o menos) siempre la de no reconocer un cambio territorial obtenido mediante un acto de agresión. Por consiguiente, la cuestión no es, como han dicho los rusos, escoger entre la simple integridad territorial y el derecho de las naciones a la autodeterminación. Es saber si Estados Unidos y los gobiernos occidentales van a aceptar cambios de fronteras obtenidos mediante el uso de la fuerza. Y eso es lo que ha ocurrido en este caso.
-¿Qué me dice de Azerbaiyán, que tiene el enclave de Alto Karabaj? ¿Debe tener miedo de convertirse en el próximo objetivo de Moscú?
-La política rusa en esta región es mucho más variada de lo que pensamos. Lo que el Kremlin está dispuesto a hacer para defender sus intereses en Ucrania, Azerbaiyán y Georgia son tres cosas muy distintas.
Para empezar, los azeríes tienen mucho más dinero que los georgianos y han hecho más inversión militar. Lo que más le preocupa a Azerbaiyán es poder transportar su petróleo por el territorio georgiano, a través del oleoducto Bakú-Tbilisi-Ceyhan. Hace unos días, estuvo sin funcionar y tuvo que transportar el crudo a Novorossiisk a través de Rusia, con el consiguiente poder que eso da a este último país, y el petróleo con destino al sur tuvo que llevarlo a través de Irán, una medida que sospecho que inquietaría a bastantes responsables estadounidenses.
Lo que pueda hacer Moscú en Ucrania oriental y en Crimea es muy distinto de lo que ha hecho en Georgia, y no sólo porque Ucrania es mucho más grande. Los estadounidenses son los únicos que parecen pensar que todos estos países son una especie de sucursales de la misma central. Rusia tiene un excelente equipo de expertos que comprenden muy bien lo distintos que son unos de otros.
Por otra parte, no se ha hablado mucho de la reacción en el interior de Rusia, pero hay gente que se ha opuesto. Se han producido manifestaciones contra la guerra. Ha habido comités de madres de soldados que han ido a los tribunales porque el ministerio ruso de Defensa había mentido y había dicho que no iba a llevar reclutas a combatir, cosa que sí ha hecho. Parece ser que Boris Nemtsov, el líder de la oposición, escribió en su blog que, si Moscú continúa por la vía emprendida, “Rusia y los rusos sufrirán todavía más”.
-Pero ése es un punto de vista minoritario, ¿verdad?
-No digo que, si mañana hubiera una votación, los rusos rechazarían lo que han hecho Putin y Medvédev. Pero es un error creer que todos sus ciudadanos piensan que ha sido el mejor acto de gobierno en la historia del mundo. Hay muchos que no están de acuerdo y, aunque no creo que puedan hacer gran cosa, ignorar el papel que desempeñan es una equivocación.
Me parece que uno de los motivos por los que se interrumpieron los combates fue, no que no hubiera gente en el ministerio de Defensa que opinaba que debía seguir adelante, sino porque, en los dos primeros días laborables de la guerra, salió de Rusia un total de 8.000 millones de dólares [unos 5.500 millones de euros] de capital neto. Son consecuencias muy graves para los rusos acomodados, que tienen mucha más importancia que los comités de madres de soldados, Boris Nemtsov y Gari Kaspárov.
Por culpa de esta guerra, los países extranjeros ya no van a acoger de tan buen grado a los rusos. En Alemania y Francia, muchos prefieren ya contratar viajes a lugares de vacaciones en los que los tour operadores les prometen que “no hay rusos”. Desde un punto de vista humano, es un horror, pero, desde una perspectiva colectiva, puede ejercer una presión inmensa.
Los sondeos nos dicen que, para muchos rusos, el derecho más importante que adquirieron en 1991 fue el de viajar. Si se les hace más difícil obtener visados, les costará mucho más ir a otros países. Les será más complicado inscribir a sus hijos en colegios internacionales de élite. Circulará menos dinero. De modo que hay un sector de la sociedad, y bastante amplio entre la gente más influyente, que va a pedir cuentas al Gobierno ruso y le va a decir: “Nos estáis haciendo daño en donde más nos duele: en la cartera”. Y ése es un factor de influencia que no hay que despreciar en absoluto.

Cheney expresa el respaldo de EEUU a la entrada de Ucrania en la OTAN

El vicepresidente estadounidense, Dick Cheney, aprovechó hoy su visita a Kiev para dejar claro el apoyo de Estados Unidos a Ucrania en su deseo de entrar en la OTAN, mientras que el presidente ucraniano, Viktor Yushchenko, dijo que para Ucrania es muy importante su relación con Washington.
"Estados Unidos apoya plenamente el derecho de Ucrania a construir lazos aún más fuertes de cooperación y seguridad en toda Europa y a través del Atlántico", aseveró Cheney. "Nosotros creemos que una relación estratégica más estrecha redunda en el interés de todos", añadió.
En cuanto a la decisión tomada por la OTAN en la cumbre del pasado abril en Bucarest de que Ucrania será admitida en un futuro en la Alianza, Cheney aseguró que "ese compromiso se mantiene hoy en día".

UE quiere mantener su cumbre con Ucrania a pesar de la crisis en ese país

La Unión Europea (UE) tiene la intención de mantener su cumbre con Ucrania prevista el martes en Evián (Francia), a pesar de la nueva crisis que sacude al ex país soviético tras la explosión de la coalición gubernamental, indicaron el viernes varios responsables europeos.
La celebración de la cumbre UE-Ucrania "tiene más sentido que nunca", indicó el jefe de la diplomacia europea, Javier Solana, al llegar a un reunión informal de cancilleres de los 27 en Aviñón, en el sur de Francia.
"Esta cumbre está prevista desde hace tiempo y sería muy difícil reprogramarla", explicó de su lado un diplomático francés, cuyo país ejerce la presidencia de la UE.
"Espero una señal fuerte durante la cumbre", indicó el ministro sueco Carl Bildt, estimando que la crisis actual era la prueba de que la democracia prevalecía en ese país.
"Lo que pasa en Kiev es una batalla política entre fuerzas políticas. Puede parecer ruidoso, pero eso se llama democracia", insistió Bildt, cuyo país apoya la integración de Ucrania a la UE.
Los 27 aceptaron que el convenio reforzado actualmente en negociación con Ucrania sea bautizado durante la cumbre de Evián como "acuerdo de asociación", un término ya utilizado para este tipo de compromisos entre la UE y los países de los Balcanes que pretenden ingresar al bloque.
Sin embargo, el proyecto de declaración final de la cumbre no hace ninguna referencia a una "perspectiva europea" de Ucrania, tal como pretende el gobierno de Kiev.
Ucrania esperaba que tras la intervención rusa en Georgia, las divisiones europeas sobre su futuro se atenuarían a su favor y que los países más reticentes (Alemania, Bélgica, Holanda y Luxemburgo) aceptarían apoyarla frente a la renovadas amenazas de una mayor influencia de Rusia.
Pero estos países no cedieron a las presiones pro-ucranianas de los polacos, checos, bálticos, británicos, suecos y finlandeses.

Buque insignia de EEUU llega a puerto de Georgia

El buque insignia de la flota estadounidense en el Mediterráneo, Mount Whitney, llegó el viernes al puerto georgiano de Poti con toneladas de ayuda a una ciudad todavía ocupada parcialmente por cientos de soldados rusos.Es el primer barco de la armada que viaja a Poti desde la breve guerra de Georgia con Rusia el mes pasado. La continua presencia de soldados rusos ha sido un motivo de fricción entre Rusia y occidente, que insiste en que Rusia no ha cumplido un acuerdo de retirarse a las posiciones que ocupaba antes de que estallara la lucha el 7 de agosto.La llegada desafiante del barco a Poti tiene lugar en momentos en que el vicepresidente estadounidense Dick Cheney visita la cercana Ucrania, otra ex república soviética que se siente amenazada por la agresión militar rusa.Cheney sostuvo en Kiev, la capital, que Estados Unidos está comprometido con la seguridad y libertad de Ucrania y dijo que los ucranianos no deberían verse obligados a vivir bajo ''la amenaza de tiranía, chantaje económico o invasión militar'' de Rusia.En una réplica diplomática, Rusia recibió el viernes apoyo de otras seis ex repúblicas soviéticas, que emitieron una declaración de condena a Georgia por usar la fuerza para tratar de retomar control de su provincia separatista de Osetia del Sur.La declaración de los miembros de la Organización Colectiva de Seguridad _que agrupa a Rusia con Armenia, Bielorrusia, Kazajistán, Kirguistán, Tayikistán y Uzbekistán_ también elogia a Rusia por ''contribuir a la paz y seguridad'' en la región.Sin embargo, las naciones no llegaron al extremo de reconocer las dos regiones separatistas georgianas _Osetia del Sur y Abjazia_ como naciones independientes, lo que hizo Rusia.

Cheney respalda las ambiciones euroatlánticas de Ucrania

Espaldarazo de Dick Cheney a las ambiciones atlantistas de Victor Yuschenko. Tras reunirse con el presidente ucraniano en Kiev, el vicepresidente estadounidense ha afirmado este viernes que apoya plenamente la entrada de Ucrania en la OTAN. Cheney ha añadido que Ucrania tiene derecho a vivir sin miedo a una invasión militar, en una clara referencia a la crisis entre Rusia y Georgia, país que acaba de visitar.
El número 2 del gobierno estadounidense ha tratado de reconciliar a los líderes de la revolución naranja. Antes de ver a Yuschenko, se ha entrevistado con la primera ministra, Yulia Timoshenko. La alianza tácita del partido de Timoshenko con las fuerzas pro-rusas para recortar en el parlamento los poderes presidenciales ha hecho saltar por los aires la coalición del bloque pro-occidental

Cheney, en Georgia y Ucrania

El vicepresidente estadounidense Dick Cheney llegó ayer a Ucrania, en una muestra de apoyo a los líderes de esa república ex soviética, que buscan el respaldo de Occidente y se muestran nerviosos después de la guerra que Rusia sostuvo el mes pasado con Georgia. El funcionario intenta también conciliar a los dirigentes ucranianos, cuya coalición de gobierno enfrenta una severa crisis política.Cheney voló a Kiev desde Tiflis, donde también mostró un fuerte respaldo al gobierno georgiano y condenó a Moscú por lo que llamó su "intento ilegítimo, unilateral" para modificar por la fuerza las fronteras de Georgia.En una rueda de prensa junto al presidente de Georgia, Mijail Saakashvili, Cheney manifestó que EE.UU. está "plenamente comprometido" en el proceso de ingreso de Georgia a la OTAN.El viaje de Cheney, que estuvo también en Azerbaiján, es una señal de que Washington desea seguir estrechando sus vínculos con Georgia y sus vecinos, aunque Rusia haya demostrado que no teme utilizar la fuerza militar en lo que considera su zona de influencia.