El Valencia toca el séptimo cielo
ESPECIAL: Valencia, campeón de Copa 2008La Séptima tapa las heridas de un Valencia que, pese a quien pese, hace historia. Los de la capital del Turia se olvidaron de sus problemas y recordaron sus armas de siempre para destrozar las ilusiones del Getafe. Los de Koeman tiraron de galones y de competitividad para alzar la Copa de Su Majestad El Rey al cielo capitalino y convertir en pesadilla otra noche que marcará un antes y un después en la historia de los azulones. El Valencia dio una alegría tremenda a una afición que se acordó de ese equipo de siempre, eficaz, competitivo y al que cuesta un mundo derrocar. Los 'ché' interpretaron la final como los grandes, algo que no hizo un Getafe que pagó su arranque dubitativo y que fue castigado. En sólo once minutos, el 'Geta' se vio fulminado por los de Koeman.Los 'ché' salieron con los colmillos afilados como nunca y aprovecharon la inocentada azulona, una entrada a la película que costó el éxtasis en el sur de Madrid. Mata puso en ventaja a los suyos al poco del pitido inicial. El zurdo, decisivo en el torneo del K.O., cabeceó a la cepa del palo un gran servicio de Silva al corazón del área. El cuero rozó en Arizmendi y envenenó un testarazo que golpeó al 'Geta'.
El bloque de siempreUnos minutos después, el Valencia hirió de muerte a su rival. Tena se durmió a la salida de un córner y Alexis, que entró de inicio ante la polémica baja de Helguera, puso el segundo con un cabezazo a placer que sustentó el bloque. El Getafe tardó casi todo el primer asalto en asentar el varapalo y jugar sus cartas.La zaga valencianista, con unos imperiales Albiol y Alexis, se marcó una faena casi perfecta. Unos metros por delante, Marchena y Baraja borraron el talento azulón en la medular. Los dos pesos pesados de este Valencia fulminaron las ideas de un Casquero y de un De la Red que no vieron la luz. En el 'Geta', sólo Albín y Granero mantuvieron el tipo. El Getafe no encontró huecos en la muralla 'ché' y sufrió con las diabluras de Silva, Villa y Mata. El canario, especialmente, resurgió en el mejor de los momentos y comandó las opciones ofensivas de los de Koeman.Al borde del descanso, el Getafe creyó en sus posibilidades. Moretti zancadilleó a Contra dentro del área y mandó al 'Geta' a los once metros. Undiano, perdido, no vio el penalti y tuvo que recurrir al valor de uno de sus líneas para permitir a los azulones acortar distancias. Granero, líder, tomó la responsabilidad y mandó el partido a vestuarios con un 2-1 que alimentaba el sueño madrileño.
Penas dejadas de lado para unosLa segunda mitad tomó un rumbo poco propicio para los valencianistas. La final entró en un capítulo alocado que permitió ocasiones por los dos lados. El Getafe creció por las botas de un Granero que se consagró en una cita de escuela. El 'Pirata', arrancando desde el costado izquierdo, fue un puñal para un Valencia que sobrevivió. El canterano madridista mandó un derechazo al larguero en la mejor ocasión azulona. En la otra, Hildebrand, en la sombra, sacó una mano prodigiosa a un cabezazo de Braulio. Antes, el Valencia avisó de la mano de un Villa sempiterno. El asturiano tuvo en sus pies la sentencia en un minuto. Desperdició una buena contra con un disparo al lateral de la red y, después de romper la cintura de Tena pegado a la línea de fondo, sacó lo mejor de un Ustari que mantuvo el tipo... hasta el 83'. Cuando las opciones de los de Laudrup agonizaban, Morientes agarró la Copa con las dos manos y cerró todo tipo de sueños. Ustari no atrapó un trallazo de Baraja desde su casa y el 'Moro', siempre oportuno y mortal, finiquitó la gran final. El Valencia tocó el séptimo cielo en Madrid y olvidó por momentos sus penas ligueras. El 'Geta', digno finalista, volvió a llevarse un disgusto una semana después. El equipo, a pesar de todo, tiene mimbres para seguir creciendo. En la capital del Turia, por fin, tienen motivos para tirar cohetes. La Copa es una realidad.
El bloque de siempreUnos minutos después, el Valencia hirió de muerte a su rival. Tena se durmió a la salida de un córner y Alexis, que entró de inicio ante la polémica baja de Helguera, puso el segundo con un cabezazo a placer que sustentó el bloque. El Getafe tardó casi todo el primer asalto en asentar el varapalo y jugar sus cartas.La zaga valencianista, con unos imperiales Albiol y Alexis, se marcó una faena casi perfecta. Unos metros por delante, Marchena y Baraja borraron el talento azulón en la medular. Los dos pesos pesados de este Valencia fulminaron las ideas de un Casquero y de un De la Red que no vieron la luz. En el 'Geta', sólo Albín y Granero mantuvieron el tipo. El Getafe no encontró huecos en la muralla 'ché' y sufrió con las diabluras de Silva, Villa y Mata. El canario, especialmente, resurgió en el mejor de los momentos y comandó las opciones ofensivas de los de Koeman.Al borde del descanso, el Getafe creyó en sus posibilidades. Moretti zancadilleó a Contra dentro del área y mandó al 'Geta' a los once metros. Undiano, perdido, no vio el penalti y tuvo que recurrir al valor de uno de sus líneas para permitir a los azulones acortar distancias. Granero, líder, tomó la responsabilidad y mandó el partido a vestuarios con un 2-1 que alimentaba el sueño madrileño.
Penas dejadas de lado para unosLa segunda mitad tomó un rumbo poco propicio para los valencianistas. La final entró en un capítulo alocado que permitió ocasiones por los dos lados. El Getafe creció por las botas de un Granero que se consagró en una cita de escuela. El 'Pirata', arrancando desde el costado izquierdo, fue un puñal para un Valencia que sobrevivió. El canterano madridista mandó un derechazo al larguero en la mejor ocasión azulona. En la otra, Hildebrand, en la sombra, sacó una mano prodigiosa a un cabezazo de Braulio. Antes, el Valencia avisó de la mano de un Villa sempiterno. El asturiano tuvo en sus pies la sentencia en un minuto. Desperdició una buena contra con un disparo al lateral de la red y, después de romper la cintura de Tena pegado a la línea de fondo, sacó lo mejor de un Ustari que mantuvo el tipo... hasta el 83'. Cuando las opciones de los de Laudrup agonizaban, Morientes agarró la Copa con las dos manos y cerró todo tipo de sueños. Ustari no atrapó un trallazo de Baraja desde su casa y el 'Moro', siempre oportuno y mortal, finiquitó la gran final. El Valencia tocó el séptimo cielo en Madrid y olvidó por momentos sus penas ligueras. El 'Geta', digno finalista, volvió a llevarse un disgusto una semana después. El equipo, a pesar de todo, tiene mimbres para seguir creciendo. En la capital del Turia, por fin, tienen motivos para tirar cohetes. La Copa es una realidad.
