Bruselas, 9 sep (EFE).- La fiscalía federal de Bélgica está investigando el envío fraudulento a Ucrania de 1.400 toneladas de carne congelada y en malas condiciones higiénicas, según informaron hoy dos diarios belgas.
El fraude se descubrió cuando un cargamento de varias decenas de toneladas fue detenido en la frontera de Polonia con Ucrania por las autoridades aduaneras de ese último país debido a que los certificados de exportación belgas les parecieron sospechosos y algunos resultaron ser falsificados.
La carne, que ocupaba 32 vagones, estaba estropeada y llevaba congelada varios años, por lo que se sospecha que podría proceder de la llamada "crisis de la dioxina", señala el diario "La Derniere Heure".
En 1999, la contaminación con dioxina cancerígena de algunos alimentos para aves obligó a prohibir el consumo de carne de pollo, huevos y leche, lo que generó una grave crisis en el sector agropecuario.
Las investigaciones ulteriores en Ucrania permitieron localizar un total de 1.400 toneladas de carne, que estaba destinada a ser convertida en productos preparados (como hamburguesas) para ser reexportados hacia la Unión Europea, y que finalmente fue destruida.
Las pesquisas se centran en cuatro empresas de Bélgica, Alemania, Francia y Holanda, pero en la operación aparece también un montaje de sociedades con sede en Chipre y las islas Seychelles.
miércoles, 10 de septiembre de 2008
Encuentran materiales antisemitas en una catedral de Ucrania
Fue dentro y en los alrededores de una catedral ruso-ortodoxa ubicada en una cuidad al sudoeste del país europeo. Se trata de posters que llamaban al boicot de productos kosher.
Hallaron materiales antisemitas dentro y en los alrededores de una catedral ruso-ortodoxa en la ciudad de Kamanets-Podolsky, ubicada al sudoeste de Ucrania.Se trata de posters que llamaban al boicot de productos kosher que colgaban en las paredes de la catedral ruso-ortodoxa Aleksandr Nevsky afiliada al Patriarca de Moscú, según informó el diario israelí Arutz Sheva.Dentro de la catedral había un artículo de un periódico que sostenía que los judíos eran responsables de la creación de Ucrania como un medio para debilitar al Imperio Ruso.El poster del exterior también sostenía que la revolución rusa de 1917 y la revolución naranja de 2004 fueron ambas conspiraciones judías.
Hallaron materiales antisemitas dentro y en los alrededores de una catedral ruso-ortodoxa en la ciudad de Kamanets-Podolsky, ubicada al sudoeste de Ucrania.Se trata de posters que llamaban al boicot de productos kosher que colgaban en las paredes de la catedral ruso-ortodoxa Aleksandr Nevsky afiliada al Patriarca de Moscú, según informó el diario israelí Arutz Sheva.Dentro de la catedral había un artículo de un periódico que sostenía que los judíos eran responsables de la creación de Ucrania como un medio para debilitar al Imperio Ruso.El poster del exterior también sostenía que la revolución rusa de 1917 y la revolución naranja de 2004 fueron ambas conspiraciones judías.
Moscú, en entredicho
Corren tiempos nuevos en la comunidad internacional. Ahora ya no es posible atacar e invadir un país aunque éste esté en la llamada zona de influencia de una potencia.
Escribe Alberto Priego en Safe Democracy que esa debería ser la primera lección aprendida por Medvedev tras su estrepitoso fracaso en Osetia del Sur. Lejos de ser apoyado por sus aliados y de conseguir intimidar a sus competidores, la posición internacional de Rusia ha quedado completamente en entredicho.
El objetivo fundamental de Rusia no era otro que reafirmar su posición internacional atacando al principal aliado de Estados Unidos en la región.
El Kremlin, que se apoya mucho en el simbolismo, se sintió ultrajado por el reconocimiento internacional de Kosovo y por ello pretendía dar un golpe de efecto a quienes lo habían propiciado.
Esta política exterior errónea y propia de la Guerra, ha colocado a Moscú en una situación muy complicada que no favorece la estabilidad política y económica que necesita.
UN ASUNTO MUY SERIO PARA WASHINGTON
Tras la crisis de Osetia del Sur, Estados Unidos se está replanteando sus relaciones con Rusia. La reacción de la Administración Bush ha sido durísima. Todos, desde el presidente Bush, pasando por Robert Gates hasta Condolezza Rice, han vertido duras críticas a la actuación del Kremlin.
No obstante, quien más contundente ha sido la Secretaria de Estado, al advertir a Moscú que ni estamos en 1968 ni esto es Checoslovaquia. Las declaraciones de Rice son tajantes ya que por un lado señala que, durante la Guerra Fría, Washington tenía las manos atadas en buena parte de Europa y, por el otro, reafirma que Georgia, hoy por hoy, es uno de el principales aliado de Estados Unidos en la zona.
Para Washington el asunto es tan serio que se han planteado sanciones como la expulsión de Rusia del G-8 o la suspensión de acuerdo sobre uso civil de la energía nuclear que reportaría beneficios millonarios a Moscú. Además, los dos candidatos a la Casa Blanca han mostrado posicionamientos muy críticos con las aventuras imperialistas de Medvedev.
Sin embargo, no podemos reducir el enfrentamiento a una disputa entre Rusia y Estados Unidos.
Otros países como el Reino Unido, que mantiene unas relaciones deterioradas con Moscú desde el asesinato de Litvinenko, también se ha mostrado muy duro con Rusia. El Secretario del Foreign Office, David Miliband, visitó Ucrania y reafirmó que la integración de Georgia en la OTAN sigue estando sobre la mesa, mostrando así un claro apoyo a la candidatura del país caucásico.
En el Parlamento Británico se han oído duras propuestas contra Rusia que van desde una política restringida de visados hasta la imposición de sanciones inteligentes.
Incluso el líder de los conservadores, probable primer ministro según las encuestas, David Cameron, afirmó que había que evitar los fines de semana de lujo y compras por Londres de los oligarcas rusos. En esta misma línea también están los países bálticos y de la Europa central y oriental, sobre todo Polonia, que recientemente ha firmado un acuerdo para el establecimiento de un escudo antimisiles en su territorio.
LA CRISIS LLEGA A LA OTAN
En la UE la situación no es mucho mejor. La convocatoria de un Consejo Extraordinario no se producía desde los atentados del 11-S.
Países que tradicionalmente han tenido una actitud más cercana con Rusia han adoptado una posición mucho más crítica. Las declaraciones de Francia han sido demoledoras al afirmar que Rusia estaba fuera de la legalidad internacional.
Alemania e Italia parecen ser los países con mayor sintonía con Moscú. A pesar de los intentos de mediación de Merkel con Medvedev, con quien llegó a reunirse en Sochi en plena crisis, su posición ya no es la de abril pasado, cuando vetó la entrada de Georgia en la OTAN.
Si nos fijamos en la OTAN las relaciones con Rusia son aún peores. De hecho, no se estaba en una situación tan mala desde 1995 cuando la Alianza publicó su famoso informe de ampliación.
La declaración de condena del Consejo del Atlántico Norte ha sido muy dura y el propio Secretario General ha acusado a Rusia de violar varias resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU.
Parece que, algunos Estados, admiten de forma velada el error de no haber invitado a Georgia y Ucrania a integrarse en la Alianza en la pasada Cumbre de Bucarest.
A modo de compensación se creará una Comisión OTAN-Georgia como la que ya existe con Ucrania. Respecto del futuro de Georgia en la Alianza, algunos miembros tienen aun una voluntad más firme de integrar a la república caucásica en la OTAN, pero Moscú no va a ponerlo fácil.
El dúo Medvedev-Putin habría amenazado a Occidente con vender el moderno sistema de defensa aérea S-300 a Irán, lo que prácticamente impediría un ataque aéreo en el caso de que Teherán lograra el arma nuclear.
LA DEPENDENCIA ENERGÉTICA DE EUROPA
Otro de los temas de controvertidos es la energía.
Rusia posee una gran capacidad de chantaje ya que es el principal suministrador de gas de Europa del Este y de Alemania. Moscú puede emprender represalias con aquellos países que han sido más críticos con su actuación en Georgia subiendo el precio o cortando directamente el suministro del gas.
Otra herramienta en manos de Rusia es la red de oleoductos del propio Cáucaso. Uno de las motivaciones de la invasión de Georgia fue la desestabilización de la zona para lograr que se utilicen las rutas de gas y petróleo alternativas al BTC, al Bakú-Supsa y al Bakú-Erezum.
Para ello, Gazprom, empresa de la que forma parte Medvedev, ha comprado el oleoducto que une Armenia con Irán lo que le permitiría crear más rutas alternativas a las georgianas.
Sin embargo, no podemos olvidar que la economía de Rusia depende en un 80 por ciento de la venta de hidrocarburos y un empeoramiento de las relaciones con sus clientes conllevaría una reducción de sus beneficios.
Por otro lado, Moscú no ha obtenido el grado de respaldo que esperaba de China y del resto de miembros de la Organización de Cooperación de Shangai (OCS).
La declaración de la organización es muy tibia y evita cualquier pronunciamiento a favor de los movimientos secesionistas, algo que era de esperar pues está en su carta fundacional y la propia China tiene problema en el Tibet y en Xinjiang.
En definitiva, la crisis de Osetia del Sur ha supuesto un duro varapalo internacional para Rusia y para los posicionamientos eslavófilos y orientalistas que parecen defender el nuevo presidente Medvedev y su primer ministro Putin.
Escribe Alberto Priego en Safe Democracy que esa debería ser la primera lección aprendida por Medvedev tras su estrepitoso fracaso en Osetia del Sur. Lejos de ser apoyado por sus aliados y de conseguir intimidar a sus competidores, la posición internacional de Rusia ha quedado completamente en entredicho.
El objetivo fundamental de Rusia no era otro que reafirmar su posición internacional atacando al principal aliado de Estados Unidos en la región.
El Kremlin, que se apoya mucho en el simbolismo, se sintió ultrajado por el reconocimiento internacional de Kosovo y por ello pretendía dar un golpe de efecto a quienes lo habían propiciado.
Esta política exterior errónea y propia de la Guerra, ha colocado a Moscú en una situación muy complicada que no favorece la estabilidad política y económica que necesita.
UN ASUNTO MUY SERIO PARA WASHINGTON
Tras la crisis de Osetia del Sur, Estados Unidos se está replanteando sus relaciones con Rusia. La reacción de la Administración Bush ha sido durísima. Todos, desde el presidente Bush, pasando por Robert Gates hasta Condolezza Rice, han vertido duras críticas a la actuación del Kremlin.
No obstante, quien más contundente ha sido la Secretaria de Estado, al advertir a Moscú que ni estamos en 1968 ni esto es Checoslovaquia. Las declaraciones de Rice son tajantes ya que por un lado señala que, durante la Guerra Fría, Washington tenía las manos atadas en buena parte de Europa y, por el otro, reafirma que Georgia, hoy por hoy, es uno de el principales aliado de Estados Unidos en la zona.
Para Washington el asunto es tan serio que se han planteado sanciones como la expulsión de Rusia del G-8 o la suspensión de acuerdo sobre uso civil de la energía nuclear que reportaría beneficios millonarios a Moscú. Además, los dos candidatos a la Casa Blanca han mostrado posicionamientos muy críticos con las aventuras imperialistas de Medvedev.
Sin embargo, no podemos reducir el enfrentamiento a una disputa entre Rusia y Estados Unidos.
Otros países como el Reino Unido, que mantiene unas relaciones deterioradas con Moscú desde el asesinato de Litvinenko, también se ha mostrado muy duro con Rusia. El Secretario del Foreign Office, David Miliband, visitó Ucrania y reafirmó que la integración de Georgia en la OTAN sigue estando sobre la mesa, mostrando así un claro apoyo a la candidatura del país caucásico.
En el Parlamento Británico se han oído duras propuestas contra Rusia que van desde una política restringida de visados hasta la imposición de sanciones inteligentes.
Incluso el líder de los conservadores, probable primer ministro según las encuestas, David Cameron, afirmó que había que evitar los fines de semana de lujo y compras por Londres de los oligarcas rusos. En esta misma línea también están los países bálticos y de la Europa central y oriental, sobre todo Polonia, que recientemente ha firmado un acuerdo para el establecimiento de un escudo antimisiles en su territorio.
LA CRISIS LLEGA A LA OTAN
En la UE la situación no es mucho mejor. La convocatoria de un Consejo Extraordinario no se producía desde los atentados del 11-S.
Países que tradicionalmente han tenido una actitud más cercana con Rusia han adoptado una posición mucho más crítica. Las declaraciones de Francia han sido demoledoras al afirmar que Rusia estaba fuera de la legalidad internacional.
Alemania e Italia parecen ser los países con mayor sintonía con Moscú. A pesar de los intentos de mediación de Merkel con Medvedev, con quien llegó a reunirse en Sochi en plena crisis, su posición ya no es la de abril pasado, cuando vetó la entrada de Georgia en la OTAN.
Si nos fijamos en la OTAN las relaciones con Rusia son aún peores. De hecho, no se estaba en una situación tan mala desde 1995 cuando la Alianza publicó su famoso informe de ampliación.
La declaración de condena del Consejo del Atlántico Norte ha sido muy dura y el propio Secretario General ha acusado a Rusia de violar varias resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU.
Parece que, algunos Estados, admiten de forma velada el error de no haber invitado a Georgia y Ucrania a integrarse en la Alianza en la pasada Cumbre de Bucarest.
A modo de compensación se creará una Comisión OTAN-Georgia como la que ya existe con Ucrania. Respecto del futuro de Georgia en la Alianza, algunos miembros tienen aun una voluntad más firme de integrar a la república caucásica en la OTAN, pero Moscú no va a ponerlo fácil.
El dúo Medvedev-Putin habría amenazado a Occidente con vender el moderno sistema de defensa aérea S-300 a Irán, lo que prácticamente impediría un ataque aéreo en el caso de que Teherán lograra el arma nuclear.
LA DEPENDENCIA ENERGÉTICA DE EUROPA
Otro de los temas de controvertidos es la energía.
Rusia posee una gran capacidad de chantaje ya que es el principal suministrador de gas de Europa del Este y de Alemania. Moscú puede emprender represalias con aquellos países que han sido más críticos con su actuación en Georgia subiendo el precio o cortando directamente el suministro del gas.
Otra herramienta en manos de Rusia es la red de oleoductos del propio Cáucaso. Uno de las motivaciones de la invasión de Georgia fue la desestabilización de la zona para lograr que se utilicen las rutas de gas y petróleo alternativas al BTC, al Bakú-Supsa y al Bakú-Erezum.
Para ello, Gazprom, empresa de la que forma parte Medvedev, ha comprado el oleoducto que une Armenia con Irán lo que le permitiría crear más rutas alternativas a las georgianas.
Sin embargo, no podemos olvidar que la economía de Rusia depende en un 80 por ciento de la venta de hidrocarburos y un empeoramiento de las relaciones con sus clientes conllevaría una reducción de sus beneficios.
Por otro lado, Moscú no ha obtenido el grado de respaldo que esperaba de China y del resto de miembros de la Organización de Cooperación de Shangai (OCS).
La declaración de la organización es muy tibia y evita cualquier pronunciamiento a favor de los movimientos secesionistas, algo que era de esperar pues está en su carta fundacional y la propia China tiene problema en el Tibet y en Xinjiang.
En definitiva, la crisis de Osetia del Sur ha supuesto un duro varapalo internacional para Rusia y para los posicionamientos eslavófilos y orientalistas que parecen defender el nuevo presidente Medvedev y su primer ministro Putin.
El Gobierno ucraniano quiere el ingreso de su país en la Unión Europea, más aún tras la reciente guerra en el Cáucaso. Pero el polvorín político asust
En mi opinión, sólo la estabilidad política y una coalición democrática pueden servir como base al desarrollo en Ucrania. Nuestros dirigentes van a hacer todo lo posible para que vayamos en esa dirección”, declaró la primera ministra ucraniana, Julia Timoshenko.
Sin embargo, la Revolución Naranja, Timoshenko y sus trenzas al frente de los manifestantes en Kiev, quedan hoy lejos en el tiempo. Occidente apoyó, monetaria y moralmente, el cambio político en Ucrania. Pero en Europa no está la cosa para ampliaciones. La UE se dice abierta a un aumento de la cooperación económica. El ingreso del país en la comunidad prefiere postergarse para un futuro sin fecha. Y las palabras de la primera ministra suenan a vacía retórica.
Un sesgo político
Bildunterschrift: Großansicht des Bildes mit der Bildunterschrift: Julia Timoshenko.“Las relaciones bilaterales entre Ucrania y la UE van por buen camino. La economía en Ucrania mejora, se genera crecimiento y poco a poco se está controlando la inflación”, asegura el jefe de la diplomacia europea, Javier Solana, “pero, en lo que a la situación política se refiere, tenemos nuestras dudas: la vida parlamentaria tiene que normalizarse.”
En Ucrania, la jefatura del Gobierno y la jefatura del Estado, es decir, Timoshenko y su antiguo aliado, el presidente Victor Yushchenko, se mantienen en situación de crisis constante. Y si entre los “occidentalistas” las posturas divergen, éstos y las fuerzas pro rusas libran un enfrentamiento que sesga al país en dos grupos de intereses irreconciliables, pese a la imagen de unidad contra el dominio moscovita que se trata de exportar.
Bildunterschrift: Großansicht des Bildes mit der Bildunterschrift: Victor Yushhenko.“La UE puede esgrimir todas las dudas que quiera, pero yo creo que el principal motivo es el miedo a Rusia. Otorgar a Ucrania la perspectiva de una posible entrada en la UE, de un acercamiento a Occidente, no agrada precisamente a Moscú. Y eso genera, como es natural, temores en algunos países comunitarios”, dice Amanda Akçakoca, experta en Ucrania del Centro de Política Europea de Bruselas.
Después del Cáucaso
Sobre todo el reciente conflicto en el Cáucaso empuja a los mandatarios de Kiev a buscar cobijo en los brazos de la UE. Ucrania teme que el Kremlin pudiera proceder en Crimea como acaba de hacerlo en Abjazia y Osetia del Sur. Similitudes no faltan.
Bildunterschrift: Großansicht des Bildes mit der Bildunterschrift: Buques rusos en Crimea.En la península de Crimea, a orillas del Mar Negro, se sitúa un puerto de estratégica importancia para la Marina rusa: Sebastopol. Oficialmente Sebastopol es territorio ucraniano, pero las raíces del 80% de la población se extienden aquí hasta Rusia. Ucrania se queja de que Moscú lleva años, como ya lo hizo en las provincias separatistas georgianas, repartiendo en Crimea pasaportes rusos.
Al igual que en Georgia, la tendencia pro occidental del Gobierno ucraniano no gusta en el Kremlin. Las rencillas de baja intensidad y los pequeños sabotajes se repiten como manifestación del descontento moscovita. Cuando las tropas rusas traspasaron la frontera con Georgia, Ucrania se solidarizó con Tiblisi y trató de presionar a Moscú vía Sebastopol. Ahora dice Kiev que quiere repensarse el tratado por el que permite a los buques de guerra rusos anclar en sus embarcaderos, y las consecuencias del replanteamiento son imprevisibles.
“Espero que la crisis del Cáucaso anime a la UE a profundizar sus relaciones con Ucrania, y quizás incluso se le plantee la posibilidad de un ingreso en la UE. Ucrania es un país que se encuentra a medio camino entre Occidente y Rusia. Una señal de Occidente, especialmente de la UE, sería importante para que no caiga de nuevo en el ámbito de influencia de Moscú. La última crisis de Gobierno demuestra que esto aún es posible”, comenta Akçakoca.
Desde 2005 existe un plan de acción entre la UE y Ucrania destinado alinear al país política y jurídicamente, y también con vistas al respeto de los derechos humanos, con los estándares comunitarios. En 2007 se empezó a negociar el siguiente paso, principalmente económico, que prevé una asociación en el ámbito de la energía y el establecimiento de una zona de libre comercio. Seguramente sea en los segundos aspectos, más que en los primeros, en los que la UE incida esta tarde en París.
Sin embargo, la Revolución Naranja, Timoshenko y sus trenzas al frente de los manifestantes en Kiev, quedan hoy lejos en el tiempo. Occidente apoyó, monetaria y moralmente, el cambio político en Ucrania. Pero en Europa no está la cosa para ampliaciones. La UE se dice abierta a un aumento de la cooperación económica. El ingreso del país en la comunidad prefiere postergarse para un futuro sin fecha. Y las palabras de la primera ministra suenan a vacía retórica.
Un sesgo político
Bildunterschrift: Großansicht des Bildes mit der Bildunterschrift: Julia Timoshenko.“Las relaciones bilaterales entre Ucrania y la UE van por buen camino. La economía en Ucrania mejora, se genera crecimiento y poco a poco se está controlando la inflación”, asegura el jefe de la diplomacia europea, Javier Solana, “pero, en lo que a la situación política se refiere, tenemos nuestras dudas: la vida parlamentaria tiene que normalizarse.”
En Ucrania, la jefatura del Gobierno y la jefatura del Estado, es decir, Timoshenko y su antiguo aliado, el presidente Victor Yushchenko, se mantienen en situación de crisis constante. Y si entre los “occidentalistas” las posturas divergen, éstos y las fuerzas pro rusas libran un enfrentamiento que sesga al país en dos grupos de intereses irreconciliables, pese a la imagen de unidad contra el dominio moscovita que se trata de exportar.
Bildunterschrift: Großansicht des Bildes mit der Bildunterschrift: Victor Yushhenko.“La UE puede esgrimir todas las dudas que quiera, pero yo creo que el principal motivo es el miedo a Rusia. Otorgar a Ucrania la perspectiva de una posible entrada en la UE, de un acercamiento a Occidente, no agrada precisamente a Moscú. Y eso genera, como es natural, temores en algunos países comunitarios”, dice Amanda Akçakoca, experta en Ucrania del Centro de Política Europea de Bruselas.
Después del Cáucaso
Sobre todo el reciente conflicto en el Cáucaso empuja a los mandatarios de Kiev a buscar cobijo en los brazos de la UE. Ucrania teme que el Kremlin pudiera proceder en Crimea como acaba de hacerlo en Abjazia y Osetia del Sur. Similitudes no faltan.
Bildunterschrift: Großansicht des Bildes mit der Bildunterschrift: Buques rusos en Crimea.En la península de Crimea, a orillas del Mar Negro, se sitúa un puerto de estratégica importancia para la Marina rusa: Sebastopol. Oficialmente Sebastopol es territorio ucraniano, pero las raíces del 80% de la población se extienden aquí hasta Rusia. Ucrania se queja de que Moscú lleva años, como ya lo hizo en las provincias separatistas georgianas, repartiendo en Crimea pasaportes rusos.
Al igual que en Georgia, la tendencia pro occidental del Gobierno ucraniano no gusta en el Kremlin. Las rencillas de baja intensidad y los pequeños sabotajes se repiten como manifestación del descontento moscovita. Cuando las tropas rusas traspasaron la frontera con Georgia, Ucrania se solidarizó con Tiblisi y trató de presionar a Moscú vía Sebastopol. Ahora dice Kiev que quiere repensarse el tratado por el que permite a los buques de guerra rusos anclar en sus embarcaderos, y las consecuencias del replanteamiento son imprevisibles.
“Espero que la crisis del Cáucaso anime a la UE a profundizar sus relaciones con Ucrania, y quizás incluso se le plantee la posibilidad de un ingreso en la UE. Ucrania es un país que se encuentra a medio camino entre Occidente y Rusia. Una señal de Occidente, especialmente de la UE, sería importante para que no caiga de nuevo en el ámbito de influencia de Moscú. La última crisis de Gobierno demuestra que esto aún es posible”, comenta Akçakoca.
Desde 2005 existe un plan de acción entre la UE y Ucrania destinado alinear al país política y jurídicamente, y también con vistas al respeto de los derechos humanos, con los estándares comunitarios. En 2007 se empezó a negociar el siguiente paso, principalmente económico, que prevé una asociación en el ámbito de la energía y el establecimiento de una zona de libre comercio. Seguramente sea en los segundos aspectos, más que en los primeros, en los que la UE incida esta tarde en París.
Rusia "violó" la frontera de Georgia, insiste vicepresidente de EEUU
El vicepresidente de Estados Unidos, Dick Cheney, condenó de nuevo el martes las "acciones militares" de Rusia y la acusó de haber "violado" la frontera de Georgia, en una declaración a la prensa en Roma, junto al jefe del gobierno italiano, Silvio Berlusconi.
"La comunidad internacional deplora unánimamente las acciones militares de Rusia y condena los intentos unilaterales e ilegítimos de modificar las fronteras de Georgia por las armas", indicó Cheney al término de una entrevista con Berlusconi.
Cheney acusó a Rusia de haber "violado la frontera georgiana".
Rusia intervino militarmente en la provincia separatista georgiana de Osetia del sur el último 8 de agosto, en respuesta a una fracasada tentativa de Georgia de recuperar su control.
El martes estableció relaciones diplomáticas con ese territorio, así como con la otra región separatista georgiana de Abjasia, y anunció que las tropas rusas se quedarían allí por "mucho tiempo".
El vicepresidente de Estados Unidos subrayó que "la frontera oeste de Rusia jamás estuvo tan segura como hoy en día" como resultado del "éxito en Europa del establecimiento de democracias prósperas", "involucradas en la paz y que no amenazan a nadie".
"Italia es una gran nación y excelente aliada de Estados Unidos. Nuestros lazos jamás fueron tan fuertes", agregó Cheney, que también calificó a Berlusconi de "buen amigo" de Estados Unidos.
Dick Cheney terminó en Roma una gira que lo llevó a Azerbaiyán, Georgia y Ucrania, con el objetivo de tranquilizar a los aliados de Washington en la región.
"La comunidad internacional deplora unánimamente las acciones militares de Rusia y condena los intentos unilaterales e ilegítimos de modificar las fronteras de Georgia por las armas", indicó Cheney al término de una entrevista con Berlusconi.
Cheney acusó a Rusia de haber "violado la frontera georgiana".
Rusia intervino militarmente en la provincia separatista georgiana de Osetia del sur el último 8 de agosto, en respuesta a una fracasada tentativa de Georgia de recuperar su control.
El martes estableció relaciones diplomáticas con ese territorio, así como con la otra región separatista georgiana de Abjasia, y anunció que las tropas rusas se quedarían allí por "mucho tiempo".
El vicepresidente de Estados Unidos subrayó que "la frontera oeste de Rusia jamás estuvo tan segura como hoy en día" como resultado del "éxito en Europa del establecimiento de democracias prósperas", "involucradas en la paz y que no amenazan a nadie".
"Italia es una gran nación y excelente aliada de Estados Unidos. Nuestros lazos jamás fueron tan fuertes", agregó Cheney, que también calificó a Berlusconi de "buen amigo" de Estados Unidos.
Dick Cheney terminó en Roma una gira que lo llevó a Azerbaiyán, Georgia y Ucrania, con el objetivo de tranquilizar a los aliados de Washington en la región.
La UE y Ucrania, preocupadas por el impacto regional de la crisis en Georgia
La Unión Europea (UE) y Ucrania se declararon hoy 'gravemente preocupadas' por la crisis de Georgia y su impacto en toda la región, así como por la 'reacción desproporcionada' de Rusia en el conflicto.'Este tipo de acciones militares ni son una solución ni son aceptables', aseguraron en una declaración conjunta de la cumbre bilateral UE-Ucrania, celebrada hoy en París.Sobre el impacto en Ucrania del conflicto en su vecino del sur, el presidente francés y de turno de la UE, Nicolas Sarkozy, dejó claro en rueda de prensa que para los Veintisiete la integridad territorial de la república 'no es negociable'.Sarkozy dijo que, de todos modos, tras su viaje de ayer a Moscú, 'nada' le hace pensar que 'esto pueda llegar a ser un problema'.No obstante, dio su apoyo 'firme y sólido' a la soberanía de Ucrania en sus declaraciones iniciales y después, a preguntas de los periodistas, recalcó de nuevo que para la UE 'la integridad territorial de Ucrania no es negociable'.En su declaración sobre el conflicto de Georgia, la UE y Ucrania 'deploran' la pérdida de vidas humanas, el sufrimiento causado a la población civil, los desplazados y los refugiados, así como las 'considerables pérdidas materiales'.En este sentido, ambas partes se comprometen a tomar 'parte activa' en el refuerzo de la cooperación regional.Asimismo, afirman que contribuirán 'activamente' en la puesta en marcha completa del acuerdo de seis puntos para un alto el fuego, para el restablecimiento de una paz duradera en Georgia, y a favor de la reconstrucción de las zonas más afectadas.A su juicio, toda solución pacífica y duradera del conflicto de Georgia 'debe estar fundado en el pleno respeto a los principios de independencia, soberanía e integridad territorial'.Subrayan, además, que 'cada Estado en Europa tiene derecho a determinar libremente su política extranjera y sus alianzas, en el respeto del derecho internacional y los principios de buena vecindad y de cooperación pacífica'.
La UE y Ucrania, preocupadas por el impacto regional de la crisis en Georgia
La Unión Europea (UE) y Ucrania se declararon hoy 'gravemente preocupadas' por la crisis de Georgia y su impacto en toda la región, así como por la 'reacción desproporcionada' de Rusia en el conflicto.'Este tipo de acciones militares ni son una solución ni son aceptables', aseguraron en una declaración conjunta de la cumbre bilateral UE-Ucrania, celebrada hoy en París.Sobre el impacto en Ucrania del conflicto en su vecino del sur, el presidente francés y de turno de la UE, Nicolas Sarkozy, dejó claro en rueda de prensa que para los Veintisiete la integridad territorial de la república 'no es negociable'.Sarkozy dijo que, de todos modos, tras su viaje de ayer a Moscú, 'nada' le hace pensar que 'esto pueda llegar a ser un problema'.No obstante, dio su apoyo 'firme y sólido' a la soberanía de Ucrania en sus declaraciones iniciales y después, a preguntas de los periodistas, recalcó de nuevo que para la UE 'la integridad territorial de Ucrania no es negociable'.En su declaración sobre el conflicto de Georgia, la UE y Ucrania 'deploran' la pérdida de vidas humanas, el sufrimiento causado a la población civil, los desplazados y los refugiados, así como las 'considerables pérdidas materiales'.En este sentido, ambas partes se comprometen a tomar 'parte activa' en el refuerzo de la cooperación regional.Asimismo, afirman que contribuirán 'activamente' en la puesta en marcha completa del acuerdo de seis puntos para un alto el fuego, para el restablecimiento de una paz duradera en Georgia, y a favor de la reconstrucción de las zonas más afectadas.A su juicio, toda solución pacífica y duradera del conflicto de Georgia 'debe estar fundado en el pleno respeto a los principios de independencia, soberanía e integridad territorial'.Subrayan, además, que 'cada Estado en Europa tiene derecho a determinar libremente su política extranjera y sus alianzas, en el respeto del derecho internacional y los principios de buena vecindad y de cooperación pacífica'.
La UE y Ucrania, preocupadas por el impacto regional de la crisis en Georgia
La Unión Europea (UE) y Ucrania se declararon hoy 'gravemente preocupadas' por la crisis de Georgia y su impacto en toda la región, así como por la 'reacción desproporcionada' de Rusia en el conflicto.'Este tipo de acciones militares ni son una solución ni son aceptables', aseguraron en una declaración conjunta de la cumbre bilateral UE-Ucrania, celebrada hoy en París.Sobre el impacto en Ucrania del conflicto en su vecino del sur, el presidente francés y de turno de la UE, Nicolas Sarkozy, dejó claro en rueda de prensa que para los Veintisiete la integridad territorial de la república 'no es negociable'.Sarkozy dijo que, de todos modos, tras su viaje de ayer a Moscú, 'nada' le hace pensar que 'esto pueda llegar a ser un problema'.No obstante, dio su apoyo 'firme y sólido' a la soberanía de Ucrania en sus declaraciones iniciales y después, a preguntas de los periodistas, recalcó de nuevo que para la UE 'la integridad territorial de Ucrania no es negociable'.En su declaración sobre el conflicto de Georgia, la UE y Ucrania 'deploran' la pérdida de vidas humanas, el sufrimiento causado a la población civil, los desplazados y los refugiados, así como las 'considerables pérdidas materiales'.En este sentido, ambas partes se comprometen a tomar 'parte activa' en el refuerzo de la cooperación regional.Asimismo, afirman que contribuirán 'activamente' en la puesta en marcha completa del acuerdo de seis puntos para un alto el fuego, para el restablecimiento de una paz duradera en Georgia, y a favor de la reconstrucción de las zonas más afectadas.A su juicio, toda solución pacífica y duradera del conflicto de Georgia 'debe estar fundado en el pleno respeto a los principios de independencia, soberanía e integridad territorial'.Subrayan, además, que 'cada Estado en Europa tiene derecho a determinar libremente su política extranjera y sus alianzas, en el respeto del derecho internacional y los principios de buena vecindad y de cooperación pacífica'.
La UE y Ucrania, preocupadas por el impacto regional de la crisis en Georgia
La Unión Europea (UE) y Ucrania se declararon hoy 'gravemente preocupadas' por la crisis de Georgia y su impacto en toda la región, así como por la 'reacción desproporcionada' de Rusia en el conflicto.'Este tipo de acciones militares ni son una solución ni son aceptables', aseguraron en una declaración conjunta de la cumbre bilateral UE-Ucrania, celebrada hoy en París.Sobre el impacto en Ucrania del conflicto en su vecino del sur, el presidente francés y de turno de la UE, Nicolas Sarkozy, dejó claro en rueda de prensa que para los Veintisiete la integridad territorial de la república 'no es negociable'.Sarkozy dijo que, de todos modos, tras su viaje de ayer a Moscú, 'nada' le hace pensar que 'esto pueda llegar a ser un problema'.No obstante, dio su apoyo 'firme y sólido' a la soberanía de Ucrania en sus declaraciones iniciales y después, a preguntas de los periodistas, recalcó de nuevo que para la UE 'la integridad territorial de Ucrania no es negociable'.En su declaración sobre el conflicto de Georgia, la UE y Ucrania 'deploran' la pérdida de vidas humanas, el sufrimiento causado a la población civil, los desplazados y los refugiados, así como las 'considerables pérdidas materiales'.En este sentido, ambas partes se comprometen a tomar 'parte activa' en el refuerzo de la cooperación regional.Asimismo, afirman que contribuirán 'activamente' en la puesta en marcha completa del acuerdo de seis puntos para un alto el fuego, para el restablecimiento de una paz duradera en Georgia, y a favor de la reconstrucción de las zonas más afectadas.A su juicio, toda solución pacífica y duradera del conflicto de Georgia 'debe estar fundado en el pleno respeto a los principios de independencia, soberanía e integridad territorial'.Subrayan, además, que 'cada Estado en Europa tiene derecho a determinar libremente su política extranjera y sus alianzas, en el respeto del derecho internacional y los principios de buena vecindad y de cooperación pacífica'.
La UE y Ucrania, preocupadas por el impacto regional de la crisis en Georgia
La Unión Europea (UE) y Ucrania se declararon hoy 'gravemente preocupadas' por la crisis de Georgia y su impacto en toda la región, así como por la 'reacción desproporcionada' de Rusia en el conflicto.'Este tipo de acciones militares ni son una solución ni son aceptables', aseguraron en una declaración conjunta de la cumbre bilateral UE-Ucrania, celebrada hoy en París.Sobre el impacto en Ucrania del conflicto en su vecino del sur, el presidente francés y de turno de la UE, Nicolas Sarkozy, dejó claro en rueda de prensa que para los Veintisiete la integridad territorial de la república 'no es negociable'.Sarkozy dijo que, de todos modos, tras su viaje de ayer a Moscú, 'nada' le hace pensar que 'esto pueda llegar a ser un problema'.No obstante, dio su apoyo 'firme y sólido' a la soberanía de Ucrania en sus declaraciones iniciales y después, a preguntas de los periodistas, recalcó de nuevo que para la UE 'la integridad territorial de Ucrania no es negociable'.En su declaración sobre el conflicto de Georgia, la UE y Ucrania 'deploran' la pérdida de vidas humanas, el sufrimiento causado a la población civil, los desplazados y los refugiados, así como las 'considerables pérdidas materiales'.En este sentido, ambas partes se comprometen a tomar 'parte activa' en el refuerzo de la cooperación regional.Asimismo, afirman que contribuirán 'activamente' en la puesta en marcha completa del acuerdo de seis puntos para un alto el fuego, para el restablecimiento de una paz duradera en Georgia, y a favor de la reconstrucción de las zonas más afectadas.A su juicio, toda solución pacífica y duradera del conflicto de Georgia 'debe estar fundado en el pleno respeto a los principios de independencia, soberanía e integridad territorial'.Subrayan, además, que 'cada Estado en Europa tiene derecho a determinar libremente su política extranjera y sus alianzas, en el respeto del derecho internacional y los principios de buena vecindad y de cooperación pacífica'.
Sarkozy niega que la integridad territorial de Ucrania esté amenazada
París, 9 de septiembre, RIA Novosti. El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, aseguró hoy al término de la cumbre Ucrania-Unión Europea que nada amenaza a la integridad territorial de Ucrania.
"Ya que me lo han preguntado, diré que ayer celebré conversaciones en Moscú y en Tbilisi y no hubo ningún indicio de amenaza a la integridad territorial de Ucrania", expresó el líder francés cuyo país ejerce la presidencia de turno de la Unión Europea.
Entretanto, el presidente ucraniano Víctor Yúschenko declaró que "según muestra el conflicto en Georgia, en la zona del mar Negro no existe un equilibrio necesario para la seguridad".
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, destacó por su parte que "Europa no quiere más 'guerras frías' y cooperará por todos los medios al establecimiento de la paz y seguridad en la región".
"Ya que me lo han preguntado, diré que ayer celebré conversaciones en Moscú y en Tbilisi y no hubo ningún indicio de amenaza a la integridad territorial de Ucrania", expresó el líder francés cuyo país ejerce la presidencia de turno de la Unión Europea.
Entretanto, el presidente ucraniano Víctor Yúschenko declaró que "según muestra el conflicto en Georgia, en la zona del mar Negro no existe un equilibrio necesario para la seguridad".
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, destacó por su parte que "Europa no quiere más 'guerras frías' y cooperará por todos los medios al establecimiento de la paz y seguridad en la región".
Condena Dick Cheney instalación de bases rusas en Osetia del Sur
Esta movilización contradice lo acordado por Moscú con el presidente francés Nicolas Sarkozy y la Unión Europea, ya que se habían comprometido a retirar sus tropas de la zona del conflicto, comentó el vicepresidente de EU
El vicepresidente de Estados Unidos, Dick Cheney, condenó hoy aquí el anuncio del gobierno de Rusia de que establecerá bases militares en Osetia del Sur y Absajia, regiones separatistas georgianas.
"La comunidad internacional está unida al deplorar las acciones militares de Rusia y condenar los tentativos unilaterales e ilegítimos de alterar con las armas las fronteras de Georgia", dijo Cheney.
En declaraciones a la prensa internacional tras mantener una audiencia privada con el primer ministro italiano Silvio Berlusconi, sostuvo el derecho georgiano de ingresar a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Agregó que la comunidad mundial apoya la independencia e integridad territorial de Georgia, además de exigir una solución pacífica a la disputa en curso mediante una mediación objetiva.
Las declaraciones de Cheney tuvieron lugar horas después de que el presidente ruso Dmitri Medvedev anunció su decisión de apostar unos siete mil 600 hombres en Osetia del Sur y Absajia "para evitar futuras agresiones georgianas".
Esta movilización contradice lo acordado por Moscú con el presidente francés Nicolas Sarkozy y la Unión Europea, ya que se habían comprometido a retirar sus tropas de la zona del conflicto.
En el Palacio Chigi, sede del gobierno italiano, Cheney dijo que Ucrania como Georgia tienen derecho de reforzar los vínculos con el occidente y ser parte de la Alianza Atlántica.
"La frontera occidental de Rusia jamás ha sido tan segura como ahora, esta seguridad es el resultado del establecimiento en Europa de democracias prósperas, reunidas en torno a valores compartidos y empeñadas en la paz", apuntó.
Por otro lado, Berlusconi informó haber "ilustrado" al vicepresidente estadunidense las actividades llevadas a cabo para evitar que lo ocurrido en Osetia del Sur pudiera convertirse en un detonador que lleve la situación al tiempo de la "guerra fría".
El vicepresidente de Estados Unidos, Dick Cheney, condenó hoy aquí el anuncio del gobierno de Rusia de que establecerá bases militares en Osetia del Sur y Absajia, regiones separatistas georgianas.
"La comunidad internacional está unida al deplorar las acciones militares de Rusia y condenar los tentativos unilaterales e ilegítimos de alterar con las armas las fronteras de Georgia", dijo Cheney.
En declaraciones a la prensa internacional tras mantener una audiencia privada con el primer ministro italiano Silvio Berlusconi, sostuvo el derecho georgiano de ingresar a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Agregó que la comunidad mundial apoya la independencia e integridad territorial de Georgia, además de exigir una solución pacífica a la disputa en curso mediante una mediación objetiva.
Las declaraciones de Cheney tuvieron lugar horas después de que el presidente ruso Dmitri Medvedev anunció su decisión de apostar unos siete mil 600 hombres en Osetia del Sur y Absajia "para evitar futuras agresiones georgianas".
Esta movilización contradice lo acordado por Moscú con el presidente francés Nicolas Sarkozy y la Unión Europea, ya que se habían comprometido a retirar sus tropas de la zona del conflicto.
En el Palacio Chigi, sede del gobierno italiano, Cheney dijo que Ucrania como Georgia tienen derecho de reforzar los vínculos con el occidente y ser parte de la Alianza Atlántica.
"La frontera occidental de Rusia jamás ha sido tan segura como ahora, esta seguridad es el resultado del establecimiento en Europa de democracias prósperas, reunidas en torno a valores compartidos y empeñadas en la paz", apuntó.
Por otro lado, Berlusconi informó haber "ilustrado" al vicepresidente estadunidense las actividades llevadas a cabo para evitar que lo ocurrido en Osetia del Sur pudiera convertirse en un detonador que lleve la situación al tiempo de la "guerra fría".
(UE) NOMBRA A UCRANIA "PAIS EUROPEO"; NO GARANTIZA INTEGRACION
PARIS, Septiembre. 9.- La Unión Europea (UE) reconoció a Ucrania como "un país europeo que comparte historia y valores con países de la UE" y le ofreció un Acuerdo de Asociación, aunque no garantizó su integración al bloque.
Víctor Yúshenko, presidente de Ucrania, afirmó que el acuerdo es un éxito ya que los países que fueron reconocidos terminaron por formar parte de la UE o se encuentran en vías de integración.
Por su parte, Nicolas Sarkozy, presidente en turno de la UE, aseguró que no se pudo ofrecer más a Ucrania por la situación interna que enfrenta, como la posibilidad de una coalición del partido pro ruso para quitar a Yúshenko en las futuras elecciones presidenciales, e incluso, que éstas se adelanten debido a las tensiones.
La cumbre se realizó después de los conflictos entre Rusia y Georgia; analistas consideran que la UE ofreció el Acuerdo de Asociación para poder influir en la zona de conflicto y tratar con Rusia de manera diplomática.
La influencia rusa en la zona, particularmente en Crimea, es la razón por la que Alemania, Italia y los países del Benelux (Bélgica, Países Bajos y Luxemburgo) se oponen a la integración de Ucrania, contrario al Reino Unido que respalda toda ampliación posible.
Víctor Yúshenko, presidente de Ucrania, afirmó que el acuerdo es un éxito ya que los países que fueron reconocidos terminaron por formar parte de la UE o se encuentran en vías de integración.
Por su parte, Nicolas Sarkozy, presidente en turno de la UE, aseguró que no se pudo ofrecer más a Ucrania por la situación interna que enfrenta, como la posibilidad de una coalición del partido pro ruso para quitar a Yúshenko en las futuras elecciones presidenciales, e incluso, que éstas se adelanten debido a las tensiones.
La cumbre se realizó después de los conflictos entre Rusia y Georgia; analistas consideran que la UE ofreció el Acuerdo de Asociación para poder influir en la zona de conflicto y tratar con Rusia de manera diplomática.
La influencia rusa en la zona, particularmente en Crimea, es la razón por la que Alemania, Italia y los países del Benelux (Bélgica, Países Bajos y Luxemburgo) se oponen a la integración de Ucrania, contrario al Reino Unido que respalda toda ampliación posible.
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