martes, 15 de junio de 2010

La UE y Ucrania logran "avances" para la liberalización de los visados

Bruselas, 15 jun (EFE).- La alta representante de la Unión Europea (UE), Catherine Ashton, ha afirmado que ha habido "buenos avances" para la liberalización de los visados con Ucrania, tras la reunión que mantuvo hoy con el primer ministro de este país, Nikolái Azárov.
Tanto Ashton como el dirigente ucraniano destacaron los progresos en este ámbito, aunque no pudieron establecer un calendario concreto para la aplicación de esta medida, en una rueda de prensa que tuvo lugar tras la reunión del Consejo de Cooperación UE-Ucrania celebrado hoy en Luxemburgo.
Azárov admitió que la ex república soviética "aún debe progresar" durante 2010 para aplicar "el plan de acción concreto" que permita la supresión de los visados para los ciudadanos de este país que quieran viajar a la UE, y viceversa.
Esta medida es uno de los pasos que favorecerá la convergencia de Ucrania con la Unión Europea en el ámbito administrativo, y que deberá estar acompañada de reformas democráticas y económicas, destacó Ashton.
La responsable comunitaria de Exteriores calificó de "vital" que Ucrania "continúe consolidando su desarrollo democrático", a través de acciones concretas como "asegurar la libertad de los medios o introducir reformas judiciales.
En este sentido, Azárov afirmó que el Ejecutivo ucraniano "no faltará a su compromiso" de poner en marcha todas las disposiciones de la constitución de este país que protegen la libertad de expresión.
Asimismo, Asthon subrayó la disposición de la UE a "acompañar a Ucrania en sus esfuerzos" para superar el impacto de la crisis económica.
Recordó que los Veintisiete preparan un plan de ayuda de 5.700 millones de euros para apoyar las reformas políticas y económica en sus países vecinos entre 2011 y 2013, entre ellos Ucrania.
La alta representante europea también recalcó la intención de la UE de "colaborar" en la modernización de las infraestructuras de gas de Ucrania, aunque no precisó en qué términos.
Todos estos asuntos se tratarán en una nueva reunión que el primer ministro ucraniano mantendrá el próximo día 25 en Bruselas con el comisario europeo de Vecindad, Stefan Füle.

Ucrania dispuesta a cooperar con Rusia y Kazajstán

Ucrania está dispuesta a cooperar estrechamente con Rusia y Kazajstán en materia de uranio –ha declarado el presidente ucraniano Víctor Yanukóvich por el canal Inter de la televisión ucraniana. Según el mandatario, ya tienen lugar negociaciones sobre el particular. Kazajstán ya es accionista de la fábrica de la ciudad rusa de Angarsk. Kíev, según Yanukóvich, está dispuesta a ser la tercera parte de institutores y copropietarios de la fábrica de Angarsk, porque precisamente esta empresa por ahora suministrará combustible nuclear a Ucrania. Por lo que se refiere a la construcción de una fábrica similar en territorio de la propia Ucrania, tal proyecto también puede ser realizado en orden trilateral.

Veranos de solidaridad

Desde hace cuatro años, Ibrahin se escapa cada verano del sofocante calor de los campamentos de refugiados saharuis en Tinduf (Argelia), que en julio y agosto llega hasta los 55 grados. Tiene 11 años y este próximo verano tendrá su última oportunidad de bañarse en las playas de San Sebastián dentro de los programas de acogida a niños saharauis, que se extienden hasta los 12 años.

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Euskadi acoge este año a 1.379 menores de Rusia, Ucrania, Bielorrusia y Tinduf

Mariana vive en Ivankiv (Ucrania), a 50 kilómetros de la central nuclear de Chernóbil. Esta menor de 12 años no sabía qué era tomarse un vaso leche sin la amenaza de la contaminación radiactiva hasta que llegó al País Vasco hace seis años. "A estos niños les gusta adaptarse a la vida que hacemos. Desde el principio les sorprende la variedad de comida y la abundancia. A la niña que acojo, lo que más le gusta es el chocolate", cuenta Ainhoa Cajaraville, la madre de acogida de Mariana. Durante su estancia, la joven ucraniana mejorará su salud y ganará defensas de cara al invierno.

Mariana e Ibrahin son dos de los 1.379 niños de Ucrania, Rusia, Bielorrusia y los campamentos de Tinduf que compartirán este año sus vidas con familias vascas de acogida. Ambos repiten experiencia, pero para otros muchos chavales será la primera vez que se separen de sus familias o, en algunos casos, que salgan del orfanato.

Los programas de acogida puestos en marcha en Euskadi, cada vez más demandados en una de las comunidades autónomas más solidarias, permiten a estos menores disfrutar de unas vacaciones, seguir tratamientos médicos o simplemente convivir con otras familias de una cultura distinta.

No sólo ganan los acogidos. Las familias reconocen que el enriquecimiento es mutuo, aunque la primera vez no sea fácil. "El primer año es el más complicado por la barrera del idioma y el miedo a no hacerlo bien. La aclimatación es mutua, pero es una experiencia maravillosa y no me imagino un verano sin la niña ucraniana que traemos desde hace cuatro años", explica Pablo Ibarreta, presidente de Chernobilen Lagunak.

Esta ONG trabaja en colaboración con el centro social Doviria en Ivankiv y se hace cargo todos los años de un máximo de 50 niños, aunque esta vez esa cifra se reducirá a 40. A diferencia de otras ONG, Chernobilen Lagunak tramita la acogida de menores desde seis hasta 18 años -sin cumplir- que viven con sus familias y no en orfanatos. Los gastos de sus viajes se sufragan con las ayudas públicas que recibe la asociación y las aportaciones de sus miembros.

El caso de María Gomara rompe con el esquema tradicional de la acogida. Soltera, de 38 años y sin hijos, le encantan los niños. Desde hace siete años se encarga de pequeños saharauis que pasan el verano con ella. Reconoce que sin la ayuda de su madre no podría hacerlo. Este verano volverá Ibrahin, el rey de la casa. "Cuando llegan están emocionados por bañarse, comer y jugar en la calle con el balón. Con cualquier cosa son felices, pero a los dos meses ya desean volver con sus padres", indica Gomara, que ha viajado cuatro veces a los campamentos de Tinduf para conocer a los familiares de los chicos de los que se ha hecho cargo.

Ainitze Blanco y Juan Lechuga son primerizos en esta materia. Tienen tres hijos y están pendientes de la entrevista con una psicóloga para que les confirmen la identidad de la niña saharaui a la que recibirán. Son profesores y su disponibilidad de tiempo en verano no ha sido su único motivo para decidirse: "Queríamos que nuestros hijos conocieran otras culturas y vieran cómo viven otros niños. Nuestras dos hijas mayores están encantadas con la idea e incluso están aprendiendo algunas palabras en saharaui, aunque los niños son como esponjas y aprenden rápido". En Tinduf o en Ivankiv más de un pequeño juega y habla en euskera o castellano.

sábado, 12 de junio de 2010

Exposición en el Cervantes de Damasco sobre Raphael

El Instituto Cervantes de Damasco dedica una exposición a Raphael, del 13 al 17 de junio, mediante la documentación aportada por Tatiana Orlova, una fan ucraniana del cantante residente en Siria. Tatiana se enamoró con quince años del artista y ahora ha decidido homenajearle con esta exhibición. La voz de Raphael cautivó a Tatiana al asistir en Kiev (Ucrania) a la proyección de Digan lo que digan en 1971, lo que terminó convirtiendo el repertorio del cantante en la banda sonora de ella y de su familia. Durante casi cuarenta años, Tatiana ha recopilado imágenes del cantante, sus discos y reportajes en revistas sobre el artista, que, junto con el material enviado por otros seguidores, componen la muestra de la capital siria. Tatiana señala que para muchos rusos Raphael fue un impulso para acercarse a la lengua y la cultura española. Su irrupción en la URSS hizo que los alumnos matriculados en español en la Universidad de Moscú aumentaran un 60 por ciento, como reconoció esa institución académica con la concesión de un diploma a Raphael. ...

La vida extrema

"Las frases verdaderas están siempre relacionadas con una herida profunda", dice en una entrevista Herta Müller. La Nobel recrea las vivencias de los rumanos de origen alemán deportados a Ucrania en 1945, entre ellos, su madre y el poeta Oskar Pastior.

Por la puerta de la señorial torre modernista de la Literaturhaus en el centro de Berlín entra una mujer de apariencia frágil, envuelta en amplios ropajes negros. Las facciones duras, nobles, sin edad, le confieren una belleza singular, como de condesa transilvana. Su figura menuda y sumamente discreta pasa inadvertida entre la clientela igualmente discreta del café; solo alguna ceja se alza en respetuosa señal de reconocimiento. Herta Müller (Nitzkydorf, 1953, Rumania, premio Nobel de Literatura 2009) se acerca con el andar de una persona tímida. Habla con voz baja, si bien firme, y con este ligero acento de los rumanos de habla alemana que conservaron durante siete siglos su idioma y sus costumbres del sur de Alemania en esa Rumania multiétnica donde convivieron rumanos, húngaros, judíos, gitanos y búlgaros. Se confiesa agotada por los compromisos que le acarrea el Nobel, aunque sus ojos claros y vivos, la mirada directa, dan fe de una inusual fuerza vital. Sin esta energía tal vez no hubiese logrado abandonar su Rumania natal, todavía en plena dictadura del conducator Nicolae Ceausescu. No hubiese soportado las represalias por negarse a colaborar con la Seguritate, la vigilancia, los interrogatorios, la censura. Ahora lleva un cuarto de siglo viviendo en Alemania, país donde publicó en 1984 su primer libro no censurado, En tierras bajas. Ahora publica en España su última novela, Todo lo que tengo lo llevo conmigo (Siruela).

"Nadie hablaba voluntariamente de aquello. Fue Oskar Pastior el primero en hablarme abiertamente"

"Ver la amplitud, el gran espacio vacío de la estepa, fue fundamental para imaginarme un escenario"

PREGUNTA. Dos meses antes del fallo del Premio Nobel publicó usted esta novela sobre la deportación de los alemanes de Rumania a campos de trabajo rusos en 1945. ¿Por qué eligió este tema que ha sido silenciado tanto tiempo en Rumania?

RESPUESTA. El tema me ha rondado por la cabeza durante muchos años, pues mi madre fue uno de los deportados, y me he criado con el silencio angustioso en que estaba envuelto, las alusiones veladas, la intuición del sufrimiento que había detrás. En Rumania esto era un tema tabú -y sigue sin ser investigado a fondo- porque evocaba el recuerdo del pasado fascista. A la gente no le gustaba que le recordasen que el Gobierno de Antonescu fue fiel aliado de Hitler. Solo porque el Ejército ruso invadió el país en agosto de 1944 y lo derrocó se produjo en Rumania el súbito cambio de régimen. Todos los soldados rumanos habían participado en las campañas hitlerianas de destrucción de la Unión Soviética, pero, en enero de 1945 -todavía meses antes de que terminara la guerra-, solo los miembros de la minoría alemana fueron enviados a Ucrania para trabajos forzados de reconstrucción. Fueron deportados en nombre de la culpa colectiva, en concepto de trabajos de reparación. Cercan de 100.000 rumanos de origen alemán fueron transportados en vagones de ganado hacia el Este. No sabían adónde los llevaban y, una vez allí, ignoraban cuánto tiempo debían permanecer en los campos de trabajo. Al final fueron cinco años, que pasaron en condiciones inimaginables. Realizaron trabajos extremadamente duros en minas de carbón, en la construcción y en los koljós, las granjas colectivas. No había comida, muchos murieron de hambre. No tenían con qué resistir el frío, la gente trabajaba a la intemperie y moría congelada. Sufrieron todo tipo de infecciones y enfermedades a causa de las terribles condiciones sanitarias y la mayoría de los que sobrevivieron volvieron mutilados o con enfermedades crónicas.

P. ¿Su madre habló con usted de su experiencia?

R. Nadie hablaba voluntariamente de aquello. De mi madre oía desde niña frases como: "El viento es más frío que la nieve", o "una patata caliente es como una cama caliente", o "la sed es peor que el hambre", que metí directamente en la novela. Pero en un momento dado, en el año 2001, me di cuenta de que quedaba cada vez menos gente que me pudiera hablar de lo que le pasó allí. Que cada vez era más difícil acceder a testimonios directos, pues mi madre, que había mantenido contacto con algunos de los deportados en nuestro pueblo después de marcharse a Alemania, me informaba sobre la desaparición de cada vez más conocidos y familiares. Yo siempre me había interesado por este tema, he escrito bastante sobre ello, tanto ensayo como ficción. En todos mis libros anteriores sale, si bien solo de forma secundaria. En Alemania se ha llevado a cabo una larga concienciación histórica, en relación con el fascismo y la guerra, pero en los antiguos países del Este, como Rumania, Hungría o Bulgaria, queda todavía mucho por hacer. Por eso empecé a hacer entrevistas a los supervivientes, viajé a Rumania, a mi pueblo, y hablé con gente que conocía. Sin embargo, no saqué mucho en limpio. Fue Oskar Pastior, el poeta rumano-alemán afincado en Alemania, el primero en hablarme abiertamente. Después, miré en el cementerio de Timisoara la placa dedicada a la memoria de los muertos en los campos de trabajo, que han colocado finalmente, y me apunté nombres que puse a los personajes de la novela, revestidos de las historias que él me había contado.

P. ¿O sea que Oskar Pastior (1927- 2006), que es el álter ego del protagonista, Leo Auberg, no figuraba como punto de partida de su novela?

R. No, había empezado a trabajar en ella antes. Y aunque sabía que él había sido deportado, no me había atrevido a preguntarle. Le tenía una admiración y un respeto enormes, era un gran poeta, un personaje demasiado venerado. No concebía que él se iba a abrir ante mí. Yo era una amiga, pero de otra generación, ¿cómo iba a compartir conmigo sus recuerdos dolorosos? Pero lo curioso fue que cuando le expliqué mi proyecto le gustó. Parecía que tenía no solo ganas, sino necesidad de hablar de esta parte de su vida que había silenciado tantos años. Y así empezó a contarme cosas que yo apuntaba en cuadernos. Llegué a llenar cuatro cuadernos hasta su muerte repentina. Fue algo completamente inesperado. Era mayor, tenía 78 años, pero estaba bien. Y muy ilusionado con el libro porque habíamos acordado escribir la novela a cuatro manos. Existían ya unas treinta páginas.

P. ¿Y qué hizo usted entonces?

R. Primero no hice nada. Estaba paralizada por el dolor de la pérdida, no podía escribir. Había sido un gran amigo, una persona extraordinaria, y durante casi un año estuve de duelo. Después retomé los cuadernos y decidí seguir adelante con la novela por mi cuenta, también en homenaje al amigo.

P. Llama la atención el conocimiento de los lugares y la recreación de las sensaciones físicas: sobre todo, el hambre, pero también el calor, el frío, el agotamiento... La ambientación de la mina, del campo de trabajo, el paisaje y las condiciones climáticas poseen un verismo increíble. ¿Cómo se hizo con esa información?

R. Para empezar, leí muchísima documentación histórica. Existe toda una literatura sobre los distintos tipos de campos de internamiento rusos, sobre los gulags, los campos de trabajo, etcétera, aparte de los clásicos de Solzhenitsin o Shalámov. De gran ayuda fue también un viaje que hice con Pastior a Ucrania, a la cuenca del Donéts, para visitar los sitios de su cautiverio. No quedaba nada de los barracones del campo, pero sí estaban las minas. Y, sobre todo, ver la amplitud del horizonte, el gran espacio vacío de la estepa, fue fundamental para imaginarme un escenario. Además, disponía, naturalmente, de los apuntes de las largas conversaciones con Pastior, que era de un detallismo tremendo. Se acordaba de todo, y, por cierto, disponía de una mente y de un lenguaje para transmitirlo. Solo un intelectual es capaz de analizar y poner en palabras vivencias tan extremas. A otra persona, que no dispone del instrumento mental y verbal adecuado, simplemente le supera. Oskar Pastior era poeta y había creado un lenguaje para su experiencia. El "ángel del hambre", esa especie de monstruo de la inanición que en la novela acompaña a los deportados a todas partes, es de él. También la "pala del corazón", que directamente es una pala con una hoja en forma de corazón. Me dio tantas metáforas que, sin embargo, corresponden a realidades que derivan exactamente de lo vivido. Hay que añadir que Oskar Pastior mantenía una relación de amor-odio con sus recuerdos. Le perseguían día y noche. Él decía que preferiría no tener que acordarse. De ahí que era capaz de describir meticulosamente los objetos, la gente, los distintos trabajos. En el campo, para sobrevivir mentalmente, había llegado a identificarse con los trabajos que le tocaban, y lo mismo con los materiales. Te hablaba de los distintos tipos de carbón, de arena o de cemento como de un amante. La frase sarcástica del protagonista sobre su jornada en la mina, "Cada turno una obra de arte", es literalmente de él.

P. Entiendo. Como forma de salir de la pasividad del sufrimiento se apropió de esta realidad insoportable. Leo Auberg, en la novela, lo consigue con su imaginación y su lenguaje dadaísta. En su ensayo

De cómo se inventa la percepción, habla usted, ya en 1991, de este fenómeno: el ser humano inventa una percepción propia porque "lo que vemos sobrepasa nuestros limites".

R. Sí, creo que la literatura hace esto, acoge ese tipo de invenciones.

P. ¿De qué manera influye su experiencia personal del totalitarismo en su invención de la percepción? ¿Agudizó su mirada?

R. Yo creo que aquí hay dos temas: por un lado, los factores que llevan a una a la escritura y, por otro, lo que sería una conciencia política. Yo habría desarrollado una conciencia política crítica y resistente de todos modos en Rumania. Ya la tenía antes de empezar a escribir, a los 14 años.

P. En su primer libro,

En tierras bajas, nace la "rana alemana", que representa para la niña narradora el espíritu de control y denuncia dentro de la minoría alemana.

R. Sí, la rana alemana fue el primer dictador que conocí. Ya asomaba en la guardería y el colegio. Lo observaba todo ya en mi infancia, de un modo que entonces todavía permanecía abstracto, pero que luego se iba a concretar: el Estado totalitario, la omnipresencia del servicio secreto. Te enseñaba a inventarte no solo una percepción sino una apariencia con la que los podías engañar.

P. En otro ensayo dice que probablemente cada autor tenga solo una única frase propia. ¿Cuál sería la suya?

R. Esta frase, naturalmente, no existe, no puede existir en la práctica. Pero es una frase que una está escribiendo sin cesar, que hace que sigas escribiendo. Es una frase veraz. Una frase que demuestra su verdad por sí misma. Es este tipo de frases que una quiere escribir y que también busco como lectora. En ellas sucede algo contigo. Si después de 30 páginas en un libro no he encontrado una frase así, dejo de leerlo. A mi modo de ver, las frases verdaderas están siempre relacionadas con la experiencia de una perturbación, con una ofensa de la persona, con una herida profunda. Muchas veces estas ofensas tienen que ver con la guerra, con los lager, con los regímenes totalitarios. Piense en la literatura de Imre Kertész, en la de Jorge Semprún -siempre escribe únicamente sobre su experiencia en el campo de Buchenwald-; piense en Lobo Antunes, en Thomas Bernhard o en Aleksandar Tisma, el novelista serbio. Tisma dejó una obra tan fundamental para entender los totalitarismos y no recibió ningún Premio Nobel. Duele de verdad que un autor como Tisma se haya descubierto y galardonado tan tarde, solo por vivir en un país que le engañó por el reconocimiento merecido. De todos modos, escribir no es algo que se hace por diversión. Es más bien lo contrario y, sin embargo, la escritura no te suelta. Cuando finalmente llego a empezar a escribir, me dedico a ello tan obsesivamente que no consigo pensar en otra cosa, día y noche. Me absorbe todas mis fuerzas y cuando termino dejo de escribir por largo tiempo. Yo no soy capaz de escribir siempre.

P. ¿Es entonces, en estas pausas entre libro y libro, cuando trabaja en sus

poemas-collage?

R. Sí, representan una especie de pasatiempo relajante.

P. ¿Cree que el Nobel beneficia a su obra, al darle una difusión nueva o le perjudica, al reducir la maquinaria mediática sus contenidos complejos a tópicos simplificados y planos?

R. No, mire, yo puedo abstraerme por completo del Premio Nobel. No me siento con él a esta mesa. Naturalmente, significa un bonito reconocimiento, como los otros premios que he recibido. Y, por supuesto, estoy muy agradecida, puesto que para el resto de mi vida ya no necesito preocuparme de cómo llegar a final del mes. Porque esto en mi vida ha sido así a menudo. El premio ni es malo ni es bueno. Y yo, de hecho, gustosamente me olvidaría de él (risa burlona) si la gente no se empeñara en recordármelo constantemente.

Ucrania ‘cambia’ al FMI por Rusia

Ucrania solicitó esta semana a Rusia un préstamo de 2,000 millones de dólares para financiar sudéficit fiscal, tras el retraso de sus negociaciones con elFMI, dijo el viernes a Reuters una fuente del Gobierno ucraniano.

"Como parte de los endeudamientos permitidos dentro de laley de presupuesto, pedimos dinero préstamo a Rusia", dijo la fuente, sin entrar en detalles sobre la operación.

El nuevo presidente ucraniano Viktor Yanukovich goza de un fuerte respaldo de las autoridades rusas y ha revertido algunas de las políticas orientadas hacia Occidente de su antecesor Viktor Yushchenko, como la solicitud de adhesión a la OTAN.

El Gobierno de la república que formó parte de la Unión Soviética busca un préstamo por 19,000 millones de dólares del Fondo Monetario Internacional para complementar su recuperación económica, después de que el año pasado registrara una contracción del 15%.

Pero las prolongadas negociaciones con el prestamista internacional aún no han ofrecido resultados, ya que el Fondo quiere que Ucrania se comprometa a adoptar medidas metas fiscales y monetarias más ambiciosas. Una misión del FMI visitará Ucrania el 21 de junio para retomar las conversaciones.

Valery Litvitsky, asesor del presidente del Banco Central, dijo por su parte que las reservas del banco habían crecido a 28,500 millones de dólares hasta el 10 de junio, desde los 26,700 millones de dólares del 31 de mayo.

El viceprimer ministro ucraniano, Sergey Tigipko, dijo esta semana que obtener un préstamo de Rusia era una de las alternativas al financiamiento del FMI.

"Ucrania tiene que llenar un enorme déficit fiscal que se suponía se iba a zanjar con el dinero del FMI, pero el Gobierno se ha visto decepcionado por el lento avance con el FMI, por lo que posiblemente decida acudir a otras fuentes", dijo Elisabeth Gruie, estratega de mercados emergentes de BNP Paribas en Londres.

"Esto es claramente parte de su nueva relación con sus vecinos rusos tras la elección", agregó.

El año pasado el Fondo suspendió el programa de rescate a Ucrania por 16,400 millones de dólares debido a que el Gobierno de Yushchenko no cumplió sus promesas sobre austeridad fiscal.

viernes, 11 de junio de 2010

España promociona el aceite de oliva en Ucrania

Tiene como objetivo dar a conocer las virtudes que reporta el aceite de oliva a la salud y sus múltiples usos culinarios, así como incrementar su consumo en el país.

Desde el pasado 1 de junio está en vigor la campaña de promoción del aceite de oliva en Ucrania. Esta actividad, que se realiza por segundo año consecutivo, es llevada a cabo gracias al esfuerzo del Instituto Español de Comercio Exterior (ICEX), la Oficina Económica y Comercial de la Embajada de España en Ucrania, la Asociación Española de la Industria y el Comercio Exportador del Aceite de Oliva (ASOLIVA) de la Interprofesional del Aceite de Oliva Español , de la Agencia Andaluza de Promoción Exterior (EXTENDA) y del Instituto de Promoción de Castilla La Mancha (IPEX),

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El eslogan para la campaña de este año, "¿Perfección? Sólo con aceite de oliva español", tiene como objetivo dar a conocer las virtudes que reporta el aceite de oliva a la salud y sus múltiples usos culinarios, así como incrementar su consumo en el país.

Para ello se van a realizar actividades de promoción en los principales supermercados; promotores identificados con el logo "Olive Oil from Spain" informarán sobre los beneficios y posibles usos del aceite de oliva español a la vez que distribuirán folletos con recetas e información realizados para la ocasión. Del mismo modo, se insertarán anuncios en prensa, Internet y publicidad exterior, al tiempo que se está desarrollando la pagina webwww.oliveoilfromspain.com.ua, que será un referente para todos los consumidores e importadores de aceite de oliva en Ucrania.

La campaña se centrará, fundamentalmente, en las principales ciudades del país, todas ellas con más de un millón de habitantes, donde se concentra el grueso del público objetivo del aceite de oliva: Kiev, Dnepropetrovsk, Odessa, Khrakov y Donestsk. La campaña tendrá una duración de dos meses.

Estas campañas de promoción persiguen el objetivo de dar una mayor notoriedad a la marca "Olive Oil from Spain" y afianzar la condición de liderazgo del aceite de oliva español dentro del mercado ucraniano.

Ucrania dispuesta a continuar su cooperación con la OTAN

Kiev, 10 de junio, RIA Novosti. El ministro ucraniano de Defensa, Mijaíl Yézhel, aseguró hoy a los países miembros de la OTAN que Ucrania sigue dispuesta a continuar su cooperación con la Alianza.

"Kiev seguirá siendo un socio estable y consecuente de la OTAN según ha anunciado el presidente de Ucrania", manifestó Yézhel en la reunión del Comité Ucrania-OTAN celebrada en Bruselas.

En 2008, Ucrania presentó su solicitud de incorporación al Plan de Acción para la Adhesión a la Alianza (MAP). Sin embargo, los ministros de Exteriores de la OTAN desestimaron la solicitud y, a cambio, aprobaron un nuevo formato de relaciones con Ucrania dentro del llamado programa de asociación nacional anual.

El nuevo presidente de Ucrania, Víctor Yanukóvich, reiteró el 3 de junio pasado que su país no integrará ningunos bloques, pero continuará su cooperación con la OTAN.

Yézhel señaló que el Ministerio ucraniano de Defensa continúa con la reforma del Ejército y está interesado en cooperar con la Alianza en ese terreno y elevar la compatibilidad operacional entre las fuerzas armadas de Ucrania y de la OTAN.

Georgia agradece a Ucrania su negativa a reconocer regiones separatistas

Kiev, 10 jun (EFE).- El ministro de Asuntos Exteriores de Georgia, Grigol Vashadze, agradeció hoy a Ucrania su negativa a reconocer la independencia de las regiones separatistas georgianas de Abjasia y Osetia del Sur.

"Quiero agradecer ante la prensa al presidente de Ucrania (Víctor Yanukóvich) y al ministro de Asuntos Exteriores (Konstantín Grishchenko) la declaración hecha recientemente sobre la soberanía e integridad territorial de Georgia", declaró Vashadze en Kiev, citado por la agencia UNIAN.

Según el canciller, esto confirma nuevamente "el papel estabilizador que desempeña Ucrania en la región" y la importancia de que un país de semejante tamaño y peso político "defienda el derecho internacional y los principios fundamentales".

El pasado viernes, Yanukóvich aseguró que jamás reconocerá la independencia de Abjasia y Osetia del Sur.

"Nunca reconoceré como estados independientes a Osetia del Sur y de Abjasia. La alteración de la integridad de un Estado va en contra de las leyes y normas internacionales", declaró.

El líder ucraniano recordó que, personalmente, también estuvo "en contra del reconocimiento de la independencia de Kosovo, que dio comienzo a la política de dobles raseros" en este delicado asunto.

Yanukóvich, considerado un político pro ruso, relevó en el poder hace tres meses a Víctor Yúschenko, un partidario del acercamiento a Occidente que ha apoyado sin ambages a Georgia en el conflicto armado con Rusia de agosto de 2008 por el control de Osetia del Sur.

Tras ese conflicto, Rusia reconoció la independencia de ambas regiones georgianas e instaló sus bases militares en sus territorios.

Ese paso de Rusia fue secundado por los gobiernos de Nicaragua, Venezuela y la isla micronesia de Nauru, mientras se niegan a darlo hasta los aliados más estrechos de Moscú en la postsoviética Comunidad de Estados Independientes. EFE

Grupo Cortefiel: estrategia de expansión en Rusia y Ucrania

El grupo español de moda pretende abrir 190 tiendas de las firmas Springfield y Women’Secret en el mercado ex soviético.

Cortefiel está presente en el mercado ruso desde el año 2002, con dos de sus enseñas, Springfield y Women’Secret. Desde entonces, ha inaugurado 53 tiendas en ese país. El grupo español pretende seguir dilatando su presencia internacional, expandiendo sus firmas por los mercados de la antigua Unión Soviética, reforzando su presencia en Rusia e introduciéndose en Ucrania.

Su nueva estrategia de expansión se basa en la alianza con la empresa rusa Melon Fashion Group (MFG). A través de esta conjunción, Cortefiel pretende abrir 190 tiendas de las firmas Springfield y Women’ Secret para alcanzar un total de 243 puntos de venta en Rusia y Ucrania.

El objetivo de Cortefiel con esta estrategia internacional es conseguir a medio plazo que el 50% de sus ventas totales provengan de mercados exteriores.

MFG es propietario de 300 tiendas en Rusia de las marcas Loverepublic, Befree y Zarina. Precisamente, a través del éxito de su marca Zarina, MFG se ha convertido en el mayor competidor de la empresa española Zara en los mercados ex soviéticos.

Con su alianza con la empresa española, MFG se convierte en uno de los mayores franquiciados de Cortefiel del mercado internacional.

El Grupo Cortefiel está formado por las firmas Springfield, Cortefiel, Women’Secret, Pedro del Hierro y Milano. Su estrategia de expansión comercial le ha llevado a poseer actualmente 86 puntos de venta fuera de España, en 60 países. De sus enseñas, Springfield es la que tiene mayor presencia internacional, concretamente en 43 países.

Springfield, estética urbana y cosmpolita
T, nueva marca juvenil de Cortefiel