Kiev, 22 dic (PL) La primera ministra ucraniana, Yulia Timoshenko, se estrenó hoy con un equipo dirigido desde dos centros de poder diferentes, una mayoría parlamentaria mínima y dos visibles enemigos a su gestión.
Al pasar Timoshenko a la dirección del gabinete encontró la oposición del Partido de las Regiones (PR), que esperaba coaligarse con sus actuales contrincantes, el Bloque de la primera ministra (BIUT) y su aliado, Nuestra Ucrania-Movimiento Autodefensa (NU-MA).
Sin embargo, mucho dependerá de la actitud de Timoshenko respecto al diputado del PR Rinat Ajmetov, el hombre más rico del país, a quien situó como principal blanco de la limpieza y la lucha anticorrupción que prometió realizar.
Pero las declaraciones electorales a veces sólo se hacen para ganar el respaldo de los votantes. Ahora será necesario verificar como se manifestarán los nexos Timoshenko-Ajmetov, sobre todo, en el caso de la compañía Dneproenergo.
El semanario Komentari estima que si la primera ministra intenta cumplir su promesa de reprivatizar la citada empresa, adquirida por Ajmetov, éste último recrudecerá las acciones de la hasta ahora poco organizada oposición regionalista.
Pero si Timoshenko busca chivos expiatorios, como la saliente jefa del Comité Antimonopolio Valentina Semeniuk, y posterga sus represalias, puede darse un tipo de relación muy diferente.
Asimismo, el jefe de la secretaría presidencial, Viktor Baloga, por quien el bloque de Timoshenko (BIUT) expresa ahora menos aversión, podría convertirse en la cabeza visible del conflicto entrebambalinas entre el presidente Victor Yuschenko y la jefa de gobierno.
Baloga, criticado fuertemente por la alianza Nuestra Ucrania-Movimiento Autodefensa (NU-MA) a causa de sus llamados a formar una amplia unión legislativa de esa formación, el BIUT y el PR, buscaría reforzar el control sobre el parlamento, al igual que Timoshenko.
El BIUT y la NU-MA poseen una estrecha mayoría de dos diputados, 227 de las 450 bancas de la Rada Suprema.
Otro elemento negativo para la líder del BIUT es el hecho de que estando anteriormente en el poder demostró trabajar con menos efectividad y más errores.
Por otro lado, el PR apenas atinó por ahora a formar un gobierno opositor en la sombra, dirigido por el ex primer ministro Viktor Yanukovich, y cuenta con pocas posibilidades de crear una oposición unida con los comunistas y el bloque de Vladimir Litvin.
Sin embargo, tanto Yanukovich, como Yuschenko y Timoshenko inician desde ahora las maniobras políticas para llegar más cómodos alas elecciones presidenciales de 2009.
Analistas sospechan que la líder del BIUT necesita acopiar recursos desde el poder para la campaña electoral y probar fuerzas con Yuschenko.
La necesidad de cumplir con sus promesas electorales también puede convertirse en otro obstáculo para la gestión de la primera ministra, cuyas acciones recuerdan las de un presidente
