miércoles, 2 de abril de 2008

El mando militar da por hecho que no logrará los refuerzos para Afganistán

La incertidumbre dominaba los momentos previos a la cumbre de la OTAN que tiene en su agenda un salto cuantitativo de profunda significación política, con las previstas invitaciones al ingreso de Croacia, Albania y Macedonia y la presión que EE UU y varios aliados están ejerciendo para abrirles la puerta a Ucrania y Georgia. Y Grecia hacía saber ayer que las negociaciones para zanjar la disputa con Macedonia sobre el nombre con el que el país entraría en la organización aliada no han dado frutos. Por ello, Atenas, si no media un acuerdo de última hora, vetará la invitación a Scopje
En un artículo publicado ayer en 'The Wall Street Journal', la ministra griega de Exteriores, Dora Bakoyannis, razonaba la posición de su país. El término Macedonia responde, según ella, a una realidad territorial histórica de la que un 51% se encuentra en territorio de Grecia, el 38% en lo que se denomina Antigua República Yugoslava de Macedonia (ARYM) y un 8% en Bulgaria. Bakoyannis, además, reprocha a Scopje una retórica populista a favor de una Gran Macedonia, que acentúa las suspicacias de Atenas.La oposición de Alemania, Francia, Italia y España, además del Benelux y de Portugal, a la concesión de un plan de acción para la adhesión a Ucrania y Georgia, se vio formalizada ayer, por lo que son previsibles maniobras políticas de un cierto nivel para no desairar a los candidatos, ni presentar una imagen de desunión.Posición de EspañaY Afganistán, en fin, presenta incógnitas aún no resueltas. Los responsables militares dan por cierto que no van a verse satisfechas las demandas de refuerzos formuladas, que oscilan entre 10.000 y 15.000 hombres más. Robert Gates, secretario de Defensa norteamericano, calcula que el esfuerzo adicional que se va a comprometer para Afganistán en Bucarest rondará entre los 1.500 y los 3.000 efectivos. España no va a enviar nuevas tropas. Al menos por ahora. Fuentes de La Moncloa hacían saber ayer que el presidente Rodríguez Zapatero se escudará en la provisionalidad del Gobierno actual para no asumir compromisos en la materia.La cita atlántica se va a desarrollar en el gigantesco Palacio del Pueblo, actual sede del Parlamento, que Ceaucescu mandó construir y que dejó secas las arcas del Estado. Sin embargo, el Gobierno rumano ha realizado grandes esfuerzos para dar una imagen de modernidad del país, uno de los más atrasados de la UE.

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