miércoles, 2 de abril de 2008

EEUU lleva a la OTAN a una crisis como la de Irak por la ampliación

• Bush exige con el apoyo del Este la aprobación de un plan de adhesión para Georgia y Ucrania
• Alemania, España y Francia rechazan abrir la vía para integrar a dos estados divididos e inestables
Los líderes de los 26 países de la Alianza Atlántica inician hoy en Bucarest (Rumanía) la cumbre más larga de la historia de la OTAN completamente divididos sobre el proyecto estadounidense de ampliar la organización militar hacia Ucrania y Georgia, en el interior de la antigua Unión Soviética. El nuevo enfrentamiento reproduce los bandos y las divisiones de la profunda crisis desencadenada por la guerra de Irak y amenaza con ensombrecer la cumbre que debía reafirmar la voluntad de la OTAN de prevalecer en Afganistán, pese a la escalada de los ataques talibanes y la incapacidad del Gobierno afgano.EEUU, apoyado por Canadá y los más proestadounidenses de los países de Europa oriental, quieren que la cumbre apruebe la inclusión de Ucrania y Georgia en el plan de acción para la adhesión a la OTAN. Este programa abre la vía para la integración en la Alianza Atlántica en el plazo de pocos años.LA VIEJA EUROPAAlemania, España, Francia, Holanda, Bélgica, Noruega, Italia, Hungría y Grecia se oponen con firmeza a esa medida, que consideran "precipitada" y "desestabilizadora" para ambos candidatos y para todo el flanco oriental europeo. Estos países estiman además que la decisión dañaría peligrosamente las relaciones con Rusia, muy deterioradas ya por el contencioso del escudo antimisiles proyectado por EEUU y por la independencia de Kosovo.Este grupo encabezado por Alemania sostiene que el actual "diálogo intensificado" de la OTAN con Ucrania y Georgia es suficiente por el momento, debido a la inestabilidad y la división interna en ambos países. Como solución de compromiso se podría aceptar el gesto de reforzar ese mecanismo de diálogo político, indicó el Gobierno español.La cancillera alemana, Angela Merkel, señaló que para invitar a un país a integrarse en la OTAN "no es suficiente que los dirigentes políticos del momento estén a favor, sino que es necesario que también lo apoyen sus habitantes de forma significativa", lo que no ocurre ni en Ucrania ni en Georgia, donde la población está dividida. Merkel argumentó también que "los países que están enfrentados a conflictos internos o regionales no pueden ser miembros de la OTAN", en una referencia directa a Georgia, que mantiene enquistados dos conflictos secesionistas en las regiones de Osetia del Sur y Abjacia. El presidente de EEUU, George Bush, en visita oficial a Kiev, estimuló ayer de nuevo las aspiraciones atlantistas de Ucrania y Georgia, pese a conocer el veto de sus aliados europeos.ENVITE"Voy a Bucarest con la idea de obtener el plan de acción para la adhesión de Ucrania y Georgia", afirmó Bush. "La posición de EEUU es muy clara y Rusia no tendrá el derecho de veto sobre lo que se decida en Bucarest", añadió el presidente. Washington sostiene que no aprobar el plan de adhesión para Ucrania y Georgia equivaldría a enviar a Moscú el mensaje erróneo de que puede condicionar las decisiones de la Alianza Atlántica. Rusia ya ha advertido de que un "expansionismo de la OTAN" en el territorio de la antigua Unión Soviética comprometerá la cooperación político-militar del futuro.La ampliación de la OTAN a los países balcánicos también plantea problemas en Bucarest. Grecia mantenía ayer su veto a la aprobación del ingreso de Macedonia mientras no cambie su nombre por otro que no se confunda con la región griega con la misma denominación. El veto griego a Macedonia puede inclinar a los aliados a retrasar también la prevista aprobación de la adhesión de Albania. Por ello, la cumbre de Bucarest puede acabar aprobando solo la integración en la OTAN de Croacia, el único de los tres candidatos balcánicos con una estabilidad democrática mínima.

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