jueves, 11 de septiembre de 2008

Solbes resta importancia a la entrada de España en recesión si sirve para "limpiar la economía"

El vicepresidente del Gobierno y ministro de Economía, Pedro Solbes, ha intentado hoy restar dramatismo al informe de la Comisión Europea que prevé que España entrará en recesión en el segundo semestre de este año. "Si entrar en recesión sirve para limpiar la economía, probablemente la situación no tendrá más importancia".
El presidente anuncia medidas financieras para dar oxígeno a las inmobiliarias
Zapatero: "Serán trimestres duros", Rajoy: "Algo tendrá usted que ver"
Medidas para evitar suspensiones de pagos
La Comisión Europea vaticina que España entrará en recesión este año
La crisis económica en España

El pronóstico de la Comisión es que vendrán dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo, y un crecimiento del 1,4% en el conjunto 2008. El ministro ha asegurado, en declaraciones a TVE, que hay "un pequeño matiz" en esta cuestión, lo que hace "difícil distinguir si uno u otro tendrá razón". Solbes prevé un crecimiento "más cerca de cero". "Pensamos que en el tercer trimestre no deberíamos entrar en situación negativa todavía", ha añadido. Posteriormente, en el Congreso de los Diputados, Solbes ha cuestionado las previsiones de la Comisión, que ha calificado como una "hipótesis" a tener en cuenta. "Yo no lo sé -si España entrará en recesión-, y no sé si la Comisión lo sabe", ha dicho Solbes.
Bajada de la inflación
El titular de Economía ha asegurado que España saldrá de esta situación, pero la cuestión es "cuándo, cómo y en qué condiciones" "Un periodo como el vivido desde 1994 es difícil que se repita", según Solbes, porque no habrá los mismos precios del crudo, ni España volverá a entrar en el euro ni a recibir fondos europeos, ni los sectores de la construcción e inmobiliario serán lo motores de la economía, ha explicado el ministro.
Solbes ha asegurado que si el petróleo se mantiene a precios "razonables", la inflación podría situarse a final de año por debajo del 4%, pero ha advertido de que esto son "hipótesis de trabajo y deseos". La Comisión Europea fijó ayer la inflación media en el 4,5%. Solbes ha señaldo que la previsión del Gobierno "puede ser más o menos compatible" con las estimaciones de la UE
Medidas que alivian
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en lo que podría ser la prórroga del pleno del Congreso celebrado ayer en torno a la crisis, ha reconocido que las medidas de su Ejecutivo para paliar el frenazo económico "alivian pero no solucionan". El propio Zapatero anunció ayer desde el hemiciclo de la Cámara baja sus dos últimas propuestas contra la crisis: la creación de dos sociedades cotizadas de inversión en el sector inmobiliario; y la aprobación de una línea de crédito (3.000 millones de euros) para ampliar el préstamo a las constructoras con el objeto de que destinen sus obras a vivienda en alquiler.
A preguntas del líder del PP, Mariano Rajoy, durante la primera sesión de control al Gobierno del actual curso político y la primera que se celebra durante la mañana, el presidente del Gobierno se ha remitido a lo expuesto ayer durante su comparecencia a petición propia ante los diputados y ha reiterado los tres pilares de la política de su Ejecutivo frente a la crisis: apoyo a las familias con políticas sociales como la de la devolución de los 400 euros; ayudas a las empresas con nuevas líneas de crédito ICO (Instituto de Crédito Oficial); incentivos a las inmobiliarias para levantar el sector con medidas como las anunciadas ayer.
"No diga que no puede"
Rajoy ha increpado al jefe del Ejecutivo que "esto [la crisis] no se arregla con medidas cosméticas o leyendo los reales decretos". El presidente del PP ha manifestado que "cada vez que [Zapatero] habla genera más preocupación" entre los ciudadanos". "Sea humilde -ha exigido el líder de la oposición-, no soberbio y haga caso a los que fueron capaces de hacer frente a una crisis económica y superarla", en relación a su partido. Rajoy ha exigido a Zapatero que "gobierne" y ponga en marcha "medidas eficaces". "Y no diga que no puede, porque entonces usted sobra", le ha replicado en línea con los reproches lanzados ayer desde la bancada popular.
La vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, ha dicho que los españoles "viven hoy mejor que hace 30 años" y que su Ejecutivo está afrontando las "dificultades" económicas, en respuesta al PP que ha acusado a los socialistas de no tener ni ganas ni energía para resolver la crisis. Así se ha expresado Fernández de la Vega en la sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados, al contestar a la portavoz del PP, Soraya Sáenz de Santamaría, quien le ha preguntado si comparte la visión del vicesecretario general del PSOE, José Blanco, de que "los españoles "viven mejor que nunca".
Fernández de la Vega ha señalado que los españoles "viven hoy mejor que hace treinta años y mejor que hace diez" y que aspira y trabaja para que vivan aún mejor. "José Luis Rodríguez Zapatero ha propuesto muchas soluciones, estamos gestionando la situación y la vamos a solucionar. Ustedes proponen una cosa y la contraria, no parece que quieran que las cosas se arreglen", ha añadido la vicepresidenta

Ucrania armó a Georgia para una guerra contra Rusia. Izvestia

Ucrania armó a Georgia y adiestró a su Ejército para una guerra contra Rusia. Hacia 2007, Ucrania pasó a ser el principal suministrador de armas y material bélico a Georgia. Según datos contenidos en el informe de la ONU sobre el comercio internacional de artículos de uso militar, en 2007 Georgia incorporó en sus arsenales 74 carros blindados adaptados T-72 a los estándares de la OTAN.
En total, entre 1997 y 2008 Ucrania suministró a Georgia 114 carros blindados de este modelo, así como 20 transportes blindados, 40 vehículos blindados de infantería, 12 piezas de artillería autopropulsadas (de 152 mm), 24 aviones, 13 helicópteros, 17 sistemas de defensa antiaérea, más de 41 mil fusiles de asalto Kalashnikov. Estos son datos oficiales. Pero en realidad, el volumen de suministros pudo haber sido mayor, ya que algunos armamentos Ucrania pudo haberlos suministrado por canales no oficiales.
El análisis de la cooperación técnica militar entre Ucrania y Georgia evidencia que a Georgia la armaban para guerrear no sólo contra Abjasia y Osetia del Sur, sino, fundamentalmente, contra Rusia. Y el promotor de esta política fue el presidente Víctor Yúschenko quien obedecía dócilmente las instrucciones de Washington.
En particular, Ucrania modernizó a fondo la defensa antiaérea de Georgia. EEUU asignó a Georgia la función de plaza de armas, desde la cual se asestarían golpes aéreos contra Irán. Para protegerse contra el golpe de represalia, Georgia, con ayuda de Ucrania, reforzó la defensa antiaérea.
Hacia el momento de la agresión contra Osetia del Sur (8 de agosto pasado), el sistema de defensa antiaérea ya estaba articulado y adaptado a las peculiaridades geográficas del área. Era operado por dotaciones ucranianas.

Europa, Georgia y los anhelos de Rusia

La UE no puede permitir que los rusos se beneficien de sus relaciones comerciales mientras sus carros de combate ocupan las carreteras de Georgia. O una economía moderna o una política del siglo XIX
Como pasó con las guerras de los Balcanes, el conflicto en Georgia es una amenaza directa contra un proyecto europeo que intenta sustituir viejos paradigmas como el equilibrio de poder, las esferas de influencia y la conquista militar por otros medios como la integración, la negociación y el imperio de la ley. La mezcla europea de multilateralismo pacífico se ha visto cuestionada por el impetuoso primer paso de Georgia y por la desproporcionada reacción de Rusia. Ahora, la Unión Europea tiene un interés colectivo en conservar lo que pueda de esos valores. España puede desempeñar un papel fundamental a la hora de ayudar a la UE a aunar sus diferentes intereses y desarrollar una nueva estrategia respecto a los vecinos de Europa y una política respecto a Rusia que tenga como objetivo la defensa de las leyes internacionales.

Moscú ha elaborado el mito de que el orden internacional es una amenaza a sus intereses
El mayor reto de Bruselas es resistir el intento de Medvédev de crear una Europa bipolar
El punto de partida es que los europeos entiendan la perspectiva de Rusia. Al lanzar su ataque contra Georgia, Rusia intentaba reclamar toda la región postsoviética como esfera de influencia. No es sólo una "doctrina Monroe" local ni el deseo de evitar que haya Estados hostiles agrupados en torno a sus fronteras. Rusia sigue pensando que lo que llama el "extranjero próximo" no es realmente extranjero. Éste no es un fenómeno nuevo. Durante los ocho años de presidencia de Putin, Rusia ha elaborado el mito de que el orden internacional posterior a la guerra fría es una amenaza para sus intereses. Ahora se siente lo bastante fuerte como para desafiar abiertamente sus principios básicos y la estrategia de leyes internacionales de soberanía compartida de la UE. "Democracia soberana", la ideología oficial de la era de Putin, significa cerrar Rusia -y, a ser posible, toda la región- a la influencia occidental. Significa también que la soberanía está reservada a los fuertes. De acuerdo con este sistema, las leyes no se conciben como una limitación del poder sino como una expresión del poder. Rusia tiene cada vez más poder, por lo que debe revisar los acuerdos y disposiciones elaborados cuando era un país débil.
La Revolución Rosa de 2003 en Georgia y la Revolución Naranja de 2004 en Ucrania interrumpieron bruscamente este proceso, pero, después de esos problemas iniciales, Rusia ha revisado de forma metódica sus métodos para desplegar su poder en la región; sobre todo, emuló lo que consideraba una ofensiva de poder blando contra su hegemonía y la modificó para que encajara en su propia imagen. Hoy, Rusia controla sus propias ONG y la sociedad civil en los países vecinos, pero ni las instituciones son civiles ni las organizaciones son no gubernamentales. Rusia ejerce influencia económica, pero gracias a la otkat ekonomiia ("economía del soborno"), no al comercio y las inversiones libres.
En la práctica, eso significa que el ataque contra Georgia forma parte de un proceso más amplio. Todos los países de la región se han puesto nerviosos ante la demostración de poder de Rusia, hasta supuestos amigos como Bielorrusia y Armenia. La guerra sumó su primera víctima colateral cuando cayó el Gobierno ucranio, el 2 de septiembre. Menos conocido fue el acuerdo del 3 de septiembre entre Medvédev e Igor Smirnov, líder de la no reconocida "República del Transniéster", en Moldavia oriental, de presionar para que se celebren unas negociaciones en un formato a tres bandas -Rusia, Transnistria y Moldavia- con el que la república rebelde tendría clara ventaja (el formato anterior incluía a la UE, la OSCE y Ucrania).
La Unión Europea debe afrontar la realidad de la competencia desigual en la región. A los líderes europeos les gusta hablar de poder blando y los atractivos de la "política europea de vecindad". Pero la verdad es que los funcionarios europeos pasan mucho tiempo diciendo a nuestros vecinos que la ampliación es imposible, y nuestros intentos de integrar Estados vecinos se deben a razones más relacionadas con el comercio y las inversiones que con la libre circulación de personas. Cuando la UE quiere mostrarse dura, envía expertos técnicos que elaboran informes sobre la lentitud de los progresos. Por el contrario, Rusia tiene una política de vecindad mucho más amplia. Entre sus herramientas de poder blando se incluyen viajes sin necesidad de visado, energía barata, grupos juveniles, canales de televisión e incluso pasaportes y pensiones para los habitantes de las regiones separatistas. Y, cuando Rusia quiere emplear el poder duro, envía tropas, lleva a cabo ataques informáticos y corta el suministro de gas.
La UE no puede ponerse a su altura sin perder su esencia como organización liberal basada en el imperio de la ley. Pero tiene que reconocer que Rusia está desafiando de manera fundamental el modelo de los años noventa, de círculos concéntricos europeos a partir del acervo comunitario. El mayor reto de la UE es resistir el intento de Rusia de crear una Europa bipolar. Para ello, necesita mostrar su solidaridad con los nerviosos vecinos de Georgia, como Ucrania y Moldavia. La política europea de vecindad ha sido demasiado técnica y ha estado planteada demasiado a largo plazo para surtir verdadero efecto en un entorno geopolítico que cambia a toda velocidad. Los políticos europeos han empezado por el Estado más importante, Ucrania, con la cumbre UE-Ucrania del 9 de septiembre, donde Bruselas ha ofrecido a Kiev un acuerdo de asociación que se firmará en 2009. En aspectos prácticos, hay que ofrecer a Ucrania un calendario previsto para los viajes sin necesidad de visado. El nuevo acuerdo entre la UE y Ucrania podría incluir asimismo una cláusula de solidaridad reforzada que ofrezca garantías de seguridad y ayude a presionar a Rusia para que respete su acuerdo de retirar su flota del mar Negro de aquí a 2017.
La UE debe también hacer algo más complicado, encontrar formas de influir en Rusia para que cambie su comportamiento. En España hay muchas voces preocupadas por la posibilidad de que se desate una nueva guerra fría. Tienen razón. Pero también es evidente que el cuidado que ha tenido Europa de tratar a Rusia con delicadeza no ha hecho que Moscú se contenga, sino que ha animado a Putin y Medvédev a ir más allá y reconocer a Abjazia y Osetia del Sur. A la hora de pensar en una nueva estrategia, la UE no debe castigar a Rusia porque sí. Tampoco debe congelar las relaciones UE-Rusia indefinidamente. Pero no puede permitir que los rusos se beneficien de sus relaciones comerciales con Europa mientras sus carros de combate ocupan las principales carreteras de Georgia. La UE debe dejar claro que Rusia tiene que escoger entre una economía modernizada y preparada para el siglo XXI y una política de poder propia del siglo XIX. En el primer caso, la UE debe ser un socio entusiasta, pero, si Rusia escoge el segundo camino, no podrá trabajar en estrecha relación con ella. Los líderes de la Unión deben explicar a Moscú que una política de distanciamiento estratégico perjudicará a Rusia a largo plazo. La clave para una nueva estrategia europea debe ser una defensa más rigurosa del imperio de la ley. Si Rusia no ha respetado el acuerdo de alto el fuego en Georgia es por la misma razón fundamental por la que ataca compañías occidentales como TNK-BP y trata de restar autoridad al Consejo de Europa y la OSCE. Por consiguiente, la UE no puede sacrificar un aspecto por otro; tiene que permanecer firme en todo.
España es un país clave para negociar una respuesta eficaz. No es un antagonista natural de Rusia como Lituania y Estonia. Tampoco es un caballo de Troya ruso -como calificó a Bulgaria el embajador ruso ante la UE-, tan dependiente de la energía que le proporciona Rusia que mide su reacción para evitar represalias de Moscú. España entiende la importancia de una política de vecindad en el sur; por tanto, debería apoyar una política paralela en el este, del mismo modo que los Estados miembros del este deberían apoyar a España en el norte de África. En las próximas semanas, España debe trabajar en colaboración con otros Estados miembros de la UE para fomentar una política de intereses colectivos. La UE ha perdido quizá la primera batalla de la guerra en Georgia, pero todavía puede "ganar la paz" si se une en defensa de sus valores.
Andrew Wilson y Mark Leonard trabajan en el Consejo Europeo de Relaciones Exteriores y son autores, junto con Nicu Popescu, del estudio Can the EU win the peace in Georgia? (¿Puede la UE ganar la paz en Georgia?). Traducción de María Luisa Rodríguez Tapia.

Moscú critica la política "inamistosa" de Ucrania

Moscú acusó el jueves a Ucrania de llevar a cabo una política "inamistosa" hacia Rusia en el marco del conflicto ruso-georgiano, que incluye los esfuerzos de Kiev para restringir la actividad de la flota rusa en el Mar Negro.
"En los últimos tiempos las autoridades ucranianas llevan a cabo una política hacia Rusia que sólo podemos calificar de inamistosa", declaró el ministerio ruso de Relaciones Exteriores en un comunicado.
"Estamos seriamente preocupados por el hecho de que los responsables ucranianos pongan constantemente de manifiesto la cuestión de la duración de la presencia de la Flota del Mar Negro de la Federación de Rusia en territorio ucraniano", agregó el ministerio, denunciando "intentos de complicar la actividad".

miércoles, 10 de septiembre de 2008

¿Por qué somos tan agresivos con Rusia?

El conflicto de Georgia va a envenenar durante mucho tiempo la atmósfera en Europa. Lo hemos visto con la cumbre europea extraordinaria celebrada el 1 de septiembre en Bruselas, en la que, una vez más, varios miembros de la UE acusaron a Moscú de haber dado un golpe de Estado en el Cáucaso. En Europa, cuando se habla de envenenamiento, se señala a Rusia. ¿Pero por qué Mijaíl Saakashvili, el presidente de Georgia, ha suministrado a los rusos el veneno? He aquí una pregunta que no se hizo en la reunión de Bruselas y a la que ni los más rusófobos de mis amigos encuentran respuesta.

Georgia
A FONDO
Capital:
Tbilisi.
Gobierno:
República.
Población:
4,630,841 (2008)

El georgiano Saakashvili calculó mal su jugada y le regaló a Putin una buena coartada
Con tal de oponerse a Moscú, algunos siguen a un Bush que deja un mundo en crisis y en llamas
En efecto, ¿cómo es posible que un hombre inteligente y civilizado (la palabra fetiche del presidente georgiano), con el bombardeo de Osetia del Sur en esa famosa noche del 7 al 8 de agosto, la víspera de la inauguración de los Juegos Olímpicos de Pekín, proporcionara a los rusos la oportunidad de atacar Georgia? Bernard-Henri Lévy nos da la respuesta del presidente Saakashvili: "Estamos a comienzos de agosto. Mis ministros están de vacaciones. Yo mismo estoy en Italia, haciendo una cura de adelgazamiento y a punto de salir para Pekín. Y he aquí que en la prensa italiana leo: Preparativos de guerra en Georgia...".
En su esfuerzo para ayudar al presidente georgiano, mi amigo filósofo le hace parecer completamente insustancial. ¿Cómo puede un político responsable, que dice que los rusos preparaban la invasión de Georgia desde el mes de junio, irse a hacer una cura de adelgazamiento en Italia? Por mi parte, prefiero creer en la inteligencia y capacidad de previsión de Saakashvili. Yo he propuesto otra visión de los hechos que incluye una posible connivencia entre el presidente estadounidense George W. Bush y Saakashvili.
Para comprender lo que pasa en Georgia, veamos el mapa de la región e identifiquemos las fuerzas presentes, sin atender a lo que vociferan los ideólogos. Entonces nos damos cuenta de que era imposible que Saakashvili creyera, ni por un segundo, que iba a ser capaz de expulsar a los rusos de Tskhinvali, la capital de Osetia del Sur, sin la ayuda de Estados Unidos. Ese apoyo se había manifestado desde principios de año mediante el envío de equipamiento militar moderno y consejeros militares que, en julio, organizaron en la base de Vaziani, próxima a Tbilisi, unas maniobras conjuntas EE UU-Georgia. Son esos consejeros los que, con permiso de Washington, organizaron, según analistas de los servicios secretos militares franceses, "el disparo de lanzaproyectiles múltiples Grand, esos modernos órganos de Stalin cuya trayectoria luminosa pudimos seguir de noche en las pantallas de televisión".
¿Qué sabemos de Osetia? Osetia es un viejo país, y los osetios, también llamados alanos, son un pueblo antiguo. Herodoto habla ya de ellos. Entonces eran los escitas, cuyos tesoros se exponían, no hace tanto tiempo, en el Louvre. Este pueblo indoeuropeo ha conservado hasta hoy sus antiguas leyendas, para delicia de los antropólogos y de Georges Dumezil, que les dedicó un libro. En el siglo XVIII, los osetios, que llevaban mucho tiempo sufriendo la ocupación turca, pidieron ayuda a los rusos.
En 1749 se abrió una embajada osetia en San Petersburgo. Después de la revolución bolchevique, la república soviética georgiana aprovechó que Osetia estaba partida en dos por una cadena montañosa para anexionarse la parte sur. Stalin y el jefe del KGB, Beria, ambos georgianos, hicieron oficial la anexión pese a la oposición de los osetios. Con la perestroika y el desmembramiento del imperio, Georgia se hizo independiente. Era en 1991. Un año más tarde, en 1992, los osetios empuñaron las armas y volvieron a pedir ayuda a Moscú. Éstos obtuvieron de la ONU el encargo de mantener la paz. Y aquí nos encontramos, divididos entre el derecho de los pueblos a la autodeterminación y el respeto a la integridad territorial de los Estados. Salvo que, mientras tanto, los amigos de Georgia reconocieron la independencia de Kosovo, una provincia serbia, y ello a pesar de la resolución 1244 del Consejo de Seguridad, que reafirmaba la soberanía de Serbia sobre ese territorio.
Y qué decir de Europa: si tiene hoy un problema es que, poco después del incendio que asoló la antigua Yugoslavia, unos pirómanos han vuelto a encender otro fuego en sus fronteras. Los europeos van a tener que apagarlo por sí solos, con peligro de quemarse. Luego, como siempre, serán los hombres de negocios estadounidenses los que comprarán a buen precio las tierras devastadas para instalar en ellas bases de la OTAN y complejos industriales.
El general De Gaulle dejó la OTAN en marzo de 1966 porque pensaba, con razón, que Europa debía aprender las lecciones de la II Guerra Mundial y defenderse por sí sola. Que, aunque EE UU y Francia compartían los mismos valores, sus intereses no siempre coincidían (recordemos la guerra de Irak). En fin, que, si Europa quería ver la luz, una Europa desde el Atlántico hasta los Urales, era para poder presentar a miles de millones de personas una alternativa distinta a la elección entre el liberalismo salvaje y la planificación inflexible.
Hoy, el imperio soviético ha dejado de existir. Sin embargo, para los neoconservadores estadounidenses sigue presente. Muchas veces me he preguntado por qué en Europa nos mostramos tan agresivos con Rusia. Ninguna cosa de ese país nos parece suficientemente buena. Su evolución post-comunista, decimos, no va en la buena dirección y no es suficientemente rápida.
En 1984, Slava Rostropovitch y yo lanzamos una campaña internacional para la liberación de Andrei Sajarov. Durante mi primer encuentro con Sajarov, al principio de la perestroika, él comparó la democracia con una naranja: "Quien no haya visto nunca una naranja no pedirá una naranja. Nuestra tarea es dar a conocer la naranja y despertar el deseo". Sin embargo, en vez de eso, mis amigos filósofos, Bernard-Henri Lévy y André Glucksmann, se alinean con George W. Bush, cuyo objetivo es rodear Rusia de rampas de misiles y que intenta desestabilizar los gobiernos pro-rusos de Kirguizistán y Uzbekistán, con el riesgo de poner en su lugar, como ocurrió en Afganistán, a los talibanes. Para mi sorpresa, mis amigos filósofos no piden la adhesión de Georgia y Ucrania a la UE, sino a la OTAN, y presionan a Sarkozy y Merkel para que apoyen en ese sentido a Bush.
En su Diario, Fiódor Dostoyevski escribió: "Soy absolutamente igual que un inglés, ¿no? Por tanto, hay que respetarme, porque todo inglés es respetable". Por desgracia, cuando los rusos, y son muchos, ven las televisiones occidentales o leen las noticias en Internet, no tienen la impresión de que se les respete como a los ingleses. En cambio, cuando ven que los estadounidenses establecen bases militares en Georgia, Polonia y Ucrania, tienen la impresión de volver a la época de la guerra fría. Ahora bien, Bush no instala esas bases en nombre de los Estados Unidos de América, sino en nombre de la OTAN, de la que forman parte varios países europeos, incluida, hoy, Francia. Por el contrario, cuando Sarkozy se precipita a Moscú y a Tbilisi para detener la guerra, no lo hace en nombre de la OTAN, sino en nombre de la Unión Europea, de la que es presidente en ejercicio.
En resumen, ¿puede conformarse la Europa independiente hoy, en 2008, con la presencia en su suelo de las fuerzas militares de una organización creada en 1949, en Washington, para oponerse a los objetivos expansionistas de la Unión Soviética?
Es posible, como en mi caso, admirar a Estados Unidos en muchos aspectos y considerar que la independencia de Europa no siempre encaja con los intereses de una alianza militar que se escapa a su control. Además, nuestro enemigo ya no es el mismo que hace 60 años. Si no, ¿por qué mueren hoy nuestros jóvenes en Afganistán?
El conflicto georgiano es un conflicto europeo. Rusia, se diga lo que se diga, también forma parte de Europa. ¿Se puede concebir nuestro continente, su cultura, sin Tolstoy, Dostoyevski, Chéjov, Tchaikovski, Stravinski, Kandinski y Malévich? ¿O sin los ballets rusos?
Lo sorprendente es que algunos de mis compañeros de lucha por los derechos humanos continúan, como los dirigentes de los países de Europa del Este, cobrando viejas cuentas. ¿Pero hacía falta que, para oponerse a Moscú, acabasen aterrizando en el mismo lugar en el que un presidente estadounidense a punto de marcharse va a dejar su legado: un mundo en llamas y una crisis económica sin precedentes?
Marek Halter es pintor y novelista francés de origen polaco. Traducción de María Luisa Rodríguez Tapia.

Georgia en la OTAN es como aceptar a Hitler o Pinochet"

La OTAN y la UE han pedido a Rusia sin mucho éxito que aplique completamente el plan de paz firmado por Moscú y Tiflis.
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EE.UU. cancela su acuerdo nuclear con Rusia como primera sanción por Georgia

¿Rusia piensa cumplir el plan de paz Medvedev-Saakashvili ? Evidentemente, este es nuestro plan. ¿Quién si no nosotros está más interesado en la paz y la estabilidad en el Cáucaso? Nosotros estamos en esta región, es nuestra casa común. El plan estará totalmente implementado en un tiempo razonable y además habrá observadores europeos que podrán garantizar a la población civil la paz y la estabilidad. ¿Usted cree, como Vladimir Putin, que EE. UU empujó a Saakashvili a la acción militar en Osetia del Sur?Sí, según la información oficial de la que disponemos, los estadounidenses cedieron armas a Georgia, así como equipos y personal militar y ocuparon el Ministerio de Defensa de Georgia. Además, 2.000 militares georgianos fueron entrenados por las fuerzas norteamericanas en Iraq. A este hecho no lo podemos llamar precisamente un acto de amistad. Los estadounidenses son participantes directos en ese conflicto. Rusia ha reconocido la independencia de Osetia del Sur y Abjasia, ¿Seguirá el mismo camino con otras regiones como Crimea o Transdniéster?Somos conscientes de los problemas que podemos tener y de que este proceso puede ser duro de aceptar, pero el problema es que en Osetia del Sur hay una limpieza étnica y en Abjasia podría pasar lo mismo. Con el reconocimiento de su independencia, lo que hacemos es ofrecer más medidas de seguridad para estas regiones. En otras, como Crimea o Transdniéster, no prevemos que suceda algo igual. Acusan a Occidente de reconocer a Kosovo y no a Osetia del Sur o Abjasia en Georgia, pero Rusia niega la independencia de Kosovo...Los ciudadanos de Osetia del Sur tienen más motivos y más derechos que los de Kosovo para ser independientes, pero los estadounidenses siempre lo niegan y no aceptan su independencia. Creo que el reconocimiento de Kosovo por parte de muchos países europeos es una bomba de relojería para la Unión Europea. La OTAN debate su ampliación y la posible entrada de nuevos aliados como Georgia o Ucrania. ¿Le preocupa a Rusia? Es lo mismo que si ustedes dejan entrar en la OTAN a Pinochet o Hitler. Nosotros creemos que Saakashvili es un criminal: en sus manos hay miles de muertes de civiles. Si Georgia entra en la Alianza Atlántica, querrá decir que es el final de nuestra cooperación con esta organización. Si Georgia ya formara parte de la Alianza Atlántica, ¿Rusia habría actuado de la misma forma en Osetia del Sur que el 7 de agosto pasado?Es difícil decirlo, pero lo que está claro es que hay que saber lo que pasó allí en agosto. Alemania ha prometido una investigación independiente de esta crisis y estamos muy interesados en ello. Creo que una vez que se le presenten a la OTAN y a la UE los hechos que ocurrieron y lo que realmente pasó, entonces la cuestión de Saakashvili estará resuelta. Lo deberían enviar a La Haya. Si hoy Georgia fuera parte de la Alianza, se podría haber desencadenado una guerra.Es que no es la OTAN quien está haciendo todo esto, son los estadounidenses. Son juegos geopolíticos de Washington. Es muy importante para Estados Unidos tener Europa bajo su control y para ello es vital encontrar un enemigo. Por eso nos ha nombrado a nosotros el enemigo. No nos ofrece entrar en la OTAN. Se lo ofrece a Ucrania, a Georgia, a Armenia, a Azerbaiyán, pero no a nosotros. Rusia es el enemigo. A pesar del fin de la Unión Soviética, ¿Rusia se siente todavía amenazada por la OTAN?Nosotros no nos sentimos amenazamos por la OTAN ni la amenazamos a ella. Tenemos una Armada que es tres o cuatro veces más pequeña que la de la Alianza. Entonces, ¿cómo vamos a amenazarla? No somos nosotros los que crecemos hacia el oeste, es la OTAN la que se amplía hacia el este. No somos nosotros quienes instalamos un misil en Polonia y estamos estableciendo bases militares alrededor de Rusia. Su actitud en el conflicto de Osetia del Sur parece un claro desafío a la comunidad internacional y a los aliados.Nosotros pedimos a la OTAN que nos ayudara en Osetia del Sur, pedimos una reunión de urgencia tras la crisis, pero Estados Unidos la vetó. El secretario general de la Alianza Atlántica criticó el uso desproporcionado de la fuerza. Para nosotros, no tiene derecho a criticar a Rusia en ese sentido, porque la Alianza Atlántica hizo lo mismo en la antigua Yugoslavia. Nadie en Rusia quiere conflictos con Estados Unidos o con los aliados, porque la paz es siempre mejor que una guerra. ¿Cree que la relación entre Rusia y Occidente se resentirá aún más tras el conflicto en Osetia del Sur?La OTAN fue muy clara: las cosas no van a ser como antes. Y nosotros estamos de acuerdo, no queremos tampoco seguir como si nada hubiera pasado. Pero eso no quiere decir que no tengamos relación con la Alianza a partir de ahora. De hecho, mantenemos la cooperación en una misión tan importante como Afganistán, en la lucha contra el terrorismo, en cuestiones humanitarias y en el control de armas de destrucción masiva. Siendo pragmáticos, preservamos lo esencial de nuestra cooperación. Incluso en este periodo dramático de relaciones con la OTAN, mantenemos la comunicación y el diálogo. Rusia ha insinuado que no teme una nueva guerra fría...No, quiero declarar de forma oficial que no habrá otra guerra fría. Sin embargo, la intervención militar rusa en Osetia del Sur ha recordado a aquella época. ¿No está intentando Rusia recuperar peso geopolítico en la escena internacional?Creo que el problema es que Washington está celoso. Estados Unidos quiere tener el monopolio y nosotros aplicamos una política antimonopolios. Queremos vivir en un mundo con muchos centros, con un sistema de equilibrios, pero los norteamericanos consideran que su joven democracia es lo más importante. Pensar así es muy naif. Toda la historia de Estados Unidos es menos prolongada que la historia de la granja de caballos que hay cerca de mi casa en Moscú. ¿Rusia aceptaría entrar en la Alianza Atlántica?¿Por qué no?

Investigan venta fraudulenta de 1.400 toneladas de carne en malas condiciones

Bruselas, 9 sep (EFE).- La fiscalía federal de Bélgica está investigando el envío fraudulento a Ucrania de 1.400 toneladas de carne congelada y en malas condiciones higiénicas, según informaron hoy dos diarios belgas.
El fraude se descubrió cuando un cargamento de varias decenas de toneladas fue detenido en la frontera de Polonia con Ucrania por las autoridades aduaneras de ese último país debido a que los certificados de exportación belgas les parecieron sospechosos y algunos resultaron ser falsificados.
La carne, que ocupaba 32 vagones, estaba estropeada y llevaba congelada varios años, por lo que se sospecha que podría proceder de la llamada "crisis de la dioxina", señala el diario "La Derniere Heure".
En 1999, la contaminación con dioxina cancerígena de algunos alimentos para aves obligó a prohibir el consumo de carne de pollo, huevos y leche, lo que generó una grave crisis en el sector agropecuario.
Las investigaciones ulteriores en Ucrania permitieron localizar un total de 1.400 toneladas de carne, que estaba destinada a ser convertida en productos preparados (como hamburguesas) para ser reexportados hacia la Unión Europea, y que finalmente fue destruida.
Las pesquisas se centran en cuatro empresas de Bélgica, Alemania, Francia y Holanda, pero en la operación aparece también un montaje de sociedades con sede en Chipre y las islas Seychelles.

Encuentran materiales antisemitas en una catedral de Ucrania

Fue dentro y en los alrededores de una catedral ruso-ortodoxa ubicada en una cuidad al sudoeste del país europeo. Se trata de posters que llamaban al boicot de productos kosher.
Hallaron materiales antisemitas dentro y en los alrededores de una catedral ruso-ortodoxa en la ciudad de Kamanets-Podolsky, ubicada al sudoeste de Ucrania.Se trata de posters que llamaban al boicot de productos kosher que colgaban en las paredes de la catedral ruso-ortodoxa Aleksandr Nevsky afiliada al Patriarca de Moscú, según informó el diario israelí Arutz Sheva.Dentro de la catedral había un artículo de un periódico que sostenía que los judíos eran responsables de la creación de Ucrania como un medio para debilitar al Imperio Ruso.El poster del exterior también sostenía que la revolución rusa de 1917 y la revolución naranja de 2004 fueron ambas conspiraciones judías.

Moscú, en entredicho

Corren tiempos nuevos en la comunidad internacional. Ahora ya no es posible atacar e invadir un país aunque éste esté en la llamada zona de influencia de una potencia.
Escribe Alberto Priego en Safe Democracy que esa debería ser la primera lección aprendida por Medvedev tras su estrepitoso fracaso en Osetia del Sur. Lejos de ser apoyado por sus aliados y de conseguir intimidar a sus competidores, la posición internacional de Rusia ha quedado completamente en entredicho.
El objetivo fundamental de Rusia no era otro que reafirmar su posición internacional atacando al principal aliado de Estados Unidos en la región.
El Kremlin, que se apoya mucho en el simbolismo, se sintió ultrajado por el reconocimiento internacional de Kosovo y por ello pretendía dar un golpe de efecto a quienes lo habían propiciado.
Esta política exterior errónea y propia de la Guerra, ha colocado a Moscú en una situación muy complicada que no favorece la estabilidad política y económica que necesita.
UN ASUNTO MUY SERIO PARA WASHINGTON
Tras la crisis de Osetia del Sur, Estados Unidos se está replanteando sus relaciones con Rusia. La reacción de la Administración Bush ha sido durísima. Todos, desde el presidente Bush, pasando por Robert Gates hasta Condolezza Rice, han vertido duras críticas a la actuación del Kremlin.
No obstante, quien más contundente ha sido la Secretaria de Estado, al advertir a Moscú que ni estamos en 1968 ni esto es Checoslovaquia. Las declaraciones de Rice son tajantes ya que por un lado señala que, durante la Guerra Fría, Washington tenía las manos atadas en buena parte de Europa y, por el otro, reafirma que Georgia, hoy por hoy, es uno de el principales aliado de Estados Unidos en la zona.
Para Washington el asunto es tan serio que se han planteado sanciones como la expulsión de Rusia del G-8 o la suspensión de acuerdo sobre uso civil de la energía nuclear que reportaría beneficios millonarios a Moscú. Además, los dos candidatos a la Casa Blanca han mostrado posicionamientos muy críticos con las aventuras imperialistas de Medvedev.
Sin embargo, no podemos reducir el enfrentamiento a una disputa entre Rusia y Estados Unidos.
Otros países como el Reino Unido, que mantiene unas relaciones deterioradas con Moscú desde el asesinato de Litvinenko, también se ha mostrado muy duro con Rusia. El Secretario del Foreign Office, David Miliband, visitó Ucrania y reafirmó que la integración de Georgia en la OTAN sigue estando sobre la mesa, mostrando así un claro apoyo a la candidatura del país caucásico.
En el Parlamento Británico se han oído duras propuestas contra Rusia que van desde una política restringida de visados hasta la imposición de sanciones inteligentes.
Incluso el líder de los conservadores, probable primer ministro según las encuestas, David Cameron, afirmó que había que evitar los fines de semana de lujo y compras por Londres de los oligarcas rusos. En esta misma línea también están los países bálticos y de la Europa central y oriental, sobre todo Polonia, que recientemente ha firmado un acuerdo para el establecimiento de un escudo antimisiles en su territorio.
LA CRISIS LLEGA A LA OTAN
En la UE la situación no es mucho mejor. La convocatoria de un Consejo Extraordinario no se producía desde los atentados del 11-S.
Países que tradicionalmente han tenido una actitud más cercana con Rusia han adoptado una posición mucho más crítica. Las declaraciones de Francia han sido demoledoras al afirmar que Rusia estaba fuera de la legalidad internacional.
Alemania e Italia parecen ser los países con mayor sintonía con Moscú. A pesar de los intentos de mediación de Merkel con Medvedev, con quien llegó a reunirse en Sochi en plena crisis, su posición ya no es la de abril pasado, cuando vetó la entrada de Georgia en la OTAN.
Si nos fijamos en la OTAN las relaciones con Rusia son aún peores. De hecho, no se estaba en una situación tan mala desde 1995 cuando la Alianza publicó su famoso informe de ampliación.
La declaración de condena del Consejo del Atlántico Norte ha sido muy dura y el propio Secretario General ha acusado a Rusia de violar varias resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU.
Parece que, algunos Estados, admiten de forma velada el error de no haber invitado a Georgia y Ucrania a integrarse en la Alianza en la pasada Cumbre de Bucarest.
A modo de compensación se creará una Comisión OTAN-Georgia como la que ya existe con Ucrania. Respecto del futuro de Georgia en la Alianza, algunos miembros tienen aun una voluntad más firme de integrar a la república caucásica en la OTAN, pero Moscú no va a ponerlo fácil.
El dúo Medvedev-Putin habría amenazado a Occidente con vender el moderno sistema de defensa aérea S-300 a Irán, lo que prácticamente impediría un ataque aéreo en el caso de que Teherán lograra el arma nuclear.
LA DEPENDENCIA ENERGÉTICA DE EUROPA
Otro de los temas de controvertidos es la energía.
Rusia posee una gran capacidad de chantaje ya que es el principal suministrador de gas de Europa del Este y de Alemania. Moscú puede emprender represalias con aquellos países que han sido más críticos con su actuación en Georgia subiendo el precio o cortando directamente el suministro del gas.
Otra herramienta en manos de Rusia es la red de oleoductos del propio Cáucaso. Uno de las motivaciones de la invasión de Georgia fue la desestabilización de la zona para lograr que se utilicen las rutas de gas y petróleo alternativas al BTC, al Bakú-Supsa y al Bakú-Erezum.
Para ello, Gazprom, empresa de la que forma parte Medvedev, ha comprado el oleoducto que une Armenia con Irán lo que le permitiría crear más rutas alternativas a las georgianas.
Sin embargo, no podemos olvidar que la economía de Rusia depende en un 80 por ciento de la venta de hidrocarburos y un empeoramiento de las relaciones con sus clientes conllevaría una reducción de sus beneficios.
Por otro lado, Moscú no ha obtenido el grado de respaldo que esperaba de China y del resto de miembros de la Organización de Cooperación de Shangai (OCS).
La declaración de la organización es muy tibia y evita cualquier pronunciamiento a favor de los movimientos secesionistas, algo que era de esperar pues está en su carta fundacional y la propia China tiene problema en el Tibet y en Xinjiang.
En definitiva, la crisis de Osetia del Sur ha supuesto un duro varapalo internacional para Rusia y para los posicionamientos eslavófilos y orientalistas que parecen defender el nuevo presidente Medvedev y su primer ministro Putin.

El Gobierno ucraniano quiere el ingreso de su país en la Unión Europea, más aún tras la reciente guerra en el Cáucaso. Pero el polvorín político asust

En mi opinión, sólo la estabilidad política y una coalición democrática pueden servir como base al desarrollo en Ucrania. Nuestros dirigentes van a hacer todo lo posible para que vayamos en esa dirección”, declaró la primera ministra ucraniana, Julia Timoshenko.

Sin embargo, la Revolución Naranja, Timoshenko y sus trenzas al frente de los manifestantes en Kiev, quedan hoy lejos en el tiempo. Occidente apoyó, monetaria y moralmente, el cambio político en Ucrania. Pero en Europa no está la cosa para ampliaciones. La UE se dice abierta a un aumento de la cooperación económica. El ingreso del país en la comunidad prefiere postergarse para un futuro sin fecha. Y las palabras de la primera ministra suenan a vacía retórica.

Un sesgo político

Bildunterschrift: Großansicht des Bildes mit der Bildunterschrift: Julia Timoshenko.“Las relaciones bilaterales entre Ucrania y la UE van por buen camino. La economía en Ucrania mejora, se genera crecimiento y poco a poco se está controlando la inflación”, asegura el jefe de la diplomacia europea, Javier Solana, “pero, en lo que a la situación política se refiere, tenemos nuestras dudas: la vida parlamentaria tiene que normalizarse.”

En Ucrania, la jefatura del Gobierno y la jefatura del Estado, es decir, Timoshenko y su antiguo aliado, el presidente Victor Yushchenko, se mantienen en situación de crisis constante. Y si entre los “occidentalistas” las posturas divergen, éstos y las fuerzas pro rusas libran un enfrentamiento que sesga al país en dos grupos de intereses irreconciliables, pese a la imagen de unidad contra el dominio moscovita que se trata de exportar.

Bildunterschrift: Großansicht des Bildes mit der Bildunterschrift: Victor Yushhenko.“La UE puede esgrimir todas las dudas que quiera, pero yo creo que el principal motivo es el miedo a Rusia. Otorgar a Ucrania la perspectiva de una posible entrada en la UE, de un acercamiento a Occidente, no agrada precisamente a Moscú. Y eso genera, como es natural, temores en algunos países comunitarios”, dice Amanda Akçakoca, experta en Ucrania del Centro de Política Europea de Bruselas.

Después del Cáucaso

Sobre todo el reciente conflicto en el Cáucaso empuja a los mandatarios de Kiev a buscar cobijo en los brazos de la UE. Ucrania teme que el Kremlin pudiera proceder en Crimea como acaba de hacerlo en Abjazia y Osetia del Sur. Similitudes no faltan.

Bildunterschrift: Großansicht des Bildes mit der Bildunterschrift: Buques rusos en Crimea.En la península de Crimea, a orillas del Mar Negro, se sitúa un puerto de estratégica importancia para la Marina rusa: Sebastopol. Oficialmente Sebastopol es territorio ucraniano, pero las raíces del 80% de la población se extienden aquí hasta Rusia. Ucrania se queja de que Moscú lleva años, como ya lo hizo en las provincias separatistas georgianas, repartiendo en Crimea pasaportes rusos.

Al igual que en Georgia, la tendencia pro occidental del Gobierno ucraniano no gusta en el Kremlin. Las rencillas de baja intensidad y los pequeños sabotajes se repiten como manifestación del descontento moscovita. Cuando las tropas rusas traspasaron la frontera con Georgia, Ucrania se solidarizó con Tiblisi y trató de presionar a Moscú vía Sebastopol. Ahora dice Kiev que quiere repensarse el tratado por el que permite a los buques de guerra rusos anclar en sus embarcaderos, y las consecuencias del replanteamiento son imprevisibles.

“Espero que la crisis del Cáucaso anime a la UE a profundizar sus relaciones con Ucrania, y quizás incluso se le plantee la posibilidad de un ingreso en la UE. Ucrania es un país que se encuentra a medio camino entre Occidente y Rusia. Una señal de Occidente, especialmente de la UE, sería importante para que no caiga de nuevo en el ámbito de influencia de Moscú. La última crisis de Gobierno demuestra que esto aún es posible”, comenta Akçakoca.

Desde 2005 existe un plan de acción entre la UE y Ucrania destinado alinear al país política y jurídicamente, y también con vistas al respeto de los derechos humanos, con los estándares comunitarios. En 2007 se empezó a negociar el siguiente paso, principalmente económico, que prevé una asociación en el ámbito de la energía y el establecimiento de una zona de libre comercio. Seguramente sea en los segundos aspectos, más que en los primeros, en los que la UE incida esta tarde en París.

Rusia "violó" la frontera de Georgia, insiste vicepresidente de EEUU

El vicepresidente de Estados Unidos, Dick Cheney, condenó de nuevo el martes las "acciones militares" de Rusia y la acusó de haber "violado" la frontera de Georgia, en una declaración a la prensa en Roma, junto al jefe del gobierno italiano, Silvio Berlusconi.
"La comunidad internacional deplora unánimamente las acciones militares de Rusia y condena los intentos unilaterales e ilegítimos de modificar las fronteras de Georgia por las armas", indicó Cheney al término de una entrevista con Berlusconi.
Cheney acusó a Rusia de haber "violado la frontera georgiana".
Rusia intervino militarmente en la provincia separatista georgiana de Osetia del sur el último 8 de agosto, en respuesta a una fracasada tentativa de Georgia de recuperar su control.
El martes estableció relaciones diplomáticas con ese territorio, así como con la otra región separatista georgiana de Abjasia, y anunció que las tropas rusas se quedarían allí por "mucho tiempo".
El vicepresidente de Estados Unidos subrayó que "la frontera oeste de Rusia jamás estuvo tan segura como hoy en día" como resultado del "éxito en Europa del establecimiento de democracias prósperas", "involucradas en la paz y que no amenazan a nadie".
"Italia es una gran nación y excelente aliada de Estados Unidos. Nuestros lazos jamás fueron tan fuertes", agregó Cheney, que también calificó a Berlusconi de "buen amigo" de Estados Unidos.
Dick Cheney terminó en Roma una gira que lo llevó a Azerbaiyán, Georgia y Ucrania, con el objetivo de tranquilizar a los aliados de Washington en la región.

La UE y Ucrania, preocupadas por el impacto regional de la crisis en Georgia

La Unión Europea (UE) y Ucrania se declararon hoy 'gravemente preocupadas' por la crisis de Georgia y su impacto en toda la región, así como por la 'reacción desproporcionada' de Rusia en el conflicto.'Este tipo de acciones militares ni son una solución ni son aceptables', aseguraron en una declaración conjunta de la cumbre bilateral UE-Ucrania, celebrada hoy en París.Sobre el impacto en Ucrania del conflicto en su vecino del sur, el presidente francés y de turno de la UE, Nicolas Sarkozy, dejó claro en rueda de prensa que para los Veintisiete la integridad territorial de la república 'no es negociable'.Sarkozy dijo que, de todos modos, tras su viaje de ayer a Moscú, 'nada' le hace pensar que 'esto pueda llegar a ser un problema'.No obstante, dio su apoyo 'firme y sólido' a la soberanía de Ucrania en sus declaraciones iniciales y después, a preguntas de los periodistas, recalcó de nuevo que para la UE 'la integridad territorial de Ucrania no es negociable'.En su declaración sobre el conflicto de Georgia, la UE y Ucrania 'deploran' la pérdida de vidas humanas, el sufrimiento causado a la población civil, los desplazados y los refugiados, así como las 'considerables pérdidas materiales'.En este sentido, ambas partes se comprometen a tomar 'parte activa' en el refuerzo de la cooperación regional.Asimismo, afirman que contribuirán 'activamente' en la puesta en marcha completa del acuerdo de seis puntos para un alto el fuego, para el restablecimiento de una paz duradera en Georgia, y a favor de la reconstrucción de las zonas más afectadas.A su juicio, toda solución pacífica y duradera del conflicto de Georgia 'debe estar fundado en el pleno respeto a los principios de independencia, soberanía e integridad territorial'.Subrayan, además, que 'cada Estado en Europa tiene derecho a determinar libremente su política extranjera y sus alianzas, en el respeto del derecho internacional y los principios de buena vecindad y de cooperación pacífica'.

La UE y Ucrania, preocupadas por el impacto regional de la crisis en Georgia

La Unión Europea (UE) y Ucrania se declararon hoy 'gravemente preocupadas' por la crisis de Georgia y su impacto en toda la región, así como por la 'reacción desproporcionada' de Rusia en el conflicto.'Este tipo de acciones militares ni son una solución ni son aceptables', aseguraron en una declaración conjunta de la cumbre bilateral UE-Ucrania, celebrada hoy en París.Sobre el impacto en Ucrania del conflicto en su vecino del sur, el presidente francés y de turno de la UE, Nicolas Sarkozy, dejó claro en rueda de prensa que para los Veintisiete la integridad territorial de la república 'no es negociable'.Sarkozy dijo que, de todos modos, tras su viaje de ayer a Moscú, 'nada' le hace pensar que 'esto pueda llegar a ser un problema'.No obstante, dio su apoyo 'firme y sólido' a la soberanía de Ucrania en sus declaraciones iniciales y después, a preguntas de los periodistas, recalcó de nuevo que para la UE 'la integridad territorial de Ucrania no es negociable'.En su declaración sobre el conflicto de Georgia, la UE y Ucrania 'deploran' la pérdida de vidas humanas, el sufrimiento causado a la población civil, los desplazados y los refugiados, así como las 'considerables pérdidas materiales'.En este sentido, ambas partes se comprometen a tomar 'parte activa' en el refuerzo de la cooperación regional.Asimismo, afirman que contribuirán 'activamente' en la puesta en marcha completa del acuerdo de seis puntos para un alto el fuego, para el restablecimiento de una paz duradera en Georgia, y a favor de la reconstrucción de las zonas más afectadas.A su juicio, toda solución pacífica y duradera del conflicto de Georgia 'debe estar fundado en el pleno respeto a los principios de independencia, soberanía e integridad territorial'.Subrayan, además, que 'cada Estado en Europa tiene derecho a determinar libremente su política extranjera y sus alianzas, en el respeto del derecho internacional y los principios de buena vecindad y de cooperación pacífica'.