18 de noviembre de 2009, 04:29Kiev, 18 nov (PL) La lucha por un 30 por ciento de votantes indecisos en Ucrania parece estar hoy en un punto decisivo, cuando los actores políticos en la búsqueda de ventajas electorales obvian intereses nacionales.
La primera ministra ucraniana, Yulia Timoshenko, y el ex jefe de Gobierno y líder del Partido de las Regiones, Viktor Yanukovich, parecen tener bastantes definidas sus respectivas zonas de apoyo en occidente y en centroeste, respectivamente.
Timoshenko se encuentra en las encuestas casi 10 puntos por debajo de Yanukovich, quien supera los 30 puntos de respaldo popular, una cifra alta, pero insuficiente para vencer en la primera ronda electoral del 17 de enero venidero.
Yanukovich intenta la revancha de 2004, cuando fue necesaria una tercera ronda electoral, bajo presión de manifestaciones azuzadas por Occidente.
Timoshenko desde su puesto de jefe de Gobierno busca aprovechar las oportunidades de arenga política, en especial, contra el mandatario Viktor Yuschenko, quien apenas alcanza el tres por ciento de respaldo en los sondeos, pero que desea ganar protagonismo para su reelección.
Los temas de la epidemia de gripe, que ya causó 315 muertos, y los pagos a Rusia por la deuda del gas, aparecen entre los más utilizados para hacer campaña electoral.
Algunos medios de prensa consideran que en los próximos días se realizarán una serie de reuniones y acontecimientos internacionales que pudieran influir en algo en la campaña electoral.
Yuschenko, recibirá en breve a su similar georgiano, Mijail Shaakashvili, que aunque criticado por Occidente por reprimir manifestaciones antigubernamentales a finales de 2008, recibe de allí medios para el rearme de su ejército.
Shaakashvili explicará en Kiev su visión de lo ocurrido en el Cáucaso, en especial, después del reconocimiento por Rusia de la independencia de las repúblicas de Abjasia y Osetia del Sur.
El mandatario georgiano podría tratar, incluso, la posible compra de equipos militares a Ucrania, aunque oficialmente Kiev rechaza haberlo hecho antes, en respuesta a denuncias de Rusia en ese sentido.
Por su lado, Timoshenko asistirá a una reunión en la ciudad de Yalta con su par ruso, Vladimir Putin, donde uno de los temas centrales será el pago por el gas ruso y los precios y formas de suministro para el año próximo.
La jefa de Gobierno acusa al despacho presidencial de precipitar el estallido de un conflicto en enero próximo, a unos días del compromiso en las urnas, para crear un escándalo en torno a ese tema que también podría perjudicar a toda la economía.
Pero el asesor de Yuschenko para asuntos internacionales de la seguridad energética, Bogdan Sokolovski, rechazó la supuesta intención del mandatario ucraniano de emplear el tema energético con fines electorales.
Timoshenko también refutó la presunta intención de Moscú de imponer una multa de ocho mil millones de dólares a Ucrania por el incumplimiento del volumen de gas pactado en enero pasado para los suministros de este año.
Por otro lado, el ministro ucraniano de Relaciones Exteriores, el comerciante Petr Poroschenko, se dirigirá a Bruselas para preparar junto a los colegas europeos la cumbre de diciembre próximo entre su país y la Unión Europea.
La reunión al más alto nivel estaría dirigida a establecer mecanismos para evitar una suspensión de los suministros de gas al Viejo Continente a través de Ucrania, como ocurrió en enero pasado.
Sin embargo, los temas internacionales poseen cada vez menos peso en la decisión de los votantes en Ucrania, consideran expertos citados por el diario Nezavisimaya Gazeta.
Rusia muestra escaso interés o inclinación por Timoshenko o Yanukovich, vistos como seguros finalistas de la contienda electoral en una segunda vuelta, y Occidente parece poner pocas esperanzas en un Yuschenko venido a menos en los últimos años de su mandato.
El semanario ucraniano Espejo de la semana estima, por su lado, que el cansancio de los votantes de los gastados discursos políticos de los principales candidatos presidenciales engrosa las filas de los indecisos, que este año alcanza un parámetro récord.
Pese a que la campaña electoral se inició en julio pasado, dos meses antes del periodo oficialmente establecido, la tercera parte de los electores parecen buscar algo que los ayude a definirse políticamente.
Las soluciones al tema de la epidemia de gripe y los pagos del gas a Rusia son vistas más bien como rehenes de las promesas electorales que apenas se cumplen pasados los comicios.
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