miércoles, 27 de agosto de 2008

'Hay que hacerle saber a Rusia que habrá consecuencias'

El presidente ruso, Dimitri Medvedev, se reúne este miércoles con su homólogo chino, Hu Jintao, en busca de apoyos en el combate diplomático trabado con los países occidentales por el conflicto en Georgia.
Los países occidentales condenaron rotundamente la decisión rusa de reconocer la independencia de Abjasia y Osetia del Sur, dos territorios separatistas de Georgia, y exigen la retirada total de tropas rusas del país caucásico.
Medvedev y Hu se reunirán en Dushanbé, la capital de Tayikistán, antes de una cumbre regional en la que podría abordarse la cuestión georgiana, según dijeron funcionarios vinculados a su preparación.
El ministro de Asuntos Exteriores francés, Bernard Kouchner, acusó este miércoles a Rusia de haberse puesto "fuera de la ley internacional" y afirmó que la Unión Europea (UE) "no puede aceptar las violaciones del derecho internacional" y de los "acuerdos de seguridad".
Los 27 países de la UE "van a reaccionar, evidentemente", advirtió Kouchner, cuyo país ejerce la presidencia semestral de la Unión Europea.
Medvedev anunció el martes que Rusia había decidido reconocer la independencia de las dos regiones separatistas, tras el conflicto de cinco días que se desencadenó a principios de agosto cuando Georgia trató de recuperar el control de Osetia del Sur.
Rusia acudió en ayuda de sus aliados surosetas y sus tropas entraron hasta el corazón del territorio georgiano y permanecen en algunos sectores, pese a un alto el fuego firmado con mediación francesa.
La decisión rusa fue vista como una tentativa de Moscú de afianzar sus posiciones en esa región, que pertenecía tradicionalmente a su esfera de influencia.
Contrariamente a lo afirmado el martes por un portavoz de la embajada de Estados Unidos en Tiflis, ningún barco militar estadounidense se dirige hacia el puerto georgiano de Poti (oeste), donde están estacionadas las fuerzas rusas, indicó el miércoles un responsable de esa legación diplomática.
El presidente georgiano, Mijail Saakashvili, acusó a Rusia de tratar de "borrar a Georgia del mapa" y prometió librar un "combate pacífico" para recuperar la soberanía sobre las regiones separatistas.
Saakashvili dijo además que no participará en una cumbre extraordinaria de la UE sobre la situación en Georgia, el próximo lunes en Bruselas, por temor de que los rusos no lo dejen volver.
"Si me voy de Georgia los rusos cerrarán nuestro espacio aéreo y no me dejarán volver a casa", dijo Saakashvili al diario alemán Bild.
Kouchner advirtió que después de Georgia, Rusia podría tener "otros objetivos" en territorios de la ex Unión Soviética, como Ucrania, con su puerto de Crimea, y Moldavia, y que todo eso "es muy peligroso".
El presidente estadounidense, George W. Bush, llamó el martes a Rusia a "reconsiderar" su "irresponsable decisión" de reconocer la independencia de Abjasia y Osetia del Sur.
Pero Medvedev rechazó todas esas presiones.
El reconocimiento de Osetia del Sur y Abjasia se efectuó "tomando en cuenta los deseos expresados libremente" por los pueblos de esas zonas y "en base a los principios de la carta de las Naciones Unidas y otros documentos del derecho internacional", escribió el presidente ruso en una tribuna publicada este miércoles por el diario británico Financial Times.
Según la prensa italiana, el presidente ruso envió una carta de explicaciones a varios estadistas occidentales, entre ellos Bush, el francés Nicolas Sarkozy, la alemana Angela Merkel y el italiano Silvio Berlusconi.
La Repubblica indica que en esa misiva Medvedev alega que el polémico reconocimiento era "la única posibilidad".
En declaraciones dadas el martes a la televisión francesa LCI, Medvedev se mostró firme en sus posturas. "Haremos todo lo que esté en nuestras manos para evitar una nueva guerra fría", pero si los países occidentales "quieren la degradación de las relaciones la lograrán, por supuesto".
En cambio, "si quieren salvaguardar las relaciones estratégicas, algo que interesa a su vez a Rusia y Europa, todo irá bien", agregó.
El jueves, Medvedev participará en Tayikistán en una cumbre del Acuerdo de Cooperación de Shanghai, estructurado por Rusia y China, en el que participan también cuatro ex repúblicas soviéticas de Asia Central.
Ese grupo se formó en 2001, como contrapeso a la influencia de la Organización del tratado del Atlántico Norte (OTAN) en la región.
Georgia, al igual que Ucrania, plantearon este año su aspiración a ingresar en la OTAN, algo que irritó sobremanera a Rusia.
En la batalla diplomática, Rusia, segundo productor mundial de petróleo, tiene cartas importantes en mano, como su poder de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU y su papel central en la solución de problemas internacionales, como el del polémico programa nuclear iraní.

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