MOSCÚ (Reuters) - El presidente ruso, Vladimir Putin, rebajando el tono frente a los duros mensajes previos de Moscú, dijo el jueves que Rusia no planea ningún conflicto con Occidente y no apuntará sus misiles contra ningún país a menos que tenga que hacerlo.
"No vamos a colocar ningún objetivo si no hay una necesidad extrema", dijo Putin a los periodistas en su rueda de prensa anual en el Kremlin. "No tenemos previsto ningún conflicto (con Occidente) y esperamos que esto no ocurra en un futuro previsible", añadió.
Putin dijo esta semana que Rusia podría apuntar a Ucrania si su vecino, país de la antigua órbita soviética, se unía a la OTAN y desplegaba elementos del escudo de defensa antimisiles de Estados Unidos. Anteriormente hizo amenazas similares contra Polonia y República Checa.
La rueda de prensa anual en el Kremlin, que fue televisada en directo, fue la séptima de Putin y se espera que sea la última antes de que concluya en mayo su segundo mandato.
Rusia celebra el mes próximo unas elecciones presidenciales que se espera que gane el sucesor elegido por Putin, el primer ministro Dmitry Medvedev.
Cuando se le preguntó si había pensado en permanecer más tiempo en el poder, Putin dijo que era "absolutamente impensable" para él estar aferrado al poder durante toda su vida.
"No tuve intención de quedarme un tercer mandado, nunca", dijo Putin a los periodistas. "Desde el primer día que asumí el cargo de presidente de la Federación Rusa, siempre dije que cumpliría la ley", añadió.
La Constitución rusa limita a dos mandatos consecutivos el tiempo de estancia en el poder, aunque la popularidad de Putin en casa ha llevado a que sus partidarios pidan cambiar la Constitución para permitir que se quede.
En declaraciones en una plataforma elevada frente a un panel decorado con los colores de la bandera rusa y flanqueado por dos pantallas gigantes de televisión, Putin dijo que para él no era "vergonzoso ni aterrador" entregar el poder a Medvedev.
Su intervención comenzó refiriéndose a las estadísticas del boom económico ruso, que ha durado toda su presidencia.
Los ingresos, las pensiones y el nivel de vida han crecido, dijo, aunque hay que prestar atención a la inflación, que ahora ronda el 12 por ciento.
Putin, jovial a sus 55 años, pretende seguir activo en política tras dejar el poder y ha dicho que se convertirá en el primer ministro de Medvedev.
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