El Consejo de Europa independiente de vigilancia de los derechos humanos órgano especializado en la lucha contra el racismo, la Comisión Europea contra el Racismo y la Intolerancia (ECRI), publicó hoy cuatro nuevos informes examinar el racismo, la xenofobia, el antisemitismo y la intolerancia en Andorra, Letonia, los Países Bajos y Ucrania. Según la Oficina de Comunicación "CE", ECRI reconoce que se han producido avances positivos en los cuatro de estos miembros del Consejo de Europa países.Al mismo tiempo, sin embargo, la continuación de los informes detalle los motivos de preocupación para la Comisión:
En Ucrania, el Comité de las Nacionalidades y Religión en pleno funcionamiento, entre otras tareas, la lucha contra el racismo y la discriminación racial. Sin embargo, la legislación penal contra los delitos raciales no se ha reforzado y las autoridades aún no han adoptado un amplio conjunto de los funcionarios administrativos y las leyes contra la discriminación. Ha habido muy pocas acciones judiciales contra las personas que hacen declaraciones antisemitas o publicar literatura antisemita. Los miembros de la comunidad romaní todavía se enfrentan a muchas desigualdades en esferas como la educación, el empleo y la vivienda.
En Andorra, un nuevo Código Penal entró en vigor, que prevé la motivación racista de un delito debe considerarse como una circunstancia agravante y la prohibición de la incitación al odio racial, así como las organizaciones racistas. Sin embargo, Andorra no ha ratificado todavía el Protocolo N ° 12 A la Convención Europea de Derechos Humanos y no tiene un detallado y amplio cuerpo de derecho civil y administrativo prohíba la discriminación racial en todos los ámbitos.
En Letonia, una clara prohibición de la discriminación racial se incluyó en el Código de Trabajo y se han hecho esfuerzos para aumentar el número de los no ciudadanos que se concedió la ciudadanía letona, ya sea por alentar o facilitar la naturalización. No obstante, sigue habiendo una serie de problemas en cuanto a la Plena integración de la población de habla rusa. El número de ataques por motivos raciales, de orientación minorías visibles y ha aumentado el uso de discurso racista, por parte de algunos políticos y en los medios de comunicación, sigue siendo un problema.
En los Países Bajos, se está trabajando para el establecimiento de una red de profesionales locales de las oficinas de lucha contra la discriminación en todo el país, con el objetivo de mejorar la protección ofrecida a las víctimas del racismo y la discriminación racial y la vigilancia de estos fenómenos. Sin embargo, el tono Holandés de política y el debate público sobre la integración y otros temas de interés para las minorías étnicas ha experimentado un notable deterioro. El sistema de justicia penal, y en particular la policía, aún debe mejorar su papel en la vigilancia y lucha contra los delitos por motivos raciales.
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