DONETSK, Ucrania (AFP) — Al menos 90 mineros fallecieron en la catástrofe minera ocurrida el domingo en Donetsk, al este de Ucrania, la peor desde la independencia de esta ex república soviética, que este martes cumplió una jornada de luto nacional.
Los cuerpos de 90 mineros fueron ya descubiertos, mientras que la suerte de otros diez sigue siendo "desconocida", indicó este martes la administración regional en un comunicado.
Ya han sido subidos a la superficie 88 cuerpos, de los que han sido identificados 65.
Las primeras exequias, realizadas a 29 de las víctimas, tuvieron lugar el martes. En Donetsk, 700 kilómetros al este de Kiev, fueron enterrados 10 mineros en un cementerio situado cerca de la mina, en presencia de unos 200 familiares, del ministro de la Industria Carbonera, Sergui Touloub, y del alcalde de la localidad, Olexandre Loukiantchenko.
Todavía permanecen hospitalizados 31 mineros, uno de ellos en estado muy grave debido a las quemaduras.
El accidente, originado por una explosión de grisú, se produjo durante unos trabajos de perforación a las 03H11 locales del domingo (01H11 GMT) dentro de la mina Zasiadko, una de las más importantes del país.
La amplitud de este desastre minero sobrepasa al de Barakov (región de Lougansk, este), que le había costado la vida a unos 80 mineros en 2000, y que era considerado hasta ahora como el más mortífero desde la independencia del país, en 1991.
El balance de Zasiadko podría empeorar, ya que las oportunidades de encontrar a alguien con vida son cada vez más pequeñas, a pesar de lo cual una decena de equipos de rescate luchan por encontrar supervivientes.
Puesta en servicio en 1958, la mina Zasiadko está considerada como entre las más peligrosas, debido a la fuerte presencia de metano. También se ha convertido en la más mortífera del país, por cinco graves accidentes que han matado a más de 200 de sus empleados en los últimos años.
En 1999, una explosión de grisú costó la vida a 50 mineros.
En 2001, 55 personas fallecieron, mientras que otros 20 trabajadores murieron el siguiente año, en trabajos con explosivos. En septiembre de 2006 otras 13 personas perecieron víctimas de una nueva explosión de grisú.
Esta explotación da empleo a unas 10.000 personas, entre ellas 5.000 mineros, y produce entre 8.000 y 10.000 toneladas de carbón por día.
Está alquilada por sus empleados al Estado, pero el diputado Efim Zviaguilski, que encabeza el consejo de administración, que la dirige de facto, se declaró dispuesto a cerrar la mina.
Los cuerpos de 90 mineros fueron ya descubiertos, mientras que la suerte de otros diez sigue siendo "desconocida", indicó este martes la administración regional en un comunicado.
Ya han sido subidos a la superficie 88 cuerpos, de los que han sido identificados 65.
Las primeras exequias, realizadas a 29 de las víctimas, tuvieron lugar el martes. En Donetsk, 700 kilómetros al este de Kiev, fueron enterrados 10 mineros en un cementerio situado cerca de la mina, en presencia de unos 200 familiares, del ministro de la Industria Carbonera, Sergui Touloub, y del alcalde de la localidad, Olexandre Loukiantchenko.
Todavía permanecen hospitalizados 31 mineros, uno de ellos en estado muy grave debido a las quemaduras.
El accidente, originado por una explosión de grisú, se produjo durante unos trabajos de perforación a las 03H11 locales del domingo (01H11 GMT) dentro de la mina Zasiadko, una de las más importantes del país.
La amplitud de este desastre minero sobrepasa al de Barakov (región de Lougansk, este), que le había costado la vida a unos 80 mineros en 2000, y que era considerado hasta ahora como el más mortífero desde la independencia del país, en 1991.
El balance de Zasiadko podría empeorar, ya que las oportunidades de encontrar a alguien con vida son cada vez más pequeñas, a pesar de lo cual una decena de equipos de rescate luchan por encontrar supervivientes.
Puesta en servicio en 1958, la mina Zasiadko está considerada como entre las más peligrosas, debido a la fuerte presencia de metano. También se ha convertido en la más mortífera del país, por cinco graves accidentes que han matado a más de 200 de sus empleados en los últimos años.
En 1999, una explosión de grisú costó la vida a 50 mineros.
En 2001, 55 personas fallecieron, mientras que otros 20 trabajadores murieron el siguiente año, en trabajos con explosivos. En septiembre de 2006 otras 13 personas perecieron víctimas de una nueva explosión de grisú.
Esta explotación da empleo a unas 10.000 personas, entre ellas 5.000 mineros, y produce entre 8.000 y 10.000 toneladas de carbón por día.
Está alquilada por sus empleados al Estado, pero el diputado Efim Zviaguilski, que encabeza el consejo de administración, que la dirige de facto, se declaró dispuesto a cerrar la mina.
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