sábado, 7 de enero de 2012

Los bisontes de la discordia

Foto: RIA Novosti

Rosoboronexport, la agencia estatal intermediaria para la exportación e importación de productos relacionados con la defensa, informó al Gobierno de Rusia que Ucrania viola los derechos del autor de los constructores rusos de armamento al suscribir con China un contrato sobre la venta de lanchas de desembarco de la clase Zubr (bisonte).

Kiev afirma que el contrato militar suscrito con Pekín no inflinge ningún acuerdo o norma internacional relacionada con derechos de autor o venta de armamentos. Según expertos, el conflicto sobre los Zubr es complicado, afecta el normal desarrollo de las relaciones entre Moscú y Kiev y debe ser resuelto a nivel de los presidentes de Rusia y Ucrania. Tampoco se descarta la posibilidad que el proceso contencioso sea presentado ante tribunales internacionales.

Actualmente, las lanchas Zubr son las naves sobre colchones de aire más grandes del mundo, con capacidad de transportar hasta quinientos soldados, o bien tres tanques o hasta diez vehículos para el transporte de tropa. Tras la incorporación de nuevas innovaciones tecnológicas, estas lanchas pueden desplazarse por tierra y superar terrenos accidentados y campos minados. También puede cruzar fosos y trincheras, transitar sin dificultad sobre zonas pantanosas y desembarcar tropas en la retaguardia del enemigo.

Expertos militares aseguran que las lanchas Zubr pueden utilizarse con efectividad para el desembarque de tropas en el 70% de las costas de mares y océanos de todo el mundo.

En tiempos soviéticos, las lanchas Zubr se ensamblaban en varias fábricas en el territorio ruso y también en el astillero “El Mar”, en la ciudad ucraniana de Feodosia, en la costa del Mar Negro. En 2009 Kiev reveló planes sobre la venta de lanchas Zubr a China, por un monto de 350 millones de dólares, según estimaciones de especialistas. El contrato prevé la construcción de cuatro lanchas, dos que deben ser fabricadas en Ucrania y las otras dos en China, con la participación de los especialistas ucranianos.

La objeción principal que exponen los fabricantes rusos es que el contrato prevé la transferencia a la parte china de la documentación técnica de las lanchas. Según el presidente del Instituto de Evaluaciones Estratégicas de Rusia, esto afecta los derechos de autor y viola patentes de empresas rusas del complejo industrial militar.

Todos los derechos intelectuales de diseño y fabricación de las lanchas y sus componentes pertenecen al buró ruso de construcciones de armamento Almáz. Rosoboronexport considera que Ucrania no tiene derecho a suscribir este tipo de contratos sin consultar con Rusia. Pero Ucrania actúa de esta forma con mucha frecuencia. En tiempos de la Unión Soviética las fábricas más grandes de tanques estaban en territorio ruso y ucraniano, una en la zona de los montes Urales, y la otra en la ciudad ucraniana de Járkov. Ahora, los tanques rusos y ucranianos compiten activamente en el mercado mundial.

Rusia realizó un importante esfuerzo para modernizar las lanchas Zubr en vistas a su acceso al mercado chino, pero perdió el contrato. Lógicamente, esto es deplorable, pero en este caso, lo más importante es que se trata de tecnología rusa que tiene su propietario, porque tanto la concepción de las lanchas como los inventores de estos navíos son rusos. Los planes de Ucrania pueden ser denunciados ante tribunales de arbitraje internacional.

Expertos consideran que Ucrania no está preparada para la fabricación de este clase de buques. Existen serias dudas de que Ucrania pueda ofrecer el nivel apropiado de calidad. La facilidad demostrada por Kiev al entregar la documentación técnica a la parte china, puede convertirse en un factor en contra de los fabricantes ucranianos. Según la opinión de los expertos militares rusos, en cuanto los chinos inicien la construcción de este tipo de embarcaciones podrían desplazar a sus colegas ucranianos de todos los segmentos de este mercado.

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