Los primeros ministros de Rusia, Vladímir Putin, y de Ucrania, Yulia Timoshenko, han logrado un acuerdo para ajustar los contratos de gas suscritos entre ambos países, informó hoy el Gobierno ruso.
"Hemos tomado la decisión -a pesar de los acuerdos existentes sobre los volúmenes de compra de gas por parte de Ucrania- de que (las corporaciones rusa y ucraniana) Gazprom y Naftogaz consensuarán nuevos volúmenes y no habrá sanciones", declaró Putin, según el comunicado publicado en la página en internet del Ejecutivo.
Tras su reunión anoche con Timoshenko, en el balneario ucraniano de Yalta, Putin anunció que, aunque Rusia está en su derecho de multar a Ucrania, como a cualquier otro país, por consumir menos gas del contratado, ha decidido no aplicar sanciones al país vecino en estos tiempos de crisis.
El jefe del Gobierno ruso expresó su esperanza de "recibir el Año Nuevo sin problemas" y de que la parte ucraniana cumpla todos los acuerdos alcanzados anteriormente, al tiempo que garantizó que Rusia así lo hará.
Timoshenko, por su parte, aseguró que Ucrania seguirá pagando religiosamente el gas ruso recibido y también garantizará el tránsito ininterrumpido del carburante hacia Europa.
A principios de este año, Gazprom cortó totalmente durante 13 días los suministros de gas a Europa a través de Ucrania, tras denunciar que este país robaba el carburante destinado a los consumidores europeos.
Por el sistema de gasoductos ucranianos transita el 80 por ciento de las exportaciones de gas natural ruso con destino a Europa.
Putin y Timoshenko anunciaron que a partir de 2010 Rusia le aplicará a Ucrania un "precio de mercado" por el gas, cancelando el actual descuento del 20 por ciento, lo que se compensará con un aumento en un 60 por ciento de la tarifa de tránsito del gas ruso por territorio ucraniano.
"Naftogaz ingresará de esta forma miles de millones de dólares", se felicitó Timoshenko.
El primer ministro ruso expresó su satisfacción por cómo se desarrollan las relaciones entre los gobiernos de ambos países.
"Nos sentimos bien trabajando con el gobierno de Timoshenko. En el tiempo que llevamos cooperando, las relaciones entre Rusia y Ucrania se han estabilizado y fortalecido", dijo.
Al mismo tiempo se mostró perplejo por la postura del presidente ucraniano, Víctor Yúschenko, y sus críticas a los contratos firmados por Timoshenko y Putin para poner fin a la última "guerra del gas".
"Hace tan sólo unos años, cuando yo era presidente, discutimos largamente con Yúschenko sobre este tema. Dijo que sí, que será complicado, pero que Ucrania debe hacerlo", señaló sobre la imposición de los "precios del mercado".
La víspera, el presidente ucraniano pidió a su homólogo ruso, Dmitri Medvédev, reducir el precio del gas ruso para Ucrania y elevar simultáneamente la tarifa por el tránsito del carburante que Moscú envía a Europa por territorio ucraniano.
El líder ucraniano considera que las condiciones impuestas por Moscú resultan onerosas para Kiev debido a que los contratos bilaterales "no se corresponden con las normas del libre mercado".
"En los últimos tres años el precio básico del gas ruso para Ucrania aumentó en casi tres veces y hoy por hoy supera la media europea, mientras que la tarifa de transporte del carburante por territorio ucraniano sigue invariable y es entre 2,5 y 3 veces inferior a la de otros países de tránsito", apuntó.
Rusia y la UE firmaron esta semana un memorando para la creación de un mecanismo de alerta temprana en la esfera energética con el fin de evitar nuevas crisis de suministro, y también Kiev se propone suscribir un acuerdo similar con Bruselas.
En el plano político, el acuerdo entre los primeros ministros de ambos países son vistos por los analistas como un espaldarazo de Moscú a Timoshenko, antigua aliada y actual rival de Yúschenko en las elecciones presidenciales ucranianas del 17 de enero de 2010.
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