El Dinamo Kiev, imbatido en la liga ucraniana, recibe al Inter de Milán sin complejos de inferioridad tras el empate cosechado hace dos semanas (2-2) en tierras
italianas, donde se adelantó por dos veces en el marcador, aunque deberá jugar con precauciones ante un equipo que se juega la clasificación para la siguiente fase.
El equipo ucraniano suma cuatro puntos, los mismos que el Barcelona y el Rubín, por lo que una victoria sobre los italianos, que no conocen la victoria, le permitiría aspirar a la segunda fase de la Liga de Campeones, algo que no logra desde hace varias temporadas.
El Dinamo no conoce la derrota en liga, con diez victorias y dos empates, y en toda la temporada únicamente ha caído en Barcelona y recientemente en casa del Shakhtar en la Copa ucraniana.
Una muestra de la fortaleza del equipo en Kiev es que el empate cosechado el fin de semana ante el Karpaty en partido de liga rompió una serie de 18 victorias seguidas en su propio estadio.
En las filas del equipo ucraniano preocupa la falta de acierto de cara al gol del hijo pródigo del Dinamo, Andréi Shevchenko, que se encuentra en buena forma física, pero apenas ha marcado goles desde su regreso.
Aunque no lo reconozca, Shevchenko tiene una buena razón para romper su sequía goleadora ante el equipo italiano, ya que su entrenador, el portugués José Mourinho, apenas confió en él cuando ambos coincidieron en el Chelsea.
La UEFA celebrará este martes una reunión extraordinaria para tratar este asunto, aunque lo más probable es que únicamente se repartan mascarillas entre los seguidores que acudan al estadio.
El Inter de Milán se juega la clasificación, pero también el prestigio, en el partido en tierras ucranias contra el Dinamo Kiev, ya que el equipo italiano aún no conoce la victoria en Liga de Campeones.
El conjunto milanés, que domina en el campeonato con siete puntos de ventaja sobre el segundo, el Juventus, en Europa ocupa la última plaza con tan sólo tres puntos, debidos a otros tantos empates.
Otra temporada con un nuevo fracaso en Europa sería un mazazo para el equipo de José Mourinho, y sobre todo para las arcas del club, que si no consigue pasar a octavos perdería 40 millones de euros.
El Inter se presenta con algunos problemas que aún no ha resuelto: el primero es la gripe (pero de temporada y no la A) del delantero Mario Balloteli, que intentará estar en el campo aunque será difícil.
Los problemas crecen en el centro del campo con el holandés Wesley Snejider, que no termina de recuperarse de sus problemas musculares, mientras que es difícil que puedan ser titulares el ghanés Sulley Ali Muntari y el brasileño Thiago Motta.
El as en la manga de Mourinho será el delantero argentino Diego Milito que ha vuelto a los terrenos de juego tras su lesión en una forma espléndida y que ya lleva siete goles en los nueve encuentros que ha jugado en el campeonato.
"El Inter tiene hambre de Europa. Es uno de los grandes equipos y quiere volver a ser campeón después de tantos años. No será fácil, pero saldremos a ganar", explicó Milito.
Por lo que el técnico de Setubal volverá a contar con su parejas de delanteros titular Milito-Eto, que han sumado 13 goles en lo que va de campeonato y que parecen haber superado todos sus problemas.
Tampoco el joven Davide Santón, el descubrimiento de la cantera de Mourinho, estará en el once inicial, después de los más y sus menos que ha tenido con el entrenador durante la pasada semana.
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