El suministro de energía a Europa no puede depender de la relación de Rusia con un tercer país”, afirmó ayer en Moscú el secretario de Estado para la Unión Europea, Diego López Garrido, al referirse a la posibilidad de una nueva guerra del gas entre Rusia y Ucrania. Según sus palabras, para evitar tal peligro “hay que abordar el problema y solucionarlo de forma inmediata, antes de que finalice el año”. López Garrido no explicó de qué manera, pero de ello tendrá que encargarse Suecia, país que preside la UE en el actual semestre.
Si no lo consiguiese, España, que asume la presidencia europea a partir del 1 de enero, tendría que lidiar la crisis. El primer ministro, Vladímir Putin, alertó el viernes sobre la posibilidad de nuevos cortes en el suministro de gas a Europa, si Ucrania, país por el que transita el hidrocarburo, no paga la factura a tiempo. Putin habló ayer por teléfono de la cuestión con su homólogo sueco, Fredrik Reinfeldt, y hoy ha reiterado su propuesta de que la UE conceda a Ucrania créditos para que pueda pagar el gas. Según el jefe del Gobierno ruso, el culpable de la actual situación es el presidente ucraniano, Víctor Yúshenko, quien estaría bloqueando las transferencias bancarias para abonar el recibo de noviembre. Pero no son pocos los que creen que detrás del actual revuelo hay otra vez trasfondo político. En enero se celebran elecciones presidenciales en Ucrania y, aunque con no demasiadas posibilidades de ganar, Yúshenko es uno de los candidatos.
López Garrido señaló que “la dependencia energética de España con respecto a Rusia es cero, pero somos solidarios con otros países de la Unión Europea que dependen casi totalmente”. A este respecto, el secretario de Estado para la UE se mostró favorable a “diversificar los medios de transporte de los carburantes y las fuentes”, pero, al mismo tiempo, lograr que “Rusia sea un suministrador de energía fiable”.
“Entre Europa y Rusia tiene que existir una relación de confianza máxima para que no se repita una situación de desabastecimiento energético surgida sin previo aviso de la noche a la mañana”, añadió López Garrido. Las dos grandes crisis habidas a cuenta del cierre de la llave del gas tuvieron lugar a comienzos de 2006 y de 2009. Y es que por Ucrania pasa el 80 por ciento de las exportaciones de gas ruso con destino a Europa.
El responsable español expresó el deseo del Gobierno de que, durante la presidencia española, “se produzca un salto cualitativo en las relaciones con Rusia”. No obstante, López Garrido no se atrevió a vaticinar cuándo se firmará el gran acuerdo estratégico entre la UE y Moscú, cuya firma se pospone continuamente desde hace años. El secretario de Estado español se reunió hoy en Moscú con el viceministro de Exteriores, Alexander Grushkó, en un primer contacto para preparar la presidencia europea de España en lo que se refiere a las relaciones con el Kremlin.
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