lunes, 27 de abril de 2009

Salto de calidad en Ucrania

En diciembre de 2004, el mundo descubrió una nueva Ucrania. Unidos por el mismo impulso, los ucranianos manifestaron de manera pacífica, pero decidida, su voluntad para defender el derecho a elegir el poder en el país.
Sin embargo, los cambios políticos globales, además de brillantes victorias, siempre tienen un trasfondo complicado y matices que quedan detrás del telón de la historia, aunque tienen influencia directa sobre ella.
¿Qué pasó, pues, en Ucrania en diciembre de 2004, en el patio trasero de la revolución naranja? El poder saliente accedió a las demandas del pueblo de retirarse bajo la condición de que hubiera cambios en la Constitución. Como consecuencia, los cambios en la Carta Magna se hicieron de manera precipitada, sin valoración de los expertos ni la debida deliberación en el Parlamento. En realidad, los promotores de los cambios en la Constitución pusieron una bomba de relojería. Los poderes del presidente fueron recortados, el Parlamento quedó exento de todo control y la reforma de la Administración local fue pospuesta indefinidamente.
Como se ha puesto de manifiesto a posteriori, este partido de ajedrez político tuvo como objetivo crear el caos en el sistema político y arrebatar al país la oportunidad para verdaderos cambios.
A pesar de múltiples intentos para asegurar la unidad del poder, no me quedaba otra opción que iniciar una reforma de la Constitución.
A finales de marzo de 2009 sometí el proyecto de enmienda a la Constitución a la consideración del Parlamento y propuse que lo debatieran no sólo los miembros del Parlamento, sino también toda la nación ucraniana.
Se trata de reformas gestadas en muchos ámbitos de la vida política y social del país e impulsadas por la necesidad de la reforma judicial y policial.
Lo más importante en la Constitución renovada es la garantía de los derechos y libertades del hombre y del ciudadano. Especialmente se confirma el principio de igualdad de los ciudadanos ante la ley y ante la justicia. También se reforzará la protección constitucional de los derechos de los niños y se añadirá un nuevo artículo sobre los derechos de las personas con discapacidad.
Teniendo en cuenta la experiencia internacional, he propuesto instituir el Parlamento bicameral que aglutine la representación de las fuerzas políticas y la de las comunidades territoriales.
Por un lado, se propone disminuir el número total de los parlamentarios de 450 a 380 personas (300 personas en la Cámara Baja y 80 en la Cámara Alta). En segundo lugar, propongo anular su inmunidad ilimitada. La inmunidad de los diputados ante la ley que existe hoy genera la transigencia y, como consecuencia, la impunidad.
La existencia de dos cámaras en el Parlamento permitirá delimitar las influencias políticas y los nombramientos en las instituciones del Estado. Estos cambios consolidarán la estabilidad política del país.
Según el nuevo sistema constitucional, el presidente de Ucrania mantiene su capacidad de garante de la soberanía, seguridad e integridad territorial del Estado, del cumplimiento de la Constitución, derechos y libertades de la persona y del ciudadano.
El Gobierno será independiente en la realización de las funciones del poder ejecutivo del Estado y será elegido por el Parlamento. El Ejecutivo dirigirá la política exterior e interior del país.
Hace unos días, envié el nuevo proyecto de la Constitución a la Comisión Europea para la Democracia por el Derecho («Comisión de Venecia»). Quiero que este proyecto se base en las tradiciones europeas y corresponda a las normas jurídicas internacionales.
Las fuerzas políticas parlamentarias que compiten duramente entre sí han respondido a mis iniciativas convocando las elecciones presidenciales anticipadas para el octubre de 2009.
Pero con esta decisión, mis oponentes no han logrado el efecto esperado. No me aferro al poder. El poder nunca ha sido el objetivo en sí mismo para mí, sólo el instrumento para servir a mis compatriotas y a Ucrania.
Ucrania necesita nueva calidad política. Precisamente por eso he dado un paso adelante y he propuesto celebrar simultáneamente las elecciones anticipadas generales y presidenciales.
Pero para que el resultado de las elecciones proporcione realmente nueva calidad política, se han de cumplir las condiciones que son necesarias para la democracia ucraniana: el cambio del sistema electoral (introducción de listas electorales abiertas para que la gente elija a candidatos concretos, que tendrán la responsabilidad política y personal ante ellos) y la anulación de la inmunidad parlamentaria ilimitada de los diputados (para que en el Parlamento, de verdad, se adopten leyes, en vez de esconderse de ellas).
Mi aspiración es asegurar de manera irreversible el desarrollo democrático de Ucrania y despejar el camino para un futuro mejor del país.
Presidente de
Ucrania

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