domingo, 11 de enero de 2009

La falta de abastecimiento paraliza la industria del Este

Mientras la UE, Rusia y Ucrania negocian, centenares de miles de ciudadanos de Europa del Este, sobre todo de la región de los Balcanes, siguen sufriendo las consecuencias. Muchos búlgaros, rumanos, croatas, serbios, eslovacos y húngaros tiemblan de frío.
En Hungría una parte importante de la industria está paralizada sin gas y muchos hogares también se ven afectados por la falta de combustible. «En algunas casas hace tanto frío como en la calle, porque ya no hay calefacción», cuenta Oliver Varcoe, un ciudadano de Budapest. Incluso los centros comerciales han reducido la temperatura de 26 a 20 grados.
En Eslovaquia, las filiales de las multinacionales automovilísticas Peugeot, Citroën, Volkswagen y Kia Motors han parado su actividad por falta de energía, y en Bulgaria, la firma siderúrgica Arcelor Mittal y otras fábricas se han visto obligadas a clausurar sus plantas por unos días, al tiempo que se ha reanudado la actividad del reactor de una central nuclear. Muchas escuelas han tenido que cerrar sus puertas por falta de calefacción y también han sido evacuados algunos hospitales.
Quince grados bajo cero
El frío polar también se ensaña con Rumanía, donde las autoridades han decretado la situación de emergencia energética. Falta gas, con temperaturas en torno a 10 o 15 grados bajo cero. La actividad educativa se ha suspendido.
La escasez de gas también tiene efectos demoledores para las industrias -la mayoría en paro técnico-, los servicios públicos y miles de hogares de otros países de la antigua Europa socialista, sobre todo Serbia, Macedonia y Bosnia, que dependen directamente del combustible ruso que llega a través de Ucrania. Los jubilados y los niños son los más vulnerables.

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