miércoles, 13 de agosto de 2008

Rusia condiciona el retiro de sus tropas

Los sangrientos enfrentamientos que estallaron el viernes en Osetia del Sur y que ayer disminuyeron luego de que Rusia y Georgia aceptaran el plan propuesto por la Unión Europea (UE) volvieron a verse hoy amenazados cuando Moscú advirtió que sólo retirará sus tropas cuando las fuerzas armadas de Tiflis vuelvan a sus cuarteles.
"Una vez que las tropas georgianas vuelvan a sus cuarteles, las fuerzas rusas volverán al territorio. Mientras tanto, nuestras fuerzas de mantenimiento de la paz permanecerán en Osetia del Sur", aseguró el ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov.
Poco después, el Estado Mayor del ejército ruso indicó que las fuerzas georgianas "empezaban a retirarse", aunque no de manera masiva, de la región separatista prorrusa de Osetia del Sur. "Los militares georgianos empezaron a retirarse hacia Tiflis, pero no hemos notado un retiro activo", declaró el jefe del Estado Mayor, Anatoli Nogovitsyn.
"Persiste una inquietud por la concentración de tropas (georgianas) cerca de la zona de seguridad" entre Osetia del Sur y el resto del territorio georgiano, agregó.
El plan de paz propuesto por el bloque europeo al presidente ruso, Dimitri Medvedev y al presidente georgiano, Mikhail Saakashvili, y que éstos aceptaron, consta de cinco puntos. El acuerdo estipula la renuncia al uso de la fuerza; el cese definitivo de todas las acciones militares; el libre acceso a la ayuda humanitaria, y el regreso de las fuerzas georgianas a su lugar de emplazamiento habitual.
El plan establece, además, el regreso de las tropas de Moscú a las posiciones que ocupaban antes del estallido del conflicto, aunque las fuerzas de paz rusas podrán tomar medidas adicionales de seguridad hasta la creación de los correspondientes mecanismos internacionales.
Denuncias de Georgia. Por su parte, algunas horas después de que Rusia y Georgia aceptaran la propuesta de paz de la UE, el presidente Mikhail Saakashvili pidió una investigación internacional de las acciones militares rusas y acusó al Kremlin de querer realizar una "limpieza étnica".
"El desfiladero de Abjasia fue bombardeado por aviones rusos. Pido una investigación internacional para establecer de quién son esas bombas. Para que no nos acusen a nosotros", afirmó el mandatario georgiano durante una conferencia de prensa que fue transmitida por televisión.
Saakashvili hizo estas declaraciones en una rueda de prensa conjunta con los presidentes de Polonia (Lech Kaczynski), Ucrania (Víctor Yuschenko), Lituania (Valdas Adamkus), Estonia (Toomas Ilves), y el premier de Letonia (Ivars Godmanis). "Las tropas terrestres rusas avanzan en diversas direcciones, por ejemplo hacia Poti. Junto al puerto de esa ciudad, en el mar, los rusos destruyeron nuestros buques", agregó.
En ese sentido, el presidente polaco aseguró que "se violaron los principios de la seguridad europea" y abogó por la intervención de los líderes de los países más influyentes. "Rusia tiene derecho a la dignidad, pero quién le ha dado el derecho de comportarse así con otros pueblos y de darles lecciones", aseveró.
Críticas a EE.UU. El canciller de Rusia, Serguei Lavrov, rechazó las critícas de Estados Unidos a la operación llevada a cabo por las tropas de su país en la vecina república y aseguró que la intervención de Moscú en Georgia fue una misión de paz, citado por la agencia de noticias Interfax.
Esta mañana, el ministro británico de Relaciones Exteriores, David Miliband, se sumó a las críticas a Rusia al acusar a ese país de haber cometido una "agresión flagrante" contra Georgia, al mismo tiempo que recalcó que "ésta no es la manera de llevar las relaciones internacionales en el siglo XXI".
Según el gobierno de Estados Unidos, Rusia, con su "invasión" a Georgia se desacreditó como factor de estabilización en la región.

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