sábado, 26 de abril de 2008

Una vida premiada por la maternidad

Colleen Grady puede señalar el momento en que su vida cambió.
Fue septiembre del 2000. Grady, abogada de un bufete legal internacional, estaba de vacaciones con una amiga en Cambodia.
''Vi a niños bañándose en las mismas aguas donde se bañaban los bueyes'', dijo Grady. ``Fue algo que me afectó realmente mucho''.
Grady, que creció y trabajó como voluntaria en el condado Broward, y en 1988 ganó el premio Silver Knight para becas generales, supo que tenía que hacer algo. Grady buscó distintas formas de ayudar a niños afectados por la pobreza, y se puso en contacto con agencias internacionales de adopción.
Soltera, de 30 años, y sumamente exitosa en su carrera, Grady no estaba segura si la adopción sería la opción ideal para ella.
Pero se arriesgó.
En el 2002, Grady adoptó a los hermanos Luke y Alexander de un orfanato en Ucrania. Un año después, regresó al país del este de Europa para adoptar a otro niño, Nicholas.
En la actualidad, la familia de cuatro vive en una acogedora casa townhouse de Plantation con un amplio patio trasero, un lago cercano y una piscina.
Es bastante diferente del sitio que los hijos de Grady dejaron atrás.
''El orfanato era como una cárcel. Estaba rodeado de rejas'', dijo Alex, de 13 años. ``Comíamos siempre lo mismo. Yo detestaba la comida de allí''.
Por su parte, Nicholas, que vivía como desamparado antes de mudarse para el orfanato de Ucrania, dice que nunca olvidará el día que le dijeron que se iría a vivir a Estados Unidos.
''No podía creer que iba a ser adoptado y tener dos hermanos'', dijo el muchacho. ``Era algo tan agradable. Me puse muy contento''.
Nicholas, de 12 años, dice que su madre es un ángel.
''Realmente cambió mi vida'', dijo. ``La quiero mucho''.
Cuando Grady trajo los niños a EEUU, los matriculó en escuelas públicas, donde rápidamente aprendieron inglés. Los tres comenzaron a practicar deportes, al tiempo que mantenían ocupada a su madre, que los llevaba a las prácticas, y los alentaba desde las gradas en los partidos de los fines de semana. También vieron con bastante frecuencia a sus abuelos, John y Joyce Grady, que viven cerca de su casa.
Grady, que actualmente tiene 38 años, dice que quiere que sus hijos aprovechen las oportunidades que hay en el país, sobre todo la educación. Dice que espera que los tres obtengan maestrías universitarias. Grady conoce bien la situación: ha obtenido un título en educación en Barry University, un doctorado en leyes en la Universidad de Miami (UM), y una maestría en educación en Nova Southeastern.
Las experiencias de su vida, entre ellas el premio Silver Knight que ganó, han contribuido al éxito en su carrera, aseguró.
Durante 50 años, The Miami Herald y El Nuevo Herald han presentado los premios Silver Knight a luminarias de secundaria para honrar sus servicios comunitarios y excelencia académica.
Grady ganó el Silver Knight después de trabajar en varios proyectos de servicios, entre ellos labores de limpieza en el intracostal, y un trabajo como voluntaria en un centro médico de bajos recursos en Fort Lauderdale. Grady representó a la secundaria St. Thomas Aquinas en Fort Lauderdale.
''Recuerdo que me sentía muy útil'', dijo al hablar de la noche en que recibió el trofeo en el teatro Parker Playhouse. ``Ese reconocimiento resume el compromiso de uno y es una prueba de la integridad que tenemos''.
Sin embargo, dos décadas después, Grady aún atesora el trofeo, la solicitud que envió para recibir el Silver Knight, y un artículo de periódico donde aparecen los ganadores. Ese momento de su vida es también un buen tema de conversación.
''La gente realmente quedó impresionada con el premio'', dijo Grady. ``Me parece que dice mucho sobre la personalidad de uno''.
Un año después de haber adoptado a los muchachos, renunció a su empleo en la oficina de Miami de White & Case, un bufete legal internacional que tiene más de 2,300 abogados en todo el mundo.
Tras enseñar cuarto grado durante un año en una escuela primaria de Plantation, decidió combinar sus dos pasiones: el magisterio y las leyes.
En julio del 2005, Grady logró el ''empleo de sus sueños'' como profesora de la Escuela de Leyes de NSU, donde enseña cursos de análisis legal a estudiantes de segundo y tercer año de leyes.

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