sábado, 26 de abril de 2008

Ucrania conmemora el 22º aniversario de la catástrofe de Chernobil

Ucrania rendía homenaje este sábado a las víctimas de la catástrofe nuclear de Chernobil, un drama "planetario", según Kiev, a los 22 años del incidente.
Durante la noche del viernes al sábado, un centenar de ucranianos, entre ellos el presidente Viktor Yushenko y otros altos responsables nacionales depositaron coronas de flores ante un monumento a las víctimas de Chernobil en Kiev y encendieron velas en un oficio religioso consagrado a dicha tragedia, indicó su servicio de prensa.
En Slavutich, una ciudad pequeña a 50 km de la central accidentada, donde vive buena parte de su personal, también estaban previstas conmemoraciones nocturnas.
"La catástrofe de Chernobil se ha vuelto planetaria y al día de hoy sigue incidiendo en la salud de la gente y en el medio ambiente", subrayó el Ministerio de Sanidad en un comunicado.
El 26 de abril de 1986, a la 01H23, el reactor número 4 de la central de Chernobil, situado en el norte de Ucrania, cerca de la frontera con Rusia y Bielorrusia, estalló, y contaminó buena parte de Europa, pero sobre todo estos tres países, integrantes entonces de la Unión Soviética.

Más de 25.000 "liquidadores" de la catástrofe, esencialmente rusos, ucranianos y bielorrusos que realizaron diversos trabajos, entre ellos la construcción de un sarcófago alrededor del reactor accidentado, fallecieron, según estimaciones oficiosas.
Un balance de la ONU en septiembre de 2005 estimó en 4.000 los muertos de cáncer registrados o en ciernes en Ucrania, Bielorrusia y Rusia, pero fue muy criticado por numerosas ONG.
Oficialmente, sólo en Ucrania 2,3 millones de personas se considera que "sufrieron a resultas de la catástrofe".
4.400 ucranianos, niños o adolescentes en el momento de la catástrofe, fueron operados entre 1986 y 2006 de cáncer de la tiroides, la consecuencia más evidente de la radiación, según el Ministerio de Sanidad.
La central de Chernobil, donde un último reactor seguía produciendo electricidad, fue cerrada en diciembre de 2000. Pero con su sarcófago agrietado para recubrir unas 200 toneladas de magma radioactivo compuesto por combustible nuclear, sigue siendo una amenaza constante.
Ese magma es "nuestro problema mayor", señalaba el viernes el ministro ucraniano de Situaciones de Emergencia, Volodymyr Chandra, en un comunicado. "Es altamente radioactivo y estamos haciendo todo lo posible para que la lluvia y la nieve no entren en el sarcófago", señaló.
Las autoridades han hecho obras para reforzar esta vieja capa de hormigón, realizada de de forma apresurada al día siguiente de la catástrofe. Un nuevo sarcófago de acero para recubrir la instalación está pendiente de construcción.

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