Kiev, 25 abr (PL) La aplicación de combustible nuclear estadounidense en las centrales electronucleares ucranianas constituye un riesgo, sostuvo hoy aquí un experto al comentar un acuerdo entre la norteamericana Westinghouse y la nacional Energoatom.
Néstor Schufrich, ex ministro de Situaciones de Emergencia y Protección de la Población de las Consecuencias de la Avería de Chernobil, consideró imposible dar ese paso sin efectuar antes las correspondientes pruebas.
También diputado popular de la Suprema Rada, Schufrich puso en entredicho el convenio rubricado el 31 de marzo entre las dos corporaciones especializadas en energética, 24 horas antes de la llegada a Kiev del presidente George W. Bush.
En Finlandia y República Checa funcionan reactores rusos de agua ligera a presión VVER, igual que en Ucrania, y una experiencia similar con Westinghouse fracasó por frecuentes fallas técnicas, recordó el legislador por el partido de las Regiones Andrei Kluyev.
La incompatibilidad de los equipos representaba inseguridad para el funcionamiento de los generadores de calor de la compañía norteamericana, advirtió el miembro de la cámara legislativa.
Al abordar el tema, la emisora Voz de Rusia comentó que Kiev se afectará desde el punto de vista económico y ambiental, porque los elementos combustibles rusos son más baratos y una vez consumidos se retiran los residuos, lo cual queda excluido del acuerdo firmado.
Por su parte, el vicedirector del Instituto de Economía Mundial y Relaciones Internacionales de Rusia, Guennadi Chufrin, opinó que el convenio con Westinghouse responde a los intereses políticos del presidente, Víctor Yúschenko, y su entorno.
Toda la política de Yúschenko apunta a desalojar a Rusia. Se emprenden sucesivos esfuerzos por sustituir en el mercado ucraniano a las compañías del país eurasiático por las occidentales, concluyó Chufrin.
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