El ajedrez, encarnado en el juego agresivo de Veselin Topalov y la tecnología, ha recuperado el sentido del espectáculo en la Liga de Campeones (Memorial Jesús de la Fuente) disputada en el Gran Hotel Lakua de Vitoria. El búlgaro, un año después de perder de manera dolorosa el título mundial, ha vuelto a la senda de los primeros premios. Con un único concepto basado en luchar siempre, buscando siempre posiciones de doble filo y asumiendo riesgos, consiguió la copa de campeón después de un torneo que comenzó muy bien –con dos victorias- transcurrió de manera normal y terminó con un triunfo con las piezas negras frente a la húngara Judit Polgar en 58 movimientos. Un resultado que vino precedido por la derrota del ucranio Ruslan Ponomariov, líder durante bastantes jornadas, ante el uzbeco Rustam Kasimdzhanov. En la practica esto significaba que unas tablas bastaban a Topalov para conseguir el primer premio. Sin embargo, el gran maestro afincado en Salamanca, lejos de proponer el reparto del punto en una posición ganadora, jugó como si el la victoria fuera el único marcador que le valiera. Una actitud muy profesional que el público premio con una gran ovación cuando salió de la urna de cristal insonorizada y aclimatada para explicar el desarrollo de la partida. Un aplauso que también era por el donativo del premio en metálico, al igual que el resto de participantes, para la construcción de un hospital en el Congo.
Topalov, contento con el triunfo pero autocríticoEl ganador de la competición, como es lógico, mostraba su satisfacción aunque también fue autocrítico con algunos aspectos de su ajedrez. “Estoy contento con el juego desarrollado en las dos últimas partidas. Creí que el torneo iba a ser diferente después de comenzar tan bien; sin embargo, me costo asimilar la derrota con Judit, después de un error garrafal, en la cuarta jornada. Más tarde, con Karpov, tomé decisiones equivocadas, aunque por fortuna a última hora he podido jugar a buen nivel y adjudicarme el torneo”. Sobre su decisivo encuentro con Judit en la última ronda, Topalov declaró: “Judit ha hecho un sacrificio interesante de peón, pero yo evalué bien la posición. No tenía enroque, aunque a cambio disponía de una buena estructura. Poco a poco mi rival ha ido perdiendo la iniciativa y he ganado un peón, luego otro y más tarde la partida. Quizá podría haber ganado antes, pero a cambio de no hacerlo nunca he perdido el control de la posición”. La organización mereció todos los parabienes del búlgaro, llegando incluso a afirmar que debería ser un modelo a imitar en el ajedrez profesional. Sobre sus planes futuros, Topalov afirmó: “ Estoy contento de haber disputado mi última partida del año, ya que así podré descansar un poco porqué 2008 va a ser un año muy largo. Todavía me siento con posibilidades de ser nuevamente campeón del mundo, pero debería mejorar bastante mi juego. Estoy cometiendo errores que no me permitirían recuperar el título, y debo de trabajar en este sentido”.
Resultados de la ultima ronda: Karpov-Nisipeanu, tablas; Judit Polgar-Topalov, 0-1; Ponomariov-Kasimdzhanov, 0-1.
Clasificación final: 1, Topalov (Bulgaria), 7; 2, Ponomariov (Ucrania), 5,5; 3, Judit Polgar (Hungría), 5; 4, Nisipeanu (Rumania), 5; 5, Kasimdzhanov (Uzbekistan), 4,5;6, Karpov (Rusia), 3.
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