Kiev, 21 nov (PL) Los cuerpos sin vida de otros 38 mineros ucranianos fueron sepultados hoy, mientras los socorristas debieron suspender la búsqueda de cadáveres o sobrevivientes, a causa del incendio registrado en la mina Zasiadko.
Hasta el momento, las familiares identificaron a 83 de los 90 muertos evacuados de la referida empresa minera, donde el pasado domingo se registró una explosión de metano a una profundidad de mil 78 metros, en la sureña región de Donetsk.
El siniestro impide desde anoche la recogida de los escombros y los fallecidos, mientras el viceprimer ministro Andrei Kliuev reconoció que desconoce el paradero de dos de los 11 obreros que se calcula debían encontrarse en la mina en el momento del estallido.
Kliuev afirmó que los otros ocho trabajadores probablemente perecieron, pero las llamas impiden la evacuación de sus cuerpos.
Por otro lado, el presidente de honor de la citada empresa minera, Efim Zvialguiski, desmintió versiones difundidas por la prensa de su disposición a clausurar esa instalación, cuya explotación se inició en 1958 y donde ahora se aplican modernas tecnologías.
Según un minero que solicitó el anonimito, gran parte de la responsabilidad de lo ocurrido recae sobre el sistema de pago de los dueños de las minas, quienes obligan a los obreros a producir más, en medio de violaciones de las medidas de seguridad.
Muchas veces, los empleados de las minas privadas deben producir en un día casi el triple de lo que se obtiene en las estatales para sobrecumplir planes y recibir un mayor salario, denunció.
La prensa local destaca que una tonelada de hulla puede venderse a 400 grivnas (unos 80 dólares), por lo cual la extracción de mil toneladas equivale a unos 80 mil dólares diarios de ganancia, pero sólo una ínfima parte de ese dinero se destina a la seguridad.
Zasiadko produce unas 10 mil toneladas del referido material y emplea a igual número de mineros.
Hasta el momento, las familiares identificaron a 83 de los 90 muertos evacuados de la referida empresa minera, donde el pasado domingo se registró una explosión de metano a una profundidad de mil 78 metros, en la sureña región de Donetsk.
El siniestro impide desde anoche la recogida de los escombros y los fallecidos, mientras el viceprimer ministro Andrei Kliuev reconoció que desconoce el paradero de dos de los 11 obreros que se calcula debían encontrarse en la mina en el momento del estallido.
Kliuev afirmó que los otros ocho trabajadores probablemente perecieron, pero las llamas impiden la evacuación de sus cuerpos.
Por otro lado, el presidente de honor de la citada empresa minera, Efim Zvialguiski, desmintió versiones difundidas por la prensa de su disposición a clausurar esa instalación, cuya explotación se inició en 1958 y donde ahora se aplican modernas tecnologías.
Según un minero que solicitó el anonimito, gran parte de la responsabilidad de lo ocurrido recae sobre el sistema de pago de los dueños de las minas, quienes obligan a los obreros a producir más, en medio de violaciones de las medidas de seguridad.
Muchas veces, los empleados de las minas privadas deben producir en un día casi el triple de lo que se obtiene en las estatales para sobrecumplir planes y recibir un mayor salario, denunció.
La prensa local destaca que una tonelada de hulla puede venderse a 400 grivnas (unos 80 dólares), por lo cual la extracción de mil toneladas equivale a unos 80 mil dólares diarios de ganancia, pero sólo una ínfima parte de ese dinero se destina a la seguridad.
Zasiadko produce unas 10 mil toneladas del referido material y emplea a igual número de mineros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario