sábado, 20 de agosto de 2011

Ucraniano causó pánico en festejo de la Izquierda

Pudo sido una tragedia, de esas que cada tanto ocurre en Estados Unidos o en Europa y que tienen a un perturbado mental como responsable de la muerte de decenas de personas en alguna reunión política o en un shopping. Pero, por suerte, no hubo víctimas que lamentar y no fue en el extranjero: fue en .

En la noche del domingo pasado, cuando los resultados de la contienda electoral que se había desarrollado durante el transcurso del día estaban recién salidos del horno y el Frente de Izquierda festejaba haber superado el piso para poder participar de la general de octubre, un ucraniano que vivió el comunismo en su país natal apareció en escena.

A las 2.30 de la madrugada del lunes aún había militantes trotskistas de festejo en la sede porteña del Partido Obrero, en Piedras y , que hacían flamear banderas y tocaban bombos y entonaban “La Internacional”, cuando Vitaliy Zhukovskyy, un vecino del barrio, causó conmoción y zozobra.

Este hombre de 29 años, casado y padre de dos hijos, apareció en los festejos con una escopeta de fabricación casera, cuchillos y balas, también portaba un chaleco de guerra, aunque el principal peso que portaba provenía de su relación con el comunismo que tuvo de chico, en su natal, y de los padecimientos que sufrió y vio sufrir.

A poco de llagar al festejo, Zhukovskyy se sentó en la calle, sacó un cuchillo y ajustició una caja de cartón que estaba en el piso, dándole lugar y tiempo a los militantes del PO para que pudieran contenerlo, desarmarlo y llamar a la Policía, que se lo llevó en una nube de misterio y confusión.

“El venía abollado, tenía sangre en la cara y la mirada perdida, tenía una especie de sonrisa idiota (…). Me alarmé”, admite un militante al portal Plaza de Mayo. “En ese momento nos miramos con algunos compañeros y nos empezamos a arremolinar alrededor de él.”

“El tipo se sentó en el piso y sacó un cuchillo de esos de combate y empezó a castigar a una caja de cartón. Entonces un compañero le pisó el arma, otro lo agarró del cuello, llamamos a la policía que estaba cortando el tránsito en la esquina y se lo llevaron”, rememora el manifestante.

Plaza de Mayo entrevistó a Zhukovskyy, quien confesó estar en tratamiento psiquiátrico y haber tomado alcohol aquella noche, una combinación que le alteró los sentidos y despertó los peores fantasmas de su niñez, cuando el Ejército Rojo de la URSS, comandada por Josef Stalin, entró a Ucrania.

“Yo participé del ejército en Ucrania. Tengo problemas emocionales, estoy en tratamiento. Por eso tomo pastillas. No sé por qué ese día tomé alcohol acá en casa, con unos amigos. Tomé cerveza y después whisky. Se agrupó mucha gente con banderas rojas, con bombos. Eso me puso paranoico”, Zhukovskyy.

“En Ucrania la pasamos mal con el comunismo. Yo era chico pero tengo recuerdos y cosas que le pasaron a mi familia. Mi papá murió porque desarrolló una enfermedad al ser enviado a Chernobyl. El esposo de una prima fue a la guerra de Afganistán y volvió minusválido. Mi abuelo contaba que la mitad de sus hermanos murieron en la hambruna artificial del año treinta.”

El hombre rubio y pálido no recuerda qué fue lo que pasó aquella noche. Tiene sólo algunos flashes borrosos, esporádicos, de una noche en la que creyó que el comunismo volvía por él, que se creía salvado de una política de que condenó a muchos al exilio o a la muerte.

¿Qué pasó? “No recuerdo bien. Sé que subí a la terraza y vigilaba la manifestación. Mi esposa me contó que yo decía: “Ya van a venir, ya van a venir”, que pensaba que iban a entrar por nosotros. En la terraza armé la escopeta (…) No tengo la intención de tirar contra nadie. Las balas las tengo porque antes yo tenía permiso de portación de armas. Ya no. Me quedaron las balas.”

El Frente de Izquierda expresa la confluencia política de distintos partidos trotskistas argentinos que, creen y pregonan la mirada socialista de León Trotsky, un enemigo acérrimo de Stalin y víctima fatal de este. Los trotskistas soviéticos lideraron la oposición al régimen en la propia URSS.

“Trotsky lideró la entrada del ejército a Ucrania también. Pero no sé. No sé si son marxistas, leninistas o qué. Vi las banderas rojas y se ve que me alteré. Quiero pedir disculpas. No tengo la intención de lastimar a nadie. Estoy en tratamiento, no va a volver a pasar. Fue una mala coincidencia de las cosas, no tengo nada contra ellos”, recuerda y asegura Zhukovskyy.

Hoy, Zhukovskyy tiene abierta una causa por “intimidación pública” en el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal número 2, a cargo de Marcelo Martínez de Giorgi, y el cuerpo médico que lo examinó durante su detención determinó problemas de salud mental y recomendó su internación, que será evaluada por un juzgado civil.
18 de agosto de 2011 10:02

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