Tras la caída de la URSS, Rusia asumió el control de la práctica totalidad de infraestructuras y medios del programa espacial soviético. Una consecuencia lógica si tenemos en cuenta que, salvo por unas pocas excepciones, la mayoría de empresas aeroespaciales del país estaban situadas en territorio ruso. Una de esas excepciones son las empresas ucranianas KB Yúzhnoye y PO Yuzhmash, con sede en Dnepropetrovsk. KB Yúzhnoye nació como la antigua oficina de diseño OKB-586 de Mijaíl Yangel. Con el tiempo se especializó en la construcción de misiles balísticos intercontinentales, ganando especial relevancia bajo el mandato de Leonid Brézhnev. Pero también participó de forma estelar en el programa espacial, siendo sus productos más famosos los cohetes Tsiklon y Zenit -y los aceleradores del Energía, derivados de este último-. El Zenit era el cohete soviético más moderno y hacía uso del que hasta la fecha sigue siendo el motor de combustible líquido más potente del mundo, el RD-171. Con frecuencia se suele decir que este cohete es "ucraniano", aunque no debemos olvidar que tanto el RD-171 como la etapa superior Blok-D -además de otros componentes- son fabricados en Rusia por NPO Energomash y RKK Energía, respectivamente.
Evolución temporal de los principales lanzadores ucranianos (KB Yuzhnoye).
En cualquier caso, después de la desaparición de la URSS, Ucrania buscó desarrollar un programa espacial independiente basándose en la amplia y rica experiencia de KB Yúzhnoye y PO Yuzhmash. Por desgracia, la brutal recesión económica de los noventa castigó al país aún más fuertemente que a Rusia, impidiendo la realización de la práctica totalidad de proyectos espaciales. Tampoco ayudó el que Ucrania careciese de un centro espacial desde donde poder lanzar sus cohetes, ya que tanto Plesetsk como Baikonur estaban bajo control ruso. El único punto positivo fue la creación de la empresa internacional Sea Launch, que permitió dar un respiro a la industria aeroespacial ucraniana. De hecho, se suele comentar que Sea Launch fue una de las muchas medidas de la administración Clinton para mantener a Ucrania alejada de Rusia en áreas de tecnología estratégica.
Desde entonces, KB Yúzhnoye se ha consolidado como un gigante aeroespacial con multitud de intereses y proyectos, desde lanzadores hasta motores cohete. En el terreno de los lanzadores, el Zenit, Tsiklon-4 y el Dnepr son los programas más importantes con los que cuenta Ucrania:
- Zenit: el cohete Zenit sigue siendo la estrella del programa espacial ucraniano, tanto en la variante Zenit-3SL (Zenit-2M) de Sea Launch, como la Zenit-3SLB (Zenit-3M) de Land Launch. Es el cohete más grande desarrollado por Ucrania, con una capacidad en LEO de casi 14 toneladas. El éxito de Sea Launch permitió crear Land Launch y resucitar las instalaciones de este lanzador en Baikonur. Desgraciadamente, Sea Launch ha entrado recientemente en bancarrota y su futuro es incierto. El gobierno ruso le dio la espalda hace muchos años a este lanzador y desarrolló el programa Angará para sustituirlo. Pero el interés de varias empresas rusas (RKK Energía) y los retrasos con el Angará lo han mantenido vivo hasta la fecha. Pese a todo, Roskosmos ha promovido el desarrollo del Zenit-3F, que cuenta con una etapa superior Fregat, para lanzar varios satélites y sondas espaciales rusas desde Baikonur.
Un cohete Zenit en la plataforma de Sea Launch (Sea Launch).
- Dnepr (Dnipro en ucraniano): se trata de una versión comercial del misil intercontinental R-36M (RS-20/SS-18 Satan). Aunque KB Yúzhnoye ya no fabrica este misil, que debe ser eliminado según los tratados de desarme, se encarga del mantenimiento de las unidades empleadas para los vuelos espaciales y participa en la empresa Kosmotras, encargada de su comercialización internacional. Pese a que se ha propuesto una versión mejorada -Dnepr-M- el futuro de este lanzador hipergólico no parece muy prometedor.
Los principales lanzadores con participación ucraniana (KB Yuzhnoye).
Los lanzadores Zenit y Dnepr comparados por su capacidad de carga en misiones lunares (KB Yuzhnoye).
- Tsiklon-2 y Tsiklon-3: oficialmente, KB Yúzhnoye sigue ofertando los antiguos lanzadores hipergólicos Tsiklon-2 (lanzado desde Baikonur) y Tsiklon-3 (lanzado desde Plesetsk), desarrollados a partir del misil R-36. Pero lo cierto es que el año pasado se lanzó el último Tsiklon-3 almacenado desde tiempos soviéticos y pronto ocurrirá lo mismo con los pocos Tsiklon-2 que quedan.
El último Tsiklon-3 en Plesetsk (Novosti Kosmonavtiki).
La familia de lanzadores Tsiklon y Dnepr junto a los misiles R-36 y R-36M de Yangel (Mark Wade/astronautix.com).
- Tsiklon-4: una de las grandes esperanzas del programa espacial ucraniano, desarrollado conjuntamente con Brasil. Con capacidad para 5,3 toneladas en LEO, el Tsiklon-4 es una versión modernizada del Tsiklon-3. Tiene un diámetro de 3 metros y su longitud es de 40,19 m. El cohete emplea las dos primeras etapas delTsiklon-3 y el fuselaje está hecho de la aleación de aluminio AMg-6, estándar en la industria aeroespacial soviética. El Tsiklon-4 emplea una tercera etapa superior nueva con el motor RD-861K, con capacidad para varios encendidos, así como nuevos sistemas de control. Se comercializará con dos tipos de cofia, una de 8,59 m de longitud y otra de 9,59 m. Se espera que el primer Tsiklon-4 despegue este año desde el centro espacial brasileño de Alcântara.
Tsiklon-4 (ACS/KB Yuzhnoe).
- Taurus II: aunque se trata de un proyecto norteamericano de la compañía Orbital, la primera etapa de este lanzador con capacidad para 4,7-5,5 toneladas en LEO está fabricada en Ucrania y usa motores soviéticos NK-33. Junto con el Tsiklon-4, se trata del programa con mayor potencial de futuro para Ucrania.
Taurus II (Orbital).
Primera etapa del Taurus II, fabricada en Ucrania y con motores de fabricación soviética NK-33 (Orbital).
Además de estos cohetes, Ucrania ha intentado infructuosamente desarrollar otros lanzadores. Entre estos proyectos está la familia Mayak, propuesta en 2005 y basada en la tecnología del Zenit y el Tsiklon. Estos lanzadores debían ser capaces poner entre 3 y 12 toneladas en LEO según la versión empleada (Mayak-12, Mayak-22 o Mayak-23). A diferencia de los Tsiklon, no usarían combustibles hipergólicos. En la primera etapa tendrían motores derivados de la familia RD-180/RD-191 o versiones criogénicas de los motores del Dnepr. Una vez más, los problemas económicos, las malas relaciones con Rusia y la falta de un cosmódromo propio frustraron este proyecto.
La familia Mayak (KB Yúzhnoye).
El no disponer de un centro de lanzamiento propio es uno de los mayores problemas del programa espacial ucraniano. Por eso, uno de los proyectos más interesantes fueSpace Clipper, similar al Vozdushni Start (Air Launch) ruso. Space Clipper nació a finales de los años 80 y preveía el lanzamiento de cohetes de combustible sólido de pequeño tamaño derivados de los misiles intercontinentales RS-22 (SS-24 Scalpel). En la década de los 90 se entablaron negociaciones para desarrollar el proyecto junto con Francia, usando nuevos lanzadores de combustible sólido e hipergólico que recibieron el nombre de Talisman. Como fruto de estos estudios, KB Yúzhnoye promociona en la actualidad versiones de Space Clipper con el cohete Orel ("águila" en ucraniano), que contaría con una capacidad en LEO de 1-1,5 toneladas.
Sistema de lanzamiento Space Clipper desde un Antonov An-124 (KB Yúzhnoye).
El cohete de Space Clipper, Orel, de combustible sólido e hipergólico (KB Yúzhnoye).
Si Space Clipper es curioso, Svityaz es monstruoso. Este proyecto debía lanzar un cohete basado en tecnología del Zenit mediante el mayor avión del mundo, el Antonov An-225. Lanzado desde el ecuador, Svityaz podría poner más de 7 toneladas en órbita baja, compitiendo directamente con los lanzadores Soyuz.
Características de Svityaz (KB Yúzhnoye).
En el espectro opuesto, KB Yúzhnoye también ha desarrollado el sistemaMICROSPACE para lanzar microsatélites y minisatélites desde aviones de combate MiG-31 usando pequeños cohetes de combustible sólido, de modo muy similar al proyecto ruso-kazajo Ishim.
Microspace (KB Yúzhnoye).
Pero no sólo de lanzadores vive KB Yúzhnoye. La empresa tiene una larga tradición en la fabricación de satélites civiles y militares, tradición que ha intentado mantener en los últimos años con diverso éxito. El futuro en este campo pasa por las plataformas Sich para minisatélites en LEO de observación terrestre y los satélites de telecomunicaciones Lybid (de 1 tonelada aproximadamente) en GEO.
Satélites soviéticos fabricados parcial o totalmente en Ucrania (KB Yúzhnoye).
Proyectos actuales y futuros de satélites ucranianos (KB Yúzhnoye).
Distintos usos de la plataforma Sich para observación terrestre y el minisatélite MS-2 (KB Yúzhnoye).
Además de satélites, KB Yúzhnoye también se encarga de construir motores cohete. En este área, el más destacado es el RD-861K de combustibles hipergólicos empleado en el Tsiklon-4, aunque también promociona con ahínco los RD-858 y RD-859 empleados en el módulo lunar LK del programa espacial soviético para su uso en etapas superiores.
RD-861K (KB Yúzhnoye).
Los motores del módulo lunar LK podrían usarse como etapas superiores (KB Yúzhnoye).
Distintos motores de combustible líquido y sólido desarrollados en Ucrania (KB Yuzhnoye).
La deriva antirrusa de la política ucraniana tras los sucesos de 2004 impidieron la aumentar la colaboración entre ambos países en materia espacial justo cuando la situación económica parecía despegar tímidamente. Pese a proyectos como Sea Launch, Tsiklon-4 o Taurus II, es obvio que una mayor colaboración con Rusia es la salida más lógica para la industria aeroespacial ucraniana. Por desgracia, los juegos estratégicos entre Occidente y Rusia por el control de Ucrania han dividido -y debilitado- tanto a este país que una cooperación profunda con el gran vecino del este es hoy en día muy difícil, tanto con un gobierno "prorruso" como sin él. ¿Sobrevivirá el ambicioso programa espacial ucraniano a la próxima década?
1 comentario:
Amigos de Casa Ucrania:
este artículo es una copia íntegra de una entrada de mi blog del 14 de mayo de 2010:
http://danielmarin.blogspot.com/2010/05/ucrania-en-el-espacio.html
No tengo ningún reparo en que copien mi artículo, siempre y cuando citen al autor (es decir, a mí) y pongan un enlace a la entrada original, de acuerdo con la licencia Creative Commons que rige los contenidos de mi blog.
Un saludo.
Publicar un comentario