miércoles, 25 de noviembre de 2009

El empate en Kazan entre Rubin y Dinamo, buen resultado para el Barça

Kazan (Rusia).(EUROPA PRESS).- El Rubin Kazan y el Dinamo de Kiev comprometieron su futuro en la Liga de Campeones tras empatar sin goles en suelo ruso en un encuentro correspondiente a la quinta jornada de la fase de grupos, tras el cual tendrán que resolver su pase a los octavos de final en la última jornada ante los dos colosos del grupo, el FC Barcelona y el Inter de Milán.

Una jugada del partido entre el Rubin Kazan y el Dinamo de Kyev, que acabó 0 a 0
Una jugada del partido entre el Rubin Kazan y el Dinamo de Kyev, que acabó 0 a 0 / Ap / Andrey Lukatsky
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En cambio, el empate entre ambos equipos se puede considerar un buen resultado para las aspiraciones del equipo azulgrana. El empate permite al equipo de Guardiola encarar el crucial encuentro contra el Inter con la relativa tranquilidad de que no será eliminado hoy de la Liga de Campeones. Además, si el conjuntó culé venciera a los italianos hoy sólo necesitaría un empate en el siguiente encuentro ante el Dinamo de Kiev que se disputará en Ucrania para lograr el pase a los octavos de final de la máxima competición continental.

Los rusos, que conquistaron recientemente el segundo título liguero de su historia, volvieron a mostrarse muy sólidos defensivamente, pero no pudieron superar al conjunto dirigido por Valery Gazzaev, que permanece como colista del grupo pero con firmes esperanzas de clasificación.

El duelo entre los 'revolucionarios' del grupo F estuvo marcado por las adversas condiciones climatológicas de Kazan y por el reparto del dominio de ambos equipos en cada una de las partes. En la primera, de más trabajo táctico, el Rubin Kazan controló el juego amparado en el talento del argentino Alejandro Domínguez, que aportaba los destellos de luz al oscuro trabajo de sus compañeros. El 'Chori' tuvo en sus botas, a los 44 minutos de juego, la mejor oportunidad del partido tras inventarse un remate de volea que sacó magistralmente Shovkovskiy.

Sin embargo, el mediapunta del cuadro ruso se diluyó tras la reanudación, al tiempo que emergía el Dinamo. Los ucranianos, único equipo capaz de vencer al Rubin Kazan en su debut continental, fueron ambiciosos en el segundo acto y buscaron la meta local. De la mano de Malevskiy y sus conexiones con Shevchenko tuvieron alguna oportunidad para obtener el valioso botín en juego, pero su falta de puntería provocó que finalmente no se alterase el marcador inicial.

El resultado deja abiertas las posibilidades de clasificación para ambos equipos en la última jornada. Los rusos viajarán a Milán, donde les esperará una cita con el Inter de Mourinho y con la historia; los ucranianos, por su parte, recibirán al vigente campeón, el FC Barcelona, con plenas esperanzas de lograr su acceso a los octavos de final, fase de la que les sigue separando sólo una victoria.

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