viernes, 16 de enero de 2009

La guerra del gas acentúa las divisiones internas en Ucrania

La guerra del gas está agrietando aún más la ya deteriorada relación entre el presidente y la primera ministra de Ucrania. Sus discrepancias se pusieron de manifiesto ayer, cuando Víktor Yúshchenko rechazó la participación de su país en la cumbre convocada por Rusia para mañana en Moscú, una presencia que sí había aprobado Julia Timoshenko.

La oficina de Yúshchenko criticó a Timoshenko por llevar a cabo negociaciones por cuenta propia. Andréi Kislinski, jefe de la oficina, acusó a la primera ministra de despilfarrar el dinero de las familias ucranianas para pagar el gas técnico que Ucrania necesita para retomar la actividad en sus gasoductos. Yúshchenko argumenta que Kiev no tiene por qué pagar por esos envíos con fines técnicos.

Timoshenko había hablado poco después de la medianoche del miércoles con su homólogo ruso, Vladimir Putin, y acordó reunirse con él para entablar negociaciones directas en Moscú el sábado. La conversación telefónica fue productiva y da pie a «la esperanza de alcanzar un compromiso», informó la oficina de la primera ministra.

El presidente ruso, Dmitri Medvédev, convocó el miércoles una cumbre en Moscú, a la que invitó a los importadores de gas. Un portavoz del Kremlin confirmó que las invitaciones habían sido enviadas «por todos los canales diplomáticos».

Hasta ahora no quedó claro si la reunión entre Putin y Timoshenko debía formar parte de esa reunión. Antes de iniciar la polémica en el seno de su propio Ejecutivo, Yúshchenko había pedido que las reuniones entre Moscú y Kiev se llevaran a cabo en «suelo neutral».

Por otro lado, la UE anunció que el comisario de Asuntos Energéticos, Andris Piebalgs, y el ministro de Energía de República Checa, Martin Riman, acudirán a la cumbre de Moscú. Un portavoz de la Comisión señaló además que la UE no considera responsable a una sola de las partes, sino a ambas. Bruselas exigió como condición para la realización de la cumbre que los representantes de Rusia y Ucrania tengan la autorización necesaria para conseguir una solución duradera.

Desde Berlín, la canciller alemana, Angela Merkel, pidió una pronta solución del conflicto, después de una reunión con el primer ministro británico, Gordon Brown. Ambos líderes destacaron que la UE debe diversificar sus fuentes energéticas.

Por otra parte, Rusia propuso a Europa compartir riesgos y crear un consorcio internacional que compre a la compañía rusa Gazprom el gas técnico que Ucrania necesita para reanudar el tránsito de carburante. El primer ministro ruso expuso esta propuesta al jefe de la compañía energética italiana Eni, Paolo Scaroni, que respondió que su empresa estudiará la posibilidad de participar en tal consorcio.

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